Transgarte 1edicion

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1ERA EDICIÓN - 8 de marzo.2017

“AGRADEZCA QUE LO DEJAMOS ESTUDIAR”

La vida

contada detrás de una ventana

MANOS QUE NO TE CUENTEN QUE TE CONTARON MAL

TRANSITANDO ANDO

TRANSCRITANDO LES CUERPES LES SUEÑES

S OY YO

DÍA DE LA

MUJER

CÓMO MATAR AL MACHO


NO PAREZCO NO ME SIENTO HOMBRE/MUJER

YO SOY HOMBRE/MUJER

TRANS

COLABORADORES Valerie Summer, Mujer T de Cali.

Diego Ruiz, Hombre T de Bogotá. Matheo Gomez, Hombre T de Cali. Lucas Oswell, Hombre T de Barranquilla. Valentino, Hombre T de Barranquilla. Alejandro Medina, Hombre T de Venezuela. Editor Nico Rueda, Hombre T de Barranquilla Diseñador


“AGRADEZCA QUE LO DEJAMOS ESTUDIAR AQUÍ” Valerie Summer, Cali. La titulación de este apartado tiene mucho que ver con lo que plantea el autor Jurjo Torres en su texto, por ello empezaré citándolo directamente para dar desarrollo:

“Las instituciones escolares son un elemento más en la producción y reproducción de discursos discriminatorios“ Cuando recuerdo cómo fue mi experiencia escolar lo único que pienso es que ha sido de las experiencias más traumáticas de mi vida, ya que nunca representé a la perfección la fantasía masculina y por ello sufrí tan-

to las pruebas que te imponen para ser un hombre como las violencias por no “encajar”. El hecho de tener que separarme por filas de hombres y mujeres todos los días en primaria al llegar al colegio ya era demasiado para mí, no porque no quisiera hacerlo, sino porque como tenía que situarme en las filas de los hombres, mientras hablaban los profesores por el megáfono me gritaban de todo “maricón”, “esta no es tu fila”, “gay” y todo el colegio escuchaba.

“es difícil para cualquier hombre de cualquier clase rebelarse contra el patriarcado”

La burla es una de las violencias más comunes a la hora de aplicar la norma patriarcal y en mi caso no hubo ninguna excepción, siempre fui definida como mujer de una manera denigrante, porque no hay nada peor para el patriarcado que no ser un “hombre digno”. De hecho, cada que las personas ha-

cen un recuento de las telenovelas más divertidas de Colombia espero que no se nombre ni a Betty la Fea ni a Los Reyes ni a ninguno de esos que interpretaron personajes LGBT no dignificando y sensibilizando desde la realidad sino difundiendo masivamente prejuicios generaliza-


dos contra las personas “maricas”, no había nada peor para mí que Hugo Lombardi de Betty la Fea o la misma Laisa de Los reyes, cada que aparecía un personaje de éstos en la televisión nacional yo deseaba no aparecer en el colegio .La primaria fue la más traumática pero en la que podría decir que conté con un gran apoyo psicosocial por parte de la docente que llevó mi grado y proceso desde primero hasta cuarto, en ella notaba un gran esfuerzo para que yo lograr vincularme a la sociedad sin ser discriminada tanto por mis compañeros de clase.

“Es que usted tiene que acostumbrarse a que no todas las personas lo van a aceptar así como usted es, sea más como los otros niños, juegue con ellos” Esto no lo viví únicamente en la primaria, la universidad también ha sido un escenario en el que me he encontrado con este tipo de situaciones más desde que inicié mi pro-

“¡ay es que por qué te pones así, si tienes que acostumbrarte a que la gente no entienda!”

ceso de tránsito, lo cual me llevó en varias ocasiones a salir de la universidad, la violencia simbólica se hace insoportable, más cuando sientes que no existe solidaridad, te empiezas a cansar cuando sientes que cada semestre se vuelve un proceso de sensibilización constante dirigido a gente que se supone debería estar repensándose. La delgada línea entre ser una víctima una persona sujeta de derechos y digna es bastante difusa para mí, si presencio algún acto que considero fuera de lugar reacciono y es ahí donde veo materializados todos los prejuicios que existen contra las mujeres trans.

Pues no! No me tengo que acostumbrar a nada y no lo he hecho, en algún momento creí que iba a terminar sola, sin amigos y sin nadie que me quisiera precisamente por mi ”espíritu defensor” eso me llevó a crisis enormes y a hacerme daño como nunca imaginé que lo haría, pensaba ¿por qué tengo que ser así?, ¿por qué no puedo callarme? Durante un tiempo esas preguntas me enterraron, lo bueno es que empecé a crecer más al darme cuenta que haciendo lo contrario me estaría negando a mí misma ¿todo este camino, hormonas, jartera emocial y demás... para dejarme callar?, así salí del gran hoyo en el que un día quise estar permanentemente. Creo que es necesario resignificar la historia, resistir desde adentro y no dejarse sacar; puesto que eso es lo que

esta sociedad machista, heteropatriarcal y misógina quiere. Siempre he pensado que las personas trans somos seres transformadores y tristemente ello representa un peligro para esta realidad violenta que nos han obligado a vivir, una guerra por el poder para poder. Creo que hace falta amarnos más a nosotros y entre nosotros, puesto que somos los que nos ponemos las taras, hay que amar más para ayudar al otro a libe rarse del miedo a sacar su voz. Ésta es mi voz.


LA VIDA CONTADA DETRÁS DE UNA VENTANA Diego Ruiz

El 22 de septiembre de 1988, llegó al mundo una nueva vida, en un cuerpo con genitales femeninos cuyo nombre prefiero omitir, quizás usted alguna vez se cruzó en la calle con esa persona, la conoció, entabló conversación y tal vez hasta una amistad.

Se crió en una familia llena de valores y mucho amor, pero aun así, sentía que no era feliz del todo, sentía que había algo en su ser que no estaba bien. A medida que fue creciendo, se dio cuenta que los gustos que tenían las demás niñas no eran los mismos que ella tenía, no le gustaba jugar con muñecas, a la cocina, vestir con prendas rosadas o vestidos, como la quería ver su mamá. Por el contrario, le gustaban las motos, los carros, los balones, el fútbol, estar sin camiseta, los pantalones, las sudaderas, los colores oscuros. Cabe aclarar el género no se define por colores o juguetes, pero en ese entonces, el mundo ella lo veía así. Tuvo mu-

chas discusiones con sus padres a la hora de comprar ropa pues ellos refutaban que la ropa con la que quería vestir era ropa holgada, ropa de hombre. Su única respuesta a eso era, “la ropa no es de nadie, la ropa es del que la compre y se la ponga”. Fueron pasando los años y su pasión por

los deportes y por el fútbol aumentó, jugaba con los niños del barrio en las tardes después del colegio, en vacaciones, los fines de semana, en la casa, en el colegio, cada espacio que veía libre decidía jugar futbol. En el colegio las profesoras no la dejaban salir a jugar fútbol si no había terminado de hacer las tareas y demás activi-

dades de las clases.

Con el tiempo los gustos diferentes fueron aumentando, sus amigas querían ir a las fiestas de 15 años de las demás niñas del salón, se preocupaban por el vestido que se pondrían y si iba a ir el niño que les gustaba, si las sacarían a bailar. Pero ella, dentro de las preocupaciones que tenía, eran: pasar el 6to mundo de Crash Bandicot o conseguir los juegos tan anhelados para el Play. Luego de un tiempo esos gustos diferentes se notaron con más fuerza, ya sentía cierta atracción por algunas niñas del curso o del colegio, fijándose en su cuerpo, su pelo, su sonrisa y sentía muchos nervios cuando le hablaban, había contacto físico o se sentaban al lado. Con el tiempo, se creó cierta cercanía con una de las niñas del salón pero no fue nada serio, todo muy inocente, fue una “amistad” de detalles, chocolates, cartas, estar juntas en el descanso, la amiga recostaba su cabeza sobre ella y dormía un


rato, algunas peleas tontas por celos, compartir cosas familiares, etc. Nunca se dijo nada de lo que era pero en el fondo había un sentimiento especial. Una vez pasado el colegio llegó la etapa de la universidad, donde ya se es un poco más autónomo de las cosas que nos rodean y dentro de esas, nuestra vida. Ya se es más consciente de lo que se quiere o pretende hacer y ser. Al ver las situaciones vividas en el pasado y los sentimientos surgidos, se trata de buscar explicación a lo que sucede y como ya sabemos todo tiene su etiqueta, entonces a las mujeres a las que les gustan las mujeres, son consideradas lesbianas. Así fue pasando el tiempo, seguía con los mismos gustos, los mismos pensamientos, trataba de entender qué era lo que pasaba pues con esa palabra no se definía mi verdadero sentir. Al terminar la universidad después de muchas experiencias vividas y logros cumplidos, con un trabajo estable, seguía sintiendo que había algo que no andaba bien, nunca dije que era lesbiana, utilizaba el término homosexual, porque siempre supe y sentí que dentro de este cuerpo siempre ha habitado un hombre. Pero había pensado en resignarme a vivir “con la vida que me tocó”, seguir ocultán-

dome bajo una fachada que no era mía, viendo la vida a través de una ventana, donde todo se veía tan claro y cerca, pero al momento de llegar a esa realidad hay algo que nos lo impide y en este caso era mi cuerpo. Todo lo veía así pues para ese entonces no tenía conocimiento de los tránsitos.

vida, no hay nada más satisfactorio que sentirse bien con uno mismo, mirarse al espejo y que le guste lo que ve, sentir que trabaja cada día por lograr un sueño y poner cada minuto un gran esfuerzo para no permitir que ese sueño muera o se quede en el olvido, así sea yendo en contra de la familia o de la sociedad.

Conocí a una persona con la cual llegué a tener una linda amistad y bastante confianza, tanta confianza que una tarde hablando ella me dijo: “¿Usted no se ha dado cuenta que usted es un hombre?”. En ese momento, no supe qué hacer, no sabía si reírme o salir corriendo, ¡Me descubrieron! fue lo primero que pensé. Ese día fue la primera vez que le expresaba a alguien lo que siempre he sentido toda mi vida. Desde ese día, de ella no he recibido más que apoyo y alguna que otra (tal vez muchas) “patadas de sabiduría”, llamados de atención o sacudidas para seguir adelante, para no desfallecer ni dejarme vencer por los obstáculos que se presentan con el pasar del tiempo.

Las situaciones vividas en el día a día en éste camino de re-construcción nos dejan siempre lindos recuerdos, muchas anécdotas y sobre todo muchos aprendizajes, nos da la oportunidad de valorar más cada esfuerzo y cada día vivido, nos permite reflexionar sobre lo que se es y se quiere llegar a ser, no solo en el aspecto físico sino también en lo espiritual, pues construimos a la vez seres sensibles y a ver lo simple y bello de la vida.

Mi nombre es Diego Ruiz soy licenciado en educación física y puedo asegurarles que he vivido los mejores días de mi vida desde que decidí empezar el tránsito, las cosas se fueron dando, de un momento a otro todo empezó a encajar en mi

Aún no he empezado a hormonarme pero ya estoy en citas médicas y exámenes, he trabajado mi cuerpo con ejercicio y dieta. Espero también más adelante hacer las cirugías necesarias para poder sentirme completamente bien. Para terminar quiero animarlos y animarlas a seguir sus sueños, a luchar por lo que tanto quieren, cuando a veces las cosas no salen muy bien es porque nos espera algo mucho mejor y el momento llegará, tengan presente esta frase así como yo: La vida no nos pone donde queremos estar, sino donde debemos estar.


MANOS Alejandro Medina, Venezuela.

Un día sentado en el andén, de una manera jocosa observé mis manos. Me dije sonriendo, ¡que pequeñas son!, son suaves, nada ordinarias y algo gordas Deje hasta ese pensamiento mi observación, con la única conclusión de sentir una discrepancia que refutaba a mi anatomía actual. Otro día laborando, mi jefe me hace un llamado a su oficina. Ese momento fue holistico para mi. Se apagaron todas las luces a mi alrededor, los sonidos también se esfumaron porque Mozart me allanó el sentido con Fantasía in D Minor, pero más allá del sonido, visualice al compás del ritmo las manos de mi jefe tocando tan sublime pieza. Visualice el dinamismo de sus nudillos, como regalandole flexibilidad al instrumento. Observé en una ralentización las venas pronunciadas, el grosor arropado con áspera piel, las uñas cortas, lo ordinario. La palma que me resultó atractiva, el tamaño anhelado y la pronunciada coacción de mi presente, fueron las sumergidas conclusiones esta vez. Desde entonces se adjunto en mi parlamento trascendental la idea de modificar mis manos de esa forma. Mí autonomía desencadenó la decisión de mi anatomía, no porque este equivocada, jamás lo ha estado, sino por la ética costosamente incomprendida de desarrollarme por lo que realmente soy. Quiero así mis manos, como las del hombre que soy.


QUE NO TE CUENTEN QUE TE CONTARON MAL NICO RUEDA, Barranquilla. Muy pocas historias nos cuentan. Casi no nos cuentan. Casi no nos cuentan bien. Casi no tenemos la posibilidad de contarnos. Casi nada. Casi todo. Las pocas veces: somos una cifra, un disfraz, un parecía y/o un se lo buscó. Otras tantas, tan solo somos las narraciones patalogizantes que nos ubican en el inicio del despojo de nuestro sujeto político. Donde nos hacen creer que es enferma nuestra decisión de tomar lo que alguien pretendía negarnos al asignarnos de manera arbitraria como niño o niña, y que es un desorden mental que hay que “curar”. Sin embargo, irónicamente, la cura es un tratamiento, que por lo menos en lo simbólico, reconoce que lo único que necesitamos las personas trans es que se nos reconozca como tal y que se nos garanticen nuestros tránsitos para

sentirnos cómodes con nosotres mismes. Sin embargo, la gente tiende a mal interpretar esa frase de sentirnos a gusto con nosotres mismes, porque por esas mismas historias - de disforia y otros demonios - se esconde entre líneas el “cuerpo equivocado” que se incrusta en nuestros cerebros y, muchas veces, dramatiza y tensiona aún más nuestros tránsitos al acelerar procesos sin pensar en el autocuidado. Ya sea, abusando de hormonas o con intervenciones artesanales que terminan trazando, en últimas, la línea entre las(os) que tiene las posibilidades y recursos y las(os) que no que se exponen a procedimientos que en muchos casos les llevan a la muerte. Todo esto por cumplir los estándares de “belleza” y “moralidad” que la sociedad exige para otorgar una dignidad que se

supone es inherente a nosotres, tan solo por el hecho de ser seres humanos. Sin embargo, como daba luces anteriormente, considero que lo más

grave de esas narraciones es que nos despojan de nuestra dignidad. Cuando a un ser humano le hacen creer que no es digno de derechos, que no es capaz de tomar decisiones


sobre su propio cuerpo, que el problema está en él/ella/ele, difícilmente va a sentir que puede tomar el control de la situación y se reducen las posibilidades de responder a esa violencia por medio de la apropiación de su valor inherente y de su autoreconocimiento como sujeto político capaz de dar la lucha y de voltear la balanza. Así, perdemos de vista que esos imaginarios nos niegan y nos desterritorializan y terminamos creyendo que no somos merecedores de un hogar, de espacios seguros, salud digna, educación, de AMOR, etc., y terminamos legitimando que a razón de nuestras decisiones tenemos que aceptar que se nos excluya de los espacios públicos, que se nos golpee, que se nos asesine, que se nos controle y violente en los espacios que se supone, en el deber ser, tienen la función de velar por nuestra seguridad. A algunos les parecerá ilógico lo que denuncio, pero es así. Hay quienes a corta edad fueron expulsadas(os) de sus casas, colegios, y demás, a razón de manifestar una identidad de género diversa. A otres sus padres les prefirieron sin vida. A otres les asesinaron por atreverse a ser en medio de una sociedad machista, misógina y paramilitar. Otras personas jamás entendieron la causa de ciertos choques, otras no encontraron el valor en un abrazo, en un sé

lo que sientes. Por ellos es importante que nos contemos desmitificando el cuerpo equivocado y apoderándonos y reconociendo que podemos incidir en nuestro cuerpo y con él/ella podemos incidir en la realidad social. Contarnos desde nuestra cotidianidad de las formas que tengamos en mente. Siendo, estando. Caminado por las calles con la frente en alto. Bailando en ‘el muñequero’ un viernes en la noche. Contarnos a partir de nuestras circunstancias y teniendo siempre presente que nuestra valentía se manifiesta en el vivir a partir de y no a pesar de.

NINGUN

CUERPO

EQUIVOCADO

ES MÍO

ES ÚNICO

Y ME ENCANTA

SOY YO Matheo, Cali.

Mi nombre es Matheo, 20 años de edad, de la ciudad de Cali - Colombia y 7 meses con testosterona. Honestamente siempre me he sentido como un hombre, desde que era muy niño me identificaba con cosas del sexo masculino y siempre me la pasaba pensando en que nombre me iba a poner cuando creciera y fuese hombre, desconocía a las personas transgénero. Yo solía ser una lesbiana muy masculina pero con problemas de baja autoestima porque eso no era lo que yo deseaba, hacía todo lo posible por verme tan hombre como podía y sentía un fuerte dolor cuando la gente me trataba de forma femenina.

yo era un chico transgénero, así que no le comenté nada, pasaron los años y yo me independicé, inicié mi tratamiento a los 19 años pero no de una manera correcta, estuve 6 meses con hormonas pero con un descontrol total porque, aunque siempre me he sentido como un hombre nunca me tomé el tiempo para conocerme y realizar el proceso de pre testosterona y eso ha causado grandes conflictos con mi ser, así que paré mi tratamiento cuando noté que sólo estaba subiendo de peso y no tenía los ánimos suficientes para decirme a mí mismo ¡Hey eres hermoso, ten paciencia, dedícate a ti mismo que este proceso dará frutos hermosos!

Hace un mes retomé mi tratamiento y estoy haciendo ejercicios y comiendo bien, ya se lo conté a mi familia y lo han asimilado de una manera posSupe que existía la posibilidad de itiva. También estoy en el proceso de transformar mi cuerpo y pasar por cambio de nombre y sólo debo eseste proceso cuando un primo de mí perar a que llegue mi cédula de ciumisma edad empezó su tratamiento dadanía. a los 16 años, ahora es mi prima y ya Nunca me había relacionado con percuenta con una cirugía. sonas transgénero pero ahora hablo No sabía cómo decirle a mi mamá de vez en cuando con algunos chique no era una mujer lesbiana, que cos trans de otras ciudades y eso me


ha ayudado mucho. La verdad no me siento excluido del mundo y aunque debo aceptar que no me siento aún listo o cómodo de ir aceptando que soy transgénero ante la sociedad, para mí ser llamado sólo hombre está bien, no quiero crear etiquetas aunque he notado que esto no lo comparten algunos chicos trans, incluso he discutido con algunos pero creo que esto hace parte de la auto aceptación y todo comenzará a fluir de la manera correcta. Mi auto reflexión es la siguiente: Debemos aprender a querernos de adentro hacia afuera, amar nuestra historia y cada uno de nuestros cambios, tampoco debemos compararnos con otras personas transgénero, cada cuerpo es distinto y cada cuerpo reacciona de una manera diferente, comencemos por amarnos, valorar cada cambio, no te fijes en cosas como a quién le creció más rápido la barba, quién está más marcado, quién tiene más rasgos de hombre llevando Les menos tiempo con testosterona, no te compares con nadie, cómprate con quién eras hace unos años y aprecia tu cambio. También es un llamado a los otros hombres transgénero que llevan un proceso más avanzado para que nos ayudemos entre todos, no se crean superiores y/o menosprecien a otros chicos que no han tenido cambios tan notables, que apenas están comenzando o que simplemente

tienen una forma de pensar distinta. El apoyo entre nosotros debe ser fundamental, sé que muchos chicos transgénero se sienten aislados y excluidos por otros chicos, que apenas están en el proceso de auto aceptación y nosotros estamos para ayudar-

nos los unos a los otros, dejemos de género y no se le debe restar imporexcluirnos tanto y apoyémonos más. tancia a las mujeres transgénero, son Para terminar, un abrazo gigante y hermosas y necesitamos igualdad muy buena vibra para los colegas también para ellas porque son unas trans, para las chicas trans porque guerreras por realizar este proceso no sólo existen los hombres trans- al igual que nosotros, a todas las personas trans por ser tan valientes, por atreverse a dar el paso y a hacer lo que muy pocos se atreverían, porque hacemos parte del cambio y seremos el cambio, a todos nosotros, porque somos personas de admirar.


TRANSCRITANDO Lucas Oswell, Barranquilla

“Posterior a este ahora, existe un después, entonces las decisiones que tomas, las emprendes hoy ya que confiaste tu felicidad en un futuro prometedor” Sentí la necesidad de escribir, acción que llevaba tiempo sin realizar. Nos sentimos libres sin presiones y aflicciones a medida que vamos afrontando cada obstáculo que solo se preocupa de echar reversa todo el largo camino que hemos trazado, como por ejemplo al despertar por la mañana para bañarme, afeitarme, desayunar, observar en el espejo que ellas aún están aquí. ¡Esas bolas! Lo sé, no es común

sentir que todo parece fin. Cada vez la frente suda más cuando noto que siguen conmigo, deseando libertad. Imaginarlas fuera del complemento. Mi mundo no cuadra con nada, pienso en que todo se estanca, me frustro, me congelo. Me ensimismo en un repentino e indescriptible estado cuando deseo salir a medio vestir, para que el aire choque lentamente contra mi pecho, ese sueño anhelado desde mi interior resulta puro y especial. Para quien lo anhela y desea al igual que yo, se va transformando en algo importante y va tomando fuerza mientras las horas van transcurriendo. El silencio se adueña de mis espacios. Y pienso constantemente por ese instante en que me encuentre en sala de cirugías haciendo de aquellas alucinaciones un hecho real. No puedo transitar tranquilo, completo, contento, feliz al 100% sintiendo cada día esta presión. La ira no es suficiente impulsor, pues mil cosas podría hacer para la represión pero aun así no es suficiente. Aún así sigue existiendo eso que me sobra. De madrugada, entre prejuicios y agradecimientos un 50% de supervivencia acompañado de un 40% de mediocridad visitan al 10% de nobleza que nunca ha dejado de alimentar esta gran lucha por dejar huella

donde voy para poder continuar en pie a donde vaya. Ya no recuerdo cuando fue la última vez que use un sostén, lo que si llevo conmigo desde entonces es el haberme sentido sincero la primera vez que me acepte a mí mismo, daré gracias a lo aprendido. A veces me gustaría permanecer en la misma orilla de la playa, esa donde llego cuando no puedo más con esta realidad y que la naturaleza que tengo al frente y la de este cuerpo se unan con la más pura desnudez para que la brisa interactúe con mis pectorales. Visualizarme como lo hago muchas veces soñando a mitad de la noche, con músculos fuertes, bellos, plano, sueños provenientes de lo más profundo de mi mente, de lo más infinito del corazón. La tristeza nubla mi vista. Anhelo verme plano Anhelo salir de esta situación crítica pues la presencia de ellas ya no hace falta, con enfrentar las diferencias casuales de los meses es más y a la vez poco, pero suficiente. Elegí transitar porque comprendí lo esplendido que son los seres humanos cuando son felices, y yo quiero morir diciendo:

YO TAMBIÉN SOY FELIZ Y SE SIENTE HERMOSO SERLO.


BARBA ALEJANDRO MEDINA

Gritan ¡Hey niño! ¡Hey niña! Porque es lo único que conocen, gritar. Para ellos, los que con muecas NO disimulan, lo que les resulta disímil optan por encajonar tóxicamente el parlamento incorregible. Pixelean un buen panorama, mayormente por la inocua incomodidad que se les imbuye en la consciencia basada en paradigmas inoculadas de machismo, patriarcado. En otros casos, es la apatía por comprender el mundo de los demás. Y en otros muchos más simplemente es porque no conocen el amor. La exigencia de nuestro corazón es defender sin pudor y con el grito más estridente del alma, nuestro derecho a ser nosotros mismos. Y nuestro deber no es ser explicados, es educar a los demás. La verdad quizás no fue hecha para su absolutidad ni para la objetividad en muchos casos, pero si fue hecha para ser defendida. Somos subversivos por defender nuestra verdad, por protegerla y amarla; somos afortunados de ser subversivos porque así aprendemos más rápido a amar, con más pasión y sin miedo.

Aprendemos a educar y a ser pacientes, a comprender que no es que necesitamos que nos entiendan, que nos aprueben. Es que queremos que el mundo también transcienda, queremos compartir nuestra buena vibra, nuestra capacidad de tolerancia y flexibilidad. Compartir con todos, nuestros sueños, nuestras alegrías, nuestros avances. Es también, porque queremos escucharlos y educar para que nos escuchen. Mi tránsito es la constitución de lo tangible y lo intangible, la unión de lo ambiguo, la conciliación con mis sombras y mis insomnios.Va más allá de la barba física que quiero ver crecer en mi rostro.Más allá de ver frente al espejo lo que mi alma siempre ha sido y que muchos no ven o no saben ver. Es la introspección de una manera sana y coloreada para observar nuestras dualidades, para explayar nuestros conocimientos, para manejar un sistema interno holístico. Mi tránsito es la paz que siento con cada paso, cada avance, es ir disipando lo superfluo y explorar los jardines y las sequías, es vivir con libertad. Aún no me hormono, estoy con

las citas médicas. No han sido extremistas conmigo en ninguno de los dos países, pero si he vivido discriminación. He sobrevivido con suavidad porque han sido situaciones manejables, pero si sufro cuando leo en las noticias los asesinatos de mis amigos también disimiles y me pregunto ¿Es que no ven acaso esa gente genocida, que en realidad todos somos disímiles?

Que hay insurgentes pero que no son transgéneros y transgéneros que no son insurgentes. ¿Hasta dónde y cuándo van a seguir optando por

el rol de ignorante? Y no es un insulto, solo son ganas de no entender. Decidí salir del país por muchas razones, incluyendo esta como una de las más resaltantes, tengo la ciudadanía, así que aprovecho las ventajas. Como dije, aun no me hormono pero ya hace un rato veo cómo crece mi verdadera barba.


Les

cuerpes y les

sueñes Valerie Summer

DÍA DE LA MUJER Nos solemos acordar de esta fecha para dar nuestros reconocimientos a las mujeres, algunos para felicitarlas y llenarlas de flores, olvidando la razón de ser de este día. Lo grave es que sólo en una fecha somos los ese protipo de hombre que creemos ellas merecen. Ese caballero de armadura de oro, que el resto del año se olvida de tan hermosos y valientes seres. Así que, en el día de hoy, nos sumamos los hombres tans y nos comprometemos a honrar a las MUJERES desde la construcción de una masculinidad nueva que ayude a erradicar el machismo y la misoginia

presente en esta sociedad patriarcal. Conmemoramos a las mujeres cis y trans, que día a día han tenido que luchar con una sociedad machista que en muchos casos al verlas andar las atacan con “piropos” morbosos y ellas valientes siguen su camno en medio de esos cerdos que se auto enuncian “hombres”, alzamos nuestra voz por las mujeres cis y trans que han sido víctimas de abuso sexual por bastardos sin gloria y sin madre y de nosotros sale un desgarrador ahullido al pensar en las vidas que nos ha robado el sistema misogino y violento en el que estamos inmersos.

Mujeres super T, este día es de ustedes. porque son unas guerreras que con tezón son en medio de una sociedad machista, misogina, transfobica y excluyente. Gracias por hacer camino al andar, por luchar en contra de la doble moral, por ser y existir de esa manera tan poderosa y única.


TRANSITANDO ANDO Valentino Enrique Ramos

Palabras para describir lo que siento respecto a mi tránsito a valentino.

Momentos en los que sientes que la vida se tiñe de muchos colores, que de alguna manera el universo conspira a tu favor. Empiezas a creer, nuevamente a soñar. Sientes que te amas a ti mismo, porque realmente reconoces quien eres. El miedo que sentias se convierte en libertad y solo deseas Vivir.

Mi estrategia para sentirme bien es devolviendo la pelotica. Algo que empecé a hacer hace poco. (A quien use el pronombre equivocado para referirse a mí, también lo hare con ella/el/lxs para que sientan de propia mano lo que como me siento yo cuando soy tratado de forma inapropiada).

Ese es mi verdadero transito a valentino. Un tránsito que ha sido un cons tante devenir entre la masculinidad y la feminidad conocida por todos. Impuesta socialmente desde el momento en que naces.

Construir una masculidad en medio de un entorno machista es muy complicado. Porque uno crea en su mente la sensación de que si no soy así, no seré reconocido como tal por otros hombres. Pero resulta que mis buenos amigos cis género, desde el momento en que me conocieron como realmente soy, han logrado comprender que el hombre que vive sumido en su machismo, sufre.

Desde el día que inicie mi transición hace un poco más de tres años ha significado en mi vida, el cambio y la esperanza. Un tránsito que me devolvió la vida y la ilusión. Que cada día me da una razón para sentirme vivo. Por eso, a veces, pretendo escapar de todo. Porque la vida de una forma u otra me ha puesto obstáculos. Como el hecho de no poder optar por un tratamiento hormonal y con ello lograr una masculinidad reconocida por todos. La mayría del tiempo, tan solo con el hecho de que otras personas escuchen mi vos y que desde ese momento sea tratado por los demás como una mujer, inclusive por conocidos que saben del cambio de género. A ellos les importa poco, siguen los estereotipos, pero se olvidan que también merezco respeto por mi identidad.

Por ejemplo, tras no poder expresar sus sentimientos tan abiertamente o sus miedos. Sumándole a eso que la forma en la que entre hombres nos apoyamos y nos comunicamos es muy limitada. Es terminar apoyándonos el uno al otro sin necesidad de contar nada, de que alguien se siente mal por algo, porque parece que no fuera de hombres hacerlo. Sino que se percibe y se puede solo notar un poco en la mirada de cordero degollado y se habla de todo menos, por lo que se sufre. Y entre mamadera de gallo y chistes se reconforta, se fortalece nuevamente, sin abrazos, ni llantos, ni mucho menos lamentos. Pero yo que les siento sé que ellos, como a veces yo lo hago, lloran solos.


Cómo

MATAR

AL MACHO

El futbol, el porno y la calle de noche no son solo para hombres

NO BUSQUES SER PREMIADO POR AYUDAR EN LOS ‘QUEHACERES’ DE LA CASA, NO ES UNA ASAÑA, ES LO JUSTO. NO ESTOY OBLIGADO A DAR EL PRIMER PASO.

ALZA TU VOZ PARA CREAR ESPACIOS LIBRES DE MACHISMO

PUEDO SER DELICADO

NO SOMOS EL CENTRO DEL UNIVERSO.

PUEDO REIVENTAR MI MASCULINIDAD SI DICE NO, ES NO. SER PROMISCUO NO TE HACE MÁS NI MENOS HOMBRE.

N0 AL ACOSO CALLEJERO. NO TENGO PODER SOBRE NINGUN OTRO CUERPO ADEMÁS DEL MÍO, ELLA NO SE LO BUSCO. NO TIENES QUE SER EL MÁS FUERTE, NI EL MÁS RÁPIDO, NI EL MEJOR. RECONOCE LA EXISTENCIA DE PRIVILEGIOS. NO BUSQUES EXCUSAS, NO HAY FORMA DE JUSTIFICAR LA VIOLENCIA.

NO COSIFIQUES. NO TILDAR COMO FEMINACIS A CUALQUIERA QUE CUESTIONE MIS PRIVILEGIOS. NO SIEMPRE TIENES QUE TENER GANAS LOS

HOMBRES LLORAN.

RECONOCE LA DIVERSIDAD SEXUAL Y DE GÉNERO.

SI


Porque

SER TRANS es

MARAVILLOSO


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