

El trabajo realizado tiene fines educativos y está destinado a ser utilizado por alumnos, docentes en los cursos del Core Currículo, FORHUM y Talentos. Este trabajo contribuye al fortalecimiento de la investigación y la docencia académica, permitiendo a los profesores y alumnos explorar y mejorar el conocimiento de las artes visuales presentes en la exposición museográfica de “Espacios Compartidos” en 2024. Esto facilita un desarrollo integral en los estudiantes.
Este material fue supervisado por la Dirección del Museo UNIS ROZAS-BOTRÁN, con el objetivo de integrar el desarrollo académico de los estudiantes de la Universidad del ISTMO de Guatemala a través de una beca educativa. Los estudiantes participan en un programa de horas beca donde tienen la oportunidad de desarrollar su conocimiento mediante un enfoque integral que complementa su formación académica brindando horas de trabajo.
Dirección Aldo Bianchi
Coordinación Sofia Galindo
Alumnos Hora Beca
Rosario Hernández
Lucía Lara
Elissa Lemus
Nayeli Santizo
a. Sala de exposiciones temporales
Fundación Rozas-Botrán en alianza con la Universidad del Istmo, crean el primer Campus Museo del mundo en el año 2017. Gracias a esta alianza, los amantes del arte contemporáneo tendrán la oportunidad de presenciar las diferentes colecciones pertenecientes a la colección Rozas Botrán.
Las principales funciones del museo es educativa, social, lúdica y recreativa. La investigación, la preservación y la organización forman el sistema basal de esta nueva propuesta cultural. Entre las obras seleccionadas se encuentran piezas representativas del arte moderno y contemporáneo guatemalteco y centroamericano.
¿Quiénes somos?
El Museo UNIS ROZAS-BOTRÁN es el primer Campus Museo cuyo interés radica en integrar el arte y la arquitectura universitaria, estableciendo un diálogo interno con los alumnos y el público en general.
Buscamos transformar a cada individuo a través de experiencias sensibles y enriquecedoras mediante el arte. Transformamos a la persona a través del arte ofreciéndole una visión más amplia, sensible y abierta del mundo. Reconocer los valores humanos y éticos, defendidos por la comunidad a la que pertenecemos, asumiéndolos como principio para las relaciones de convivencia pacífica, autónoma e independiente.
Creamos nuevos métodos para la exposición de las obras de arte y ponemos en valor los espacios arquitectónicos, planteando nuevas funciones del arte dentro de la comunidad educativa y su entorno geográfico cercano, con un enfoque transversal en relación a los múltiples actores que integran el contexto. Nuestra misión es ofrecer un panorama amplio y abierto al mundo, fomentando la convivencia armónica mediante el arte. Reconocemos y valoramos los principios éticos y humanos definidos por nuestras instituciones, guiándonos por la convicción de que el arte puede inspirar relaciones de convivencia pacífica, autónoma e independiente.
Ser reconocido como líder latinoamericano en la difusión del conocimiento a través del arte, dentro de una experiencia museística centrada en una comunidad educativa universitaria y en su entorno social y económico.
Reconocer los valores humanos y éticos, definidos por la comunidad a la que pertenecemos, asumiendo como principio para las relaciones de convivencia pacífica, autónoma e independiente.
• Difundir la importancia del arte contemporáneo y demostrar cómo los artistas expresan ideas y sentimientos relacionados con los valores que se presentan.
• Promover un pensamiento de admiración hacia el arte y su importancia en la sociedad de hoy.
• Fortalecer la conciencia de la identidad, la soberanía y el aprecio por la libertad.
• Motivar en los visitantes la inquietud por la investigación sobre las dos vertientes históricas que forman nuestra cultura.
La museografía se expone en los diferentes espacios arquitectónicos universitarios en donde las obras de arte y la puesta en valor dentro de la comunidad educativa.
• Educar: educar por medio del humanismo la importancia del arte.
• Sensibilizar: sensibilizar el diálogo abierto entre la obra y el espectador.
• Lúdica: desarrollar integralmente a la persona.
• Recreativa: crear una experiencia vivencial por medio del arte.
• Guías de museo
• Visitas guiadas (colegios, escuelas, corporaciones, de capacidades espaciales)
• Clubes de arte
• Estudio de Arte
• Talleres
• Master Class
• Conferencias
• Talleres
• Capacitaciones
• Maestros de diversificado en apreciación artística acorde al CNB
• Alumnos hora/beca y pasantías
Espacios Compartidos está centrado en un viaje personal por la pintura del paisaje desplegada en la museografía 2024 del Museo UNIS Rozas-Botrán (MURB). El itinerario está definido por recorrido a través de las salas abiertas del Museo, guiado por las la naturaleza.
La exhibición muestra los diferentes entornos que pueden calificarse como paisajes: doméstico, urbano, rural, e inalterado, es decir, libre de intervenciones humanas.
La exposición no se queda con lo aparente del paisaje, ya que el movimiento y el tiempo del desplazamiento son fundamentales como mediadores para recrear la inmersión en los diferentes espacios definidos por la arquitectura de la UNIS.
La posibilidad de sentirse dentro de la naturaleza en movimiento implica que el espectador, por medio de las obras, se sienta a la deriva, descubriendo y sorprendiéndose en cada edificio con las diversas propuestas paisajistas.
El diálogo que cada persona entabla con el paisaje, le permite adquirir un sentido de pertenencia, capaz de entablar una relación con sus sentimientos y descubrir las diferentes formas de percibir su entorno pisco-geográfico. Esta actitud brinda al espectador un significado existencial del espacio.
Al tomar conciencia del espacio natural, cada persona se capacita para afirmar su comportamiento y elegir los diferentes escenarios donde desea permanecer o desplazarse. Este sentimiento, acorde con sus propias vivencias, le confiere un simbolismo personal que le permite dotar al entorno en el que vive, su forma particular de actuar.
El paisaje se encuentra dentro de una atmósfera simultánea en el entorno ecológico del tejido urbano o rural, rodeado de microclimas, mostrando que todos estamos unidos, pero al mismo tiempo separados. en nuestro escenario social.
• Oscar García. Nicaragua. S/t. Acrílico/lienzo. 118 x 118 cm. 2007.
• Juan Manuel Díaz Puerta. Argentina. “Atardecer naranja en Guatemala”. Acrílico/liezo. 122 x 270cm. 2009.
• Sebastián López Durán. Guatemala. “Edificios”. Acrílico/cerámica. 43 x 43 cm. 2012.
• Escobar Gutiérrez. Guatemala. S/t. Óleo/lienzo. 58 x 49 cm. 2008.
• Rolando Pisquiy. Guatemala. S/t. 60 x 60 cm. 2015.
• Carlo Marco Castillo. Guatemala. “Enigma”. Acrílico/madera. 41 x 38 cm. 2004.
• Francisco Estrada. Guatemala. “El café de la esquina”. Acrílico/madera. 40 x 40 cm. 2013.
• Danny Zavaleta. El Salvador. “Vuelo imperfecto”. Mixta/lienzo. 151 x 116 cm. 2013.
• Javier Valle Pérez. Nicaragua. “Paisaje lunar”. Óleo/lienzo. 140 x 120 cm. 2005.
• Lauro Salas. Guatemala. “Equilibrista”. Acrílico/lienzo. 230 x 244 cm. 2012.
• Alejandra González Escamilla. Guatemala. Serie “Lo Compun”. Impresión digital/lienzo. 35 x 55 cm. 2016.
Espacios compartidos - Edificio Biblioteca
• Esteban Solares. Guatemala. S/t. Acrílico/lienzo. 230 x 244 cm. 2022.
• Félix Vidal Chacón. Guatemala. “Numeral 27 A”. Acrílico/lienzo. 150 x 200 cm. 2015.
• Juan José Rodríguez. Guatemala. “Onírico”. Óleo/Liezo. 122 x 93 cm. 2002.
• Lauro Salas. Guatemala. “Equilibrista“. Acrílico/Lienzo. 230 x 244 cm. 2012.
• Victoria de Masch. Guatemala. “Buscando el cielo”. Acrílico/Lienzo. 230 x 244 cm. 2023.
• Alan Sumeihgx Fuentes. Panamá. “De soslayo”. Acrílico/lienzo. 102 x 92 cm. 2007.
• Mayra Klée. Guatemala. “El cielo a sus pies”. Óleo/lienzo. 62 x 52 cm. 2013.
• Mario Sagastume. Guatemala. S/t. Acrílico/lienzo. 79 x 64 cm. 2003.
Sala de exposiciones temporales
Pensar en la actualidad latinoamericana sin la asfixiante presencia del caos urbano es prácticamente imposible. Ciudades desordenadas con poca -o nula- planificación que tienden a un crecimiento tan convulso como sus interacciones y relaciones socioeconómicas, realidades paralelas en donde coexiste lo impoluto del concreto y el vidrio con lo rústico y violento del metal de una fría lámina oxidada multipropósito que puede ser un techo o, en su defecto, una pared.
El transeúnte común se limita a sobrevivir dentro de un territorio hostil abarrotado por un cúmulo de elementos que le agreden visualmente como reflejo de una sociedad que se alimenta de la sobreproducción; son todos estos atenuantes los que crean un claro desequilibrio en la forma en que se percibe el mundo, difuminando los límites entre lo natural y lo artificial.
Es en esta caótica interrelación de factores en donde el artista guatemalteco Jorge Luis Linares encuentra el leitmotiv de su práctica artística, expresándolos en un lenguaje adecuado a la práctica artística contemporánea. La producción de estas escenas desbordadas indaga en la alteración del entorno por medio de la introducción de entes impropios en la escena en Puentes al cubo (2016), sobresaturación de
imágenes como en Contaminación visual 01 (2013) o simplemente resignificando objetos como en la pieza de video Tráfico aéreo (2013) y, es así, como da vida a mundos alternativos en donde el ser humano se ve acechado y consumido por las mismas cosas que ha creado.
Haciendo uso de su formación académica, Linares forma un hilo conductor que replantea la esencia conceptual y material del paisaje urbano, partiendo de un registro fotográfico o de video, rediseña el espacio circundante, deconstruyéndolo como un algoritmo en donde cada componente incorporado digitalmente aporta conceptual y formalmente al producto final que es cada una de las piezas exhibidas, invitando al espectador a reflexionar sobre el trasfondo de conceptos como territorio, habitabilidad, pertenencia y (sub)desarrollo creando a veces lugares heterogéneos que parecen ser imposibles de habitar.
Ciertamente, un escenario como el que este conjunto de obras presenta al espectador obligará a repensar cuál es el verdadero contexto de esta relación parasitaria que se mantiene con la naturaleza y el abusivo uso que se hace de ella, pero también, buscará generar una intricada respuesta visual a los conflictos de percepción social en los que se desenvuelve el día a día del país.
• Jorge Luis Linares. Guatemala. “Contaminación Visual 06”. Fotografía digital/papel algodón. 150 x 100 cm. Edición 1/3. 2016.
• Jorge Luis Linares. Guatemala. “Contaminación Visual”. Fotografía digital/Lienzo. 270 x 250 cm. Edición 1/3. 2006.
• Jorge Luis Linares. Guatemala. “Polución x 3.1414”. Video de alta definición, animación digital. 03:05 minutos de duración. Edición 1/3. 2015. Link: https://vimeo.com/116321366
• Jorge Luis Linares. Guatemala. “Contaminación Visual 02”. Fotografía digital/papel algodón. 150 x 100 cm. Edición 1/3. 2013.
• Jorge Luis Linares. Guatemala. “Crecimiento vertical 04”. Fotografía digital/papel algodón. 76 x 50 cm. Edición 1/3. 2013.
• Jorge Luis Linares. Guatemala. “Crecimiento vertical 03”. Fotografía digital/papel algodón. 76 x 50 cm. Edición 1/3. 2013.
• Jorge Luis Linares. Guatemala. “Crecimiento vertical 02”. Fotografía digital/papel algodón. 76 x 50 cm. Edición 1/3. 2013 o 2022.
• Jorge Luis Linares. Guatemala. “Crecimiento vertical 01”. Fotografía digital/papel algodón. 150 x 100 cm. Edición 1/3. 2013.
• Jorge Luis Linares Guatemala. “Contaminación visual 04”. Fotografía digital/papel algodón.
26 x 42 cm. P.A.01. 2015
• Jorge Luis Linares. Guatemala. “Contaminación visual 02 o 10”. Fotografía digital/papel algodón. 26 x 42 cm. P.A.01. 2017.
• Jorge Luis Linares. Guatemala. “Contaminación visual 03”. Fotografía /papel algodón. 26 x 42 cm. P.A.01. 2014.
• Jorge Luis Linares. Guatemala. “Contaminación visual 01”. Fotografía/papel algodón. 24 x 42 cm. P.A.01. 2013.
• Jorge Luis Linares. Guatemala. “Cuerpos extraños”. Video de alta definición, animación digital. 16:40 minutos de duración. Edición 1/3. 2013. Link: https://vimeo.com/287030196
• Jorge Luis Linares. Guatemala. “NO-SER”. Video de alta definición, animación digital. 04:40 minutos de duración. Edición 1/3. 2022. Link: https://vimeo.com/663256388.
• Jorge Luis Linares. Guatemala. “Puentes al cubo”. Video de alta definición, animación digital. 06:50 minutos de duración. Edición 1/3. 2016. Link: https://vimeo.com/177948250
• Jorge Luis Linares. Guatemala. “Tráfico aéreo”. Video de alta definición, animación digital. 02:30 minutos de duración. Edición 1/3. 2013. Link: https://vimeo.com/86866807
El territorio, sinónimo de paisaje natural o cultural, pasa de ser una extensión de tierra y se transforma en el espacio vivido que define las relaciones entre la comunidad, el hábitat y sus vecinos.
Para continuar el viaje a la deriva por el camino del paisaje, el MURB exhibe una variedad de obras que van de la figuración a la abstracción. Más allá de los ecosistemas y del conjunto de calles, avenidas, viviendas y edificaciones llenas de actividad urbana, el paisaje es una construcción mental de contenido simbólico y proyección emocional.
A través de la mirada, se motiva la reflexión sobre los conceptos de paisaje y territorio. Estas concepciones sustentan la existencia de las sociedades que se apropian del lugar cuando le dan una carga simbólica.
El razonamiento y el diálogo nos conducen a reconocer que la naturaleza y el paisaje son bienes comunes con funciones específicas dentro de los escenarios sociales, políticos y económicos. También descubrimos el papel de la ingeniería y la arquitectura en la construcción de los conceptos mencionados.
Paisaje y territorio deben entenderse como una realidad en continuo cambio y evolución, de suma importancia para el desarrollo y la comunicación de los grupos humanos.
• César Cartagena. Guatemala. “Noche de estrellas”. Acrílico/lienzo. 116 x 126 cm. 2015.
• Mario Maffiioli Reyes. Costa Rica. “Ventana en el jardín”. Acrílico/lienzo. 200 x 200 cm. 2014.
Espacios compartidos - Edificio Biblioteca
• Rudy Cotton. Guatemala. “Geométrica III”. Acrílico/lienzo. 142 x 101 cm. 2014.
compartidos - Edificio Biblioteca
• Félix Domingo Bueno. Panamá. “Tarde de verano”. Óleo/lienzo. 92 x 122 cm. 2015.
• Manuel Antonio Pichillá. Guatemala. “Energía”. Óleo/lienzo. 90 x 65 cm. 2014.
La pintura del paisaje en Guatemala persiste, a pesar del desinterés por el tema en algunos ámbitos. Un ejemplo de la resistencia al abandono de la temática se manifiesta en los artistas que participan en Espacios Compartidos.
Los paisajistas perciben intensamente el entorno que los rodea ya sea rural o urbano. Puesto que el ojo no es tan fiel como el lente de una cámara, ellos le imprimen su propio punto de vista y le agregan su estilo particular. No es una copia fiel de la naturaleza, ni un arreglo hecho por medio de distintas técnicas. Es ni más, ni menos, una interpretación muy personal de un lugar determinado.
Este género pictórico tiene el poder de adentrarnos en bosques y montañas de tal manera que sentimos la clorofila en nuestra piel, añoramos el ambiente natural y generoso y notamos detalles que pasan desapercibidos. Acuarelas, acrílicos y medios mixtos ofrecen visiones de parajes, montañas, volcanes, ríos, lagos y escenas de pueblos entrañables, centros históricos o urbanos.
Al caminar por los espacios del MURB, vienen a la memoria grandes personajes de la historia del arte guatemalteco del siglo XX: Rodríguez
Padilla, Carlos Mérida, Antonia Matos, Jaime Arimany, Alfredo Gálvez Suárez y Humberto Garavito… Antonio
Tejeda Fonseca, Jose Luis Álvarez, Miguel Ángel Ríos, Dagoberto Váquez, Roberto González Goyri, Guillermo Grajeda Mena… Francisco Tún y el arte de las etnias mayas: Andrés Curruchiche, Juan Sisay, Alcapahá, Paula Nicho…
Los paisajistas seguirán encontrando en Guatemala fuentes de inspiración en los sistemas naturales terrestres, categorizados en 14 ecorregiones, cada una de ellas con diversos ecosistemas, así como tres grandes regiones hidrográficas, esos espacios vitales por donde corre el agua que garantiza la biodiversidad del territorio.
Asimismo, los pintores descubrirán elementos para la inspiración mientras existan arquitectos restauradores y nuevos diseñadores de espacios poblados de edificios, viviendas y oficinas; así como carreteras, parques y jardines. La naturaleza, la lectura continuada y variada, la belleza en el caos aparente de las ciudades y el bullicio de la vida serán el alimento de la creatividad.
• César Avelar. Guatemala. S/t. Óleo/lienzo. 89 x 73 cm. 2009.
• Sebastián López Durán. Guatemala. “Obreros”. Acrílico/lienzo. 98 x 155 cm. S/f
• Boris Ciudad Real. El Salvador. “Hombres y pájaros”. Acrílico/lienzo. 138 x 127 cm. 2010.
• Boris Ciudad Real. El Salvador. “Los emigrantes”. Acrílico/lienzo. 152 x 122 cm. 2008.
• Patricia Betancourt. Guatemala. “Poblado sobre la colina”. Óleo/lienzo. 100 x 150 cm. 2011.
• Paulina Pichiya. Guatemala. “Rostros y pájaros”. Acrílico/masonite. 54 x 76 cm 2022.
• Zipacná de León. Guatemala. “Paloma”. Acuarela/papel. 35 x 24 cm. 2007.
• Fabián Hernández. Guatemala. “La llave”. Óleo/lienzo. 54 x 64 cm. 2018.
• María Eskenasy. Guatemala. “Personajes de atrios de iglesia de Chichicastenango”. Acrílico/madera. 48 x 53 cm. 2010.
• Edin Morales. Guatemala. “Mujer y paisaje”. Óleo/lienzo. 64 x 64 cm. 1992.
• Mónica Serra. Guatemala. S/t. Acrílico/lienzo. 135 x 99 cm. 2005.
compartidos - Edificio Biblioteca
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compartidos - Edificio Biblioteca
• Ernesto Cartagena. El Salvador. S/t. Acrílico/lienzo. 20 x 20 cm. 2011.
• Héctor Tadeo. El Salvador. S/t. Mixta/lienzo. 90 x 117 cm. 2009.
compartidos - Edificio Biblioteca
• Sergio Alvarado. Guatemala. “Ofrenda floral”. Acrílico/lienzo. 72 x 83 cm. 2021.
• Ytzel Marcela Vega de Schroeder. Panamá. “Orquídea I”. Óleo/lienzo. 65 x 75 cm. 2007.
Espacios compartidos - Edificio Biblioteca
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• Teresa María Cevallos. Guatemala. “Entre la luz que invade relieves y silencios”. 53 x 70 cm. 2022.
• Juan Carlos Calderón. Guatemala. “Luna azul”. Acuarela/papel. 76 x 56 cm. 2022.
• Francia Monzón. Guatemala. S/t. Óleo/lienzo. 80 x 33 cm. 2008.
• Rafael Ayala. Guatemala. “Conversación”. Mixta/lienzo. 77 x 67 cm. 2002.
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• Mario Girón. Guatemala. S/t. Acrílico/lienzo. 124 x 160 cm. 2008.
• Juan Carlos Calderón. Guatemala. “Iglesias y otros altares”. Mixta/lienzo. 63 x 121 cm. 2007.
• Juan Carlos Calderón. Guatemala. “Buscando la aldea”. Mixta/lienzo. 63 x 121 cm. 2007.
• Salvador Castillo. Nicaragua. “Coche N. 58”. Óleo/lienzo. 60 x 90 cm. 2015.
compartidos - Edificio Biblioteca
• Paty Valladares. Guatemala. “Un poquito antes del amanecer, la esperanza” Acrílico/lienzo.
100 x 120 cm. 2018.
compartidos - Edificio Biblioteca
• Patricia Song. Guatemala. “Aromas de cocina”. Acrílico/masonite. 100 x 100 cm. 2004.
• Gustavo Didacio de León. Panamá. “Fruta Mística”. Óleo/lienzo. 47 x 63 cm. 2008.
• Gustavo Didacio de León. Panamá. “Bodegón Trópico escena II”. Óleo/lienzo. 55 x 55 cm. 2008.
Espacios compartidos - Edificio Biblioteca
compartidos - Edificio Biblioteca
• Patricia Betancourt. Guatemala. “Jarro con flores”. Mixta/línea. 244 x 230 cm. 2022.
• Gerardo González Álvarez. Guatemala. “La orquídea del bosque”. Acrílico/lienzo. 194 x 94 cm. 2014.
• Ricardo Silva. Guatemala. “Versos del mar (poesía abstracta)”. Acrílico/lienzo. 150 x 250 cm. 2008.
José Efraín Recinos Arriaza nació el 22 de julio de 1903, en El Salvador. Sin embargo, vivió la mayor parte de su vida en Guatemala, en donde formó una familia en cuyo seno nació el inolvidable maestro Efraín Recinos Valenzuela.
Recinos Arriaza, un hombre de ideas avanzadas para su época, fue un pintor realista. Su obra fue una expresión directa de sus sentimientos más profundos y personales. Se enfocó en capturar la esencia y la atmósfera de los paisajes y las escenas que pintaba, de tal forma que sus emociones se perciben a través de las certeras pinceladas y los colores de la tierra.
Las profesionales Amalia Arias y Gabriela Chávez, de Fundación CREA (Centro de Rescate, Estudio y Análisis Científico para el Arte), que restauraron una entrañable colección privada de paisajes de Recinos Arriaza, comentan que las acuarelas evidencian la espontaneidad y la necesidad de plasmar su visión artística.
A medida que exploraba su creatividad, Recinos encontró una forma propia de transmitir su mundo interior. Puede ser que su estilo haya desafiado las normas convencionales para conectar con los espectadores a un nivel emocional profundo. Sus obras son como ventanas hacia
su alma por donde asoman imágenes que representan el entorno natural que lo rodeaba.
Esa cualidad artística se manifiesta en la manera ingeniosa para adaptar materiales no convencionales, que no son precisamente los ideales para la acuarela. Actitud que manifiesta el carácter del artista que privilegiaba la emoción sobre la técnica y el soporte, creando obras que resonaban con pasión interior.
Su legado no se limitó al arte. Este pintor jugó un papel fundamental como padre. Supo guiar y nutrir el talento innato de su hijo, Efraín Recinos Valenzuela, un ser humano con una personalidad sobresaliente, un genio creativo que, a través de la orientación de su padre, logró alcanzar su máximo potencial y dejó una marca en la historia del arte que perdura hasta hoy.
Soñador e idealista, con un elevado talento creativo, reflejó su personalidad no solo en sus pinturas. También el hijo dio frutos abundantes a partir de las cualidades paternales. José Efraín Recinos Arriaza fue un alma apasionada que encontró en la expresión de sus sentimientos la verdadera esencia del arte.
• José Efraín Recinos Arriaza. Guatemala. “Quetzaltenango”. Óleo/lienzo sobre soporte de plywood47 x 61cm. Años 70.
• José Efraín Recinos Arriaza. Guatemala. “Arco del Cerrito del Carmen ciudad de Guatemala”. Óleo/lienzo sobre soporte de plywood. 48 x 56 cm. 1942.
• José Efraín Recinos Arriaza. Guatemala. “Mixco Viejo, salida de la ciudad de Guatemala”. Óleo/lienzo sobre soporte de plywood. 34 x 45 cm. 1979.
• José Efraín Recinos Arriaza. Guatemala. “Entrada a Quetzaltenango por Almolonga”. Óleo/lienzo. 37 x 47 cm. 1979.
• José Efraín Recinos Arriaza. Guatemala. “Bodegón con jícaras y aguacates”. Óleo/lienzo sobre soporte de plywood. 57 x 60cm. 1973.
• José Efraín Recinos Arriaza. Guatemala. “Lirios y Crisantemos”. Óleo/lienzo sobre soporte de plywood. 61.5 x 46.5cm. 1968.
• José Efraín Recinos Valenzuela. Guatemala. “Pueblo de cerca y de lejos”. Mixta. 87 x 150 cm. 1974.
compartidos - Edificio Centro Estudiantil
• José Efraín Recinos Arriaza. Guatemala. “Cerro Siete Orejas con Cerro Pelado Quetzaltenango”. Óleo/lienzo. 41 x 57cm. Años 30.
• José Efraín Recinos Arriaza. Guatemala. “Cerro del Baúl Quetzaltenango”. Óleo/lienzo. 41 x 57 cm. Años 30.
Espacios compartidos - Edificio Centro Estudiantil Espacios compartidos - Edificio Centro Estudiantil
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Los paisajes de Jaime Arimany Rabé se distinguen por su conexión con la naturaleza. Cada lienzo evidencia que no estuvo ante ella, sino dentro de ella. En esta intimidad, el color construyó paso a paso el cuadro.
Al llegar el modernismo, los paisajistas europeos trataron de superar la imitación de la naturaleza, desligándose de los cánones clásicos. Pronto se unieron a las nuevas tendencias generadas en París y adoptaron distintas formas de representar la realidad, a la manera del cubismo, hasta llegar al surrealismo y la abstracción.
En el Nuevo Mundo, el panorama pictórico fue distinto. Si bien es cierto que el arte latinoamericano tiene raíces europeas, debido a la atracción que la vanguardia parisina ejerció sobre los jóvenes intelectuales, estos, al buscar nuevos horizontes, llegaban a Europa conscientes de las identidades que se estaban forjando en sus naciones de origen.
Jaime Arimany Ribé fue uno de ellos. Nació en Guatemala en 1908 y creció en un entorno que buscaba elementos para su desarrollo en las raíces mesoamericanas. En aquellos años se conocieron las obras de la
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literatura indígena descubiertas por expertos franceses, así como las ruinas mayas de Tikal, Piedras Negras y Quiriguá, entre otras. En París, Miguel Ángel Asturias publicó, en 1930, las Leyendas de Guatemala, inspirado en su traducción del Popol Vuh. Por otra parte, en 1934 se fundó el Museo de Arqueología.
Muchos jóvenes artistas trabajaron como dibujantes en ese museo. Revalidaron en sus propuestas las expresiones estéticas precolombinas, tal como lo estaban haciendo la literatura y, especialmente, la arquitectura, que utilizó en sus soluciones la integración plástica a la manera maya.
En 1942, Arimany expuso por primera vez sus pinturas en la Academia Nacional de Bellas Artes, hoy Escuela Nacional de Artes Plásticas, en donde había iniciado sus estudios. En 1940, obtuvo el Gran Premio Internacional del Club de Artes y Oficios de Nueva Orleans, Lousiana. De aquí en adelante, encontró la manera de ser fiel a la belleza del paisaje con una actitud naturalista inclaudicable.
• Jaime Arimany. Guatemala. “Paisaje”. Óleo/lienzo. 50 x 60 cm.
• Jaime Arimany. Guatemala. “CAN”. Óleo/lienzo. 50 x 60 cm.
• Jaime Arimany. Guatemala. “Río”. Óleo/lienzo. 50 x 60 cm.
• Jaime Arimany. Guatemala. S/t. Óleo/lienzo. 50 x 60 cm.
• Jaime Arimany. Guatemala. ”Finca”. Óleo/lienzo. 50 x 60 cm.
• Jaime Arimany. Guatemala. “Reflejos de Iztapa”. Óleo/lienzo. 50 x 60 cm.
• Jaime Arimany. Guatemala. S/t. Óleo/lienzo. 50 x 60 cm.
• Jaime Arimany. Guatemala. “Puesta de sol”. Óleo/lienzo. 50 x 60 cm.
• Jaime Arimany. Guatemala. “Ruinas de Santa Clara, Antigua Guatemala”. Óleo/lienzo. 50 x 60 cm.
• Jaime Arimany. Guatemala. “Ruinas de Nuestra Señora de los Remedios, Antigua Guatemala”. Óleo/lienzo. 50 x 60 cm.
• Jaime Arimany. Guatemala. “Atitlán”. Óleo/lienzo. 50 x 60 cm.
• Jaime Arimany. Guatemala.”Amatitlán”. Óleo/lienzo. 50 x 60 cm.
• Jaime Arimany. Guatemala. “Ruinas de Antigua Guatemala”. Óleo/lienzo. 50 x 60 cm.
• Jaime Arimany. Guatemala.”Ruina de Antigua Guatemala”. Óleo/lienzo. 50 x 60 cm.
• Jaime Arimany. Guatemala. “Atitlán”. Óleo/lienzo. 50 x 60 cm.
• Jaime Arimany. Guatemala. S/t. Óleo/lienzo. 50 x 60 cm.
• Jaime Arimany. Guatemala. “Ruina de Antigua Guatemala”. Óleo/lienzo. 50 x 60 cm.
• Jaime Arimany. Guatemala. “Ruina de Antigua Guatemala”. Óleo/lienzo. 50 x 60 cm.
• Jaime Arimany. Guatemala. “Atitlán”. Óleo/lienzo. 50 x 60 cm.
• Jaime Arimany. Guatemala.”Río”. Óleo/lienzo. 50 x 60 cm.
• Jaime Arimany. Guatemala. “Ruina de La Santa Cruz, Antigua”. Óleo/lienzo. 50 x 60 cm.
• Jaime Arimany. Guatemala.”Pueblo”. Óleo/lienzo. 50 x 60 cm.
• Jaime Arimany. Guatemala. S/t. Óleo/lienzo. 50 x 60 cm.
• Jaime Arimany. Guatemala. “Lago de Atitlán, caída de sol”. Óleo/lienzo. 50 x 60 cm.
• Jaime Arimany. Guatemala. “Atitlán”. Óleo/lienzo. 50 x 60 cm.
• Jaime Arimany. Guatemala. “Atitlán”. Óleo/lienzo. 50 x 60 cm.
• Jaime Arimany. Guatemala. “Risco de Atitlán”. Óleo/lienzo. 50 x 60 cm.
• Jaime Arimany. Guatemala. ”Árbol 4/5”. Óleo/lienzo. 50 x 60 cm.
• Jaime Arimany. Guatemala. “Paisaje del Lago de Atitlán”. Óleo/lienzo. 50 x 60 cm.
• Jaime Arimany. Guatemala. ”Árbol”. Óleo/lienzo. 50 x 60 cm.
• Jaime Arimany. Guatemala. “Cerro de oro”. Óleo/lienzo. 50 x 60 cm.
• Jaime Arimany. Guatemala. “Paisaje del Lago de Atitlán”. Óleo/lienzo. 50 x 60 cm.
• Jaime Arimany. Guatemala. “Atitlán”. Óleo/lienzo. 50 x 60 cm.
• Jaime Arimany. Guatemala. “Atitlán”. Óleo/lienzo. 50 x 60 cm.
• Jaime Arimany. Guatemala. “Ruinas de Santa Clara Antigua”. Óleo/lienzo. 50 x 60 cm.
• Jaime Arimany. Guatemala. ”Casita de Atitlán”. Óleo/lienzo. 50 x 60 cm.
• Jaime Arimany. Guatemala. “Atitlán”. Óleo/lienzo. 50 x 60 cm.
• Jaime Arimany. Guatemala. “La finca”. Óleo/lienzo. 50 x 60 cm.
• Jaime Arimany. Guatemala. “Árbol”. Óleo/lienzo. 50 x 60 cm.
• Jaime Arimany. Guatemala. “Paisaje del Lago de Atitlán”. Óleo/lienzo. 50 x 60 cm.
• Jaime Arimany. Guatemala. “Bodegón”. Óleo/lienzo. 68 x 80 cm.
• Jaime Arimany. Guatemala. “Bodegón”. Óleo/lienzo. 68 x 80 cm.
• Jaime Arimany. Guatemala. “Bodegón”. Óleo/lienzo. 68 x 80 cm.
La deriva, como concepto, sugiere un traslado sin rumbo fijo, una aventura para conocer nuevos lugares, adquirir nuevos conocimientos y viajar de forma espontánea para vincularse con el medio cercano. Dentro de este contexto, en el MURB, la pintura del paisaje es el escenario que favorece esta experiencia.
El paisaje, entendido como un territorio, es más que la representación visual de un entorno natural o urbano; proporciona la narrativa que da sentido a la aventura y al intercambio entre el ser humano y ese entorno. La deriva ofrece la oportunidad de sumergirse en este paisaje, de absorber su esencia y de experimentar la relación cercana del individuo y el entorno.
Al transitar por la original arquitectura museal del MURB, no encontramos limitaciones para que la curiosidad y la espontaneidad guíen nuestro camino. Esto nos lleva a descubrir detalles inadvertidos del paisaje, perspectivas distintas e historias atesoradas que nuestros sentidos descubren.
En el camino, reinventamos los paisajes a través de nuestros pensamientos, cultura y vínculos sensoriales. Cada encuentro con el arte tendrá un significado personal y distinto, propiciado por el diseño museográfico creado en el territorio ocupado por el Museo. Cada muro de cada nivel representa una “parada” en un lugar diferente, que nos ofrece una experiencia visual distinta.
Cuando nos aventuramos, nuestros sentidos se ven estimulados a través de colores, texturas, vídeos, textos o la voz del guía. De esta manera, los sorprendentes paisajes nos cuentan historias insólitas, de manera figurativa o abstracta, sobre accidentes geográficos, cuerpos de agua, poblados rurales y núcleos urbanos.
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• Josué Hernández. Guatemala. “El tiempo y el viaje”. Acrílico/MDF. 244 x 240 cm. 2019.
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• Anaí Martinez-Mont. Guatemala. “Serie Topógrafos”. Mixta/MDF. 245 x 240 cm 2018.
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• Sergio Alvarado. Guatemala. “El paseo del sol”. Mixta/MDF. 240 x 288 cm. 2014.
• Fabián Hernández. Guatemala. “Pequeños paraísos”. Óleo/Lienzo. 250 x 244 cm. 2019.
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• Fabián Hernández. Guatemala. “Puerto”. Acrílico/MDF. 244 x 270 cm. 2014.
• Sergio Alvarado. Guatemala. “En noviembre”. Óleo/lienzo. 230 x 244 cm. 2019.
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• Katia Miranda. Guatemala. “Paisaje 1”. Acrílico/MDF. 244 x 240 cm. 2018.
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• Josué Hernández. Guatemala. “Alusión al vuelo”. Acrílico, tinta/lienzo. 244 x 270 cm. 2014.
Las primeras aventuras del ser humano parece que fueron el andar en ese paisaje natural que le rodeaba, y la experiencia de habitar. Por un lado , el espacio nómada, intangible, deshabitado y cambiante. Por otro, el espacio sedentario cerrado, habitado y sólido; un espacio que ofrece relativas certezas y continuidades.
Para los creyentes, la naturaleza es el escenario en el que Dios manifiesta su poder y provincia. En el Cantar de los cantares, como en ningún otro libro de la Biblia, la naturaleza interesa por sí misma. El hombre se mueve en ella como pieza de un todo. Cada cosa tiene su función en una especie de convivencia rítmica y armónica.
En la práctica del recorrido, los sentidos humanos encuentran sensaciones gratas que la naturaleza ofrece con generosidad inigualable. Cuando el sol reparte luz, la vida se renueva y se percibe su rumor en cada cosa. El agua corre alegre, portadora de vida, el viento esparce a manos llenas
los perfumes de las flores. Es el lenguaje vivo por medio del cual se expresa el amor.
El otro transitar, el sedentario, se realiza por medio de tramas urbanas, unas veces ordenadas y otras no, que exponen la geografíadel terreno y la acción y la interacción de factores naturales y humanos. En el paisaje urbano, los estilos arquitectónicos se mezclan algunos elementos naturales, sonidos, colores , formas y texturas. Cada ciudad tiene una historia que es la suma de millones de historias.
• Mary Cielo Sierra. Colombia. “Tamarillos IX”. Óleo/lienzo. 140 x 120 cm. 2013.
• Elsie Wunderlich. Guatemala. “Mangales enlazados”. Acrílico/lienzo. 135 x 109 cm. 2014.
• Amalia Padilla-Gregg. Panamá. “Frutas del trópico”. Mixto/lienzo. 117 x 92 cm. 2011.
• Roberto Barahona. Guatemala. “Las pozas de Semuc Champey”. Óleo/lienzo. 90 x 120 cm. 2013.
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• Mauricio Linares. El Salvador. “Cráter”. Acrílico/lienzo. 91 x92 cm. 2014.
• Javier Alas. El Salvador. “El paisaje”. Acrílico/lienzo. 122 x 92 cm. 2014.
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• Javier Alas. El Salvador. “El peñón”. Acrílico/lienzo. 76 x 121 cm. 2014.
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• Doniel Espinoza. Guatemala. “Equilibrio urbano”. Acrílico/lienzo. 143 x 96 cm. 2009.
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• Fernando Salazar Andrino. Guatemala. “La velocidad del amor”. Óleo/lienzo. 112 x 95 cm. 2013.
• Braulio Motos. Panamá. “Escenarios Ocres”. Óleo/lienzo. 130 x 129 cm. 2008.
En la aparente sencillez del arte naif, llamado también ingenuo, primitivo o popular en nuestro medio, se esconde la profundidad del alma del artista. Cada pincelada forma parte de una historia que celebra lo simple y cotidiano.
En el Siglo XX evolucionó la pintura Naif, ingenua, primitiva ejercida por artistas sin formación académica. En la actualidad, estos términos, que se consideran imprudentes, trataron de encasillar al arte proveniente muchas veces de lugares remotos, en donde una parte de sus habitantes se expresaba ingenuamente.
Sin contactos con el arte culto, los artistas autodidactas procedentes de las etnias mayas actuales exaltaban valores formales que no son los que promueven las academias: la perspectiva obviada, la escala humana desproporcionada, los colores intrincados, que forman parte de un juego formal en el que la línea se torna caprichosa y los límites de la imaginación no existen.
La reserva con la que surgieron esos artistas es casi la misma con la que fueron y aún hoy son recibidos. Generalmente no se toman en cuenta en las exhibiciones de las zonas urbanas, salvo en contadas excepciones.
Su trabajo ha sido analizado bajo patrones de lo exótico. Sin embargo, como creadores, aportan al arte guatemalteco una riqueza que sigue pendiente de profunda valoración.
En Guatemala, esta tendencia se dio a conocer durante los años cincuenta, especialmente en el área occidental del país, por medio de artistas de las etnias mayas cuya ocupación principal era la agricultura o las actividades artesanales. Para desarrollarlo, sus exponentes utilizaron materiales y concepciones plásticas propias del denominado arte culto de tradición occidental.
Entre los primeros artistas reconocidos como pioneros de este movimiento se encuentran Andrés Curruchich (1891-1969), de San Juan Comalapa, Chimaltenango un municipio de cultura kaqchikel y Rafael González y González (1907-1996), de San Pedro La Laguna, Municipio de Sololá, cuya cultura es zutujil. También se puede mencionar a Juan Sisay (1921-1989), del Municipio de Santiago Atitlán, quien inició su actividad a finales de los años cuarenta y que, conjuntamente con Curruchich, ocupó un lugar importante en ámbitos socio culturales indígenas.
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• Jaime Arimany. Guatemala. “Árbol”. Óleo/lienzo. 58 x 70 cm.
• Jaime Arimany. Guatemala. “Volcán”. Óleo/lienzo. 51 x 61 cm.
• Jaime Arimany. Guatemala. “Ruinas de Santa Cruz”. 50 x 60 cm.
• Jaime Arimany. Guatemala. “Atitlán”. Óleo/lienzo. 58 x 70 cm.
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• Jaime Arimany. Guatemala. “Ruina”. 50 x 60 cm.
• Jaime Arimany. Guatemala. “Bodegón”. Óleo/lienzo. 65 x 80 cm.
• Jaime Arimany. Guatemala. “Bodegón”. Óleo/lienzo. 65 x 80 cm.
• José Efraín Recinos Arriaza. Guatemala. “Güisquiles”. Óleo/lienzo sobre a plywood. 46 x 61 cm.
• José Efraín Recinos Arriaza. Guatemala. “Pitayas”. Óleo/lienzo sobre a plywood. 51 x 58 cm.
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• José Efraín Recino Arriaza. Guatemala. “Orquídeas (Dendrobium densiflorum)”. 43 x 58 cm. Óleo/lienzo sobre plywood. 1979.
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• José Efraín Recinos Arriaza. Guatemala. “Calle principal de Mixco”. 46 x 60 cm.
La museografía 2024 se funda en la deriva. Es una invitación a dejarse llevar para experimentar la presencia del círculo cromático desarrollado en su totalidad. Es un viaje ininterrumpido a través de espacios diversos que conducen a la luz.
El joven Jaime Arimany Ribé, después de estudiar en Guatemala, continuó su formación en México, en la Academia San Carlos; los Estados Unidos, en Ottis Academy, Los Ángeles, recibió varios cursos de arte en el Museo Metropolitano, en San Francisco, California y otros en la Academia de Bellas Artes de París, Francia.
Con una caja de caoba que se convertía en caballete y un cúmulo de conocimientos adquiridos, Arimany emprendió “un camino hacia la síntesis de las formas, afín a las tendencias que se desarrollaban a su alrededor entre 1944 y 1954.”
Regresó a su tierra natal, en donde se incorporó a la organización industrial de su familia. Vivió dedicado a sus empresas, a su familia y a la pintura, que practicaba al aire libre y en su amplio estudio. Fausto, hijo del pintor, recuerda que, cada fin de semana, su papá preparaba los últimos detalles de aquella caja de caoba que, como un transformer, se convertía en caballete.
Entre 1930 y 1953, se formaron varios colectivos de intelectuales guatemaltecos, entre ellos, Triama, Tepeus y Arcada; este último marcó la división entre los pintores paisajistas y de vanguardia con tendencias europeas. En los tres colectivos participó Arimany. A partir de la década del 40, el artista presentó su obra en numerosas exposiciones en distintos espacios y galerías, tanto en Guatemala como en otros países de Centroamérica y en los Estados Unidos.
Sus descendientes recuerdan que pintar era, para él, entrar en otro mundo. Un ámbito sin problemas, donde encontraba paz y donde no interesaba el tiempo más que para contemplar los detalles que la naturaleza ofrecía.
En estos recorridos museográficos, en su calidad técnica, la pintura de Arimany puede considerarse como un estudio sobre la naturaleza y la teoría del color. También puede entenderse como una liberación de la imitación fiel de tiempos pasados y la precisión de la cámara fotográfica, en la constante búsqueda y necesidad del artista de la contemplación y la comunicación del bien, la bondad y la belleza. (2/3)
• Santiago Otzín. Guatemala. “Zuníl”. Óleo/lienzo. 70 x 90 cm. 2004.
• Marco Antonio Cutzal. “Olintepeque”. 70 x 90 cm. 2002.
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*Acercamiento de la obra
• Salvador Simón Cúmez. Guatemala. “Valle de la Ermita”. Óleo/lienzo. 300 x 120 cm. 1984.
• Haroldo Amaya. Guatemala. “La Merced”. Óleo/lienzo. 72 x 90 cm. 1983.
• Leonel del Cid. Guatemala. “Árbol”. Acuarela/papel. 33 x 53 cm. 1987
• Carlos Escobedo. Guatemala. “Enredadera”. Acuarela/papel. 27 x 37 cm.
• Félix Vidal Chacón. Guatemala. “Geometrismo escénico”. Acrílico/lienzo. 90 x 90 cm. 2010.
• Melvin T. Juárez. Guatemala. “Altiplano”. Acrílico/lienzo. 244 x 230 cm. 2021.
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• Santiago Tuc Tuc Apen. Guatemala. “Viendo señales en el cielo”. Óleo/lienzo. 45 x 56 cm. 1980.
• Salvador Simón Cúmez. Guatemala. “Comapapa y mercado de antes”. Óleo/lienzo. 70 x 89 cm. 1980.
• Filiberto Chalí Xocop. Guatemala. “El casamiento”. Óleo/lienzo. 70 x 92 cm. 1988.
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• Salvador Simón Cúmez. Guatemala. “15 de septiembre y vista panorámica del pueblo de San Juan Comalapa”. Óleo/lienzo. 100 x 130 cm. 1982.
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• Juan Fermín González. Guatemala. “Corrida de toros local”. Óleo/lienzo. 58 x 46 cm. 2001.
• María Cristina Cubillas de Lambur. Guatemala. “Xela”. Acrílico/lienzo. 24 x 36 cm. 2001.
• Flavio Mich Chalí. Guatemala. “Florencia de América”. Óleo/lienzo. 79 x 104 cm 1984.
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• Hugo Gonzalez Ayala. Guatemala. “Pueblo a orillas del lago”. Óleo/lienzo. 70 x 92 cm. 1990.
• María Gabriela. Guatemala. S/t. Acuarela / papel. 48 x 57 cm.
• Pablo Tobar Henry. Guatemala. “Calle de las campanas, Antigua Guatemala”. Acrílico/lienzo. 71 x 90 cm. 2002.
• Ana María de Rademann. Guatemala. “Bugambilia”. Óleo/lienzo. 29 x 32 cm.
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• Navipop. Guatemala. “Serie Q’omanee (Curador) (Rsamab’al wati’t nmama’ Taa’ Tu’r Tiyaq’iin B’aqol b’aaq)”. Talla en cedro y conacaste. Medidas variables. 2023.
• Juan Bautista Navichoc Pop. Guatemala. “Ofrenda I”, serie Ancestral. Acrílico/lienzo. 244 x 220 cm. 2021
Autor de un inmenso legado que muestra la sensibilidad para ver los colores de la naturaleza y la habilidad para capturar el sentimiento de entrañables lugares.
Las obras de Jaime Arimany Rabé evidencian la dedicación y la inagotable curiosidad que lo llevó a representar un variada temática: retratos, bodegones, naturalezas muertas y paisajes boscosos y rivereños, accidentados, verdosos y húmedos; así como perspectivas rurales que incluyen entornos cerca del mar. Cada una refleja su actitud creativa y el valor de su memoria pictórica.
Su pintura destaca por la “huella de la luz”, de tendencia impresionista, realizada con pinceladas rápidas, pastosas y gruesas que revelan el círculo cromático, a través de la yuxtaposición de colores primarios y secundarios. Así obtenía mayor luminosidad y brillantez, ya que la mezcla de colores es óptica y tiene lugar en la retina del espectador. Precisamente la museografía parte de esta cualidad, desarrollada en su totalidad.
(3/3)
Arimany fue un emprendedor que supo equilibrar su vida de negocios con su vocación artística y cimentar una familia que lo recuerda con admiración y respeto. Con su caballete de caja francés, una estructura muy fácil de transportar y en la que, además, se podían incorporar una paleta y una caja de óleos, dedicaba interminables horas a pintar al aire libre.
No cabe duda que Jaime encontró el potencial solar de Guatemala debido a su posición geográfica y su relieve terrestre. Tuvo una gran capacidad para armonizar su vida empresarial y familiar, para dedicarse a identificar las condiciones únicas que buscaba atrapar en el lienzo: la incidencia de la luz en los valles guatemaltecos, la dirección del aire, el movimiento de las nubes, el parpadeo de la luz en el agua…
• Jaime Arimany. Guatemala. “Amatitlán”. Óleo/lienzo. 50 x 60 cm.
• Jaime Arimany. Guatemala. “Volcán”. Óleo/lienzo. 50 x 60 cm.
• Jaime Arimany. Guatemala. “Amatitlán, Silla del Niño”. Óleo/lienzo. 50 x 60 cm.
• Jaime Arimany. Guatemala. “Canal de Iztapa”. Óleo/lienzo. 50 x 60 cm.
• Jaime Arimany. Guatemala. “Canal de Iztapa”. Óleo/lienzo. 50 x 60 cm.
• Jaime Arimany. Guatemala. “Amatitlán”. Óleo/lienzo. 58 x 68 cm.
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• Jaime Arimany. Guatemala. “Atitlán”. Óleo/lienzo. 50 x 60 cm.
• Jaime Arimany. Guatemala. “Atitlán”. Óleo/lienzo. 50 x 60 cm.
• Jaime Arimany. Guatemala. “Atitlán”. Óleo/lienzo. 50 x 60 cm.
• Jaime Arimany. Guatemala. “Atitlán”. Óleo/lienzo. 50 x 60 cm.
• Jaime Arimany. Guatemala. “Río”. Óleo/lienzo. 50 x 60 cm.
• Jaime Arimany. Guatemala. “Río”. Óleo/lienzo. 50 x 60 cm.
• José Efraín Recinos Arriaza. Guatemala. “Crisantemos”. Óleo/liezo. 30 x 45 cm. 1979.
• José Efraín Recinos Arriaza. Guatemala. “Abstracto”. Óleo/cartón. 46 x 61 cm. Años 70.
• José Efraín Recinos Arriaza. Guatemala. “Río Dulce. Óleo/lienzo. 1972.
• José Efraín Recinos Arriaza. Guatemala. S/t. Óleo/lienzo. 1971.
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• José Efraín Recinos Arriaza. Guatemala. Diversas partituras para marimba como “Emma” vals para piano. Y “Sollosos” que pueden escuchar la música en el Ipad colocado en el Centro estudiantil. https://www.canva.com/design/DAF6DaksdSw/Y_qjJSskoMcllHsL5Sm1YQ/watch?utm_ content=DAF6DaksdSw&utm_campaign=designshare&utm_medium=link&utm_source=editor
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• Sydia Reyes. Venezuela. “ABA Línea Up”. Hierro. 80
Los caminos se enroscaron y el paisaje fue apareciendo en la claridad de las distancias enigmático y triste, como una mano que se descalza el guante. Miguel Ángel Asturias
Nuestra percepción del mundo está guiada por nuestros sistemas sensoriales y la capacidad de transitar en el espacio que nos rodea. Esta combinación nos impulsa a crear conceptos de paisajes con identidad, porque hacemos nuestras las características geográficas de las regiones que admiramos. Las reinventamos y las almacenamos en nuestro imaginario.
En el MURB consideramos que el paisaje es la representación artística de un territorio o un lugar humanamente sentido, materializado por artistas asombrosos, que pintan con la capacidad de trasladar al lienzo los sentimientos guardados en nuestro imaginario.
Son artistas que descubren los estímulos multisensoriales de la naturaleza. Su retina interpreta la energía de la luz que da identidad a los paisajes. Así es Roberto Barahona, reconocido por el MURB como Artista del Año.
No todas las culturas son “culturas paisajistas”. La contemplación del entorno requiere salir de él; verlo desde fuera. Nosotros los guatemaltecos contamos con varias herramientas culturales para sentir el paisaje, entre ellas, las obras de grandes escritores que describen su belleza.
Diferentes generaciones de pintores han creado obras que representan nuestro entorno y nuestro vocabulario cuenta con distintas palabras para decir paisaje, tales como campo, horizonte, naturaleza. Igualmente somos capaces de interiorizar y reflexionar profundamente al estar frente a los distintos paisajes que nuestro territorio nos ofrece.
El trabajo de Roberto Barahona ha requerido toda su imaginación, energía y tiempo.
Roberto vive inmerso en los mundos de agua y clorofila de Guatemala, su país de origen. Son lugares de atmósferas verdes y azules, que simbolizan la identidad para los guatemaltecos. El MURB nos da la oportunidad de asombrarnos frente a paisajes que podemos sentir mientras recorremos esta exposición.
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• Roberno Barahona. Guatemala. “San Andrés Xecul”. Óleo/liezo. 16 x 51 cm. 2023.
• Roberno Barahona. Guatemala. “Bruma en Zunil”. Óleo/liezo. 36 x 40 cm. 2023.
• Roberto Barahona. Guatemala. “Contraluz”. Acrílico/MDF. 250 x 273 cm. 2019.
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• Roberno Barahona. Guatemala. “Amanecer en la laguna Chichoj”. Óleo/liezo. 30 x 45 cm. 2023.
• Roberto Barahona. Guatemala. “Verapaces/diccionario de verdes”. Acrílico/MDF. 250 X 273 cm. 2014.
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• Héctor Sitán. Guatemala. “Lluvia pertinaz”. Óleo/lienzo. 72 x 83 cm. 2013.
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• Hector Sitán. Guatemala. “Niñas de San Miguel”. 30 x 40 cm. 2017.
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• David Ordóñez. Guatemala. “Claustro de la Merced, Antigua Guatemala”. Mixta/masonite. 154 x 140 cm. 1989.
• Edgar Marroquín. Guatemala. “Indomable”. Óleo/lienzo. 150 x 115 cm. 2023.
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• José Mazariegos Rodríguez. Guatemala. “Altiplano de San Marcos”. Óleo/lienzo. 68 x 78 cm. 2011.
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• Jorge Mazariegos Rodriguéz. Guatemala. “San Cristobal el Alto, Totonicapan”. Óleo/lienzo. 7.55 x 1.02 cm. 1990.
• Jorge Mazariegos Maldonado. Guatemala. “Pradera de Tecpán”. Óleo/lienzo. 172 x 263 cm. 1992.
• Edgar Marroquín. Guatemala. “Realidades del altiplano guatemalteco”. Óleo/lienzo. 150 x 150 cm. 2023.
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• Mayra Klée. Guatemala. “Entre mares”. Óleo/lienzo. 79 x 69 cm. 2007.
• Boris Ciudad Real. El Salvador. “Los tres”. Mixta/lienzo. 59 x 52 cm. 2011.
“La misión de compartir el arte con sentido de vida plena”
El servicio del MURB se desarrolla en cuatro áreas: educativa, qué es el ámbito para fomentar la investigación, generar criterios y aprender a preservar las obras; social, que se desarrolla a través de diálogos abiertos entre la obra y los grupos de espectadores para formar valores; lúdica, que procura la expresión de emociones orientadas hacia la diversión y el esparcimiento; y la formación de la apreciación artística. para desarrollar criterios de orden, sistematización, intercambio de información, respecto del patrimonio artístico y goce del bien común.
Las visitas son programadas y guiadas. Estas integran una apreciación del arte por medio de la vivencia del guion museográfico basados en:
-Educativo: generar criterios por medio de la observación del arte.
-Social: sensibilizar el diálogo abierto entre la obra y el espectador.
-Lúdico: desarrollar actividades profundas en armonía.
-Recreativa: por medio del ocio ayuda a profundizar sobre la vida y mantener un conocimiento amplio de paz.