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Galicia y su noche más corta

La noche de San Xoán es una de las fiestas más importantes de Galicia y una de las más populares en España.

Si bien se la considera una festividad cristiana asociada al nacimiento de San Juan Bautista, su origen se remonta a la cultura celta. Según su calendario, esta fiesta corresponde a Litha: el solsticio de verano. Además del inicio de la nueva estación también significa el acortamiento de las noches, y es por ello que en esta fiesta es tradición encender enormes hogueras para extender aún más el día más largo del año y darle más energía al sol.

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Actualmente se celebra en la noche que va del 23 al 24 de junio. A las hogueras que se encienden durante el atardecer del día 23 se las conoce también como cacharelas, cachadas o lumeiradas. Durante los días previos, los habitantes de los pueblos y ciudades acopian en lugares públicos como plazas, cruces de calles o en las playas, el material a ser encendido hasta que, al inicio de la noche, comienza el fuego ante la expectación del gentío reunido. Toda Galicia arde, de norte a sur, de costa a costa.

Muchos ritos de carácter mágico o supersticioso se asocian con esta fiesta: saltar las hogueras, poner un ramo de hierbas en la puerta de la casa para protegerla de las meigas (brujas), lavarse al amanecer en manantiales o en agua de rosas.

La gastronomía es compañera inseparable en todas las festividades. En ésta en particular, lo tradicional es comer sardinas a las brasas, mientras se bebe vino y se canta alrededor de la hoguera. Son típicos también los cachelos (patatas asadas con su piel) y la queimada, (bebida preparada a base de aguardiente con frutas y mucho azúcar) que se quema en una marmita mientras se recita un hechizo durante la preparación. Los postres típicos son las filloas, las orellas de frade y las chulas.

Ritos de carácter mágico se encuentran vinculados a esta noche: cuando se encuentra casi consumida la hoguera se salta sobre las brasas exclamando conjuros como «Salto por riba do lume de San Xoán, para que non me morda cadela nin can nin bicho vivinte que ande polo chan» («Salto por encima del fuego de San Juan, para que no me muerda perra o perro ni criatura viviente que camine por el suelo»), se colocan ramos de hierbas en las puertas de las casas para protegerse de las meigas o se las utilizan para lavados. Las hierbas que se utilizan tienen propiedades terapéuticas o depuradoras y se recogen en la víspera. Entre las que no pueden faltar están el hinojo, el helecho, el codeso, la abeloura, la malva, el romero y el cedrón. Otros ritos están destinados al cuidado del ganado y las cosechas.

Y es que se sabe, en la noche anterior a que el sol alcance su mayor fuerza, las brujas y los duendes tratarán de causar los mayores daños, pero siempre Galicia contará con sus sortilegios y sus cancioneros para evitarlo.

Betina F. Mattio

bethmathius

St. Albans (Reino Unido)