Tiempo de Poesía, 2015

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La publicación electrónica Tiempo de Poesía forma parte del Proyecto de Colaboración Internacional Leer es un Derecho, siendo la difusión del conocimiento a través de la lectura, una herramienta imprescindible para el desarrollo social así como el objetivo central del mismo. En estos tiempos convulsos en los que vivimos; en un mundo que ha retrocedido al esperpento de Valle Inclán, no está de moda la Poesía -porque no es una simple moda- pero sí vuelve a estar en auge; vuelve a ser necesaria como el pan de cada día., que diría Celaya. En la frase de Gelman que hemos elegido a modo de presentación, la poesía se convierte en una forma de resistencia contra dicho esperpento, o como dice Mar Martínez en el poema que cierra este trabajo: en la más bella forma de Rebeldía. Como necesidad, como resistencia, como antídoto frente a la anestesia de sentimientos que cada día intenta sacudirnos, surge esta publicación, la cual adopta un formato electrónico dada su versatilidad, carácter multiplataforma y bajo coste, para alcanzar las metas perseguidas.


¿Y TÚ? Alfonsina Storni * SÍ, YO ME MUEVO, vivo, me equivoco; Agua que corre y se entremezcla, siento El vértigo feroz del movimiento: Huelo las selvas, tierra nueva todo. Sí, yo me muevo, voy buscando acaso Soles, auroras, tempestad y olvido. ¿Qué haces allí misérrimo y pulido? Eres la piedra a cuyo lado paso.

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El día 28 de octubre de 1938 Alfonsina Storni se suicidaba entrando en el mar. En esa misma fecha, 76 años después, se iniciaba el proceso de creación de esta revista; por ese motivo, queremos abrir este primer número con una pequeña selección de sus poemas.


Un Día Alfonsina Storni Andas por esos mundos como yo; no me digas que no existes, existes, nos hemos de encontrar; o nos conoceremos; disfrazados y torpes por los caminos echaremos a andar. No nos conoceremos, distantes uno de otro sentirás mis suspiros y te oiré suspirar. ¿Dónde estará la boca, la boca que suspira? Diremos, el camino volviendo a desandar. Quizá nos encontremos frente a frente algún día, quizá nuestros disfraces, nos logremos quitar. Y ahora me pregunto... ¿Cuando ocurra, si ocurre, sabré yo de suspiros, sabrás tú suspirar? No nos conoceremos, distantes uno de otro sentirás mis suspiros y te oiré suspirar.


Voy a Dormir

** Alfonsina Storni

Dientes de flores, cofia de rocío, manos de hierbas, tú, nodriza fina, tenme prestas las sábanas terrosas y el edredón de musgos escardados. Voy a dormir, nodriza mía, acuéstame. Ponme una lámpara a la cabecera; una constelación; la que te guste; todas son buenas; bájala un poquito. Déjame sola: oyes romper los brotes... te acuna un pie celeste desde arriba y un pájaro te traza unos compases para que olvides... Gracias. Ah, un encargo: si él llama nuevamente por teléfono le dices que no insista, que he salido... ** Este fue el último poema escrito por Alfonsina Storni antes de su suicidio, que no da la calve para entender algunas de las metáforas utilizadas por Félix Luna en la letra de la canción Alfonsina y el Mar, uno de los temas más bellos de la Canción Popular Latinoamericana.


Ariadne Criollo

brasas

suaves del alma,

aroma de arcanos, liberan... nostalgias que a piel los recuerdos traen sensaciones y melodĂ­as..


Metáforas Ariadne Criollo Dibujaría un mundo de metáforas en delicados trazos firmes calibrado por sensaciones Pintaría en versos simples mundo de sentimiento, en pigmentos desde pasteles suaves al rojo fuego. Ejecutaría adagio que in crescendo culmine con las metáforas de colores y los sonidos en la dulce alquimia de los cuerpos


Cuidado con las Palabras... Alejandra Pizarnik cuidado con las palabras (dijo)

tienen filo te cortarán la lengua cuidado te hundirán en la cárcel cuidado no despertar a las palabras acuéstate en las arenas negras y que el mar te entierre y que los cuervos se suiciden en tus ojos cerrados cuídate no tientes a los ángeles de las vocales no atraigas frases poemas versos no tienes nada que decir nada que defender sueña sueña que no estás aquí que ya te has ido que todo ha terminado Obras completas 1956-1960


NO QUIERO Ángela Figuera Aymerich No quiero que los besos se paguen ni la sangre se venda ni se compre la brisa ni se alquile el aliento. No quiero que el trigo se queme y el pan se escatime. No quiero que haya frío en las casas, que haya miedo en las calles, que haya rabia en los ojos. No quiero que en los labios se encierren mentiras, que en las arcas se encierren millones, que en la cárcel se encierre a los buenos. No quiero que el labriego trabaje sin agua que el marino navegue sin brújula, que en la fábrica no haya azucenas, que en la mina no vean la aurora, que en la escuela no ría el maestro.


No quiero que las madres no tengan perfumes, que las mozas no tengan amores, que los padres no tengan tabaco, que a los niños les pongan los Reyes camisetas de punto y cuadernos. No quiero que la tierra se parta en porciones, que en el mar se establezcan dominios, que en el aire se agiten banderas que en los trajes se pongan señales. No quiero que mi hijo desfile, que los hijos de madre desfilen con fusil y con muerte en el hombro; que jamás se disparen fusiles que jamás se fabriquen fusiles. No quiero que me manden Fulano y Mengano, que me fisgue el vecino de enfrente, que me pongan carteles y sellos que decreten lo que es poesía. No quiero amar en secreto, llorar en secreto cantar en secreto. No quiero que me tapen la boca cuando digo NO QUIERO...

Mujer de barro (1948)


Desarmada Ángela Figuera Aymerich No es que muera de amor, muero de ti. Muero de ti, amor, de amor de ti, de urgencia mía de mi piel de ti, de mi alma de ti y de mi boca y del insoportable que yo soy sin ti. ¿Qué golpe de ola, qué batir de viento, qué nube de tormenta o parto oscuro me colocó en la orilla, tan desnuda? Tiemblo en mis huesos frágiles; me veo las manos como vainas sin cuchillo, los labios como lirios desmayados, la frente desolada, el pecho abierto, los pies descalzos y los ojos turbios de sueños y de lágrimas inútiles. Yo quiero espinas, quiero garras, quiero algún veneno amargo y corrosivo; alas abiertas, dardos aguzados o veloces pezuñas. Quiero raíces hondas, ramas altas, cauce y muralla, brújula y refugio. Quiero saber, poder, llegar, quedarme, quiero sentirme cierta, suficiente, llena, completa, inapresable, mía… Y soy una mujer. Apenas algo. Carne desnuda, sola, desarmada.


Apuesta por el mundo Aurea Loira El miedo a lo desconocido limita nuestros pasos, el conformismo anula los sentidos envolviéndolos, el desencanto poco a poco teje su gran tela de araña, dejándonos inmóviles, presos de una celda invisible, más fuerte que cualquiera se pudiera fabricar. Manipulados para ir en manada, dejándonos guiar, perdemos sin luchar, sin darnos cuenta apenas, pasa el tiempo con su horrible frialdad, impasible, ignorantes, vivimos soñando no haber perdido nada. Apuesta cada día, por buscar senderos nuevos, descubre tú mismo, donde puedes llegar caminando. Apuesta por hacer algo para que el mundo cambie,


¡huye lo más lejos posible de la indiferencia! Apuesta por la esperanza en este mundo de odios, hay sitio para la paz que nace de la justicia. Apuesta por darlo todo, cuando lo creas necesario, vive según tus deseos, o te volverás esclavo. Apuesta por crecer libre, por cuestionar idearios, por apoyar buenas causas, por ser y no tener tanto. Apuesta por llenar cada día de color a los que te rodean, por alzar tu voz cantarina, para acallar a quien siembra odio. Apuesta porque la cultura extienda sus alas por el mundo, dejando que su paso destierre la incultura y miedos necios.


Lunas fragmentadas Aurea Loira Miles de estrellas brillan en el cielo de la noche, restos vacilantes de antiguas lunas fragmentadas. Son veneradas desde tiempos ancestrales, atraídos por su magia, presos de su belleza. Como preciosas joyas adornan un cuerpo inmenso, se unen en constelaciones con nombres de leyenda. Horas pasamos contemplando su fulgor exquisito, presos, sin duda alguna, de algún encantamiento. Persigo su misterio sin desmayo, fascinada, intentando descubrir su extraña naturaleza. Miles de preguntas me vienen al pensamiento, busco con ahínco, intrigada, algunas respuestas. El tiempo adquiere una nueva dimensión, algunas palabras resuenan en mi cabeza con fuerza. ¡Cómo no va a ser el tiempo relativo, si todo depende de la comparación que hagamos! ¡Ante el infinito y la grandeza más absoluta, cómo no sentirse pequeña y abrumada! Mi curiosidad me lleva a preguntarme, ¿quién estará en este instante contemplándonos?


¿Cómo puedes? Aurea Loira Cuando naces ya preso y de canción de cuna oyes las balas alrededor, ¿Cómo puedes tener sueños? Cuando mamas el odio, la lucha y la crueldad si es morir o matar, ¿Cómo puedes levantarte? Cuando la tierra sangra desgarrada por la muerte salpicada de horrores ¿Cómo puedes clamar paz? Cuando el infierno asoma detrás de cada amanecer cualquier cielo es prometedor, ¿Cómo puedes dudar de Dios? Cuando la vida humana no tiene el menor valor Cuando naces ya preso y de canción de cuna en manos del poderoso ¿Cómo puedes sembrar libertad?


Algún día Darío Jaramillo Agudelo Algún día te escribiré un poema que no mencione el aire ni la noche; un poema que omita los nombres de las flores, que no tenga jazmines o magnolias. Algún día te escribiré un poema sin pájaros ni fuentes, un poema que eluda el mar y que no mire a las estrellas. Algún día te escribiré un poema que se limite a pasar los dedos por tu piel y que convierta en palabras tu mirada. Sin comparaciones, sin metáforas, algún día escribiré un poema que huela a ti, un poema con el ritmo de tus pulsaciones, con la intensidad estrujada de tu abrazo. Algún día te escribiré un poema, el canto de mi dicha.


Huelga Gioconda Belli

Quiero una huelga donde vayamos todos. Una huelga de brazos, piernas, de cabellos, una huelga naciendo en cada cuerpo.

Quiero una huelga de obreros, de palomas, de choferes, de flores, de técnicos, de niños, de médicos, de mujeres. Quiero una huelga grande, que hasta el amor alcance. Una huelga donde todo se detenga, el reloj, las fábricas, el plantel, los colegios, el bus, los hospitales, la carretera, los puertos. Una huelga de ojos, de manos y de besos. Una huelga donde respirar no sea permitido, una huelga donde nazca el silencio para oír los pasos del tirano que se marcha. El ojo de la mujer (1991)


Como Tinaja

Gioconda Belli

Como tinaja En los días buenos, de lluvia, los días en que nos quisimos totalmente, en que nos fuimos abriendo el uno al otro como cuevas secretas; en esos días, amor mi cuerpo como tinaja recogió toda el agua tierna que derramaste sobre mí y ahora, en estos días secos en que tu ausencia duele y agrieta la piel, el agua sale de mis ojos llena de tu recuerdo a refrescar la aridez de mi cuerpo tan vacío y tan lleno de vos.

El ojo de la mujer (1991)


Gir贸n Emilio Emilio Gir贸n Romero Sombra que caminas Tras mis pasos, Me sigues como un pensamiento Sin recuerdo, Como una nube Que se ha perdido del cielo, Como ese verso de infortunio al que tu persigues como una Esperanza, Como esa estrella infiel, Que se ha hecho fugaz,


Girón Emilio Emilio Girón Romero El silencio, Es el verso de un alma sin rostro Cuando nace un pensamiento, Ese lugar donde un sueño, Es un simple montón de arcilla Sin las manos del escultor Donde la fantasía abre sus ojos, Hasta convertirse en realidad


Gir贸n Emilio Emilio Gir贸n Romero La vida camina con Pasos De barro, En otros tiempos su cielo, Te ense帽aba su amanecer, Ahora la noche, Me ha dejado sin estrellas, Sin luna para conversar, Mi alma va desnuda, Y mi mirada, triste, Arrastrada por el suelo.


Entre Manos Jacqueline Coquies Mestre Andaban entre manos, lunas y estrellas, como las hojas a los árboles. Confundí mis ojos con la realidad, y acabé de cabeza en ríos de mentiras. De un lugar a otro fui despidiendo miedos y contratando valor. En la soledad de las calles anduve entre manos como las lunas y las estrellas. Anduve bien en el pasado que fue presente, como las hojas a los árboles. Todo lo que llevo son mis libros de valor, no tienen igual en el mundo ni en las realidades, pero el valor que obtuve en el tiempo se lo debo a ellos. Anduve con mis explicaciones entre manos, pero enredé las soluciones:


los problemas en el mundo no tienen igual, no son como las hojas a los árboles. Partí con mis razones que creí como ciertas, mis explicaciones se libraron de mí, y yo me libré de ellas. Usé camisas nuevas con la luna nueva para que el aire nuevo entrara en mí como el silencio al cuerpo. Todo lo que llevo soy yo. Cuando no lleve nada, me llevaré el valor que obtuve en el tiempo, como las hojas a los árboles -¿recuerdas?como las poesías al cuerpo. Partí, pero antes anduve sin llegar. La muerte se consumó, hoy futuro, febril y lejano.


Letra Pintada Jacqueline Coquies Mestre Mi vida está partiendo… No voy a hacer nada para quedarme, es inútil. He considerado volar habiendo visto pocas veces el cielo. Toda ida se hace larga, todo regreso se hace eterno: camino ancho, pueblo pequeño, andar pausado, inmenso el sueño. Quienes tengan miedo, déjenle ir. -¿A quién? -Al miedo. Que nada en la vida es de uno ni es de otro. La vida preocupa a muchos, la muerte ocupa a todos. Espero a lo lejos el testimonio de una verdad que se quedó dudando en tierra…


Me he visto crecer y padecer, en el amor y en la esperanza, con gracia y sin desgracia, en las buenas y en las malas. Todos dicen saber, y uno no sabe que pensar -¿Del pensamiento? -No. De los que saben.

¡Que me consuman los silencios! ¡Todo es real! ¡Las mentiras no me harán dudar! ¡Y el que sabe, sabe, hasta en la oscuridad! Dejé de dudar, mas no pierdo cuidado; busco en el arte lo que dejé olvidado: una letra pintada con mi boquita en su mano.


Lo que dije Jacqueline Coquies Mestre Y dije, me voy… Hay que tener palabra. El regreso no será pronto, Por no decir otra cosa… Lejana soy, como mis sueños… Y el placer de escribir, Me ha torcido el alma. La amargura que nadie siente, La sufro yo, En mi silencio, de madrugada… La vaga soledad por las tardes, La sucia imagen de un poeta Que no soy yo... ¡Me asfixio! ¡Oh, mi Dios! Me duele verme con hambre Aunque nunca me ha faltado alimento, Pues, yo soy como las aves…


No es que Muera de Amor Jaime Sabines No es que muera de amor, muero de ti. Muero de ti, amor, de amor de ti, de urgencia mía de mi piel de ti, de mi alma de ti y de mi boca y del insoportable que yo soy sin ti. Muero de ti y de mí, muero de ambos, de nosotros, de ese, desgarrado, partido, me muero, te muero, lo morimos. Morimos en mi cuarto en que estoy solo, en mi cama en que faltas, en la calle donde mi brazo va vacío, en el cine y los parques, los tranvías, los lugares donde mi hombro acostumbra tu cabeza y mi mano tu mano y todo yo te sé como yo mismo. Morimos en el sitio que le he prestado al aire para que estés fuera de mí, y en el lugar en que el aire se acaba cuando te echo mi piel encima y nos conocemos en nosotros, separados del mundo, dichosa, penetrada, y cierto, interminable.


Morimos, lo sabemos, lo ignoran, nos morimos entre los dos, ahora, separados, del uno al otro, diariamente, cayéndonos en múltiples estatuas, en gestos que no vemos, en nuestras manos que nos necesitan. Nos morimos, amor, muero en tu vientre que no muerdo ni beso, en tus muslos dulcísimos y vivos, en tu carne sin fin, muero de máscaras, de triángulos obscuros e incesantes. Muero de mi cuerpo y de tu cuerpo, de nuestra muerte, amor, muero, morimos. En el pozo de amor a todas horas, Inconsolable, a gritos, dentro de mí, quiero decir, te llamo, te llaman los que nacen, los que vienen de atrás, de ti, los que a ti llegan. Nos morimos, amor, y nada hacemos sino morirnos más, hora tras hora, y escribirnos y hablarnos y morirnos.

Recordando a Sabines (2006) (Selección: Chepita de Sabines)


Como tú

Edsijual Mirabal

Hay mujeres que embellecen los espacios reuniendo los colores y los vuelos hay mujeres que alimentan con sus sueños y proyectos los senderos de la tierra jardineras de conciencia constructoras de palacios en las nubes compañeras entrañables de las plantas y las aves; hay mujeres como tú que abonan los caminos con ideas y con cantos estudiantes y juglares, luchadoras y poetas danzarinas y labriegas; hay mujeres que sabiendo que la vida es un milagro se despliegan en jirones, caravanas, volantines y festejos y sabiendo que la vida cuesta tanto sueñan, velan y trabajan... y sabiendo que la vida es un encuentro aman, sólo aman.


Hemos aprendido Edsijual Mirabal Me asomo a la noche devolviendo sobre mí misma transitando al caracol del tiempo he aprendido… hemos aprendido; en el lugar más oscuro se halla la luz sólo hay que esperar que avance el reloj o que gire el orbe un fragmento, todo lo contiene un destello, son muchos destellos mi voz es tu voz y la de muchos la soledad, es sólo ficción ser, es siendo contigo y con el mundo sólo en mi corazón hallo refugio como en tu corazón, hallo la paz


Me miro en el espejo del pasado Berta Lucía Estrada Me miro en el espejo del pasado, laberinto sin Ariadna, sus estancias me son vedadas mi imagen se cuela a través de mis dedos Estoy sentada debajo de la luna, su luz ilumina la zanja donde mi otro yo yace en palidez eterna Soy Narcisa, contemplo mi infortunio en el espejo de la noche, roto en millones de fragmentos, roído por la humedad Palabras encadenadas sin susurro en los labios del último sueño Cubro mi rostro con la máscara de la muerte derribado el árbol de la eternidad prisionera de la monotonía compañera de mí misma en este viaje sin retorno esfinge de la oscuridad me estanco en el corredor de la soledad


Sherezada Berta Lucía Estrada Sherezada, llama de la noche de los tiempos, -discípula secreta de Hefestos, testigo muda de los amores de Afroditacogita al calor de la fragua, estaña las remembranzas Sherezada, sacerdotisa de las quimeras, delinea la aurora, vence al crepúsculo Sherezada, ama del fuego, lo acaricia con su lengua el hierro fundido se desliza entre sus dedos, lo abraza en su propia forja Parada frente al yunque, con la lumbre quemándole las manos, Sherezada, herrera de vocablos, suelda las sílabas moldea imágenes, crea verbos


Sherezada, gata silenciosa, se desliza cada noche por lo vericuetos de la memoria sale indemne de su laberinto

La voz viene de las profundidades de la historia atraviesa eras geol贸gicas SOMOS SOMBRA Y OLVIDO Sherezada, hija de la noche, acaricia su cabellera, huele a 谩loe y canela venidos de reinos rec贸nditos de la ruta de la seda

Los dos poemas de Berta Lucia Estrada pertenecen a su libro La ruta del espejo, (Editions du Cygne, Paris, 2012) y fueron seleccionados por la autora para esta publicaci贸n


Anuncio Luis Carlos Ramírez Lascarro Vengo de la muerte para avisaros... Jaime Jaramillo Escobar

Venimos de más allá de más acá del otro lado del miedo bajo los sobacos de la muerte junto a la capital de la nada, jurisdicción del olvido, provincia desunida del destierro. Somos labriegos de esperanzas infructuosas mineros del espanto y otras calamidades, limosneros taciturnos, indeseables, desechables cifras apenas, estadísticas estatales, mendigos de otro tiempo perdido... Arrebatados a balazos, daños colaterales exiliados en nuestra propia tierra: ¡Desplazados... por la violencia! Reflexiones desde la ventanilla de un bus urbano, en Barranquilla


Huésped de ti Luis Carlos Ramírez Lascarro …de olvido y años de ausencia Que regresa para quedarse y no irse nunca Gonzalo Arango

Algún día - Uno de estos días Me sacudiré el polvo de otras ciudades, Plantaré en tu mirada la bandera raída de mis sueños: Estiraré mis huesos Y te rodearé con mis ojos. Escupiré un par de maldiciones por el tiempo perdido, sonreiré, Y abriré las maletas de mi alma: Cargadas de ti, de mí junto a ti. Huésped de ti: Beberé de ti, nuevamente, !Hasta que se borre mi nombre de tu vocabulario!


Luis Carlos Ramírez Lascarro ¡Oh la salvaje inocencia de un cuerpo desnudo! Juan Gustavo Cobo Borda

Tazar la línea que atraviesa tu espalda, es Trazar la curvatura del tiempo, Galopándote. Ir desatándote nudos: Perder. Extraviarse. Volver, saciado de ti, Con el rocío de la infinitud Entre las manos.


Desaprender Mar MartĂ­nez (14 11 03)

Desaprender para seguir aprendiendo . Desaprendiendo para volver a vivir


Que me disculpe la poesía Mar Martínez (06-11-2014)

Que me disculpe la Poesía por entenderla como la más bella forma de Rebeldía. A los poetas Gracias!


Cuando estábamos realizando los ajustes finales y cierre de la edición de esta obra, recibimos la triste noticia del fallecimiento de Eduardo Galeano, uno de los mayores escritores latinoamericanos contemporáneos, así como uno de los intelectuales más destacados y comprometidos de la región.

Vaya desde estas páginas nuestro más sincero tributo a su memoria.


Tiempo de Poesía Edita:

Proyecto Leer es un Derecho Coordinación y Edición digital:

Antonio Ureña García Poemas Originales

Ariadne Criollo (Uruguay) Aurea Loira (España) Edsijual Mirabal (Venezuela) Girón Emilio (España) Jacqueline Coquies Mestre (Colombia) Luis Carlos Ramírez Lascarro (Colombia) Mar Martínez (España) Fotografía: Antonio Ureña

Tiempo de Poesía by Antonio Ureña García is licensed under a Creative Commons ReconocimientoNoComercial-SinObraDerivada 4.0 Internacional License.


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