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CONSEJOAB ABIE IERT RTO O · Mayo o 201 08
CULTURA Y REPORTAJE
Los suelos en La Mancha Vasta en horizontes, con un clima de interior, fuertemente continentalizado en el rigor térmico de sus temperaturas (de -15 en invierno a 42 en verano) y unas precipitaciones anuales no muy abundantes (300/400 mm.), ciertamente, La Mancha dibuja un panorama lejos de aquellas campiñas idílicas que imaginaba nuestro Hidalgo Caballero, Don Quijote. Sin embargo, al contrario de lo que pueda suceder con otros cultivos, la vid encuentra en el terruño manchego
Suelos calizos Alto contenido en cal, lo que exige un mayor cuidado con los portainjertos sensibles a la cala. Son poco profundos, con un sistema radicular que no tiene mucho espacio para profundizar y se nutre en los primeros 30 cms. Escasamente productivos pero de gran calidad para los vinos tintos, existiendo una gran concentración polifenólica. El enólogo podrá aquí trabajar con uvas con una gran concentración de azúcares, que después se reflejará en su elevado grado alcohólico y excelentes cualidades cromáticas. Estamos ante los vinos tintos con capa y estructura.
(por el tipo de suelos y las exigencias de sus clima) su mejor aliado para la formación de uvas de calidad, en el mejor de los casos, libres de tratamientos por enfermedades y plagas, y por tanto, escenario idóneo para la viticultura sincera, ecológica u orgánica, tan apreciada en algunos mercados exteriores. El rendimiento por hectárea de los suelos es bajo, siendo frecuente el aporte hídrico extra. Responde a la formación de tierra
rojiza fruto de sedimentos miocénicos de estructura predominantemente caliza. Ahora bien, la diversidad también es una nota dominante en el suelo manchego, y se puede dar una amplia variedad de suelos. Estos son los más comunes: