Septiembre 06, 2009

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18 JUSTICIA

unomásuno

DOMINGO 6 DE SEPTIEMBRE DE 2009

Caso:

Familia masacrada

zLa señora Martha Elsa Reyes Mata y sus dos, hijos David y Leslie, desaparecieron misteriosamente; un agente judicial, al pisar la tierra, descubrió sus cuerpos sepultados y desnudos JEFE GAYTÁN REPORTERO

U

na serie de interrogantes rodeaba la desaparición de una madre de familia y sus dos hijos. La policía estaba completamente desorientada y no encontraba "el hilo de la madeja" para resolver el rompecabezas (hace algunos años), pues pareciera que se habían esfumado. Esta desaparición tenía al comandante Fernando Esperón y sus "muchachos" de la Policía Judicial del Estado de México sumamente preocupados, pues todo indicaba que la señora había decidido abandonar el hogar y a su esposo. La desaparición misteriosa de los tres integrantes de la familia Quezada-Reyes después de un mes fue desentrañada, ya que fueron localizados sepultados en el traspatio de su casa. El esposo, Francisco Quezada Mota, se perfiló como el responsable, pues desde la fecha de la misteriosa desaparición no se sabía nada de él. Este drama que conmovió a los habitantes de Atizapán de Zaragoza, Estado de México, y a la sociedad en su conjunto, tuvo su origen luego que familiares de Francisco Quezada Mota recibieron una llamada de éste para informarles que al llegar a su domicilio, ubicado en la calle de Arado número 14, en la colonia Villas de la Hacienda, no encontró por ninguna parte a sus seres queridos. Agregó que al entrar al inmueble vio la televisión prendida y algunos platos con comida sobre la mesa del comedor, lo que señalaba que se disponían a cenar. Esta ocasión fue la última vez que se le escuchó, pues a raíz de esa llamada no se supo más sobre su paradero. Sus familiares al día siguiente de la comunicación, fueron a visitarlo para saber qué había pasado, pero no encontraron rastros ni de él ni de su esposa Martha Elsa Reyes Mata, como tampoco de sus hijos David y Leslie Quezada Reyes, de 9 y 5 años de edad, respectivamente. Notaron que en la casa faltaban algunos objetos de valor y aparatos eléctricos, además

Lugar donde fueron encontrados enterrados los tres cuerpos de las víctimas. que no había ninguna señal de los miembros de la familia. El señor Francisco Quezada se desempeñaba como administrador de empresas, motivo por el cual se pensó que habían sido secuestrados. Por ello, se esperó un tiempo prudente para ver si los posibles plagiarios entablaban contacto y conocer sus demandas para la liberación de las personas desaparecidas. Empero, desgraciadamente los días pasaron y nunca reci-

El inocente niño David Quezada Reyes, de 9 años de edad, fue asesinado cobardemente; se sospecha de su padre Francisco Quezada.

bieron la ansiada llamada telefónica, por lo que allegados a la familia, que se encontraba "destrozada", pidieron la intervención de la policía, al mando del primer comandante de la Policía Judicial mexiquense, Fernando Esperón, iniciándose las investigaciones del caso, pero no había señales de ellos, por lo cual las pesquisas tomaban tintes sumamente misteriosos. Y fue cuando los agentes policiacos realizaron una nueva revisión en un predio aledaño a la casa de la familia Quezada-Reyes, donde uno de los judiciales, al caminar sobre un montón de tierra, se dio cuenta que éste estaba removido y su pie se hundía más de lo debido. Sospechando que allí podría estar la clave para esclarecer el espinoso asunto, procedieron a solicitar la presencia del agente del Ministerio Público, quien ordenó se cavara para conocer si había algo enterrado en el citado lugar. Rápidamente se procedió a poner "manos a la obra", y después de agotadora tarea por fin se descubrió primero el cuerpo de uno de los dos menores de edad y luego el otro y hasta abajo el de su mamá, todos ellos completamente desnudos. Por más que se buscó entre

la tierra y se hicieron otras excavaciones, no se localizó el cuerpo del señor Francisco Quezada. Los cadáveres de las víctimas fueron enviados al anfiteatro de la demarcación, donde tras practicarles la autopsia se aclaró que habían muerto por traumatismo craneoencefálico a causa de feroz golpiza que les propinaron. Los peritos de la Procuraduría señalaron que probablemente el responsable hubiera sido el señor Francisco Quezada, toda vez que era el único de los cuatro que no aparecía; sin

Todavía era una criatura Leslie, de tan sólo cinco años de edad, cuando encontró terrible muerte.

embargo, siguieron buscando y excavando por todo el lugar, sin resultados positivos. Los investigadores interrogaron exhaustivamente a los familiares de Quezada para enterarse si tenía problemas el matrimonio y de qué tipo, pues se supo, por su avanzado estado de descomposición, que los tres desaparecidos habían sido asesinados desde el día que desaparecieron, es decir, tenían más de un mes de muertos. La policía manejó varias hipótesis, entre ellas que pudiera ser que una infidelidad de la señora Martha Elsa hubiera desencadenado la terrible tragedia, por lo que su esposo, al verse traicionado por la madre de sus hijos, lleno de cólera, los hubiera ultimado, para después darse a la fuga. Otra de las versiones que no se descartaba es que el padre de familia hubiera descubierto que los niños realmente no eran de él y al poner en duda la paternidad, haya interrogado a su mujer y ésta le confesara la verdad y sólo así se pudiera haber dado el triple crimen, ya que un padre, por mucho y muy dolido que estuviera, no atentaría en contra de sus propios hijos; sin embargo, el misterio en torno a la desaparición de Francisco Quezada nunca se dio a conocer y el tiempo pasó sin que la opinión pública se enterara qué pasó con él. El gobernador del Estado de México señaló que el triple crimen no quedaría impune; sin embargo, al pasar el tiempo, como suele suceder en este tipo de casos, todo se olvidó. Llegaron nuevos jefes policiacos, quienes no se preocuparon por resolver el triple crimen, por lo que es posible que el asesino se encuentre en algún lugar del extranjero o la provincia mexicana, escudado en otra identidad o haya formado a estas alturas nueva familia, pero lleva en su conciencia los crímenes, si es que él los cometió y que ya nunca podrá borrar de su mente, sólo él sabe la verdad de los pavorosos hechos, y cuál fue el gatillo psicológico que lo orilló a cometer tan tremendo delito. Por lo tanto, ya está registrado entre los más despreciables y terribles MONSTRUOS DEL CRIMEN.


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