Análisis de la experiencia del 3er Encuentro Nacional de Centros de Ciencia

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CONSTRUYENDO JUNTOS

INFORME DE SISTEMATIZACIÓN DEL III ENCUENTRO NACIONAL DE CENTROS DE CIENCIA ANÁLISIS DE RESULTADOS

MINISTERIO DE CIENCIA, TECNOLOGÍA E INNOVACIÓN

VICEMINISTERIO DE TALENTO Y APROPIACIÓN SOCIAL DEL CONOCIMIENTO

DIRECCIÓN DE CAPACIDADES Y DIVULGACIÓN DE LA CTEI

FUNDACIÓN ZOOLÓGICA DE CALI - FZC

CENTRO DE COMUNICACIÓN E INNOVACIÓN CIUDADANA

Santiago de Cali, marzo de 2022

Porque todo lo que sabemos, lo sabemos entre todos… La travesía que emprendieron los centros de ciencia para el fortalecimiento de la apropiación social de conocimiento en el país tuvo por primer desafío la convocatoria y complicidad que demandó el encuentro. Reconocemos los rostros detrás del diseño y producción del encuentro:

a. El almirantazgo de la flota – Ministerio de ciencia, tecnología e innovación… Pablo Julián Moreno, Eugenia Gaviria y Ángela Patricia Bonilla

b. La escuadra de soporte emocional y metodológico Juliana Barrero y Camila Ivana Vargas – Lado B, Igino Mercuri y Carlos Collante – El Taller Fundación

c. Los capitanes de navío – Dinamizadores de nodos regionales… Maria Camila Vélez y Fernando Dueñas – Museo de ciencias de la Universidad el Bosque, Javier Andrés Cuayal y Leidy Arango – Jardín Botánico de la UTP, Díber Albeiro Vaquiro - Museo interactivo de la ciencia y la creatividad de la Universidad de la Amazonía, Gabriela Guevara y Tatiana Miranda - Fundación Zoológica y Botánica de Barranquilla, Maria Paula Bustos y Petter David Lowy – Museo Paleontológico de Villa del Leyva, Valeria Riaños y Robert Arango – Fundación Zoológica de Cali.

d. Los contramaestres de la travesía – Facilitadores logísticos y conceptuales… Valeria Riaños, Daniel Cárdenas, Walther Mauricio Zúñiga Largo, Igino Mercuri Posada, Manuel Franco Avellaneda, Carlos Andrés Collante, Alexandra Guerra – Asociación Latinoamericana de Parques Zoológicos y Acuarios.

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RESUMEN

El Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación, Minciencias, junto a la Fundación Zoológica de Cali, FZC, desarrollaron el tercer Encuentro Nacional de Centros de Ciencia entre el 15 de octubre y el 12 de noviembre de 2021, evento desarrollado desde el 2016. El encuentro convocó a cincuenta y ocho centros de ciencia de todo el país, bajo el lema ¡Construyendo juntos! El encuentro tuvo como propósito crear un espacio de reflexión y creación conjunta entre los centros de ciencia, organizados por Nodos Regionales, para el diseño, proyección y puesta en marcha de la Red Nacional de Centros de Ciencia, iniciativa que contribuye al fortalecimiento de estos escenarios en las regiones, para desarrollo de procesos de Apropiación Social del Conocimiento, ASC.

El presente documento recupera el análisis de los acuerdos construidos por los nodos para el desarrollo y fortalecimiento de procesos de ASC en diálogo con las necesidades, posibilidades y capacidades de sus territorios.

Palabras clave: apropiación, ciencia, cocreación, diálogo de saberes y conocimientos, innovación, participación ciudadana, tecnología, centros de ciencia.

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TABLA DE CONTENIDO

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Anexo: Análisis de resultados 1. Re-Descubrirnos – Los centros de ciencia frente al territorio 5 1.1. Tierra a la vista: la región a través del catalejo del nodo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 7 1.2. El buen remar y el buen vivir: trayectorias diferenciales 2. Re-Pensarnos – Los centros de ciencia frente al SNCTI. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .22 2.1. De lo complicado a lo complejo 24 2.2. Del reconocimiento a la incidencia 31

1. RE-DESCUBRIRNOS

Los centros de ciencia frente al territorio

“Nuestra sostenibilidad está en función de la pertinencia, relevancia y vigencia social frente al territorio que nos acoge y significa” Participante del nodo Pacífico

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¿Para qué volver la vista sobre el territorio? ¿A quiénes, cómo y desde dónde hablan los centros ciencia?

Los cinco principios que fundamentan los procesos de apropiación social del conocimiento, listados en la política pública sobre la materia emitida por Minciencias, enuncia como primer elemento el reconocimiento del contexto, definiéndolo como “las prácticas de identificación e interpretación de las realidades locales, sus características, sus formas de interacción y convivencia, así como la manifestación de intereses, problemas y necesidades de los ciudadanos” (MINCIENCIAS, 2021)1 Este proceso de reconocimiento de las dinámicas territoriales es condición esencial para guardar la pertinencia y relevancia de los procesos de intercambio, exploración e innovación, toda vez que permite recuperar los códigos, relaciones y escenarios inherentes a cada comunidad, facilitando su participación, agencia y gestión de los recursos y necesidades de su realidad local.

Este principio de reconocimiento del contexto puede tomarse como un marco ético que da voz a la naturaleza y la cultura en los territorios donde se apuesta por la formalización, desarrollo o aceleración de procesos en apropiación social de conocimiento. En ese sentido, el III Encuentro Nacional de Centros de Ciencia apostó por recuperar de los participantes las aproximaciones que estos han construido sobre los contextos en los cuales inciden y se encuentran insertos: como institución cultural, como organización formal y como actor social en una realidad que le atraviesa y condiciona.

A continuación se recuperan análisis sobre estas elaboraciones territoriales a partir de los resultados construidos durante el encuentro, buscando identificar: a) cuál es el reconocimiento que hacen de sus contextos, b) qué capacidades y búsquedas movilizan en función de ese reconocimiento, y c) qué actores reconocen como socios de gestión en la ASC. Posteriormente, se desarrolla un segundo apartado dedicado a la dimensión organizativa de los nodos, recuperando las trayectorias diferenciales que deberán gestionarse en el desarrollo de la red nacional de centros de ciencia, y brindando pistas sobre las posibilidades de andamiaje para cada uno de los nodos.

1 Resolución 0643 de 2021 de Minciencias “Por la cual se adopta la Política Pública de Apropiación Social del Conocimiento en el marco de la Ciencia, Tecnología e Innovación”

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1.1. Tierra a la vista: la región a través del catalejo del nodo

Para el desarrollo de este apartado, se vuelve sobre los nodos y los acuerdos construidos frente al territorio como unidad de análisis. Para cada una de las redes territoriales se revisan: a) el reconocimiento del contexto, b) capacidades y búsquedas movilizadas, y c) identificación de socios de gestión en ASC.

Nodo Pacífico: territorio de diversidades y disparidades…

Los centros de ciencia del nodo Pacífico recuperan en su lectura del contexto un escenario donde la identidad es la diferencia. Siendo una región reconocida por procesos migratorios internos producidos por el conflicto armado y la inequidad en el acceso y capacidad de proveerse bienestar, el Pacífico se reconoce como un territorio donde convergen distintas identidades culturales, formas de entender el conocimiento diversas, códigos para comunicar e intercambiar ideas atravesados por la oralidad en lugar del escrito formal, y marcos valorativos que van desde apuestas por el procomún propias de comunidades rurales, afro e indígenas, hasta aquellas derivadas de paradigmas de la competitividad y diferenciación expresadas en grandes centros urbanos como Cali, Popayán y Pasto.

Así mismo, se reconoce un territorio con historia e interlocutores: una región poblada por comunidades nativas, algunas de ellas que resisten y que participan desde sus cosmovisiones y teleologías en la construcción de proyectos de vida territoriales, la gestión de recursos y el uso de saberes y prácticas reproducidos por generaciones y que dialogan con las dinámicas propias de los ecosistemas que se encuentran en la región. Un Pacífico donde también se da lugar a los antroposistemas, expresiones ecológicas propias de asentamientos humanos que modifican las condiciones naturales del territorio y suponen retos en cuanto a la generación, intercambio y uso de conocimientos que permitan conciliar la vida humana y silvestre. Una región donde las apuestas de futuro demandan la articulación de diferentes actores sociales en la construcción de acuerdos amplios que, desde la diversidad, garanticen las condiciones que hacen posible la vida en sus diferentes expresiones.

En ese panorama, el nodo reconoce como necesidades latentes el desarrollo de escenarios de plaza pública, plataformas que permitan el encuentro de la diversidad de actores, relatos e intereses que habitan el territorio, procesos que convoquen -en cancha niveladael saber científico con el ancestral y comunitario, el investigador académico con el líder

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afro que moviliza su comunidad, el colectivo ciudadano de artistas no formalizados junto al cañicultor o empresa minera que aprovecha las riquezas del territorio colectivo en función de intereses lucrativos. Estos escenarios de encuentro y conversa ciudadana son espacios donde se expresan diálogos imposibles, apuestas por el reconocimiento del otro en función del bienestar colectivo, experiencias que ocupan a los centros de ciencia en la medida que pueden aportar el conocimiento generado sobre las capacidades, posibilidades y necesidades de comunidades humanas y de vida silvestre, la experiencia en la construcción de marcos interpretativos para proponer alternativas de gestión y resolución de los conflictos culturales y ambientales que se expresan.

Junto a este reconocimiento de escenarios de encuentro como condición inicial para la incidencia territorial, se reconocen asimetrías en la capacidad de acceder y agenciar procesos de ASC. Siendo la presencia del estado un factor que se manifiesta de diversas formas en el territorio, deja al descubierto las tensiones entre discursos institucionales que exponen la oferta de oportunidades como evidencia de su gestión, en contraposición a la capacidad efectiva y real de comunidades rurales o de pequeños municipios para acceder a recursos -formativos, económicos, relacionales, entre otros- que fortalezcan y alimenten la recuperación, significación, transformación reflexión continua sobre los saberes y prácticas que planteen alternativas de gestión territorial y colectiva en función del bienestar y despliegue de sus capacidades. Esta realidad, lejos de ser una condición ajena a la gestión de los centros de ciencia, manifiesta la relevancia y pertinencia de esfuerzos decididos en el Pacífico por promover la democratización del conocimiento, el rescate de saberes tradicionales y la valoración de la innovación para la generación del alternativas que fortalezcan las gobernanzas locales de cara a su capacidad de auto gestión de necesidades.

Finalmente, en un territorio donde la identidad es la diversidad, el nodo Pacífico enfrenta el reto de construir formatos, códigos, relatos y territorios genuinos que tomen distancia de apuestas estandarizadas o hegemónicas en el desarrollo de espacios para la ASC. Una región caracterizada por la valoración estética del trabajo artesanal, el relato oral, la expresión corporal, tiene por reto construir modelos de comunicación y mediación en sus instalaciones e iniciativas que tomen distancias de puntos comunes encontrados en instituciones análogas en otras regiones: la concentración de la experiencia en dispositivos electrónicos, la reproducción de exposiciones en función de su éxito comercial y no su pertinencia social, las inversiones en desarrollo de espacios físicos que siguen patrones establecidos buscando rentabilidad y eficiencia por encima de identidad y relevancia cultural en las comunidades que les usan y le significan.

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Si este es el reconocimiento contextual que hace el nodo de su territorio, es posible recuperar en un segundo momento las capacidades y búsquedas que los centros de ciencia movilizan en función de esa lectura, de manera que se evidencie su correspondencia, tensión o ausencia. En ese sentido, volviendo sobre los resultados del nodo frente a los aportes y necesidades de los centros en territorio se obtienen tres elementos a destacar:

• Disposición y búsqueda de construcción de escenarios de cocreación: los cases que los centros manifiestan estar dispuestos a aportar, así como las necesidades expresadas por ello, dan cuenta del reconocimiento y movilización de los centros hacia la generación de más escenarios de encuentro y construcción colaborativa. Si bien su alcance se expresa -en primera instancia- entre los mismos centros de ciencia, es una ruta que se emprende en el ejercicio de reconocer las diferentes instituciones culturales que tiene por misión la ASC, un camino que eventualmente puede terminar convocando a la ciudadanía no institucionalizada.

• Resignificación de relatos en función de la vigencia social: el encuentro como escenario de reconocimiento del otro permite dar cuenta de marcos interpretativos y discursivos alternativos, incluso entre los mismos centros de ciencia. La orientación del nodo hacia volver sobre sus relatos en función de su vigencia social pone de manifiesto el reto por asumir en la construcción de narrativas genuinas y pertinentes que reúnan y convoquen las diversidades que habitan el territorio.

• Incidencia con conocimiento útil en escenarios de toma de decisión: la expresión de las asimetrías en el acceso y capacidad de aprovechamiento de oportunidades en función del desarrollo comunitario se refleja también en el reconocimiento del nodo en cuanto a su rol como actor social en el territorio. La búsqueda de incidencia en escenario de toma de decisión, como generadores de conocimiento en diálogo con el territorio, da cuenta de escenarios de acción que se abren en ASC en el nodo: la articulación en instancias de planificación y gestión ambiental y administrativa del territorio, y su posicionamiento en escenarios de toma de decisión, pone de manifiesto el reto de tomar posición frente a los acuerdos políticos que modulan el acceso y capacidad efectiva de acceder a condiciones y oportunidades para el florecimiento del bienestar.

Como cierre del análisis territorial sobre el nodo Pacifico, es pertinente volver sobre el reconocimiento de actores, socios de gestión identificados en el círculo de relacionamiento. Al respecto, se reconoce el reto por enfrentar en la articulación de actores que representen a la sociedad civil -formal y no institucionalizada-, toda vez que el circulo refleja una fuerte concentración en actores organizados, particularmente del estado y la academia. Este camino por recorrer encuentra eco en los intereses manifestados en términos de abrir más

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escenarios de encuentro y cocreación con diversos actores sociales. Al cabo de unos años, un indicador de éxito de este esfuerzo podría evidenciarse en la diversificación del círculo y la aparición de actores que representen los intereses de la sociedad civil, organizada y no organizada.

Nodo Eje Cafetero: el florecimiento de vocaciones científicas con dignidad y vigencia social

Los centros de ciencia del Eje Cafetero parten del reconocimiento de un territorio con gran biodiversidad y una trayectoria recorrida en la formación de competencias y vocaciones científicas en sus habitantes. Oleadas de migraciones, el aprovechamiento intensivo de la tierra y la valoración de la educación como una herramienta de transformación social convierten al territorio en un nicho para el florecimiento de instituciones culturales dedicadas a la ASC y la transformación del paisaje, algo que corresponde con la diversidad y número de participantes del nodo en el encuentro.

Frente a los retos y oportunidades que identifican en el territorio, el nodo reconoce en primera instancia una región con iteraciones en la inclusión y articulación de comunidades tradicionales en procesos de ASC: desde apuestas rurales enfocadas en el fortalecimiento de prácticas agropecuarias relacionadas con cultivos representativos del país, pasando la concentración de la oferta formativa en los centros urbanos, el eje cafetero requiere hoy de nuevos procesos dirigidos a la articulación de comunidades de conocimiento tradicional en función del bienestar territorial.

Por otra parte, la circulación de recursos económicos que apuntalen el bienestar colectivo es otra condición latente en el territorio. El posicionamiento competitivo de la empresa privada en la región, en forma de clústeres y agremiaciones cerradas, pone de manifiesto el reto de avanzar en ejercicios que fortalezcan las capacidades locales para garantizar su sustento y la canalización de recursos que permitan atender sus necesidades y andamiar el bienestar de sus territorios.

Finalmente, siendo un nicho de producción en ciencia, tecnología e innovación, el nodo reconoce en el Eje Cafetero un escenario rico en talentos cualificados y con capacidad para desarrollar procesos en ASC que dialoguen con las necesidades territoriales. Al respecto, el nodo identifica el reto de avanzar en la dignificación y reconocimiento de quienes ponen sus talentos en función de la generación, recuperación, intercambio, significación y transformación del conocimiento. Un esfuerzo que atraviesa no solo a los centros de

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ciencia, sino también en los gestores culturales que agencian los procesos de valoración, patrimonialización y reconocimiento de las expresiones identitarias propias de la región. Frente a las capacidades y búsquedas que moviliza el nodo en función de esa lectura territorial se reconocen los siguientes elementos:

• Escenarios físicos y virtuales para el encuentro y divulgación: el recorrido y experticia de los centros, en tanto instituciones culturas posicionadas en la región, facultan la capacidad para poner a disposición sus infraestructura organizativa y física para convocar, articular y reunir los actores que se pretendan fortalecer de cara a las apuestas conjuntas del nodo. Además del encuentro y amplificación de relatos en plataformas físicas, se reconocen fortalezas en la gestión de entornos virtuales para el aprendizaje y la cocreación, esto en relación con un bagaje acumulado en la exploración de formatos comunicativos que dialoguen con los códigos de generaciones digitales y de cara a ejercicios de ciudadanía digital.

• Plataformas de articulación institucional: la madurez organizativa de los centros de ciencia en relación con las agremiaciones que les reúnen (redes de jardines botánicos, museos, zoológicos), da cuenta de fortalezas y búsquedas permanentes de cooperación interinstitucional que mantienen vigentes los procesos de intercambio de conocimiento entre actores afines en sus tipologías. Si bien esto se expresa como fortaleza, también advierte la oportunidad de avanzar en la intersectorialidad, la posibilidad de articular esfuerzos desde distintas agremiaciones en función de alcanzar con relevancia y pertinencia más audiencias cogestoras.

• Experiencia en el diseño y gestión de proyectos: la trayectoria institucional de los centros de ciencia del nodo permite movilizar sus capacidades y búsquedas relacionadas con la gestión de proyectos de generación, intercambio y uso de conocimientos. El aprovechamiento de esta experticia se manifiesta en las rutas de trabajo que se abren en relación con la recuperación y valoración de saberes tradicionales de las comunidades en función del bienestar territorial, así como en el fortalecimiento de otras instituciones culturales que demandan el desarrollo de estas habilidades para enriquecer sus modelos de sostenibilidad financiera.

En relación con los actores que el nodo reconoce en el territorio como socios de gestión, al volver sobre el circulo de relaciones construido durante el encuentro, se pone de manifiesto las agremiaciones como actores de intersección y encuentro por parte de los centros de naturaleza semejante. Así mismo, la presencia de diferentes entidades de orden gubernamental constata la experiencia en gestión de proyectos, articulación y desarrollo

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de escenarios para el encuentro y divulgación; un fenómeno que apuntala la gestación de iniciativas en ASC sobre la base de confianzas ya construidas con diferentes actores regionales. Finalmente, destaca el reto por asumir en la articulación -o reconocimientode actores de la sociedad civil que nutran las reflexiones y procesos de generación de conocimiento en función de alternativas para el bienestar territorial.

Nodo Centro Oriente: un territorio con historia y porvenir…

Los centros de ciencia del nodo reconocen en el territorio Centro Oriente una región diversa en ecosistemas naturales y humanos, con talento humano capacitado, organizado y comprometido con la generación de conocimiento, con tierras privilegiadas para el desarrollo de prácticas de uso sostenible en función de garantizar la soberanía, autonomía y seguridad alimentaria de las comunidades que habitan. Así mismo, reconocen un territorio habitado por diferentes culturas que le han transformado en función de construir armonía entre sus capacidades, posibilidades y necesidades.

Respecto a las oportunidades y retos que reconocen en su contexto, se destaca en primera instancia el fortalecimiento de toma de decisiones basadas en conocimiento relevante para entender la dinamica socioambiental del territorio y procurar su bienestar. Esto en relación con la posibilidad que tienen los centros de ciencia en incidir en escenarios de toma de decisión en el territorio relacionados directamente con las prácticas de uso y consumo de la tierra y sus valores ambientales. Un reto que supone la capacidad del nodo para alinear y construir relatos compartidos que faculten participaciones asertivas frente a actores del sector empresa y estado con capacidad para modular las transformaciones del territorio y sus modelos de producción.

Por otra parte, el territorio demanda mecanismos de participación ciudadana y gestión de conocimiento que resulten en la construcción de modelos de evaluación sobre el impacto de las acciones que se implementan en relación con los procesos de generación y transformación de saberes y prácticas en función del bienestar y la gestión de necesidades territoriales. Este asunto compromete los principios y componentes de la ASC que agencian los centros desde su quehacer: la capacidad para convertirse en escenarios de encuentro y construcción colectiva que arrojen modelos de intervención ajustados a las expectativas sociales, la resiliencia territorial y la generación de bienestar para comunidades humanas y de vida silvestre

Finalmente, siendo un territorio con historia y que reúne algunos de los elementos patrimoniales nacionales significativos para comprender las formas de habitar la región en

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sus diferentes épocas, se reconoce la posibilidad de fortalecer procesos que reivindiquen la valoración, reconexión y resignificación en función de valores identitarios e históricos vinculados a su pasado, presente y porvenir.

Frente a las capacidades y búsquedas que los centros de ciencia movilizan frente a esta lectura territorial, se identifican los siguientes elementos:

• Complementariedad en lugar de competitividad: La búsqueda de incidencia en escenarios de toma de decisión frente a la gestión del territorio implica fortalecer los escenarios de articulación de los centros del nodo en función de modelos de relacionamiento desde la complementariedad, la confianza y la colaboración Esto guarda relación con la capacidad de promover en la sociedad modelos de cocreación, transformación e innovación basados en la diversidad, en lugar de la competencia por la diferenciación promovida por modelos excluyentes; un alcance de la comprensión de la ASC como mecanismos para democratizar el conocimiento, dar lugar a la diferencia y construir acuerdos en función de alternativas de bienestar para la sociedad.

• Sostenibilidad financiera y social y cultural: Las inquietudes registradas por el nodo alrededor de la pertinencia de sus acciones, las formas valorativas para dar cuenta del efecto de sus iniciativas, la vigencia de los formatos comunicativos y la búsqueda de modelos financieros acordes con su desarrolla ponen de manifiesto el ejercicio de reflexión crítica frente a su quehacer. Esto sugiere oportunidades para acompañar la exploración de alternativas genuinas y con participación de la ciudadanía en función de su vigencia social y la relevancia de los procesos de ASC que terminan por vincular y conectar a la sociedad con el centro y su sostenimiento.

• Experiencia intervención y relacionamiento en campo: El reconocimiento de una trayectoria de trabajo fuera del recinto físico del centro, en contacto con la comunidad y la realidad territorial, convierte al nodo Centro Oriente en referente de procesos aplicados a contextos territoriales específicos y en articulación con la comunidad. El reto que plantea esta experiencia está en reimaginar el lugar que tiene el escenario físico del centro y la colección que muchos de sus centros custodian; retomando las preguntas movilizadoras de la primera sesión del encuentro: ¿es posible ser un centro de ciencia sin colección o museografía? si lo que hace valioso y relevante a un centro es lo que sucede en territorio, ¿qué lugar tiene su infraestructura física? El desarrollo de las nuevas rutas planteadas por el nodo podría brindar pistas sobre esta discusión.

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Frente al reconocimiento de los actores del territorio, socios de gestión de los centros de ciencia, se reproduce la concentración de actores de orden gubernamental y académico. Este fenómeno advierte y reitera la tarea pendiente -por parte del SNCTI- de brindar mecanismos para reconocer el aporte y formas de articulación de actores de la sociedad civil en los procesos de ASC que ocurren en los centros de ciencia.

Nodo Bogotá: territorio de encuentro y decisión…

Los centros de ciencia del nodo Bogotá reconocen en su territorio un escenario rico en relatos históricos sobre su trayectoria y rol en el desarrollo del proyecto de nación. Esta posición le permite contar con un repertorio amplio de instituciones culturales y científicas que generan conocimiento sobre su diversidad ambiental y social. Igualmente, la representación de intereses de diferentes actores del orden nacional que convergen en la capital permite la expresión de movimientos ciudadanos y comunitarios que buscan participar de forma activa en la generación de conocimiento y la conservación de las condiciones que hacen posible la vida en el territorio.

Siendo Bogotá un antroposistema con alto grado de intervención en sus dinámicas naturales, resalta que la lectura del territorio se encuentre vinculada fuertemente a la dimensión social y comunitaria, emergiendo en menor medida -que no con menor importancia- los procesos ecológicos que persisten y sustentan los servicios ambientales que posibilitan la vida en la sabana.

Respecto a los retos y oportunidades que identifica el nodo, resalta como primer elemento la generación de espacios para la participación y la inclusión ciudadana, fuertemente asociada al principio de diálogo de saberes y conocimientos de la política nacional de ASC Este componente resulta coherente con el posicionamiento de Bogotá como una plaza que concentra un amplio repertorio de oportunidades laborales, lo que termina atrayendo diferentes actores -institucionales e individuos- que convergen en el territorio buscando condiciones para su bienestar y desarrollo. En ese sentido, el nodo reconoce esta condición como una posibilidad de desarrollo en procesos de ASC orientado al intercambio de lecturas y aportes frente a la construcción de alternativas que concilien el desarrollo de la capital con las posibilidades ecosistémicas.

En línea con esa búsqueda, el reconocimiento del nodo frente a la necesidad de promover el aprovechamiento y conservación de los recursos, bajo la premisa “el territorio no es una finca” pone de manifiesto la necesidad latente de comprender los efectos que la expansión urbana y la presión de la demanda ambiental tiene sobre las dinámicas ecológicas que

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determinan las condiciones de vida en la capital. Este componente goza de relevancia y correspondencia con la apuesta global por la mitigación del cambio climático y el desarrollo de modelos de desarrollo local fundados en procesos de generación, intercambio y uso de conocimientos en relación con la comprensión de dinámicas ecosistémicas y la valoración afectiva de la vida -biofilia2 - en sus diferentes expresiones. Respecto a las capacidades y búsquedas movilizadas por el nodo en función de esta lectura territorial, se destacan los siguientes elementos:

• Articulación interinstitucional: La búsqueda de persistir en el mantenimiento y apertura de las redes de articulación interinstitucional reflejan la experiencia del nodo en el relacionamiento con entidades académicas y gubernamentales que concentran su presencia en el territorio. Esto supone capacidades valiosas que pueden ponerse al servicio de la red nacional de centros de ciencia, en tanto ponen a disposición su capacidad de interlocución y establecimiento de contactos estrechos con actores representativos de entes con poca representación en las demás regiones. Así mismo, el nodo pone de manifiesto la posibilidad de enriquecer y ampliar la participación de actores de la sociedad civil en sus redes de articulación, apuntalando la búsqueda manifestada en relación con vínculos más estrechos con los diferentes movimientos y grupos sociales que inciden en el territorio.

• Incidencia en escenarios de toma de decisión frente al territorio: Refiere al reconocimiento del rol de los centros de ciencia en la generación de conocimiento pertinente y relevante para generar modelos de gestión territorial que den lugar a la conservación de condiciones ecológicas, la expresión de las cosmovisiones de quienes habitan y la atención de las necesidades latentes en función del bienestar. Esta búsqueda resalta en la medida que el nodo se ubica en la convergencia de autoridades gubernamentales de orden nacional y regional sobre las que su incidencia puede resultar en decisiones que transformen prácticas de gestión territorial y desarrollo de procesos en ASC.

• Intervención en territorio: Expresada como una ruta por recorrer, el nodo reconoce la necesidad de avanzar en el despliegue de sus talentos, recursos y capacidades en los territorios donde se expresan las necesidades y conflictos socioambientales frente a los que ejercicios de ASC pueden brindar herramientas para el fortalecimiento comunitario, el uso sostenible del territorio y la generación de soluciones que atiendan problemáticas latentes.

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2 Término empleado por primera vez por Erich Fromm y elaborado con mayor detalle por el biólogo Edward O. Wilson. Refiere a la afinidad y tendencia por el cuidado que sienten los seres humanos por lo que está vivo.

Frente a los actores territoriales reconocidos como socios de gestión, el nodo reproduce la tendencia de identificación de entes gubernamentales, académicos y de agremiaciones como los principales aliados en procesos de ASC o gestión de recursos En el nodo, el reconocimiento de esta concentración se gestiona desde la búsqueda de construir vínculos más estrechos con la sociedad civil implementando acciones en territorio de cara a la conservación de sus recursos naturales, la articulación en escenario de toma de decisión y la facilitación de escenarios para el diálogo de saberes y conocimientos.

Nodo caribe: De los paisajes inefables al sostenimiento ambiental…

Los centros de ciencia del nodo caribe reconocen un territorio de paisajes naturales y culturales inolvidables y emocionalmente competentes. El caribe es expresión de diversidad ecosistémica, tradiciones anfibias que dan cuenta de paisajes cambiantes y saberes para el buen vivir. Por estas condiciones, es una región con presencia de variedad de instituciones culturales de tipo bioespacios, plataformas de ASC fundadas sobre la valoración de la vida en sus diferentes expresiones y la conexión afectiva con su cuidado y la conservación de las condiciones que la hacen viable.

Esta exuberancia de paisajes plantea para los centros de ciencia del Caribe retos y oportunidades de florecimiento desde su quehacer. El primero de ellos, en relación con la asimetría en la satisfacción de necesidades básicas que se expresa entre diferentes poblaciones y comunidades -urbanas y rurales- de la costa Caribe. Esta disparidad se expresa en prácticas de uso y consumo del territorio que ejercen presión sobre las dinámicas ecológicas que sustentan la vida en el territorio. Este fenómeno se alinea con la presencia de bioespacios en la región, instituciones que por su naturaleza cuentan con los escenarios y herramientas para promover la investigación, valoración y transformación del territorio en función del bienestar colectivo.

Así mismo, la demanda ambiental desproporcionada se expresa en conflictos socioambientales que ponen de manifiesto la carencia de escenarios y procesos de intercambio, comunicación y gestión de conocimiento para la comprensión de las dinámicas y capacidades ecosistémicas como condición para el desarrollo de comunidades humanas y la conservación de las relaciones ecológicas. Esto guarda relación con los procesos de educación ambiental desarrollados por los bioespacios de la región, lo que supone la necesidad de fortalecimiento de sus métodos, alcances y propósitos.

Frente a las búsquedas y capacidades que el nodo reconoce a partir de la lectura territorial, se destacan los siguientes elementos:

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• Experiencia en proyectos de restauración ambiental y conservación: la fuerte presencia de instituciones tipo bioespacios con recorrido y experiencia en sus campos disciplinares convierte al nodo en un referente en cuanto a capacidades en restauración ambiental y conservación.

• Diversificación de la red de relacionamiento: la búsqueda de ampliar el alcance y naturaleza de los actores vinculados como socios de gestión del nodo se expresa en la necesidad de diversificar su red. Expresada como la intención de involucrar más entes territoriales y actores comunitarios, esta búsqueda se alinea con el fenómeno expresado en otros nodos respecto al reconocimiento de agentes de la sociedad civil y su articulación como agentes y no receptores de los procesos de ASC en territorio.

• Modelos de sostenibilidad financiera: La necesidad de generar mecanismos de fondeo y recaudo que garanticen la operación de los centros y la inversión en nuevos proyectos en materia ASC se expresa en el nodo Caribe a partir del reconocimiento de una dependencia económica de los centros frente al apoyo gubernamental y privado. Si bien este fenómeno persiste en otros nodos, el reconocimiento de esta condición pone de manifiesto la necesidad de reimaginar la forma de gestionar recursos como ejercicios de ASC por sí mismos: la generación y amplificación de conocimientos y prácticas que resulta valiosas y atractivas para la sociedad civil y que transforman la relación con las plataformas en función de relaciones de cogestión y complicidad

Frente a los actores que el nodo identifica en su territorio a partir de esta lectura, se aprecia una representación importante de organizaciones ambientales y de la sociedad civil, como los consejos comunitarios y la agremiaciones. Esto sugiere que las experiencias de restauración ambiental facilitan la construcción de confianza y colaboración en territorio, toda vez que se atienden necesidades latentes en la región, se visibilizan los talentos y capacidades de los centros y se da lugar desde la complementariedad al saber comunitario y tradicional frente a las dinámicas ambientales.

Nodo Llanos Centro-Sur: Un territorio por descubrir…

El caso del nodo Llanos Centro-Sur corresponde a una trayectoria distinta a la que los demás nodos navegaron durante el encuentro. Si bien se contó con participación de centros de ciencia representantes del nodo a lo largo del encuentro, no se logró acordar una propuesta de manifiesto y apuesta representativa para el universo de instituciones potencialmente vinculadas a la red.

Partiendo del principio sociocrático “lo suficientemente bueno por ahora, suficientemente seguro para intentarlo” los participantes de la sesión dos “Reimaginando el territorio como

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construcción colectiva” acordaron una lectura provisional sobre los retos y posibilidades que ofrece la región. Al respecto, reconocen la necesidad de fortalecer el encuentro e intercambio de experiencias entre las instituciones que desarrollan procesos de investigación científica, con el potencial de cualificar los componentes vinculados a la ASC. Así mismo, reconocen en la región una diversidad natural y cultural que supone un suelo fértil para abonar escenarios para el diálogo de saberes científicos, ancestrales y comunitarios.

La experiencia del nodo Llanos Centro-Sur puede entenderse desde la figura de aproximaciones iniciales al SNCTI en clave de la ASC, por lo que el encuentro representó una oportunidad para que instituciones de tradición investigativa entraran en contacto con los procesos sociales y culturales que permean la realidad de sus centros y los efectos que pueden tener los conocimientos generado sobre el territorio y las comunidades que lo habitan

1.2. El buen remar y el buen vivir: trayectorias diferenciales en la construcción de la red nacional de centros de ciencia…

La dimensión organizativa de la red nacional de centros de ciencia implicar reconocer cómo las trayectorias de desarrollo de uno y otro nodo requieren expresiones particulares de andamiaje por parte de los diferente agentes responsables de dinamizar el SNCTI. Las siguientes recomendaciones se formulan en función de los hallazgos identificados en las bitácoras nodales y la participación durante el encuentro. Se organizan en función de los nodos:

• Nodo Pacífico.

o Junto a Bogotá y Eje Cafetero, concentran la mayor cantidad de centros de ciencia a nivel nacional, la mayoría con el respaldo de entidades gubernamentales o del sector público, lo que determina lógicas de sostenibilidad condicionadas a la administración de recursos públicos. Destacan la Fundación Zoológica de Cali y la Fundación Andoke -ambas entidades privadas- como los únicos dos centros de ciencia reconocidos en la región y con capacidad para acompañar el reconocimiento de otras instituciones.

o Aunque la región comprende los departamentos de Chocó, Valle, Cauca y Nariño, la participación de los potenciales centros de ciencia de éstos últimos dos territorios puede fortalecerse y ampliarse. Esto quedó registrado en la

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bitácora nodal como parte de la ruta de acción acordada. Al respecto, se reconoce la posibilidad de dinamizar desde la institucionalidad Minciencias el contacto cercano y convocatoria a los escenarios de encuentro y discusión que puedan abrirse a futuro.

o Las apuestas de trabajo del nodo se orientan a fomentar el reconocimiento de los centros de ciencia de la región, lo que pone de manifiesto la oportunidad de canalizar respaldo y apoyo técnico en función de fortalecer los procesos de ASC que se gestan desde el territorio. Así mismo, se marca una tendencia hacia la reflexión crítica permanente, declarando la intención de continuar los espacios discusión y provocación conceptual similares a los desarrollados durante el encuentro.

• Nodo Caribe

o Las apuestas de fortalecimiento del nodo están encaminadas al encuentro y reconocimiento del trabajo que realiza cada uno de los centros de ciencia en sus diversas tipologías. Esto responde a que en la región, los bioespacios cuentan con amplia representación y relacionamiento por sus redes gremiales; sin embargo, este contacto no ha resultado igual de estrecho con las otras instituciones de distinta tipología. En ese sentido, estos procesos pueden andamiarse con la facilitación de instancias -virtuales o presencialespara el encuentro e intercambio de experiencias.

o Siendo una región con procesos de conservación y restauración ambiental de trayectoria, las actividades que desarrollan de forma particular los centros del nodo están estrechamente ligadas dichos componentes. Esto sugiere la oportunidad para la transferencia de conocimientos en relación con otros nodos donde se requiera.

o Los flujos de recursos que se expresan en el nodo están relacionados con los espacios divulgativos y formativos, así como el desarrollo de procesos de cualificación en la gestión de sus colecciones. Esto pone de manifiesto la oportunidad de facilitar y canalizar de forma oportuna y relevante las iniciativas de formación en esas líneas que puedan generarse desde Minciencias o sus aliados.

• Nodo Centro Oriente

o Las apuestas colectivas del nodo dan lugar a los mecanismos de fondeo como estrategias de sostenibilidad y desarrollo de iniciativas en sus territorios, lo

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que pone de manifiesto capacidades en la formulación y gestión de proyectos para el concurso en convocatorias y estímulos.

o Se manifiesta interés en acompañar el reconocimiento de los centros de ciencia del nodo, una línea de acción que podría apalancarse con la dinamización de escenarios de encuentro y socialización alrededor de los lineamientos y proceso de reconocimiento.

o Los roles/liderazgos que se declaran asumir en el nodo dan cuenta de la organización por ejes temáticos en función de la diversidad de tipologías del nodo: biodiversidad, paleontología, educación ambiental. Esto sugiere la posibilidad de canalizar y amplificar información específica en función de su naturaleza, así como de promover convocatorias especializadas de acuerdo con los intereses que tienen voz en el nodo y que se movilizan con el desarrollo de proyectos.

• Nodo Eje Cafetero

o El nodo apuesta por escenario de encuentro y conversa frecuentes para promover el contacto, soporte e intercambio de información de interés para el desarrollo de proyectos. En ese sentido, la facilitación de escenarios, relatos y apuestas que puedan llevarse a esos encuentros contribuirá a enriquecer las reflexiones y búsquedas que alineen al nodo con las iniciativas circulando en el ecosistema CTI.

o La trayectoria de las instituciones que conforman el nodo les faculta en la búsqueda de incidir en escenarios de diseño de política pública, oportunidades para las que manifiestan querer ser agentes

o El nodo se propone la gestión de bases de datos propias para el mapeo permanente de los procesos activos por parte de sus integrantes. Una fuente de información que puede articularse a los sistemas de gestión de conocimiento del SNCTI.

• Nodo Bogotá D.C.

o El nodo concentra y sostiene relaciones directas con los agentes gubernamentales y académicos más reconocidos por los otros nodos. Esto representa una oportunidad para facilitar canales de comunicación sobre la base de las necesidades identificadas por actores territoriales y el capital relacional acumulado por los centros del nodo Bogotá.

o La producción de un plan estratégico para formalizar las rutas de acción es una de las apuestas principales del nodo. De generarse este producto,

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resultaría en un insumo valioso para la estructuración y formalización de otros nodos, facilitado a través de escenarios de encuentro e intercambio de la red nacional de centros de ciencia.

o Como idea preliminar de proyecto, el nodo logró acordar explorar el diseño de una exposición itinerante dedicada al cambio climático. Acompañar la germinación de esta iniciativa representaría una victoria temprana obtenida en el fortalecimiento de los nodos y la articulación de sus talentos en procesos de ASC.

• Nodo Llanos Centro-Sur

o El nodo se encuentra en una fase germinal de su constitución. El andamiaje que podría expresarse viene dado por el acompañamiento institucional y el soporte que se pueda brindar en la generación de escenarios de confianza para el reconocimiento de los aportes que significa el participar en ejercicios como la red

En general, en los nodos se encuentran coincidencias alrededor del valor de abrir y sostener escenarios de encuentro y conversa que brinden soporte, construyan comunidad y faciliten el intercambio de experiencias frente al reconocimiento por parte de Minciencias, el desarrollo de experiencias en ASC y articulación de actores de la empresa, academia, sociedad civil y Estado.

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2. RE-PENSARNOS

Los centros de ciencia frente al SNCTI

“Tenemos una cantidad de productos y procesos en ASC, que parecieran no encajar en el sistema, que demandan formas particulares de reconocimiento que no se basen en la lógica investigativa formal (…) para que sea cierto eso de dar lugar a la diversidad y el diálogo de saberes” Participante del nodo Eje Cafetero

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¿Agrega valor el reconocimiento como centro de ciencia? ¿Es la sostenibilidad financiera un cercamiento ineludible en las instituciones culturales? ¿Puede pensarse un centro de ciencia sin colección?

“Los Centros de Ciencia son instituciones de carácter público, privado o mixto, sin ánimo de lucro, con una planta física abierta al público de manera permanente, y que tienen la apropiación social de la ciencia, la tecnología y la innovación (ASCTI) como parte integral de su misión u objeto social ”

Lineamientos para el reconocimiento de centros de ciencia (MINCIENCIAS)

La diversidad de centros de ciencia que participan del SNCTI enriquece el diálogo de saberes en relación con los temas de interés para el desarrollo social, los proyectos de vida territoriales y las formas de generar y apropiar conocimiento. Esta diversidad también supone un desafío en la articulación de esfuerzos que, en virtud de la variedad de tipologías de centros parecieran transitar en caminos inconexos o situados en orillas epistemológicas distantes. Sin embargo, un análisis detallado de los procesos que sustentan su quehacer, más allá de sus manifestaciones, deja al descubierto la reflexión crítica sobre las formas instaladas de generar, intercambiar, comunicar y evaluar los saberes que circulan en los centros de ciencia.

El encuentro, además de avanzar en la formalización de los nodos regionales, facilitó escenarios de confrontación e incomodidad conceptual, provocadores intencionados que centraron la atención sobre las angustias compartidas y las disonancias y tensionesadministrativas, culturales, políticas, identitarias- que atraviesan el despliegue de los centros de ciencia en el territorio y con las comunidades que le acogen. El reconocimiento del rol de los centros en el SNCTI demanda cuestionar en primera instancia los cercamientos que modulan su agencia e incidencia.

El presente y último apartado del documento de sistematización y análisis de resultados del encuentro inicia desnudando estas tensiones identificadas en una dimensión ontológica si se quiere: la naturaleza y expresión existencial misma de los centros de ciencia, las formas heredadas y reproducidas de ser y narrar, los techos de cristal que condicionan su forma y florecimiento, los repertorios interpretativos que se esperan de sus equipos y procesos. En un segundo momento del apartado, se transita de nuevo a la escena del SNCTI, brindando pistas sobre las rutas por recorrer en el andamiaje y fortalecimiento de estos

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espacios como plazas para el encuentro y dinamización de procesos de ASC en los territorios.

2.1. De lo complicado a lo complejo… Ser un centro de ciencia.

En el despliegue de provocaciones y movilizadores que se dio durante el encuentro, los centros participaron en discusiones que dirigieron el foco sobre concepciones fundamentales de su actividad: el saber que custodian y se manifiesta en la planta física y sus colecciones, las audiencias que construyen, atienden e invitan a sus procesos de ASC y operación, los formatos comunicativos que construyen para facilitar el intercambio de ciertos conocimientos y se constituyen en apuestas políticas -reconocidas o no- frente al tipo de sociedad y territorio que agencian A estos tres elementos, si se quiere misionales, se les suma la sostenibilidad como una condición que media y condiciona el despliegue, mantenimiento y expresión de su actividad: desde los recursos financieros que modulan sus apuestas, hasta las expectativas de recaudo y atractividad que fijan valoraciones estéticas sobre el tipo de experiencias y alianzas que deben expresarse en los centros, independiente de su aporte en términos de ASC.

Estas cuatro categorías permiten reconstruir las inquietudes, angustias y conflictos que se expresaron durante las discusiones del encuentro, además de contribuir a su trámite y gestión a partir de proponer un relato que dé cuenta de su interrelación y sugiera caminos por transitar autónomamente para cada centro.

El saber que se custodia… Herencias y cercamientos disciplinares.

La categoría de centro de ciencia, como sugiere la definición recogida al inicio de este apartado, emerge a partir de la necesidad de lineamientos que permitan describir las condiciones bajo las cuales ocurren procesos de ASC necesarios para avanzar en la democratización del conocimiento en función del bienestar colectivo y la vida en sus diferentes relaciones y expresiones. Siendo una categoría que nace para dar cuenta de unos escenarios y formas procesuales, los centros de ciencia responden a tipologías variadas que suponen prácticas de custodia de su saber ya instaladas e intrínsecas a su naturaleza: los museos y bioespacios preservan colecciones, los centros académicos líneas de investigación atractivas por su impacto, los espacios mixtos transitan entre despliegues museográficos y experiencias interactivas, entre otros.

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Estas expresiones de sus tipologías tienen orígenes diversos: algunas colecciones son el acumulado de procesos históricos de recuperación y clasificación de objetos de valor patrimonial, otras instalaciones interpretativas responden a reproducciones de experiencias que en otros países o localidades han resaltado por su atractividad y poder de convocatoria, algunas menos resultan de procesos espontáneos de construcción ciudadana en contextos particulares. Esta diversidad en su procedencia implica reconocer que estos saberes no siempre llegan, se disponen o custodian en función de las lecturas de contexto actual que puede hacer el centro, sino que se convierten en imposiciones disciplinares que buscan ganar vigencia por su valor intrínseco sin el ejercicio reflexivo y valorativo en función de su pertinencia social en la realidad local de la que participa el centro.

¿De qué habla un jardín botánico sino de plantas? ¿A qué va la gente a un zoológico sino a ver animales? ¿Dónde sucede la valoración estética sino frente a una obra expuesta en el museo? ¿Cómo se comprende la importancia del estudio paleontológico sino a través del mediador? ¿Qué es un planetario sin su sistema de proyección? Estas inquietudes se expresan en -determinados momentos- cercamientos que limitan la posibilidad de un centro de ciencia de reimaginar sus espacios y colecciones en función de la vigencia social y no de su lugar disciplinar o histórico.

La invitación al diálogo de saberes y la participación ciudadana en la construcción de estos escenarios de ASC en función del bienestar colectivo, supone enfrentar aquellas expresiones y tradiciones disciplinares que se convierten en camisas de fuerza en las formas de ser centro de ciencia, de dialogar con otros saberes y de señalar los objetos de valor que deben custodiarse. Con la toma simbólica de la sociedad de las plataformas que dicen asumir la gestión de proceso en ASC desde sus campos disciplinares, ocurren tensiones valorativas al interior del centro (el equipo humano que agencia su desarrollo) y alrededor del mismo (la comunidad que demanda reconocimiento e incidencia).

Las discusiones dadas durante el encuentro frente al saber disciplinar y su expresión en las colecciones que albergan los centros advierten la necesidad de avanzar en escenarios de reflexión y toma de decisiones con participación ciudadana frente a lo que la sociedad demanda y requiere de estos escenarios y los artefactos ahí dispuestos. Procesos de incidencia que reafirmen el lugar del centro en la sociedad que le acoge y significa sin dejar a un lado el conocimiento y experiencia que los centros han construido desde sus trayectorias disciplinares.

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Los formatos comunicativos… Entre la búsqueda de autenticidad y el “fast fashion” experiencial

Si el saber disciplinar y su expresión en las colecciones y planta física que se custodia se constituye en cercamientos de los centros bajo ciertas condiciones, los formatos comunicativos aparecen en ocasiones como aparentes salidas y alternativas para vestir de atractividad o rigurosidad el quehacer del centro

Por formatos comunicativos se entiende el grueso de discusiones, angustias, búsquedas e intereses expresadas en el encuentro frente a las formas en las que los centros de ciencia comparten y circulan su saber en sus escenarios físicos o virtuales: la propuesta museográfica que carga de sentido una colección, el modelo de gestión de experiencia que hila los momentos que vive un invitado, los contenidos audiovisuales que comunican los procesos que desarrolla el centro, las redes sociales donde se interactúa con sus audiencias, los artefactos interpretativos que se conciben para la circulación de ideas y la creación de oportunidades de aprendizaje.

La articulación y apertura de escenarios de encuentro e intercambio de experiencias son escenario fértiles para la construcción de alternativas y nuevo conocimiento, no obstante, suponen -bajo ciertas condiciones- riesgos frente a la reproducción y replicabilidad de formatos y contenidos que se exponen en esos escenarios y se comunican en función de su éxito en una u otra plataforma. Este fenómeno de estandarización de la experiencia y los contenidos fue manifestado en las discusiones del encuentro en relación con los museos interactivos y los bioespacios: dos escenarios donde el peso del componente de entretenimiento y competencia emocional condicionan la expresión de las experiencias en función de su despliegue tecnológico-electrónico y el conocido “efecto wow”

El diálogo con el territorio y la participación ciudadana en los procesos de ASC que constituyen la misionalidad de los centros de ciencia, suponen también un reto en la decantación de las expectativas que la sociedad proyecta sobre los contenidos y formas comunicativas. Es necesario reconocer que en la sociedad de la globalización se construyen repertorios interpretativos sobre los escenarios abiertos a la participación ciudadana, preconcepciones que en apariencia manifiestan la búsqueda placentera y la respuesta a los intereses y expectativas sobre plataformas como los centros de ciencia, pero que deben medirse en función de las necesidades inherentes al bienestar colectivo y la sostenibilidad de las condiciones que hacen posible la vida en el territorio.

Durante el encuentro la discusión frente a la relevancia y pertinencia de los contenidos y experiencias llevó a cuestionar y reconocer las deudas pendientes de los centros frente la

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búsqueda de autenticidad en tensión con la atractividad de las propuestas fast fashion experienciales, exposiciones itinerantes o temporales que engrosan momentáneamente el recaudo y las redes sociales de los centros, pero que son seguidas por temporadas de enfriamiento frente a las que emergen demandas de nuevos contenido, más atractivos, con mayor despliegue tecnológico, más parecidos a lo que se ve en las instituciones del norte global.

Esta discusión tiene cabida y puede convertirse en un eje de desarrollo de la red nacional de centros de ciencia, en tanto brinde escenarios para andamiar esta reflexión y construir alternativas de generación de contenidos en función de la vigencia y pertinencia social en sus territorios.

Las audiencias… Porque “no todo el que va a un museo de ciencias quiere ser científico” (participante del nodo Bogotá)

Las comunidades afro del Pacífico vallecaucano, frente a las discusiones sobre la conservación de los recursos naturales, sostienen como principio que conservar el territorio es conservar a la comunidad, y que conservar la comunidad conserva el territorio. Esta postura coincide con el cambio en los paradigmas de la restauración y conservación ambiental surtidos en el campo de las ciencias naturales: no es posible pensarse las acciones de preservación sin la participación de las comunidades que habitan el territorio y los centros de demanda ambiental que aprovechan su oferta de valores ecológicos.

Los centros de ciencia no escapan a este cambio: su actividad demanda hoy estar íntimamente ligada a las comunidades con las que comparte el territorio en tanto actor social, significan su vigencia social como institución cultural y le usan y buscan como entidad organizativa con intereses concretos. De ahí que las discusiones frente a quiénes son los interlocutores y socios de gestión del centro de ciencia hayan estado presentes a lo largo de las cinco sesiones y se manifiesta la necesidad de reconocer sus particularidades.

Esta discusión, apuntalando el paradigma de la complejidad, no se desprende del saber disciplinar y los formatos comunicativos de los centros. La forma de entender al invitado responde a marcos interpretativos propios a la tipología y tradición disciplinar de los centros en cuestión, y en consecuencia los contenidos y experiencias a disposición terminan por reproducir imaginarios frente a las capacidades y búsquedas de estas audiencias. En ese sentido, toma sentido la frase que recoge el título de este apartado “no todo el que va

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a un museo de ciencias quiere ser científico”, expresión fácilmente intercambiable por otras tipologías de centro e invitado.

Las reflexiones y conversaciones sostenidas permitieron aproximarse y enriquecer la concepción de audiencias: el conjunto de invitados que visitan el centro de ciencia, los socios de gestión que se involucran en el desarrollo del centro, las comunidades locales que inciden en el territorio donde se encuentra el centro, los interlocutores virtuales que nunca han visitado el centro pero que son asiduos seguidores de lo que amplifican sus redes, incluso los ciudadanos detractores o indiferentes de los centros que nunca participarán de su desarrollo pero que condicionan el macrosistema cultural, político y social en el que se mueven estas instituciones. Esta concepción ampliada de audiencias implica volver sobre el reconocimiento y mapeo de actores realizado por los centros de ciencia en sus bitácoras individuales para preguntarse ¿son representativas estas redes? ¿se da lugar al que piensa distinto? ¿es posible construir vigencia social solo con los que simpatizan y piensan igual al centro?

El principio de participación ciudadana es un elemento que incomoda, pues dar lugar al otro implica moverse del sitio que ya se ocupa o abrir espacio al que está por llegar. En ese sentido, los centros de ciencia enfrentan el reto de desmontar aquellas estructuras administrativas y disciplinares que condicionan estas subversiones y alteraciones del orden gnoseológico, en función de la vigencia social y los escenarios de cocreación que pueden expresarse a partir de este reconocimiento: se necesita del otro para construir, para intercambiar, pero también para darse la espalda y proponer alternativas.

La revisión del concepto de audiencias desencadenará movilizaciones y transformaciones frente a las intenciones de los relatos que circulan en los centros de ciencia, los contenidos que determinar quiénes y como interactúan y transforman, los roles que despliegan los centros en tanto actores sociales con intereses y búsquedas sobre la realidad territorial, y los mecanismos de evaluación que se construyen para señalar la naturaleza y alcance de los cambios acontecidos en los procesos de ASC que se gestan desde estas plataformas como instituciones culturales.

La conversa pendiente puede seguirse alimentando desde los escenarios y procesos que puedan movilizarse desde la red nacional y las iniciativas nodales, reconociendo que la pertinencia de sus resultados y acuerdos vendrá mediada por la naturaleza y diversidad de quienes participen y expresen sus posiciones en la discusión.

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La sostenibilidad… la inversión de valores y la vigencia social

Las tres categorías presentadas en los apartados anteriores se encuentran atravesadas, en ocasiones antecedidas, por una inquietud que ha ganado posicionamiento en las diferentes instituciones culturales: la sostenibilidad, y específicamente, la financiera.

La sostenibilidad financiera tiene relevancia en la medida que se fija el lente en la dimensión organizativa de los centros de ciencia. Independiente de su objeto social y de las formas de administración, en tanto empresa constituida hacia un fin específico, los centros requieren garantías y condiciones para su operación, la gestión de sus talentos, la inversión en nuevos proyectos y el respaldo ante escenarios de acción gestados en alianza con otras organizaciones. Aunque en apariencia podría ser una discusión de orden administrativo que escapa del alcance de los procesos de ASC de los centros, es necesario dar lugar y analizar las discusiones dadas durante el encuentro que convergieron en las formas en las que esta preocupación condiciona el quehacer misional del centro y ocupa la gestión de sus talentos.

“Es difícil tener iniciativa de reimaginar los propósitos y traer cosas ajustadas al territorio si lo que piden la institución es traer proyectos rentables o de mucha convocatoria”

Este comentario recogido durante la última sesión del encuentro advierte la inversión de valores que ocurren bajo ciertas condiciones en los centros de ciencia del país. Si bien no es posible desprender la viabilidad financiera de la institución de su objeto social, las reflexiones dadas sugieren que existen presiones administrativas internas e indicadores de rentabilidad e impacto impuestos por sistemas de evaluación externos que centran su foco en resultados y no en propósitos: ¿Cuántos artículos se publicaron? ¿Cuál es el balance de pérdidas y ganancias? ¿Cuántos visitantes ingresaron? ¿Cuántos nuevos convenios se firmaron? Cuestiones que ponen de manifiesto una cancha desnivelada entre el objeto social de los centros, la ASC, y las demandas administrativas que son medidas para señalar el éxito de sus programas.

El asunto de la sostenibilidad no solo refiere a lo económico, comprende además la dimensión social y ambiental: un centro de ciencia que centra su foco en su rentabilidad se arriesga a convertirse en un instrumento de captación y gestión de recursos en detrimento de la vigencia social y su sustentabilidad ambiental. Bajo este panorama, la discusión durante el encuentro se centró a abrir nuevos escenarios donde se pueda explorar a profundidad el fenómeno de la rentabilidad y sostenibilidad financiera como condición precedente a la vigencia social del centro.

Se presenta, a manera de propuesta preliminar, una aproximación para entender formas de gestionar el asunto: la sostenibilidad financiera y económica no puede entenderse de

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forma independiente a la significación y uso que la sociedad hace de las instituciones culturales. Es la atención y gestión de asuntos y problemas relevantes para la comunidad lo que posiciona una institución y le permite ganar sentido, vigencia y demanda de sus capacidades por parte de los actores sociales con capacidad para reconocer esta experticia. Así mismo, esta vigencia social garantiza el fortalecimiento de gobernanzas locales que promuevan la construcción del modelos alternativos de sostenimiento basados en la colaboración, confianza y complementariedad de los actores que comparten intereses y apuestas sobre un territorio.

La propuesta de la economía de la experiencia y la transformación propuesto por Pine, J. y Gilmore, J. cerrando el siglo 203 señala el camino que algunas empresas del sector privado han recorrido en función de sostener su vigencia social:

Ilustración 1. Creación de valor en su perspectiva histórica. Fuente: Pine, J. y Gilmore, J. (1999)

El gráfico recupera la trayectoria empresarial en su búsqueda por mantener su vigencia social y a la par generar valor a través de la diferenciación de sus productos, lo que a la larga le permite mejorar su posición competitiva ganan margen de maniobra en la fijación de precios al consumidor. Traer esta aproximación desde las ciencias administrativas es relevante en la medida que señala como la viabilidad financiera puede gestionarse desde la atención y gestión de las necesidades y búsquedas de los usuarios/consumidores de un

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3 Pine, J. y Gilmore, J. (1999). The Experience Economy: Work Is Theatre and Every Business is a Stage. Harvard Business School Press.

producto, plataforma o servicio: empresas como Nike no venden zapatillas deportivas, ofrecen un estilo de vida, marcos valorativos y experienciales con los que sus consumidores se sienten identificados y hasta inspirados, lo que a la larga deriva en una vinculación afectiva con la marca y se expresa en la adquisición de servicios y productos que se alineen con esa construcción identitaria. En el caso de los centros de ciencia, la apuesta por el proyecto territorial, de ciudadano y de conocimiento que decida emprender es lo que la sociedad entrará a valorar para señala su identificación y relevancia en función de sus necesidades y búsquedas, una alineación que de darse con pertinencia, redundará en más uso social de estas plataformas y retribución de sus capacidades y talentos.

Los centros de ciencia enfrentan este reto desde puntos de partida diferenciales. La experticia que pueda aportar Minciencias como almirante de la flota permitirá facilitar recursos, instancias y capacidades para aterrizar esta discusión con los tomadores de decisiones, la sociedad y el territorio en función de la vigencia, relevancia y pertinencia de estas instituciones culturales.

2.2. Del reconocimiento a la incidencia… Rutas por recorrer en el fortalecimiento de la red nacional de centros de ciencia

El reconocimiento de un actor en el marco de un sistema o escenario de acción determina las formas y roles con los que se espera se vincule, participe y agencie procesos inherentes a la naturaleza del ecosistema que le da lugar El caso del reconocimiento como centro de ciencia, y las implicaciones que derivan de la participación en el proceso, ocupó las discusiones alrededor del valor de participar en la red y acceder a este reconocimiento. Las inquietudes y reflexiones construidas en este panorama pueden exponerse a manera de hallazgos y rutas por recorrer, pues las posiciones compartidas durante el encuentro coincidieron en la necesidad de abrir espacios específicos para discutir estos asuntos con la participación de los diferentes actores de la red, incluidos Minciencias.

Se presentan entonces los siguientes elementos:

• Frente a la participación en escenarios de política pública en CTI: se manifiestan demandas de los centros de ciencia reconocidos para participar de forma decidida e intencionada en escenarios de gestión de la política pública en materia de ciencia tecnología e innovación. Esto en reconocimiento de su trayectoria y relevancia social frente a las demandas territoriales que pueden llevar a la discusión. En ese sentido,

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la discusión sobre la representatividad de los centros de ciencia en instancias regionales o nacionales queda abierta.

• Frente al reconocimiento de actores de la sociedad civil: la existencia de mecanismos y guías técnicas para el reconocimiento de actores en generación de conocimiento científico, desarrollo tecnológico y transferencia de tecnología, y de innovación y productividad facilita la identificación y articulación de esfuerzos con las instituciones de esas tipologías. Sin embargo, se reconoce la tarea pendiente por desarrollar en los actores dedicados a mentalidad y cultura de la CTI (centros de ciencia y organizaciones que fomentan el uso y apropiación de la CTI), pues existen lineamientos únicamente para los centros de ciencia, mientras que las demás organizaciones de la sociedad civil no cuentan a la fecha con documentos que fijen las condiciones y expresiones de su actividad. Avanzar en ese sentido permitiría enriquecer el ecosistema de ASC en el que participan los centros de ciencia, involucrando relatos y posiciones de actores no vinculados al sector académico, empresa o estado, que puedan aportar lecturas críticas y contextualizadas sobre el quehacer del resto de instituciones.

• Frente a los mecanismos de evaluación de productos y procesos ASC: los mecanismos de evaluación que se deben registrar para certificar la idoneidad de los procesos de ASC que desarrollan los centros de ciencia responden a lógicas propias de los sistemas de gestión de proyectos y del conocimiento científico. Bajo ciertas condiciones propias del contexto en el que se desarrollan experiencias en territorio, los centros reconocen falencias en la capacidad de estos indicadores y evaluaciones para recuperar los procesos de ASC que se expresan en sus iniciativas. Un ejemplo de esto recogido durante el encuentro remite al requerimiento del sistema de evaluación de relacionar proyectos formales con criterios procesuales que, en ciertas condiciones, no dialogan con la materialización de las experiencias: los escenarios de comadreo y tertulia comunitaria que un centro de ciencia facilita en sus instalaciones, aportan al intercambio de saberes y la generación de conocimiento, a pesar de que no cuente con la formulación de un proyecto formal para su desarrollo.

Así mismo, los ejercicios de sistematización de experiencia que realizan los centros ponen de manifiesto efectos e impactos que acciones inéditas o emergentes tienen en la mentalidad y cultura de la CTI, expresiones metodológicas y experienciales que no responden a lógicas de gestión de proyectos o marcos lógicos. Frente a este panorama, se manifestaron inquietudes respecto a la correspondencia entre el

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relato de inclusión y diálogo de saberes que promueve la política, y los cercamientos que presenta su operacionalización en el reconocimiento de iniciativas en ASC que no responden a las lógicas científicas tradicionales.

• Frente a la dinamización y sustento de la red nacional de centros de ciencia: los participantes del encuentro reconocen la necesidad de avanzar en la gobernanza y autonomía de los centros de ciencia en el direccionamiento y organización de la red, sin embargo, este desarrollo requiere de un andamiaje institucional en cabeza del responsable gubernamental en materia de cultura e impacto de la CTI: MINCIENCIAS. Frente a esta tensión, se manifiesta la necesidad del involucramiento del ministerio como un actor dinamizador, que ponga a disposición sus capacidades de interlocución y convocatoria para respaldar las acciones que se gesten desde los nodos. Igualmente, se requieren canales de comunicación que mantengan vivas las reflexiones, discusiones, convocatorias y conversas que fortalezcan el tejido comunitario que germinó con el encuentro realizado.

Finalmente, la tercera versión del encuentro nacional de centros se posicionó como un escenario para cuestionar conceptos en apariencia acordados (ciencia, tecnología e innovación), promover el reconocimiento de la identidad y apuesta de cada centro, invitar el redescubrimiento del territorio y la comunidad que le habita y significa, y reimaginar el rol de las instituciones culturales en el fomento de una cultura para generación, intercambio, resignificación, aplicación y trasformación del conocimiento en función de la diversidad, el bienestar colectivo y las condiciones que hacen posible la vida en la casa común.

Fuera de esta dimensión formal, no se puede cerrar el documento sin antes agradecer a las redes de soporte afectivo que hicieron posible semejante empresa: convocar más de 50 instituciones, extraños dispuestos a conocerse y a compartir sus angustias, búsquedas y necesidades de cara al rol que ejercen en la ASC: dinamizadores, facilitadores, provocadores y participantes. Una construcción colectiva desde su diseño hasta el presente documento…

Porque todo lo que sabemos lo sabemos entre todos, y nadie es más inteligente que todos nosotros juntos.

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