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RINCÓN LITERARIO
Ronrón
El anillo
Se me cubrió de colibríes el corazón al verla. El amor es una cosquilla sombría, toda agujereada, un mosquito sonando en las venas, un colador. Los gatos me miran el latido electrizante y ronronean al compás de mi amor. Los perros y los pájaros perciben mi corazón al aire libre y se estremecen como al predecir una tormenta. Si alguien lo tocara se quedaría pegado; hoy murieron cuatro ángeles, por ejemplo, por eso las chispitas al sacarme el buzo. Se me parte el corazón en pétalos. Se me vuela la sangre en alas. El amor, qué se yo… Dios se rasca el corazón de Jesús y llueve y la lluvia se emborracha de luz mientras cae se peina de viento para hacerse la linda para entrar en la tierra que aguarda con las flores abiertas.
Un niño que pesca. Un niño que pesca solo mucho tiempo. Un niño oye tanto, siempre ve. Se duerme en su mirada a veces. Despierta a la deriva de la imagen y parece que no hubiera dormido. Un niño lleva hoy su niña. No se hablan casi. Los remos al principio. Cruje apenas la canoa. Mira ella. Y él busca una lombriz. Es limpio el anzuelo. Un niño que pesca dice más con lo que ve. Dice con el mundo. La niña de sus ojos que mira. Y oye. Los anillos en el agua. La boya que se hunde. El corazón del niño.