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3 //La tierra se mueve •Mapas heridos...................................................... •Pasos....................................................................... •Los sonidos y la furia................................................

“Mis dibujos representan en su mayoría escenarios urbanos, mapas de ciudades, diásporas de turistas que parecen perseguir sus propias sombras, peregrinos, inmigrantes y desplazados recorriendo un camino hecho de sombras y vacíos”.

3 //LA TIERRA SE MUEVE

Pilgrims, 2009 Dibujo con pulpa de papel 102 x 78 cm

Imagen errante

Londoño, ella misma nómada y emigrante, se ha ocupado de la trashumancia de las multitudes contemporáneas. Lo ha hecho en series como Peregrinos (2009), Exodus (2015) y Vía dolorosa (2016), donde no solo reflexiona sobre los errantes, sino también acerca de la imagen que ha construido de ellos la fotografía periodística.

Las primeras masas que representó fueron las de las hordas de turistas, donde sujetos de la moda y el consumo caminaban con paso firme y leve por el mundo. Unos años después comenzó a ocuparse de otro tipo de nómadas menos glamurosos: los expulsados de las guerras de Siria, Irak, Afganistán. Estas multitudes posteriormente conectarían con las oleadas del desplazamiento interno de Colombia, como si al otro lado del mundo, unos y otros, se hermanaran en su desarraigo.

Estos caminantes no pueden llegar, pero tampoco devolverse. Deben permanecer en el limbo, un no-lugar que en sus dibujos toma la forma del vacío. Allí las figuras inestables y frágiles se enredan y suspenden. La única posibilidad de mantener el equilibrio es entrelazarse, fundirse unos con otros. Y… continuar moviéndose.

El tema aquí no son entonces las historias particulares, sino la masa humana y su movimiento. Los personajes no tienen rostro ni características particulares. Su cuerpo es coral; su identidad, la del grupo. El cuerpo es su último territorio. Sobre él se acumula lo poco que llevan: la ropa, los bultos, los colchones. Un cuerpo constreñido que, a diferencia del de los plácidos turistas, solo puede correr. Apenas le quedan los gestos de la supervivencia: los pies adelante, las manos aferradas, las espaldas encorvadas bajo el peso de la carga. Su tiempo es el de la urgencia.

Condenados a la condición de fantasmas, estas nubes de desarraigados flotan sobre ciudades opulentas y ciegas. Los rostros sin boca recuerdan también su silencio porque no tienen el idioma ni la palabra. Invisibles y mudos. Sin embargo, no hay desespero, sino una absoluta dignidad, en esta imagen épica de la desterritorialización.

Geografía herida

“En lugar de representar una ubicación geográfica específica con estos mapas, busqué explorar la realidad cambiante, confusa, oscura e incierta en la que la fuerza del deseo y el miedo humanos ejerce cambios constantes dentro de los territorios14”.

El tema de los emigrantes tendría un nuevo desarrollo en sus Mapas Vacíos, serie que la artista comienza a realizar en Holanda poco antes de regresar a Colombia. En estos buscaba reconstruir las redes de desplazamientos de aquellos refugiados que ya había dibujado: “¿de dónde venían?, ¿a dónde iban?”, se preguntaba. Al igual que su caligrafía alude siempre a textos concretos, Londoño se basa en este caso en mapas reales. Sin embargo, más que replicarlos literalmente, los manipula y deforma. Estrategia que le sirve para crear la metáfora de una geografía del miedo, el deseo, la codicia, la expulsión y la resiliencia.

Los territorios no existen antes de que el hombre los cree. Y no dejan de hacerse y deshacerse constantemente, bajo múltiples tensiones políticas, culturales y sociales. Así, los emigrantes deben reconstruir incesantemente el mapa imaginario que se despliega entre el lugar que los expulsó y aquel territorio al que llegan, pero no los recibe. Por eso, estos mapas no podrán nunca coincidir estrictamente con los oficiales de los países que atraviesan. Sus límites son otros.

Cuando la artista regresa a Colombia, continúa esta serie, pero enfocándola ahora en las fracturas políticas de la geografía nacional. Si en sus caligrafías cuestionaba el orden racional de la gramática, en estos mapas inexactos y expresivos crítica la neutralidad de un discurso cartográfico que ignora los temblores debajo de sus líneas matemáticas. Así, en Torso (2017), donde mezcla el mapa del país con la anatomía de un cuerpo, alude al territorio como un ser vivo y con múltiples heridas. Los Mapas Calcinados (2018) muestran los quiebres de Medellín, una ciudad descompuesta por sus historias de violencia. En Rutas inciertas (2017) es América Latina la que aparece conectada por los caminos de la ilegalidad, mientras en Continente Perforado (2017) está agujereada por la economía extractivista.

Mapas como cicatrices que marcan las huellas de la violencia, pero que también funcionan como una sutura que intenta recomponer simbólicamente los pedazos del territorio vulnerado. Mapas dramáticos, enredados, densos, agujereados, cosidos. Re – imaginados.

14. http://miriamlondono.com/maps/

“Dejé un temblor, dejé una sacudida, un resplandor de fuegos no apagados, dejé mi sombra en los desesperados ojos sangrantes de la despedida”.

Rafael Alberti

Refugiados, 2015 Dibujo con pulpa de papel 150 x 70 cm

“La masa anónima en movimiento, a pie, es la pieza histórica por excelencia”.

Rob Smolders

Vía Dolorosa, 2016 Dibujo con pulpa de papel 65 x 55 cm, 2016

Continente Perforado, 2017 Dibujo con pulpa de papel 160 x 255 cm

Torso, 2017 Dibujo con pulpa de papel 70 x 120 x 10 cm

Mapa Vacío, 2017 Dibujo con pulpa de papel 170 x 100 cm

Mapa Calcinado, 2018 Dibujo con pulpa de papel 105 x 70 cm

¿Qué es ser hoy una mujer en Colombia?

Ausencias, 2018 Impresión sobre papel hecho a mano 21 x 29 cm (c/u)