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Estar de buen humor, la mejor manera de sentirse bien

A medida que la risa alcanza el punto máximo, las lágrimas fluyen libremente hasta que el cuerpo se siente tan débil o fatigado que tiene que parar para recuperarse. No todo el mundo experimenta la risa de igual manera, ya que los tabúes culturales influyen en la represión sobre dicha conducta. Los efectos son múltiples, positivos y recomendables.

•Elimina el estrés. Se producen endorfinas y adrenalina que elevan el tono vital y nos hacen sentir más despiertos. •Alivia la depresión. Se produce una disminución del cortisol, ayudando a la prevención, mejora y/o curación de los problemas ocasionados por las cargas mentales. Permite ser más receptivo y ver el lado positivo de las cosas. •Mejora de autoestima. •Ayuda a mejorar la imaginación, intuición y creatividad. •Proceso de regresión. Es decir, se produce un retroceso a un nivel anterior de funcionamiento mental o emocional, generalmente como un mecanismo para aliviar una realidad que se percibe como dolorosa o negativa. •Exteriorización. A través de la risa las personas exteriorizan emociones y sentimientos.

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Efectos sociales

En la vida tenemos momentos de tristeza, de miedo o de angustia, y eso es algo por lo que todos tenemos que pasar. No obstante, el quedarte anclado en ellos o el vivirlos, aprender y sentirte orgulloso con tal hazaña, depende solo de ti. Cuando vemos las cosas con buen humor tenemos más posibilidades de tener éxito en nuestros proyectos, la motivación nos acompaña y nos beneficia y nuestro cuerpo responde mejor a todas sus demandas. Si quieres saber qué hábitos producen buen humor, sigue leyendo y te lo contamos.

•Carácter social. Aumenta las relaciones interpersonales, mejorando las habilidades de comunicación. Desinhibe y aleja la timidez.

•Facilitación de situaciones sociales incómodas.

•Ayuda a cambiar el clima organizacional y el ambiente hospitalario.

•Carácter contagioso.

Tips para estar de buen humor

•Practica un estilo de vida saludable

Si te preguntas qué hay que hacer para estar de buen humor, podemos explicar este consejo con dos dichos que no son ninguna tontería. Si piensas que “somos lo que comemos” y que “el movimiento se demuestra andando” son solo dichos estas muy equivocado. Practicar un estilo de vida saludable está directamente relacionado con el buen humor. Para empezar, el ejercicio físico libera unas hormonas llamadas endorfinas que consigan levantarte el ánimo. El deporte tiene un efecto químico, el hecho de practicarlo, hará que te sientas bien contigo mismo, y de mejor humor. • Sonríe a menudo

Lo más habitual es sonreír cuando algo nos gusta o nos hace gracia, pero ¿has probado hacerlo al revés? La risa tiene grandes beneficios para nuestra salud y al sonreír se produce un efecto bilateral, de modo que sonreímos cuando algo nos agrada y si sonreímos las cosas nos agradan más. Se trata de un hecho comprobado, y la verdad, cambiar la cara para probarlo no cuesta mucho. Además, mientras más sonrías, más te sonreirán las otras personas. Las interacciones sociales mejorarán y esto creará un ambiente en el que estar de buen humor será mucho más sencillo. • Rodéate de personas positivas

El ser humano es un ser social, y las relaciones personales son de lo más necesarias para mantener un buen estado de ánimo. Tener conversaciones agradables con gente agradable sobre cuestiones que te interesen y te enriquezcan es bueno para el humor. Sin embargo, rodearte de gente que suele criticar y sobre todo quejarse, hará que te llenes de energía negativa que tendrá un efecto devastador sobre tu humor. Ya sabes qué hacen las personas que están de buen humor así que toma inspiración de ellas porque vale la pena.

Disfruta del tiempo libre

Por lo general, solemos enfocarnos más en las metas pendientes por conseguir, que en pararnos a valorar lo que tenemos y cómo podemos sacarle el máximo partido. Está muy bien tener objetivos, pero si no nos cuidamos lo suficiente es muy difícil conseguir la motivación e ilusión necesarias para llevarlos a cabo.

Nuestro bienestar depende de muchos factores, entre ellos la salud mental y física, por lo que es imprescindible aparcar de vez en cuando el estrés y darnos un respiro.

El tiempo libre no sirve solo para estar sin hacer nada, también contribuye a nuestra realización individual, todo depende de cómo lo aprovechemos y sobre todo de que elijamos actividades que nos apetezcan, en lugar de más obligaciones que sumar a nuestra agenda.

Disfrutar del tiempo libre es algo normal y absolutamente necesario en la vida del ser humano. Más allá de dormir por las noches o de no trabajar durante el fin de semana, es muy importante poder gozar de periodos de descanso total. Por más que nos encante lo que hacemos (hablando de la vida universitaria), el trabajo supone un desgaste mental o físico (o ambos) muy elevado que repercute en nuestro bienestar y salud. Las responsabilidades, las obligaciones, las agendas repletas de tareas y las presiones hacen cada día más pesada la mochila que llevamos sobre la espalda. Ese estrés debe ser reducido con una buena dosis de descanso y relajación.

Debemos aprender cuándo y cómo detenernos. No siempre podemos estar activos. El descanso es necesario, aun cuando creamos que no lo necesitamos. Es verdad que queremos aprovecharlo todo al máximo y usar las horas libres para hacer de todo. Desde ejercicio, encontrarnos con amigos, ir de compras, hasta ir al médico. Pero necesitamos hacer una parada, por nuestra salud tanto física como mental.

El tiempo libre, como su nombre lo indica, debería ser “libre” de cualquier agente estresante y emplearse para: Descansar. Recrearnos. Relajarnos. Liberar estrés. Uno de los factores clave para disfrutar de una adecuada calidad de vida es el ser capaz de utilizar el tiempo libre de una forma agradable y gratificante. Ser capaz de darle un buen uso a tu tiempo libre será de una gran importancia para no caer en el sedentarismo y el abatimiento. El ocio no es siempre el tiempo de descanso, también es un tiempo para nosotros, el espacio para disfrutar de la vida, aquel que podemos disponer y que más habla de nosotros mismos.

El entorno

El tiempo libre tiene un atractivo componente de despreocupación, pero a veces es aconsejable programar con hora y día, con mimo e ilusión y sin miedo al fracaso, lo que vamos a hacer con él. Si además conseguimos que nuestros planes vayan acordes a nuestra edad y sean coherentes con el momento físico y psicológico en que vivimos, aseguraremos más si cabe, que todo salga a pedir de boca. El tiempo libre también se comparte. Bien planteado permite entablar nuevas amistades o reafirmar las existentes que más nos «llenan».

Las actividades de ocio hacen que el cuerpo libere endorfinas, cambie la frecuencia cardíaca, modifique la presión arterial y mejore el bienestar emocional. Por ese motivo, hay que ser firme con uno mismo y comenzar una actividad divertida, siempre con la mira puesta en sentir placer y satisfacción.

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