Hna. Michelle de Silva, SMSM
Formación para la vida religiosa
FORMACIÓN PARA LA VIDA RELIGIOSA. CONSTRUIR SOBRE LO ESENCIAL Hna. Michelle de Silva, SMSM
La Hna. Michelle de Silva es Hermana Misionera de la Sociedad de María, de Tobago. Ha desempeñado la misión de formadora en Perú y en Colombia desde el año 2007, y fue nombrada maestra de novicias de su congregación en Boston.
UISG - Boletín Número 175 - 2021
Original en inglés
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Desde el concilio Vaticano II ha habido mucha aflicción y suposición sobre la Vida religiosa. Las conversaciones han girado en torno a su identidad en la Iglesia y en el mundo, y las opiniones ofrecidas para refundar, reformar y renovar son tan numerosas como las familias carismáticas que componen esta forma de vida. Pero como una vez dijo una persona sabia, la única constante en la vida es el cambio, así que ¿por qué tener miedo? Actualmente, nos encontramos en medio de una pandemia que ha dado lugar a otro movimiento sísmico en la vida de nuestro mundo, y la vida religiosa otra vez debe enfrentarse al desafío de colocarse ella misma en este nuevo panorama. Creo que la formación para la vida religiosa –inicial y permanente– debe centrarse en lo fundamental inmutable de esta forma de vida. La formación debe centrarse en lo ordinario de esta forma de vida incluso siendo lo extraordinario de ella, es decir, que la roca fundante de esta vida crece en la intimidad con Dios a través de la profundización de nuestro compromiso bautismal con la profesión pública de los votos que dan testimonio de esta relación y que la intimidad con Dios nos lleva a mirar el mundo de forma diferente y nos impulsa a la participación activa en la misión salvífica de Jesús, para que nadie se pierda. 1
Una vida ordinaria que es extraordinaria En muchos de los textos escritos sobre vida religiosa, las palabras profético y radical son utilizadas a menudo para describir esta forma de vida y, así mismo, el Papa Juan Pablo II la llamó un regalo para la Iglesia y el mundo. Se ha hablado mucho sobre qué es lo que hace que esta forma de vida sea extraordinaria, pues