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Brechas digitales: entre el derecho al acceso y la educación

La desigualdad que enfrentan las mujeres en el campo tecnológico es abrumadora. En Barranquilla hay un laboratorio que busca contribuir a la disminución de esta disparidad.

Como un reto de transformación e inclusión se vislumbra el actual panorama de la desigualdad digital en el mundo. Y es que a nivel global, los hombres tienen 25 % más probabilidad de contar con los conocimientos y habilidades para usar la tecnología que las mujeres, según datos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

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En América Latina, 40 % de las mujeres, es decir, más de 89 millones, no están conectadas o no pueden costear el servicio de internet.

El organismo expone que si bien el acceso a internet y a dispositivos electrónicos es una condición necesaria en la vida diaria, este no es suficiente para obtener los beneficios de las tecnologías digitales.

Según ONU Mujeres Colombia, 184 millones menos de teléfonos móviles están en manos de mujeres que de hombres, acompañado de que solo el 5 % de las mujeres pueden tener acceso a internet a nivel global y tan solo el 2 % del capital de inversión en las empresas está orientado a empresas que han sido fundadas por mujeres.

Además, solo el 30 % de las mujeres accede o se atreven a estudiar carreras asociadas a Para Maribel Cotes, integrante de la Oficina territorial de ONU Mujeres, las cifras son abrumadoras, lo que invita a generar más acciones que detengan esta coyuntura.

“Ese 5 % lo tenemos que aumentar. Hay que poner en la mesa la necesidad de cambiar la situación y eso se realiza con iniciativas que fomenten una generación de igualdad”.

la tecnología de información, matemática y las ciencias.

¿Cómo cambiar el panorama? ¿Es la educación la solución?

La brecha digital también implica la falta de habilidades para acceder, consultar, producir y analizar datos, información y contenidos, lo cual se ha convertido en una nueva forma de exclusión social equivalente a lo que hace 30 años era no saber leer y escribir.

De igual forma, las Naciones Unidas resalta que la distribución desproporcionada en las labores de cuidado, que en su mayoría desempeñan mujeres y niñas, obstaculiza sus posibilidades de participar en el mercado laboral, que cada vez es más digital y está más vinculado a la tecnología.

Es por ello que el pasado 23 de marzo, ONU Mujeres Colombia en alianza con la Universidad del Norte, con el apoyo de la Oficina de Población, Refugiados y Migrantes de Estados Unidos (PRM, por sus siglas en inglés), lanzaron el Laboratorio de Impulso Económico, estrategia del proyecto ‘Más allá de las banderas somos mujeres’, que busca impulsar la empleabilidad y el emprendimiento de mujeres migrantes venezolanas, colombianas retornadas y de comunidades de acogida.

“Este laboratorio se lanza en el marco de la brecha digital porque creemos que podemos capitalizar la fase pasada de emprendimientos y de empleabilidad”, dijo Cotes.

Asimismo, Helda Marino, jefe de la Oficina de Mujer, Equidad y U Mujeres, las cifras son abrumadoras, lo que invita a generar más acciones que detengan esta coyuntura.

Como coordinadora del nuevo laboratorio, Mariangela López destacó las herramientas que podrán tener las mujeres para ayudar a disminuir esta brecha. “Todas las participantes del laboratorio han pasado por un proceso de empoderamiento para llegar ahora a un proceso de formación y acompañamiento técnico”.

La ingeniera de sistemas Nathaly Lozano celebró la puesta en marcha del laboratorio como una oportunidad para que los obstáculos sean nulos y el avance de las mujeres en el mundo digital sea más protagonista en el mercado actual.

Acciones que alzan banderas. Trabajar en el fortalecimiento de liderazgo, medidas de protección frente a los servicios digitales y el empoderamiento económico representan las tres líneas en las que la directora del acuerdo de la ONU y la Universidad del Norte para esta iniciativa, Ana Liliana Ríos, hizo énfasis.

“El laboratorio promueve ayudar a las mujeres en competencias para una mayor empleabilidad, pero también a aquellas que tienen emprendimiento apoyarles con capital semilla y asesores que ayuden con el fortalecimiento de sus proyectos”.

“Me da mucha satisfacción porque recuerdo las épocas en donde por falta de dinero no podía tener un computador y aún así trabajaba en unos algoritmos que en ese tiempo necesitaba”.

Lilian Travieso es una de las beneficiadas del proyecto. Gracias a ello ha podido incursionar en el campo de las tecnologías, ya que ofrecen una canasta digital que incluye dispositivos electrónicos para que puedan afianzar sus habilidades.

“A veces cerrar la brecha no es solo que tengamos celular, sino que podamos acceder a internet, un aspecto que es limitado cuando no tenemos recursos económicos y a través de esto podremos generar nuestros propios ingresos para ello”.

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