“El no ser nadie sino tú mismo, en un mundo que hace todo lo posible para convertirte en todos los demás, significa luchar la más dura batalla de tu vida y nunca cesar de luchar. ”
Ser único es mi mayor derecho pero a la vez mi mayor responsabilidad. Todo el que me ame de verdad, respetará y alentará mi singularidad. Debo crecer sin dejar de ser “ yo misma”, al perder mi naturaleza pierdo mi valor. Sólo triunfaré si conozco, respeto y valoro quien soy.
“Ama a tu prójimo como a ti mismo” lleva en sí la idea de que demostramos hacia los demás una consideración que está condicionada por los sentimientos que abrigamos hacia nosotros mismos.
Stuarnos equivale a no estar esperando que se den las condiciones favorables para crecer, a veces “debemos florecer en el desierto� pero esas condiciones son justamente las que nos ayudan a desarrollar nuestras capacidades, nos permiten ir construyendo nuestra coraza protectora ante los embates de la vida, tener cada vez mayor capacidad de afrontamiento ante la adversidad.
El mejor alimento diario es sabernos personas con fuego en el coraz贸n, con pasi贸n por la vida, dispuestas a encontrar en cada problema un reto para crecer, en cada persona una oportunidad de enriquecimiento, en cada parte del universo algo que nos habla de Dios.
La primera historia que debo construir es la mĂa, no permitir que otros la hagan para luego asumir el papel de vĂctima, tampoco me corresponde reemplazar a nadie. Pero adicionalmente estoy llamado a dejar huella, a ser participe de la construcciĂłn de valores y de los procesos modificadores y creadores de la historia
Ser libre es atreverse a ser uno mismo en un medio que me invita a tener una identidad colectiva, es tener criterios propios en un mundo que me vende los criterios de una sociedad consumista, es atreverme a ser diferente, a ser luz en medio de la oscuridad.
Encontramos en nosotros dimensiones que conforman juntas, la esencia de nuestro ser, ellas son: Dimensión física. Dimensión mental. Dimensión socio- afectiva. Dimensión trascendental