Jim Morrison, un fuego inspirador

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Jim Morrison

un fuego inspirador a 50 años de su muerte

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vivir el miedo en toda su dimensión como un acto de desafío

James Douglas Morrison Melbourne, Florida, 1943 París, 1971 El objetivo de esta exposición es cultural y educativo. El texto introductorio y la selección de poemas, canciones y entrevistas estuvo a cargo de Juan Antonio Agudelo V. Los textos y las imágenes fueron tomados de las fuentes que se referencian más adelante. Esta es una creación de Extensión Cultural y la Editorial EAFIT con el apoyo de la Sala de Patrimonio Documental y Comunicación Creativa. Universidad EAFIT. Vigilada Mineducación.

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L

a poesía y el canto de Jim Morrison (James Douglas Morrison, Melbourne, Florida, 1943-París, 1971) continúan asombrándonos en su inconmensurable versatilidad cincuenta años después de su muerte. Nos convocan a un viaje íntimo, el de vivir el miedo en toda su dimensión como un acto de desafío y de desacralización de las dictaduras civilizadoras, consumistas y comunitaristas. Recordamos su obra hoy, tras cinco décadas de su desaparición, en un momento en que el anacrónico y viejo orden condena la experiencia de la vida que insiste en la armonía natural y se resiste a la intimidación social, a la homogenización, a la normalización, a la degradación de la tierra y sus habitantes. 7


Jim Morrison, Una plegaria americana y otros poemas, Plaza & Janés, Barcelona, 1998. Arturo Blay, Jim Morrison & The Doors. Infierno y gloria del Rey Lagarto, La Máscara, Valencia, 1998. Inés Vega, Jim Morrison y The Doors, Madrid, Cátedra, Madrid, 1991. Hervé Muller, Jim Morrison y The Doors, Júcar, Madrid, 1983.

Bibliografía 8

El amor y el goce, la seguridad y el poder, la furia y el genio, entre tantas potencias que para Jim Morrison deben ser y mantenerse como esencia inalienable de nuestra lucha con el miedo, son su rúbrica y legado. Una ideología maldita quizás para los preceptos reinantes, pero que acompañaron al autor norteamericano en su corto periplo por la vida y que nutrió con la lectura de autores como Rimbaud, Baudelaire, Blake, Artaud y sobre todo Nietzsche, con su libro El nacimiento de la tragedia desde el espíritu de la música. Luego de su estancia en Los Ángeles para realizar estudios cinematográficos, se concentró en lo que fue su eje vocacional: la poesía. Sus poemarios The Lords (1969), The New Creatures (1969), An american Prayer (1970) y los seis álbumes con su banda The Doors: The Doors (1967), Strange Days (1967), Waiting For The Sun (1968), The Soft Parade (1969), Morrison Hotel (1970) y L. A. Woman (1971) son parte de una obra que conserva vigencia e influencia poderosa en estos tiempos.


Creo que se resisten

El amor y el goce, la a la libertad seguridad y elporque poder, la furia y el genio temen lo desconocido.

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Cuando se abran las puertas de la percepción, el hombre verá las cosas como son en realidad:

infinitas William Blake El matrimonio del cielo y el infierno

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¿

Cómo voy a liberar yo a alguien que no tiene el valor de defenderse a sí mismo y declarar su propia realidad? Creo que es mentira –la gente reclamando su propia libertad, todo el mundo diciendo que es su mayor aspiración, la cosa más sagrada y valiosa que un hombre pueda poseer. ¡Pura basura!–. A la gente le aterroriza ser libre, sujetan ellos mismos sus cadenas. Luchan contra quien intenta romperlas. Son su seguridad… ¿Cómo esperan que yo les libere, si no quieren ser libres? (…)

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A la gente l aterro ser lib sujeta ellos mismo sus cadena


le oriza bre, an

Creo que se resisten a la libertad porque temen lo desconocido. Es una ironía… Lo desconocido ha sido alguna vez lo más familiar. El lugar al que nuestras almas pertenecen… La única solución es enfrentarse uno mismo con el mayor miedo imaginable. Exponernos a nuestro más profundo temor. Después de hacerlo, el miedo pierde su poder, y el miedo a la libertad disminuye y desaparece. Eso nos hace libres.

Morrison entrevistado por Lizzi James. En Inés Vega, pp. 50 y 51.

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as.

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Sacrificamos nuestra libertad por un papel y nuestros sentidos por un acto

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xisten diferentes tipos de libertad, se crean muchas confusiones… La forma de libertad más importante es ser lo que se es en realidad. Sacrificamos nuestra libertad por un papel y nuestros sentidos por un acto. Se abandona la habilidad de sentir, y a cambio se coloca uno una máscara. No podrá realizarse una revolución a gran escala hasta que no se realice la revolución personal, a nivel individual. Primero debe realizarse interiormente… Se le puede privar a un hombre de su libertad política y no ofenderlo, pero privar a alguien de su libertad de sentir, eso puede destruirle. (…) Morrison entrevistado por Lizzi James. En Inés Vega, pp. 51 y 52.

Algunas personas renuncian con gusto a su libertad, pero otras se ven obligadas a ello. La condena empieza en el momento del nacimiento. La sociedad, los padres, se niegan a permitir que conservemos la libertad que nos es dada al nacer. Existen métodos sutiles para castigar a quien se atreve a sentir. Te das cuenta de que todos los que te rodean han destruido la verdadera naturaleza de sus sentimientos. Imitamos lo que vemos. (…) 15


Profesores, líderes religiosos, incluso amigos o presuntos amigos, continúan donde los padres abandonan. Nos piden que sintamos lo que ellos esperan de nosotros. Nos piden continuamente que interpretemos sentimientos hacia ellos. Somos como actores perdidos en este mundo, vagando como fantasmas…, buscando sin descanso la semiolvidada sombra de nuestra realidad perdida. (…) Esa forma de libertad no se puede ceder. Nadie va a conseguirla por ti, todavía estarás dependiendo de alguien, y serás vulnerable a esas fuerzas represivas y oscuras. 16

Morrison entrevistado por Lizzi James. En Inés Vega, pp. 51 y 52.


Morrison entrevistado por Lizzi James. En Inés Vega,pp. 52 y 53.

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a verdad es que estamos atrapados en una imagen, un comportamiento, y lo triste es que la gente termina por acostumbrarse a esa imagen, crece atada a una máscara. Aman sus cadenas. Olvidan lo que son en realidad. Y cuando intentamos recordárselos nos odian. Creen que queremos robarles su posesión más valiosa. (…) La mayoría de las personas no saben lo que se pierden. Nuestra sociedad considera el control un valor supremo para esconder lo que se pueda sentir. Nuestra cultura ridiculiza las culturas “primitivas” y se siente orgullosa de suprimir los instintos naturales y los impulsos. (…)

Basta con mirar cómo viven otras culturas, pacíficamente, en paz con la naturaleza, la selva, los animales. No construyen máquinas de guerra ni invierten millones de dólares en atacar a otros países porque difieren de sus ideales políticos. 17


II Cuando la representación acaba empieza el Teatro Cuando el sexo acaba empieza el Clímax. En todos los juegos anida la idea de la muerte.

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IV En todos los juegos anida la idea de la muerte. La cámara, como el ojo de Dios, satisface nuestro anhelo de omnisciencia. Espiar a otros desde lo alto y desde un ángulo diferente: los peatones entran y salen de nuestra lente como extraños insectos de agua. Poderes del yoga: Hacerse invisible o diminuto. Volverse gigantesco y alcanzar los objetos más distantes. Cambiar el curso de la naturaleza. Trasladarse en el espacio y en el tiempo. Convocar a los muertos. Exacerbar los sentidos y percibir imágenes inaccesibles de hechos acaecidos en otros mundos, en lo más profundo de la propia mente, o en mentes ajenas. El rifle del francotirador es una prolongación de su ojo. Mata con mirada injuriosa.

Los señores: notas sobre la percepción de imágenes, 1969. En Una plegaria americana y otros poemas, pp. 8 y 9.

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“Jugadores”: el niño, el actor y el tahúr. En el universo de los niños y en el de los primitivos, el concepto azar no existe: También el tahúr se siente al servicio de un poder exterior. En la ciudad moderna, el azar es un residuo de la religión como también lo es el teatro, y, aún más, el cine: la religión de la posesión. ¿A qué precio, a cambio de qué sacrificio nace la ciudad?

XX Intenta llegar a un acuerdo con el “Exterior”, ya sea por absorción o interiorizándolo. Yo no saldré, tú debes entrar en mí. En mi jardín-útero al que me asomo, perplejo. Donde puedo construir un universo dentro de mi cráneo, para rivalizar con la realidad.

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Los señores: notas sobre la percepción de imágenes, 1969. En Una plegaria americana y otros poemas, pp. 8 y 9.


Teme a los Señores, son un enigma entre nosotros. Los Señores anidan en nuestro interior. Nacidos de la pereza y la cobardía. Las nuevas criaturas, 1969. En Una plegaria americana y otros poemas, p. 49.

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XXVI Los espectadores de cine son vampiros callados. El cine es el arte más totalitario. Energías y sensaciones quedan, absorbidas, en el cráneo, erección cerebral, cráneo hinchado de sangre. Calígula deseaba un solo cuello para todos sus súbditos: así, de un solo tajo, podría decapitar al reino entero. El cine es este agente transformador. El cuerpo existe gracias a los ojos: se convierte en una caña seca para sostener esas dos blandas e insaciables joyas.

XXVII

El cine confiere una especie de espúrea eternidad. Cada película depende de todas las demás y conduce a las demás. El cine era una novedad, un juguete científico, hasta que produjo una serie de obras, las suficientes para crear otro mundo intermitente, una poderosa, infinita mitología en que sumergirse a voluntad. 22


XXVIII Fantasmagoría, show de linterna mágica, espectáculos insustanciales. Llevaron a cabo experiencias sensoriales totales utilizando el ruido, el incienso, la iluminación y el agua. Algún día quizá asistamos a los Teatros del Tiempo para recordar la sensación de la lluvia.

XXXVI

El cine revela sus afinidades, no con la pintura, la literatura o el teatro, sino con entretenimientos populares: los cómics, el ajedrez, los naipes, el Tarot, las revistas y el tatuaje. El cine no deriva de la pintura, ni de la literatura, ni de la escultura, ni del teatro, sino de la antigua magia popular. Es la manifestación contemporánea de una historia evolutiva de sombras, un hechizo de las imágenes en movimiento, una creencia en la magia (…).

Los señores: notas sobre la percepción de imágenes, 1969. En Una plegaria americana y otros poemas, pp. 24-27. 23


… Las sábanas eran ardientes prisiones muertas Y ella estaba a mi lado. Vieja no era… joven Su oscuro cabello rojizo La piel blanca y suave. ¡Ahora corre al espejo del baño Y mira! Viene hacia aquí No puedo vivir cada siglo de sus lentos movimientos. Dejo deslizar mi mejilla Por las frescas y suaves baldosas Sentir el contacto de la sangre fría y viva Los suaves silbidos de las serpientes de lluvia… Antaño tenía un juego inocente Me gustaba arrastrarme por el interior de mi cerebro Creo que conoces ese juego al que me refiero Me refiero a ese juego llamado “volverse loco” Deberías aprender a jugarlo Es fácil: cierra los ojos, olvida tu nombre Olvídate del mundo, olvídate de la gente Y construiremos una torre distinta. (…) La celebración del lagarto, 1970. En Una plegaria americana y otros poemas, p. 64. 24


Me gustaba arrastrarme por el interior de mi cerebro 25


Necesitamos doradas, inmensas copulaciones

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¿Has sentido el calor del progreso bajo las estrellas? ¿Sabes que existimos? Has olvidado las llaves del reino ¿Has nacido

y estás vivo?

Reinventemos a los dioses, a los mitos seculares Adoremos los símbolos de los profundos bosques ancestrales (Has olvidado la lección de la antigua guerra)

Necesitamos doradas, inmensas copulaciones Una plegaria americana, 1970 En Una plegaria americana y otros poemas, pp. 71-73. 27


¿Sabes que son plácidos almirantes quienes nos conducen al exterminio y que obesos y torpes generales adquieren el obsceno vicio de la sangre joven?

¿Sabes que nos gobierna la t. v. La luna es una bestia de sangre reseca Bandas de guerrilleros lían porros en el vecino patio de viña verde y se aprovisionan para la guerra en las inocentes espaldas de boyeros agonizantes?

Oh, gran creador del ser concédenos una hora más para redondear nuestro arte y perfeccionar nuestras vidas

Una plegaria americana, 1970 En Una plegaria americana y otros poemas, pp. 75-77.

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...adquieren el obsceno vicio de la sangre joven? 29


Break On En Inés Vega p. 127.

Sabes que el día destruye la noche, La noche divide el día; Intenté correr, Intenté esconderme. Ábrete paso hacia el otro lado, Ábrete paso hacia el otro lado, Ábrete paso hacia el otro lado.


n

Trough Ábrete paso Perseguimos nuestros placeres aquí, Desenterramos nuestros tesoros allí, ¿Puedes aún recordar Cuando llorábamos? Ábrete paso hacia el otro lado, Ábrete paso hacia el otro lado, Ábrete paso hacia el otro lado.

Encontré una isla en tus brazos, Un país en tus ojos, Brazos que encadenan, Ojos que mienten. Ábrete paso hacia el otro lado, Ábrete paso hacia el otro lado, Ábrete paso hacia el otro lado.

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Antes de que te deslices en la inconsciencia, Quisiera otro beso, Otro fugaz momento de felicidad Otro beso, Otro beso.

Barc

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The Crys


Los días son claros y llenos de dolor, Envuélveme en tu suave lluvia, El tiempo que viviste fue demasiado loco, Volveremos a encontrarnos, Volveremos a encontrarnos. Oh, dime dónde se esconde tu libertad, Las calles son campos que nunca mueren, Líbrame de las razones por las que Tú preferirías llorar, Yo preferiría volar. El barco de cristal se está llenando, De miles de chicas, mil sensaciones, Un millón de maneras de pasar el tiempo; Cuando regresemos, Dejaré una pista. En Inés Vega, p. 131.

co de cristal

stal Ship

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Este es el fin, mi bello amigo, Este es el fin, mi único amigo, El fin de nuestros elaborados planes, El fin de todo lo que tiene sentido, El fin. Ni seguridad ni sorpresa, el fin No te volveré a mirar a los ojos, nunca. ¿Puedes imaginar en lo que nos convertiremos, sin límites y libres, Buscando desesperadamente una mano extraña en una región desesperada?

En Hervé Muller, pp. 26-30.

The End 34

El fin


Perdidos en un desierto romano de sufrimiento, Y todos los niños se han vuelto locos; todos los niños se han vuelto locos Esperando la lluvia de verano. Los alrededores de la ciudad son peligrosos; toma la gran autopista Escenas extrañas en el interior de la mina de oro; toma la autopista del oeste, baby Monta la serpiente, hacia el lago, el lago antiguo La serpiente es larga, siete millas; monta la serpiente

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Duele dejarte partir, pero nunca me seguirás

Es vieja y su piel está fría El Oeste es lo mejor, el Oeste es lo mejor Ven aquí y haremos el resto El autobús azul nos llama. Conductor, ¿a dónde nos llevas? El asesino se despertó antes del amanecer, Se puso las botas, Utilizó un rostro de la antigua galería, Y bajó al vestíbulo. Fue a la habitación en que vivía su hermana, Y luego hizo una visita a su hermano, Y después bajó al vestíbulo. Llegó a una puerta, Y miró hacia el interior, 36


“¿Padre?” “¿Sí, hijo?” “Quiero matarte” “¡Madre! Quiero…” Ven, baby, prueba tu suerte con nosotros, Ven, baby, prueba tu suerte con nosotros, Y reúnete conmigo en la parte trasera del autobús azul… Este es el fin, mi bello amigo, Esto es el fin, mi único amigo; el fin. Duele dejarte partir, pero nunca me seguirás, El fin de las risas y las dulces mentiras, El fin de noches en que hemos intentado morir Esto es el fin. En Hervé Muller, pp. 2 6-30.

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Destruirán nuestras pequeñas alegrías

Strange

Días extraños

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Días extraños nos han descubierto, Días extraños nos han buscado y encontrado, Destruirán nuestras pequeñas alegrías, Tendremos que seguir el juego o encontrar una nueva ciudad. Ojos extraños llenan extrañas habitaciones, Voces transmitirán su aburrido propósito, La anfitriona hace muecas, Sus invitados duermen hartos de pecar, Escúchame hablar del pecado y sabes que es así.

Days Extraños días nos han encontrado, Y durante sus extrañas horas, Agonizamos solos, Cuerpos confundidos, Recuerdos maltratados, Mientras corremos desde el día, Hacia una extraña noche de piedra. En Inés Vega, p. 147.

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Horse La La libertad

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Cuando el silencioso mar conspira una armadura Y sus tristes y malogradas corrientes Engendran pequeños monstruos, La auténtica navegación ha muerto. Violento instante Y el primer animal es arrojado por la borda, Agitando violentamente sus patas Rígido su fresco galope, Y las cabezas se levantan Equilibrio Frágil Silencio Consentimiento En muda agonía nasal Cuidadosamente purificados Completamente aislados.

atitudes del caballo En Inés Vega, p. 157. 41


La gente es extraña cuando eres un desconocido, Las caras te amenazan cuando estás solo, Las mujeres parecen malvadas cuando no te desean, Las calles son siniestras cuando estas deprimido. Cuando eres desconocido, Rostros aparecen en la lluvia, Cuando eres un desconocido, Nadie recuerda tu nombre (…).

En Inés Vega, p. 161.

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People La gente aree s e x t r a ñ a strange 43


When the m

Cuando la mú

Sí, Cuando la música termina Cuando la música termina aquí Apaga las luces, Sí, sí. … Porque la música es tu amiga especial, Baila sobre fuego como ella propone, La música es tu única amiga, Hasta el final. Cancela mi subscripción a la resurrección, Envía mis credenciales a la cárcel, Tengo algunos amigos adentro. La cara del espejo no parará, La chica en la ventana no caerá. Una fiesta de amigos vivos, gritó ella, Esperándome fuera. Antes de penetrar el sueño profundo, Quiero escuchar, Quiero escuchar, El grito de la mariposa. 44


music’s over

úsica termina Vuelve, chica, Vuelve a mis brazos, Nos estamos hartando de no hacer nada, De esperar, Con nuestras cabezas en el suelo. Escucho un sonido muy suave, Muy cerca, Pero todavía lejos, Muy débil, Pero muy claro. Ven hoy.

¿Qué le han hecho a la tierra? ¿Qué le han hecho a nuestra buena hermana? Destrozada y saqueada, Y desgarrada, Y rota a pedazos, La han acuchillado Al borde del amanecer, La han limitado y vallado, Y arrastrado (…). En Inés Vega, p. 169.

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Five to one Cinco a uno

Cinco a uno, baby, Uno en cinco, Nadie sale de aquí vivo. Ahora, Coge los tuyos, baby, Yo cogeré los míos, Podemos hacerlo, baby, Si lo intentamos. Los viejos envejecen y los jóvenes se hacen más fuertes, Puede llevar una semana o más tiempo, Ellos tienen las armas pero nosotros ganamos en número. Vamos a vencer, Sí, les estamos superando, ¡Venga! (…) En Inés Vega, p. 199. 47


Peace Frog Rd ea n a la paz

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Hay sangre en las calles me llega a los tobillos, Sangre en las calles me llega a la rodilla, Sangre en la calle de la ciudad de Chicago, Sangre en aumento, me sigue. A punto de romper el día Llegó ella, después se fue, Luz del sol en su pelo. Sangre en las calles forman un río de tristeza, Sangre en las calles me llega hasta el muslo. El río desciende por las piernas de la ciudad, Las mujeres lloran rojos ríos de lágrimas. … Indios diseminados sangrando en la autopista del amanecer Fantasmas invaden la frágil mente de un niño. Sangre en las calles de la ciudad de New Haven, Sangre tiñe los tejados y palmeras de Venice, Sangre en mi amor en el terrible verano, Sangriento sol rojo de la fantástica L. A. Sangre mana de su cerebro mientras le tronchan los dedos Sangre manará del nacimiento de una nación, Sangre es la rosa de la misteriosa unión (…). En Inés Vega, p. 237 49


Ship of

La raza humana se extinguía, Ya nadie gritaba y chillaba. Gente caminando por la luna, La contaminación os alcanzará pronto. Todo el mundo esperaba, Colgándose y agarrándose, Sujetándose y sosteniéndose firme, Confiando en que nuestro pequeño mundo resista. 50

Barco d


f fools

de locos

Por ahí viene míster Buenviaje, Buscando un nuevo barco. Venga, amigos, será mejor que subáis abordo, Venga, chica, ahora nos vamos a casa (…).

En Inés Vega, p. 241.

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Wild Child Niña salvaje

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Niña salvaje Llena de gracia Salvadora de la raza humana, Tu frío rostro. Hija ilegítima Niña terrible, No eres hija ni de tu madre Ni de tu padre, Gritando salvaje. (Un anciano lunático reina en los árboles de la noche) Con hambre en sus talones, Y libertad en sus ojos, Baila de rodillas, Príncipe pirata a su lado. Contemplando La mirada Hueca del ídolo. Niña salvaje, Llena de gracia, Salvadora de la raza humana, Tu tranquilo rostro, Tu tranquilo rostro, Tu tranquilo rostro. (¿Recuerdas cuando estábamos en Africa?) En Inés Vega, p. 217 53


Wild Enciende mi fuego Sabes que no sería cierto, Sabes que sería un mentiroso, Si te dijera, Chica, no podríamos divertirnos más. (…) El momento de dudar ha pasado, No hay tiempo para revolcarse en el barro, Intentémoslo ahora que solo podemos perder, Y nuestro amor se convierte en una pira funeraria (…). En Inés Vega, Jim Morrison y The Doors, p. 135.





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