Capítulo 1
A PROPÓSITO DE LA NEUROSIS OBSESIVA FEMENINA1
Este título da la impresión de considerar que un tipo clínico puede ser descripto a partir de la división: masculino-femenino. Podríamos pensar, por el contrario, que una clínica de la estructura psíquica trasciende los géneros. Es verdad que tenemos la costumbre de hablar de la histeria en términos femeninos y de la neurosis obsesiva en términos masculinos. Lacan muy raramente hizo objeción a esta disimetría, incluso si señala que la “histérica no es obligatoriamente una mujer ni el obsesivo obligatoriamente un hombre”.2 Dora es el paradigma de la histeria y “El Hombre de las Ratas” el del obsesivo. Pero eso no impide que Sócrates sea considerado un histérico, y no solamente a partir de sus síntomas, sino también en función de la pregunta que le dirige al amo. Podemos preguntarnos: ¿hay una especificidad de la neurosis obsesiva femenina que la época actual haría surgir? La clínica de los TOC conduce en todo caso a una redefinición contemporánea de la obsesión. Problemas de diagnóstico Una primera observación concierne a los síntomas obsesivos (o considerados como tales), en el sentido del comportamiento que se puede observar en sujetos femeninos, pero que no prueban la estructura. Así lo demuestran los mecanismos de defensa y de rituales definidos por Anna Freud3 o por los defensores de la Ego psychology, 1 Conferencia clínica pronunciada el 29 de marzo de 2007 en la École de la Cause freudienne. París, (seminario de Esthela Solano). Publicada en la Revue de la Cause freudienne n° 67, 2007 y en S. Cottet. L’ inconscient de papa et le nôtre. Paris, Editions Michèle, 2012, pp. 183-206. 2 J. Lacan. El Seminario, libro 16: De un Otro al otro. (1968-1969). Buenos Aires, Paidós, 2008, p. 350. 3 A. Freud. Le moi et ses mécanismes de défense. Paris, PUF, 1967.
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