Esta carrera, innovadora en nuestro país, forma profesionales que promueven el aprendizaje de niños, adolescentes y jóvenes en ámbitos clínicos, educativos y comunitarios.
Los estudiantes aprenden a realizar intervenciones y orientaciones en diferentes niveles: personal y familiar (tratamiento psicopedagógico) y educativos (inclusión escolar, adaptaciones curriculares, planes orientados a la mejora de los aprendizajes).