DOMINGO 1
14 JUSTICIA
JEFE GAYTÁN REPORTERO
C
orría el año 2009 cuando surgió a la luz pública la detención y el nombre de uno de los más terribles y macabros criminales, integrante de la delincuencia organizada de nombre Santiago Meza López “El Changuito” o “El Pozolero de Teo” , ya que se dedicaba a desaparecer los cadáveres de los ejecutados en sosa cáustica (ácido) por órdenes del líder del cártel de Tijuana, Teodoro Eduardo García Simental “El Teo” o “El Tres Letras”, integrante de la organización de narcotraficantes los hermanos Arellano Félix. Durante las investigaciones de la PGR se les atribuían a la pareja infernal más de 300 víctimas disueltas en ácido, pero pudieron ser muchas más; estos pavorosos criminales para las autoridades de los Estados Unidos estaban en la lista de los 20 delincuentes más peligrosos y buscados en México, donde eran afanosamente investigados. Con la aprehensión de “El Pozolero de Teo”, en conferencia de prensa registrada el 25 de enero del 2009 en las instalaciones de la SIEDO, perteneciente a la Procuraduría General de la República, se dio a conocer que Santiago Meza López comenzó su carrera delictiva con el llamado cártel de Tijuana desde el año 2000 y estaba bajo las órdenes directamente de Teodoro Eduardo García Simental “El Teo”, importante narcotraficante dentro de la estructura del citado cártel de Tijuana. La captura de “El Pozolero del Teo” fue realizada por elementos del Ejército Mexicano con la colaboración de la Policía Federal en la colonia Campo Baja Season, sobre la autopista TijuanaEnsenada, a la altura del kilómetro 73, en el estado de Baja California, donde fue asegurado el terrible delincuente, cuya historia comienza de su origen sumamente humilde y a temprana edad abandona a su familia para salir a enfrentarse con el mundo en busca
de trabajo, y por azares del destino después de andar buscando algún “jale” de lo que fuera, la fortuna le sonríe y en forma fugaz y casual auxilia a una de las cabezas del narcotráfico, que había tenido un enfrentamiento con miembros de bandas rivales, y esto le es merecedor de la protección del mafioso, quien lo integra a su asociación delictiva. Se da cuenta con el tiempo y la convivencia con su patrón que sus enemigos eran llevados a un lugar donde eran ejecutados y ya muertos los sepultaban clandestinamente para deshacerse de los cadáveres. Entonces, como Santiago Meza López entre algunos trabajos que había tenido en sus andanzas por el mundo fue empleado en un negocio de venta de pozole, donde para deshacerse de los desperdicios (huesos y sebo) los desintegraban en ácido arrojándolos al drenaje, pues de otra forma eran multados por llenar de cochinada las coladeras, tuvo la idea de proponerle a su jefe que igualmente lo podrían realizar con los cuerpos de los ejecutados como si fueran puercos y de esa singular y original forma no tendrían tantos problemas como cavar fosas para enterrar a los sacrificados; esta propuesta fue aceptada de inmediato por Teodoro Eduardo García Simental, así que los secuestrados y asesinados eran entregados a Santiago Meza López, que se ganó a pulso al paso de los meses el remoquete de “El Pozolero del Teo”, que lo haría famoso e inmortal en los anales de la delincuencia a nivel mundial, codeándose y no desmereciendo al lado de los más famosos criminales a nivel mundial como Landru “Barba Azul”, Goyo Cárdenas Hernández “El Estrangulador de Mujeres” y el mismo “Jack El Destripador”, entre otros célebres asesinos seriales. En sus declaraciones el sádico delincuente aseguró que efectivamente fue uno de los pioneros o al menos el más “destacado” pozolero, ya que otros asesinos habían practicado este sistema de meter los cadáveres de sus víctimas en ácido o sosa cáustica, pero no con la
Teodoro Eduardo García Simental “El Teo” o “El Tres Letras”. Ofrecían por su captura 30 millones de pesos.
DE
AGOST
Caso: “El
Uno de los más tenebrosos integrantes de la delincuen del cártel de Tijuana; su patrón, Teodoro Eduard
Residencia en Baja California Sur, donde fue atrapado cua plácidamente, el tenebroso narcotraficante García Sim razonable, cuando calculaba que había hecho sus efectos, regaba por la tierra los desperdicios o los arrojaba al alcantarillado, desapareciendo todo indicio de los sacrificados, ya que su identificación sería imposible, pues al no existir los cuerpos del delito, era más difícil que les comprobaran legalmente los asesinatos. Por su macabra chamba “El Pozolero del Teo” recibía de manos de su patrón 600 dólares a la semana (más de 6 mil pesos mexicanos), desde luego “los pedidos” le eran entregados en diferentes camionetas, pero antes Teodoro Eduardo García Simental le avisaba quienes de los integrantes de la banda se los llevaría para “el trabajito”, bajo ese sistema operaron con total impunidad hasta que “El Pozolero” fue detectado y asegurado por las autoridades correspondientes, quienes lo consignaron ante un juez para su proceso penal, cuya sentencia se espera sea de muchos años, lo equivalente en José Filiberto Parra Ramos “La Perra”, otros países a la cadena lugarteniente de uno de los lideres del cár- perpetua. Exactamente, casi al tel de Tijuana, también sumamente peliaño de haber sido atorado groso.
técnica perfeccionada como la que él utilizaba y que vino a “revolucionar” este sistema en el mundo de la delincuencia organizada, ya que él utilizaba tambos llenos de líquidos corrosivos donde metía a sus víctimas y después de un tiempo
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Cartu por la de “E