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Yacientes

Yacientes

Londoño ya había realizado con pulpa de papel figuras extraídas de imágenes de la prensa en series como la de los peregrinos y los refugiados. Estas Páginas negras (2015-2021) también surgen de fotografías, pero ahora la artista vuelve a la técnica tradicional: un lápiz austero sobre la hoja vacía. Nada más. El formato de las pequeñas libretas también se aleja de la monumentalidad de sus trabajos caligráficos o urbanos. No se trata tampoco de dibujos en tercera dimensión, expandidos por la sala. Al contrario, están comprimidos totalmente en el recuadro asfixiante del cuaderno.

Al eliminar el contexto visual y periodístico, disecciona las fotografías que de tanto ver hemos naturalizado en Colombia. Desecha el color, el fondo, los detalles, la anécdota, incluso la noticia y los nombres propios. Quedan en su foco solo estos cuerpos que han perdido la verticalidad, el movimiento. Los que no sobrevivieron. Figuras yacientes, logradas con una línea esencial, mínima, pero tremendamente expresiva. A pesar de la austeridad de la representación, son más que una silueta forense. El lenguaje de sus miembros, la ropa, las sogas que los atan insinúan pequeñas historias que nunca conoceremos. Su serialidad evoca otra serialidad: la de los asesinatos en Colombia.

A diferencia de sus trabajos caligráficos, en los cuales el tema es el lenguaje verbal, aquí solo hay espacio para el corporal. Los signos del cuerpo abatido, vulnerado, la oscuridad del polvo de carbón, la violencia del blanco, lo dicen todo en este nuevo icono de la historia colombiana. Una coreografía de los últimos gestos de un cuerpo, una lírica del espasmo final. No hay salida en estos rincones. Es un dramático canto fúnebre el que entona Londoño en su crónica negra negra.

Páginas negras, 2015 - 2021 Dibujo sobre papel pigmentado con polvo de carbón 40 piezas, 15 x 21 cm (c/u)