La Memoria Hay que ver a la memoria como un sistema que codifica y almacena cosas y no como una gran base de datos a la que recurrir para buscar información. Por eso cuanto más alimentes tu mente con información nueva o hechos novedosa más rápida funcionará y llegará a su objetivo sin darse cuenta. Estará entretenida guardando todos esos datos. En cambio, si está sometida a cosas que no resultan interesantes el tiempo se alarga. No hay nada atrayente que pueda guardar y comienza a funcionar tan lentamente como la percepción que tiene del tiempo. Sobre una tabla: Hay situaciones como la de estar rodeado de raiders; ir en draf; intentar pillar a alguien (o evitar que te pillen) o incluso marcar un compás de movimientos harán que tu mente se sienta tan activa que pondrá el tiempo a tu favor. Aprende a alimentar tu mente y controlarás la velocidad del tiempo.
La Emoción Las emociones siempre están en medio de todo. Guardan una estrecha relación con la percepción que tenemos del tiempo. El miedo, la tristeza, la frustración o la sensación de un mal día ralentizará tanto el tiempo que una larga distancia puede parecer interminable. Sobre una tabla: “¡Qué rabia! que mala salida he hecho” “Uf! qué olas más grandes esto no es para mí” “Menudo sufrimiento, tenían que haberla suspendido”. Cada uno de los pensamientos que se generan esconden una emoción. Si no logras destaparlas y controlarlas pueden jugarte una mala pasada. Identifica las emociones negativas y aprende a calmarlas para que el tiempo no se alargue.
La Atención De forma voluntaria o involuntaria la atención nos persigue al igual que lo hace el tiempo. Este mecanismo de nuestra mente permite enfocarnos en diferentes estímulos con dos fines: dirigir nuestra energía y llevarnos a la acción. Cuando nuestro foco de atención se sitúa en aquellos estímulos que mentalmente nos agotan y no permiten que la mente avance, el tiempo se detendrá. Por más que mires el reloj no avanzará. Sobre una tabla: Durante un entreno o una competición hay una infinidad de estímulos en los que nuestra atención puede situarse. Algunos, como el viento o tu posición en la tabla, se aprecian de forma externa. Otros, como el dolor o un pensamiento recurrente, suceden internamente. Sea como sea el origen del estímulo has de conocer si te lleva a tener las mejores sensaciones posibles en ese momento. Si no es así, busca rápidamente otro al que presentar atención. No hay duda de que en aquello en lo que te enfocas te ayudará a alimentar tu memoria y a controlar tus emociones Puedes ser tu propio guardián del tiempo.
La llave de la Psicología. Dicen que saber controlar el tiempo es saber equilibrar pasado, presente y futuro teniendo en cuenta dónde pones la atención, el funcionamiento de la memoria y las emociones que se generan. Dicho así da mucha pereza. Si llevamos esa definición a la mejora del rendimiento deportivo todo se reduce a facilitar las herramientas más adecuadas para gestionar y controlar la percepción del tiempo en competición. El fin es conseguir que el/la raider sea capaz de centrarse en el segundo presente, que olvide el segundo pasado y que no le afecten los segundos que están por venir. No lo olvides…“Para algunos, la vida es galopar en un camino empedrado de horas, minutosy segundos. Yo más humilde soy y solo quiero que la ola que surge del último suspiro de un segundo me transporte mecido hasta el siguiente”. Extremoduro
Beatriz Felipe López . Psicóloga y Coach Eien Clínica de Bienestar 83
