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Vivir el campus Septiembre-octubre de 2015 EAFIT
permanente para lo que sería, a partir de este semestre, un hogar de la lectura. Juan Carlos Restrepo Aristizábal, analista del Centro Cultural Biblioteca Luis Echavarría Villegas, cuenta que la iniciativa surgió como una idea del actual director de la dependencia, Héctor Abad Faciolince, en su misión de promover la lectura en la Universidad e invitar a sus miembros a ser una comunidad más lectora. Esta idea que ya fue empleada en años pasados por el Metro de Medellín, Comfama o Comfenalco, busca atraer a las personas a la lectura por medio de la conciencia de que compartir o donar libros es una opción para cultivar el aprendizaje colectivo.
Un espacio para todos
“Es interesante esta opción porque crea reciprocidad en las personas. Cala poco a poco en la comunidad y acentúa la idea de que los libros no tienen propietarios, así todos podemos disfrutar de sus universos narrativos”, sostiene el profesor. Otra de las asistentes es Susana Villegas Toro, estudiante del pregrado en Mercadeo, y quien descubrió la casita por sorpresa y, desde entonces, no la deja de visitar por las novedades literarias que encuentra cada vez que pasa. “Me agrada mucho este lugar porque además de libros académicos, descubro obras narrativas que son de mi interés y me incentivan a leer”, cuenta la estudiante. En la actualidad posee una caja de madera en la que cualquier persona puede depositar un libro que desee donar y así contribuir a la intención colectiva de crear lectura entre todos. Si es una cantidad significativa de textos, se puede dirigir a la Biblioteca Luis Echavarría Villegas donde le entregarán información importante de como colaborar con este propósito. Por el momento, se han recibido unas 500 obras que incluyen libros de literatura, textos académicos, de superación personal, y otros formatos que reflejan el impacto instantáneo que ha tenido la iniciativa. “Reiteramos que es un espacio ameno y agradable que invita a la autorregulación y el compartir como comunidad, tanto empleados como estudiantes”, expresa Juan Carlos.
Uno de los visitantes de los Libros Libres es Mauricio Vélez Upegui, docente del Departamento de Humanidades, quien observa este lugar y sus zonas alrededor como un espacio tranquilo en medio de la Universidad, en el que disfrutar de una charla amena con otros profesores forma parte de su cotidianidad.
Y este es, precisamente, el espíritu que los Libros Libres quiere sembrar en EAFIT: la oportunidad de hallar, de manera inesperada, libros que quizás hayan quedado en la lista pendiente de cosas por hacer o autores que hasta el momento no se han explorado. En conclusión, un espacio para liberar el placer por la lectura.