Año 2. Enero – Abril 2019
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García (2003), los paradigmas gerenciales son el conjunto de conocimientos, procedimientos y acciones que se aplican para ejecutar una política organizacional y/o social, mediante la dirección, coordinación y concertación de programas y proyectos dirigidos a lograr el desarrollo humano, mediante el uso eficiente y racional de recursos, generalmente limitados.
IV edición
Articulado con estas ideas, García (ob.cit.) destaca, que la gerencia es considerada una habilidad para alcanzar objetivos predeterminados mediante la cooperación voluntaria, con el esfuerzo de otras personas, lo que viene a significar que su esencia radica en trabajar con individuos así como grupos para lograr los objetivos organizacionales. En esta óptica, la gerencia es aplicable a cualquier tipo de organización, sea ésta de carácter financiero, asistencial, política, educativa, entre otras, demandando de quienes las dirigen, capacidades gerenciales de acuerdo al nivel y estructura del ámbito organizacional en que se desempeñen.
La presente referencia comporta la trilogía existente en el sistema gerencia, organización y sociedad, así como una especial connotación social de las organizaciones como sistemas vivientes, puesto que este enfoque implica hacer uso del conocimiento, el talento humano y las capacidades disponibles en la organización para resolver problemáticas relacionadas con las demandas de las personas en aras de satisfacer sus necesidades y alcanzar mejores niveles de desarrollo a escala humana.
En lo expuesto anteriormente, se deja permear un elemento clave, y es el hecho de trabajar con personas; significa entonces, que más allá de las capacidades, conocimientos requeridos, las funciones del gerente actual le corresponde trascender el carácter irreductible de planificación, organización, control, supervisión, evaluación, para asumir un liderazgo que, en tanto función según Senge (1999), se considere como una tarea compartida capaz de generar nuevas realidades.
En ese sentido, Hernández (2005) sostiene, que en los procesos de formación de los gerentes se ha de considerar que su rol, en el cambiante y competitivo entorno, donde queda subsumida la actividad en las organizaciones como un todo, es cada vez más exigente los aspectos relativos al manejo de la heterogeneidad y dinámica de los grupos humanos, de las organizaciones por sí mismas y del mundo exterior a ellas.
La resiliencia sin duda alguna, representa hoy en día, una dinámica existencial que tiene como finalidad la conciliación positiva en ambientes de gran adversidad, desarrollando además la capacidad de construir una vida significativa, proyectando a futuro un conjunto de respuestas o comportamientos de superación y/o afrontamiento. .
Se puede observar de lo indicado por el autor, que los cambios en las organizaciones reclaman un perfil del gerente muy distinto al que tenía en décadas pasadas. Un gerente que pueda dar respuesta a los requerimientos y exigencias actuales, preservando lo colectivo por encima de lo individual y garantizando el aprendizaje de cada uno de los actores para la transformación de esa organización, en permanente reconfiguración.
Significa que las empresas sean públicas o privadas deben ir en busca de las innovaciones, y del manejo de mecanismos resilientes que les permitan, sacar el mejor provecho de las experiencias negativas para convertirlas en fortalezas, con técnicas 29
ISSN: 2477 – 9717
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