
6 minute read
¿Dónde va la soja cuando llueve?: la vida en camiones
Laalusión a un tema del primer cancionero del rock nacional en el título de la nota (¿Dónde va la gente cuando llueve?, de Pedro y Pablo), tiene una razón no fundada en la salud y la seguridad laboral. La nota está ambientada en la visita de un equipo de la Subgerencia de Comunicación a Cañada Rosquín, un pueblo pequeño y próspero en el corazón de la pampa ondulada santafesina, a 449 kilómetros de Buenos Aires, 146 de Santa Fe capital y a 5 del paraje rural donde nació León Gieco, el mismo que aportara a ese primer cancionero una canción que no tuvo la difusión de El país de la libertad pero que describe el paisaje que se despliega de camino al centro de acopio que nos espera: “voy bajando por caminos, que cruzan las tierras mansas”. “Todos los caballos blancos y el campo y el campo y el campo”, canta León y es el campo que florecido con soja, maíz o forrajeras discurre a ambos lados de la ruta nacional 34, a la vera de la cual está nuestro destino.
Para la nota, llegamos a principios del otoño, en un excepcional día de lluvia para una temporada que registró la peor sequía en 60 años y que impactó en el sector agropecuario al punto de producir una merma de casi el 45% en las exportaciones de granos. “Ven pocos camiones porque la cosecha gruesa (básicamente soja y maíz) vino floja por la sequía, incluso si mejora la temporada de lluvias va a costar recuperarse”, nos advertía Gonzalo Di Luch, encargado de Seguridad y Salud Ocupacional para todos los centros de acopio y la gran diversidad de empresas y actividades a las que se dedica AFA (Agricultores Federados Argentinos), una cooperativa presente en 100 localidades de las provincias de Santa Fe, Buenos Aires, Córdoba, Entre Ríos, Salta y Tucumán.
Advertisement

Gonzalo sabe de lo que habla, pues AFA es el principal dador de granos del país, capaz de acopiar 3.400.000 tn, en más de 100 plantas de almacenaje y cuenta con un completo sistema de monitoreo de las condiciones de producción y del mercado, entre las que se incluye el bendito clima, que comienza a regar suelos en temporada otoñal y acompañar una recuperación de la campaña que ya empieza. Esto impacta en el trabajo de quienes transportan granos y que son objeto de cuidado para la Mesa Cuatripartita de Transporte de Cereales, para quienes se acaban de elaborar dos nuevos Manuales de Buenas Prácticas: Transporte Automotor de Cereales y Transportistas de Cereales en Terminales Portuarias.
En la visita al Centro Primario de Cañada, coordinada por la Subgerencia de Desarrollo en Seguridad y Salud de la SRT, nos reciben Diego Garnero, encargado de la planta; Jorge Berta, balancero; Julio Bocasi, responsable del sector de calado y Javier Berta, quien conduce uno de los muchos camiones propios con los que cuenta AFA.
Según la Bolsa de Comercio de Rosario (donde reside la sede de AFA), en la cosecha 2022/23 se realizaron 1.700.000 viajes menos de transporte de granos, lo que exigió un gran esfuerzo del Estado y de las empresas para minimizar la pérdida de puestos de trabajo. Para la campaña fina y gruesa 2023/24 se espera una mejora del 45%, con impacto favorable en el transporte y comercialización de cereales y en las exportaciones.
“Yo soy el responsable general y tengo ocho encargados regionales para el resto del país, es poco pero estamos impulsando la ampliación del servicio en Higiene y Seguridad. Siempre la demanda supera los recursos, hay que formar referentes todo el tiempo”, asegura Gonzalo. Capacitar y delegar para prevenir, eso que parece una frase hecha, es una dinámica absolutamente real e indispensable; sobre todo para poder contar con un responsable que supervise condiciones y medioambientes de trabajo in situ, que pueda capacitar en las maniobras críticas de cada establecimiento, que monitoree las operaciones y pueda corregir y evitar accidentes o enfermedades en tiempo real. “Ese es el ideal para cualquier actividad y vamos en ese camino”, aseguran en AFA.
Te contamos en este video como es el trabajo del transportista de cereales.

Pero, ¿Cuáles son los accidentes y enfermedades más comunes que hay que prevenir o tratar? En AFA suscriben las preocupaciones que exhiben las estadísticas y nos cuentan cómo trabajan para gestionarlos.
Al subir, al manejar, al bajar, al manipular herramientas de trabajo: cuidarse siempre. El proceso de trabajo que implica a transportistas posee riesgos en todas las etapas del proceso que se despliega desde que ingresan al acopio hasta que salen rumbo a las playas de espera para descarga o directamente a puerto. Los acopios responden por las medidas de seguridad vinculadas a las logísticas del predio en que ingresan los camioneros, tanto cuando son dadores de carga como cuando cambian granos provenientes de sus silos de secado o fumigado.
“Es difícil trabajar con la cultura de seguridad, empezando por los Elementos de Protección Personal (calzado y casco básicamente, pero también indumentaria adecuada), aquí lo tenemos señalizado y lo exigimos permanentemente, pero nosotros recibimos transportistas de otras empresas, con diferentes costumbres y hay que uniformar criterios”, asegura Di Luch.
Los accidentes más comunes para las estadísticas del sistema -actualizadas al 2022- son las caídas al mismo nivel o en desniveles (comunes al desplazarse en superficies irregulares y resbaladizas, ascender o descender del camión, cuando se produce el enlonado/desenlonado, al supervisar la distribución de la carga sobre el acoplado). Está prohibido que el chofer se trepe al acoplado, ni en el calado de granos, ni en la descarga con plataformas de volcado o la carga a la vera del silo. Tampoco entra en contacto con los productos químicos conque se fumigan las cargas afectadas por plagas.
“Pese a contar con silos de secado, nosotros siempre tenemos cereal listo para acortar la estadía del chofer en el acopio, se le carga lo mismo que trajo y sale para puerto. Tratamos de que dé una vuelta completa en 40 minutos aproximadamente, sin necesidad de hacer largas colas o estacionarse dentro del predio”, precisa Diego Garnero. Esta dinámica afecta un problema central para las y los transportistas de cereales y otras cargas, que no se registra en ninguna estadística siniestral, y es el costo en tiempo y carga mental que tiene ser la variable que compensa cualquier desajuste logístico del proceso que va desde la carga en campo o centro de acopio y la descarga en puertos, pasando por las alternativas del trayecto en rutas (los choques están entre las causas de accidentes más frecuentes) playas de precalado y calado. Cualquier demora o retorno para secar o fumigar cargas o redireccionar descarga de un puerto a otro, implica horas y hasta días que amplían la cantidad de tiempo que pasan sobre la unidad y lejos de sus casas y sus afectos.

“Cuidar la salud de los trabajadores que pasan por aquí es norma para nosotros y hace mucho que no tenemos accidentes, que es el ideal para todas nuestras plantas y operaciones”, nos cuenta Gonzalo, quien enfatiza la necesidad de consolidar una cultura de la prevención que no sólo torne en protagonistas responsables a los líderes regionales sino a cada trabajador y trabajadora.
Esto es clave porque los ámbitos laborales son lugares en donde -por lo general- pasamos el grueso de nuestra vida útil y en camiones también se vive, se recrea un mundo en el que la cabina y sus comodidades se transforman en el cobijo y el confort de casi todos los días. Es cierto que hay vida en camiones, pero que para ser digna tiene que proteger la salud psicofísica de las casi 200.000 personas que trabajan saliendo de sus casas a recorrer el país para abastecernos a todos y todas, o lo que es lo mismo decir -y recurriendo por última vez al cancionero del rock nacional naciente y a la pluma de Spinetta- “llevando buenas cosas” mientras transitan las “rutas argentinas hasta el fin”.
Conocé las medidas preventivas en la carga y descarga de cereales en los centros de acopio.

ENLONADO / DESENLONADO
Recomendaciones
l Evitar en todos los casos subirse arriba del camión o treparse del mismo.

l A la hora de enlonar, se deben realizar la totalidad de los nudos que presentan las lonas y revisar aquellos que poseen el sistema de destape rápido. Es una buena práctica verificar el cierre adecuado y chequear periódicamente.
l Verificar en forma previa al viaje el estado de la lona y de todos los chicotes (sogas), en caso de encontrar algún deterioro, se deberá reemplazar en forma inmediata.
l Es importante que el desenlonado y el enlonado se realicen correctamente. Se debe ajustar la lona sin dejarla floja, ya que al ponerse en movimiento el vehículo, la acción del viento y la velocidad, puede hacer que la lona o cobertura se desprenda, provocando una situación riesgosa. l Se recomienda tomar de a dos chicotes para evitar la caída a nivel del conductor por rotura o corte de la soga. l Para realizar el enlonado y desenlonado, el conductor deberá posicionarse de forma tal que no quede expuesto a la zona de circulación de otro vehículo, verificando el paso vehicular previo al inicio de la maniobra. l Para evitar las posturas forzadas y las posiciones incómodas, realizar el desenlonado y el enlonado del camión con la ayuda de los elementos correspondientes (cañas, pértiga, sistema de destape rápido, etc.). l Utilizar los EPP adecuados.