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Pongamos que hablo de vivir “Aove, salud, excelencia y vida”
“Aceite y romero frito, bálsamo bendito’, qué gran verdad, avalada por la investigación, veamos un ejemplo práctico: María José Martínez Ramírez, facultativa de la Unidad de Gestión Clínica de Endocrinología y Nutrición del Complejo Hospitalario de Jaén, ha logrado un premio de la Sociedad Andaluza de Nutrición y Dietética (SANCYD) por un trabajo de investigación sobre el aceite de oliva, realizado junto a un grupo de profesores de la Universidad de Jaén.
los cuales el ácido oleico representa del 68 al 81%, siendo por esto considerada una grasa monoinsaturada*. Su composición varía en función de diversos factores como son: variedad de la aceituna y su procedencia, grado de maduración, condiciones agronómicas y características tecnológicas de la producción en la almazara.
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Este estudio científico trata sobre los beneficios del consumo de aceite de oliva para evitar y combatir distintas enfermedades, como la fibromialgia o el estrés oxidativo de las células humanas. Ha sido publicado en la revista ‘Biological Research Nursing’, que es una de las revistas de mayor prestigio a nivel mundial de esta especialidad médica.
Según el diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, “la calidad se define como la propiedad o conjunto de propiedades inherentes a una cosa, que permiten juzgar su valor”. La calidad del aceite de oliva, viene condicionada por multitud de variables, pero es obvio, que en definitiva su fin último no debe ser otro que el de intentar satisfacer al consumidor.
Y es que queda uno perplejo al constatar los múltiples beneficios que nos aporta el consumo habitual de Aceite de Oliva, las líneas de investigación de cualquiera de las Universidades Españolas los constata mediante sus estudios, el aceite, entre otras, baja el colesterol, preserva los huesos, protege el corazón, controla la presión y la diabetes, previene el cáncer y un largo etc.
Hay muchos factores que influyen en la calidad final del aceite, estos van desde su cultivo en el campo, la recolección, el transporte, la transformación y por último, el almacenamiento. Dentro de estos factores, unos se pueden definir como agronómicos, como son la variedad de aceituna y el medio en el que se cultivan y otros son los factores industriales, como el transporte, la recepción del fruto en la almazara, la limpieza, el batido de la masa, las temperaturas de obtención del aceite o los depósitos de almacenamiento del mismo.
Por tratar el tema aunque de forma algo más cercana, podemos decir que el aceite de oliva es un componente altamente energético, aporta 9 kcal/g. que provienen de sus ácidos grasos, de
Según la acidez y el contenido en ácido oleico, el consumidor elige cual es el tipo de aceite que desea adquirir, pero no nos engañemos y