Vintae News Especial Vendimia 2023

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NÚMERO 13, 2023

www.vintae.com SI DEJÁRAMOS DE SOÑAR, NO SERÍAMOS VINTAE

justo cuando la viña tiene ya pocas reservas hídricas, lo que provocó que en zonas secas la hoja sufriera ese estrés. En septiembre con las lluvias de la primera quincena se suavizaron algo los termómetros, pero al final llegó el verano de San Miguel, que en vez de durar una semana se extendió casi cuatro, desde finales de septiembre hasta mitad de octubre. Eso es bueno para la vendimia, porque trabajas sin el estrés de que llegue la lluvia y te pueda estropear la uva, aunque las máximas fueron excesivas, llegando a los 30º grados cuando lo ideal en ese momento hubiera sido no sobrepasar los 25º. En resumen y con excepciones, ha sido un año cálido y seco, en el que las lluvias han llegado en el momento necesario. ¿Cómo se ha desarrollado la campaña y qué dificultades habéis encontrado? En vendimias, cuando hay tiempo de verano estás mucho más tranquilo que si hay borrasca, pero con tanto calor el grado empieza a subir. Como toda nuestra vendimia es manual, las cuadrillas dan lo que dan (y demasiado hacen), por lo que hay un momento en el que quieres correr más de lo que puedes, la maduración va más rápido que la vendimia.

ENTREVISTA A RAÚL ACHA

“En un año de incertidumbre, las lluvias en los momentos clave nos han traído una añada mejor de la que esperábamos” El calor y la humedad han puesto en jaque este 2023 a muchos viñedos de toda España. Las precipitaciones, que han llegado en los momentos más adecuados del ciclo, ha propiciado una buena cosecha, sobre todo en las zonas más tardías, las más altas y frescas. Entrevistamos a Raúl Acha, director técnico de Vintae, para conocer a fondo cómo se ha desarrollado el ciclo de la vid y la vendimia en nuestros viñedos. ¿Cómo ha sido el ciclo vegetativo de este año? El ciclo vegetativo ha sido muy dispar, si lo viésemos en un gráfico veríamos dientes de sierra. Hemos tenido periodos secos mezclados con ciclos de lluvia, varios meses con un tiempo veraniego, como

ocurrió en abril o mayo, luego un junio y comienzo de julio híper húmedos y más frescos, y después un nuevo periodo muy seco durante julio y agosto, y otra etapa extremadamente húmeda en septiembre, que fue un mes muy lluvioso. Dentro de que ha sido un año seco y que en algunas zonas tendríamos un cierto déficit hídrico respecto a la media, la lluvia ha caído en momentos muy adecuados. Las primeras precipitaciones llegaron justo entre final de mayo y hasta primeros de julio, cuando la viña más necesita el agua. Las lluvias de septiembre quizá cayeron un poco más tarde de lo que hubiera sido ideal y en cepas que iban adelantadas causó problemas con la botrytis. Sin embargo, en las zonas más tardías como las partes altas de Rioja Alta o Ribera del Duero, septiembre fue el momento ideal para que llegase el agua. En el gráfico de las temperaturas también hay dientes de sierra, ha sido un año cálido, aunque mejor que el 2022, algo más moderado. Tuvimos una primavera que fue prácticamente verano en abril y mayo, con temperaturas fuera de lo normal, por lo que el ciclo venia muy adelantado. En algunas partes se vio interrumpido por algunas heladas en abril e incluso a 17 de mayo en zonas como la Ribera soriana, donde tuvo que volver a comenzar el ciclo. En junio tuvimos un periodo más fresco, también julio y la primera mitad de agosto fueron relativamente agradables. A partir de la segunda quincena de agosto empezó a empeorar, con temperaturas que rondaban los 40 grados y que por la noche no bajaban de 20

Además, con ese calor, la uva puede entrar en bodega a temperaturas que no son las ideales. Cuando hacemos la vendimia en cajas, estas se procesan al día siguiente y con el fresco de la noche ya han bajado unos grados su temperatura. Sin embargo, cuando vendimiamos en remolques y la uva se procesa al momento puede entrar algo más caliente en bodega. Para eso tenemos los equipos de frío en bodega, para poder solucionar cualquier problema que surja en vendimias como esta. La estrategia de Vintae de buscar siempre viñedos en altitud y zonas frescas, ¿está dando resultado en estos años complicados y cálidos? La suerte que tenemos, o la suerte que hemos buscado, es que tener viñedos en zonas altas está ayudando mucho en estos años cálidos y secos. Por ejemplo, este 2023 nuestras viñas en Ribera o Rioja han sido más tardías y eso ha tenido dos efectos: por un lado, que las lluvias de septiembre nos han llegado con la uva un poco más verde y el agua ha hecho menos daño a la uva. Por otro lado, cuando llega el calor del verano unido a la falta de agua, siempre estamos más protegidos: tendremos noches más frescas, días algo menos cálidos y todo eso redunda en que la uva está más equilibrada. ¿Qué valoración haces de la añada en cantidad y calidad? Con un año tan cambiante, las sensaciones durante todos estos meses también han sido muy diferentes. En primavera, que fue muy seca, hubo cierto temor, el crecimiento del pámpano era muy lento, la viña estaba raquítica y daba miedo. Las lluvias de junio nos dieron un respiro, y las viñas se pusieron como un vergel.


2/2023

muy rodado. Estoy contento con lo que he visto hasta ahora y creo que los de 2023 van a ser buenos vinos, limpios, con colores muy bonitos, nariz muy limpia, madurez de taninos… teniendo en cuenta la incertidumbre que hemos pasado, están muy bien.

El verano ha sido genial, pero se nos ha torcido en la parte final de agosto con el calor y luego las lluvias de septiembre y el riesgo de botrytis. A finales de septiembre llegó de nuevo la tranquilidad con el tiempo seco, aunque las maduraciones subieran unas décimas cada día, podíamos planificar la vendimia con calma al no haber lluvias a la vista. Ha sido una vendimia con preocupación, pensando que la calidad no iba a ser buena, pero en mi opinión las uvas estaban sanas, teníamos equilibrio de acidez y sinceramente, para mí el resultado ha sido mejor de lo que parecía. Si tuviera que comparar con la añada anterior, me quedaría con esta 2023. Una vez en bodega las fermentaciones han sido rápidas y muy sanas, fermentaciones espontáneas tanto la alcohólica como la maloláctica, que han ocurrido fácilmente, con unas acideces volátiles muy bajas, por lo tanto, tenemos unos vinos muy sanos. En cuanto a cantidad, el haber tenido una primavera seca y unas heladas primaverales en algunas parcelas, ha ido haciendo que la viña estuviera equilibrada, no había grandes excesos, es un año de menos cantidad, pero eso ha redundado en la calidad.

Esta añada habéis encontrado grandes sorpresas en cuanto a calidad, viñedos con la uva en perfecto estado al lado de otras parcelas que no estaban tan bien, ¿de dónde vienen esas diferencias? Cuando una viña está equilibrada y no trae una cantidad de uvas excesiva, eso tiene consecuencias. No es lo mismo una cepa con mucha producción, con granos apretados sin espacio para crecer, que tener racimos pequeños, granos pequeños, separados entre sí y que dentro del propio racimo incluso corra el aire. Eso redunda en calidad y sanidad. Cuando una viña tiene poca uva, la piel de la baya será más gruesa y contundente, será más difícil que tenga roturas o se vea atacada por los hongos. Sin embargo, cuando hay muchos centímetros cuadrados de piel concentrados, va a ser más fina y es más fácil que tenga problemas. En una viña con menos producción alcanza antes la madurez y la puedes vendimiar antes mientras que si tienes una viña con más producción tardará más en madurar y siempre habrá más riesgos. Normalmente la producción se equilibra de forma perfecta en viñas viejas, que se autorregulan y nos dan una calidad intrínseca, un equilibrio natural. Son cepas más espaciosas y tienen más separación entre racimos. Cuando llegan tiempos complicados, por ejemplo, de sequía, tienen muchos más metros cúbicos de terreno explorado, sus raíces llevan decenas de años buscándose la vida y el agua a más profundidad, entre las grietas de roca, y tienen un sistema radicular mucho más preparado para las condiciones adversas. ¿Cómo serán los vinos de la añada 2023? Vamos a aventurarnos un poco, aunque no tanto porque a fecha de hoy (23 de octubre) ya tenemos algún 2023 casi terminado para embotellar. Los que hemos vendimiado los últimos ya han hecho la maloláctica, muy rápido pero muy bien. Son vinos muy sanos en analítica, muy limpios en nariz. Este año las fermentaciones han terminado a la perfección, y es que, a veces, el final del proceso de fermentación es como los últimos kilómetros de una maratón, que pueden pesar mucho. Pero este año ha ido todo

Van a ser vinos muy aptos para la guarda, tanto en las zonas altas de Rioja y Ribera del Duero, como los “Toros”, que han tenido muy buen año. A nivel personal, ¿cómo se viven vendimias así y cómo se sobrelleva la presión? La vendimia ha sido muy larga, son dos meses y llega un momento que se hace larga, pero este año se me ha hecho muy llevadera, ha habido ciertos momentos de aguantar el tirón y que el estrés no te domine. Esas etapas de calor o lluvias excesivas a veces pueden hacerte tomar decisiones arriesgadas, pero estoy contento con el resultado. La única cosa que cambiaría sería haber podido vendimiar algunas viñas un poquito antes para tener algo menos de graduación alcohólica, pero contra los elementos es difícil luchar, cuando viene un calor como el que hemos sufrido, la maduración no para y vamos al ritmo que podemos, hay un momento que no se puede hacer nada, esa sería la única cosa que hubiera cambiado.


2023/3

HABLAN LOS ENÓLOGOS DE VINTAE 1 - A nivel técnico, ¿cómo se ha desarrollado la vendimia 2023 y cómo ha afectado la meteorología? 3 - ¿Cómo ha sido la cosecha en cantidad y calidad en tu zona? 4 - ¿Cómo se esperan los vinos de esta añada?

GALICIA

TORO

ATLANTIS

MATSU

IRIA OTERO

MARTÍN PADÍN

2. Principalmente debido a los ataques fúngicos comentados, la cantidad en Rías Baixas ha sido algo más escasa. En Valdeorras, sin embargo, la producción ha sido algo mayor que la de los últimos años. La Albariño este año tiene un grado más contenido y la acidez algo más alta. En la Godello tenemos una excelente calidad y sanidad de la uva. 3. El Godello será elegante y con alta concentración, con grado algo elevado pero buena acidez que lo compensa, y será particularmente mineral y expresivo. Por su parte el Albariño será un vino limpio, de perfil cítrico y afrutado, y muy fresco.

LE NATUREL/AROA

“Ha sido una cosecha normal en cantidad y esperamos una buena calidad”

1. Aquí en Toro ha sido un año muy lluvioso. En invierno tuvimos bastante precipitación y después una primavera cálida también con bastantes lluvias en mayo y junio. El verano fue muy cálido, con pocas oscilaciones de temperatura y eso ha provocado un adelanto de la vendimia, que comenzó el 11 de septiembre, unos diez días por delante de una cosecha normal en esta zona. La lluvia que cayó justo en septiembre nos hizo retrasar ligeramente la vendimia de la tinta y trajo también una uva mucho más equilibrada.

1. La vendimia, cómo no, ha venido muy marcada por la climatología. Venimos de una sequía prolongada que veíamos que iba a acelerar la vendimia, pero en septiembre comenzó a llover y decidimos comenzar a recoger la uva blanca. Tuvimos que hacer un parón que se fue alargando por las lluvias retrasando el comienzo de las variedades tintas, que finalmente arrancamos a recoger el 25 de septiembre, prolongándose hasta el 6 de octubre. Además, durante todo septiembre hemos tenido viento sur, que trae mucho riesgo de botrytis, aunque nosotros la hemos evitado.

2. El rendimiento de este año se ha visto afectado, pero no en exceso, ha sido más o menos una cosecha normal. A mi parecer, va a ser una cosecha muy buena, los vinos me gustan mucho. 3. Por lo que hemos observado en vendimia y cómo van acabando los vinos, va a ser una cosecha de vinos un poquito más cálidos en graduación, pero al mismo tiempo tienen esa frescura, esa acidez natural, que me resulta un vino bastante más aromático que otros años. Aun es temprano para decirlo, pero lo que estamos viendo nos gusta, hay mucha fruta, vinos con una buena estructura, corpulentos, de una añada excelente en mi opinión.

OCTAVIO MADURGA HACIENDA LÓPEZ DE HARO

“Arrancamos la vendimia en el momento óptimo y eso nos ha evitado problemas y garantizado una uva sana” 1. Desde el lloro, el viñedo venía ligeramente adelantado, hasta que en floración se igualó respecto a años anteriores, consecuencia de las temperaturas moderadas. Sin embargo, en el envero se adelantó de nuevo, pero en Rioja Alta no fue excesivamente importante. Ha sido una vendimia problemática debido a la climatología pero que hemos gestionado muy bien consiguiendo minimizar los problemas. El momento más delicado llegó con las lluvias de septiembre unidas al calor cuando las uvas estaban alcanzando su madurez. Como todos los años, elegir el momento de comenzar la vendimia ha sido fundamental y aquí nuestro director técnico, Raúl Acha, con sus conocimientos en viñedo e interpretación de la climatología, de nuevo ha acertado al 100%. Arrancamos sin esperar demasiado y gracias a eso hemos evitado problemas de graduaciones excesivas y podredumbres. 2. En cantidad, la cosecha ha sido algo menos que en la añada anterior. En cuanto a calidad, en Rioja es imposible generalizar ya que ha sido decisivo el momento en que se ha elegido arrancar la vendimia. En López de Haro la calidad ha sido buena ya que arrancamos la vendimia en el momento óptimo. 3. Según los primeros análisis, después de la fermentación alcohólica, los resultados son muy positivos y esperamos vinos de gran calidad, con grado moderado, altos índices de color y polifenoles. En cata siguen el mismo patrón siendo vinos con capa, equilibrados y limpios.

2. Las graduaciones no son excesivamente altas, pero la acidez se ha mantenido, por lo que esperamos buena calidad, y en cantidad ha sido una cosecha normal. 3. A pesar de ser un año en el que hemos pasado una vendimia complicada y con mucha incertidumbre, los vinos están saliendo muy bien, los blancos son aromáticamente muy ricos y los tintos han terminado sus fermentaciones a la perfección por lo que la valoración es muy positiva.

LA RIOJA

PEDRO BALDA PANDEMONIUM

CALAHORRA

VICTORIA GARCÍA LIBALIS

RIOJA

IÑAKI OLABERRI

“Serán vinos más cálidos, pero al mismo tiempo tienen frescura y acidez natural”

“La uva ha llegado con una calidad y sanidad excepcionales” 1. Las lluvias de septiembre han provocado una vendimia rápida y concentrada, algo más tempranas de lo habitual en Rías Baixas, y según lo previsto en Valdeorras. La falta de lluvias de los meses de julio y septiembre permitió una entrada de uva con calidad sanitaria alta. En Rías Baixas, la cosecha se ha caracterizado por los frecuentes ataques de mildiu, que fueron más intensos a principios de junio debido a las prolongadas lluvias registradas. El resto del verano fue particularmente seco, por lo que no hubo mayores problemas. En el caso de Valdeorras, las lluvias afectaron menos al Godello que estaba en un estado vegetativo más avanzado y es moderadamente resistente al mildiu. A pesar de la sequía de verano, las temperaturas y la insolación no han sido especialmente altas, lo que ha protegido a la variedad de los habituales “golpes de sol”. La falta de ataques de oidio y botrytis de la cosecha han beneficiado a la uva. En esta zona, la calidad y sanidad de la uva han sido excepcionales.

NAVARRA

“La vendimia ha sido un desafío, pero hemos conseguido gran calidad y la misma frescura” 1. Esta vendimia ha sido un desafío. Se ha mantenido la sistemática de otros años en cuanto a vendimia por variedad y grados deseados, pero ha sido algo más difícil porque existía un cierto desequilibrio madurativo en campo y una temperatura más elevada de lo acostumbrado a estas fechas. Pero la profesionalidad de todo el equipo técnico de Maetierra consiguió “ordenar” las entradas minimizando el problema térmico y obteniendo homogeneidad. La climatología ha marcado el inicio y el ritmo de la vendimia. La escasez de agua en verano y las temperaturas previsiblemente altas durante la vendimia generaron preocupación planteando incluso una fecha inicio de vendimia récord, pero las temperaturas de las madrugadas no eran acordes a este planteamiento, y no se hacía patente un aumento feroz de la maduración por la falta de lluvia, por lo que, teniendo todos los días un ojo en el termómetro y otro en la uva, al final se inició un día antes que la de 2022. Las temperaturas de la madrugada han sido mayores que otros años y para garantizar su optima entrada en bodega, se vendimiaron menos cantidad de kilos por día pudiendo dar entrada a la uva lo más rápido posible. 2. En cuanto a la cantidad, tenemos valores algo menores a 2022. En esta zona, durante el verano, (junio, julio y los primeros días de agosto) gozamos de unas temperaturas más que dignas con noches más frescas incluso que el año pasado, lo que nos ha aportado gran calidad y cualidades aromáticas mayores. 3. Serán vinos estructurados, manteniendo los mismos grados, garantizando la misma frescura, y aumentando el perfil aromático.

“La apuesta por el cultivo en altura para elaborar los vinos espumosos es una garantía para amortiguar las olas de calor” 1. El factor que más ha condicionado esta añada ha sido la tremenda ola de calor de la última semana de agosto que, tras dos meses sin llover, estresó a la viña llevándola al límite. Pero el cultivo en montaña tiene ese “plus” que no tiene el cultivo del valle, al estar rodeado de enormes masas forestales y contar con la altitud, que son dos factores importantes para amortiguar esas anomalías de temperaturas tan elevadas. Este año ha sido un buen ejemplo de cómo la apuesta por el cultivo en altura para elaborar los vinos espumosos es una garantía para amortiguar las olas de calor y todas las consecuencias negativas que las temperaturas elevadas provocan en los vinos. Es la mejor manera para, de forma natural, obtener vinos equilibrados y de gran calidad. 2. A nivel productivo ha sido un año normal, si bien las Garnachas (blanca y tinta) han mostrado un corrimiento más intenso de lo habitual, dado que en la época de floración (18 de junio) se registraron 40 litros de precipitación, sumados a otros 50 litros registrados la semana anterior. Aun así, estas lluvias fueron muy positivas, dado que ha sido un año seco en general y la precipitación acumulada hasta septiembre apenas alcanzó los 300 l/m2. Cualitativamente hablando, estamos ante un año de mucha sanidad, debido a esas escasas precipitaciones, por lo que nos encontramos con vinos base muy limpios. 3. En cuanto a parámetros generales, tenemos graduaciones moderadas, ideales para los vinos base, con muy buena acidez, aunque el pH ha sido ligeramente más alto que en añadas previas, como resultado de la ola de calor en la fase final de la maduración. Quizá esto condicionará el tiempo de la fase de rima, acortándolo ligeramente, pero esto sólo lo iremos viendo con el paso de los años.


4/2023

VITICULTORES

Una campaña dura pero gratificante para los viticultores Para tener una visión más completa de la campaña, no podemos dejar de escuchar a aquellos que se dedican durante todo el año a cuidar del viñedo. Hablamos con viticultores de Toro, Ribera del Duero y Rioja para saber cómo han vivido ellos la vendimia y qué esperan de la añada 2023. “La calidad de la uva ha sido perfecta, y esperamos que eso se traduzca en los vinos”, asegura Amancio Moyano, experimentado viticultor toresano. “Aquí hacemos una vendimia muy pausada y la sanidad ha sido absoluta”, sentencia. En la denominación zamorana apenas se ha notado la sequía en el viñedo “en invierno hemos tenido lluvias y también en junio, por lo que la viña no ha tenido dificultades”, explica Moyano, que sí achaca una producción ligeramente más baja que la del año

anterior a la incidencia de las precipitaciones de junio en el cuajado de la flor.

nunca hubiéramos imaginado en una campaña como esta”, afirma la viticultora.

En la zona burgalesa de Ribera del Duero, desde Moradillo de Roa, Eva de Diego afirma rotunda que “esta campaña no ha sido una campaña más, ha sido definitivamente ‘LA CAMPAÑA’, muy dura, pero a la vez muy gratificante, desde mi punto de vista ha hecho que tanto los viñedos como los viticultores hayan sacado lo mejor de sí mismos”.

“Bendita sequía para las viñas viejas”, asegura Fernando García Navaridas, que cuida como un jardín sus viñedos en el Alto Najerilla (Rioja). “Al no llover, las enfermedades no atacan y evitamos tratamientos, este año dejé de tratar a finales de junio, casi 100 días antes de vendimiar, y eso luego en el vino se nota, y mucho”, explica.

Desde los comienzos hubo contratiempos: heladas antes de la brotación, serios problemas por las lluvias en el momento de aplicar los tratamientos, más heladas, granizo en verano… “parecía que no iba a llegar uva a vendimias”, asegura. Llegó septiembre y la uva que se había salvado apenas tenía peso. “Pero septiembre nos regaló unas lluvias que dieron un giro radical”. Gracias al agua y al contraste de temperaturas día-noche que disfrutan en el Páramo de Corcos, la maduración fue perfecta y el resultado ha sido “lo que

Elogio del optimismo

Por Richi Arambarri, CEO de Vintae

“Un optimista es aquel que ve una oportunidad en todo desastre, un pesimista el que ve un desastre en toda oportunidad.” Winston Churchill Entre la gente que vivimos del campo es muy habitual el pesimismo. Es cierto que nuestro trabajo depende de elementos externos no controlables y esa incertidumbre es la que probablemente lleva a veces al desánimo. Este año el sector del vino se ha dejado llevar especialmente por el pesimismo, alimentado sobre todo por la climatología adversa de esta campaña. Nos hemos encontrado con viticultores que peinan canas hablando de “la peor vendimia de su vida”, profesionales que han vivido añadas mucho más difíciles para el viñedo en el pasado, en las décadas duras de los 70 o los 80 o incluso durante los 90. Como os imaginaréis los que ya nos conocéis un poco, en Vintae somos más de ver la copa medio llena (de buen vino) y aunque que la 2023 no va a ser recordada como la añada del siglo, también estamos en condiciones de afirmar que está muy lejos de

Asegura que esta vendimia, en general, ha sido complicada, en algunos viñedos costó terminar la maduración tanto por la falta de agua como por el calor excesivo. “En viñas que tenían mucha uva costó madurar, pero no era mi caso, afortunadamente al tener viñas viejas con producciones cortas aguantaron muy bien la sequía y evitamos los despuntes, así que ha sido perfecto”, afirma. Han hecho una vendimia escalonada y muy controlada, en la que “la uva estaba sanísima, con buen grado y para cuando empezaron los problemas con esos calores terribles, ya habíamos acabado”.

cumplir todas esas previsiones catastrofistas y que nuestros vinos apuntan en muy buena dirección. Ha sido un año extraño, eso es indudable, en algunas zonas el calor y la humedad nos han obligado a estar alerta y a tomar decisiones con poco margen de tiempo, por lo que el trabajo en el campo durante todo el ciclo ha sido clave para conseguir buenos resultados, este año más si cabe. El terroir, ese concepto que intentamos explicar y transmitir en nuestros vinos, no es únicamente una conjunción de tierra, suelo y genética de la vid. Hay un cuarto pilar absolutamente determinante: el factor humano, el viticultor. En 2023 ha sido más decisivo que nunca porque, en condiciones de igualdad, aquellos viñedos en los que las labores han sido las acertadas, con una producción más controlada y los racimos sueltos, han combatido las adversidades con mejores armas que el resto. El resultado de todo ese trabajo es lo que nos da razones de sobra para el optimismo. Podéis leer en estas mismas páginas lo que cuentan nuestros enólogos, los vinos de 2023 van viento en popa en sus fermentaciones y, por lo que ya hemos catado, en nuestra casa va a ser una muy buena añada. En Vintae seguiremos soñando y trabajando para hacer de cada obstáculo una oportunidad, que aquí somos más de vaciar las copas a golpe de brindis.

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