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VALENTINA RAPOSO: “EL HOCKEY ES MI VIDA”
La joven jugadora salteña de 19 años fue la primera invitada al nuevo podcast de Solo Hockey y allí charló con nosotros sobre sus inicios en el deporte, la llegada a Buenos Aires, su presente y mucho más.
Miércoles soleado, de mucho calor en Buenos Aires y en la cancha de hockey del Centro Nacional de Alto Rendimiento Deportivo (CENARD) Valentina termina su entrenamiento, en la vuelta al terreno de juego mientras se recupera de su lesión. Allí la joven, que hoy se desempeña en el Club River Plate, practica su pegada ante la atenta mirada y bajo las órdenes de la ex leona, Claudia Burkart, que actualmente forma parte del seleccionado nacional.
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Valentina Raposo es tal como se la ve en la cancha: con el mismo orden y la simpleza característica que tiene ella para parar y jugar la bocha. “Rapi”, como la apodaron en su llegada a Buenos Aires, comenzó jugando al hockey a los cinco años (después de haber pa- sado por el tenis, la natación y la danza) gracias a su madre que ya practicaba este deporte y que llevó a sus tres hijas (Camila, la mayor, Valentina y Bárbara, la más chica) al Club Popeye, simplemente porque “era el que estaba más cerca, en el punto medio porque mis papás son de dos clubes distintos, uno en cada punta de Salta”, afirma entre risas Valentina, quien también agrega que “influyó mucho que Popeye tenga cancha de agua a la hora de elegir Club para no estar tan atrasada con el nivel de Buenos Aires”.
¿Por qué Buenos Aires y por qué River para venir desde Salta? “Más o menos en 4º año de la secundaria decía que me quería venir para Buenos Aires a vivir y jugar el Metropolitano, porque aspiraba a eso, pero lo que más influyó fue que me iban llamando cada vez más a los procesos Juniors. Lo que me terminó de convencer fue el llamado del “Chapa” Retegui para Las Leonas y ahí definí venir a vivir a Buenos Aires”, comenta Valentina, quien en un principio todas las semanas volvía para Salta, su ciudad natal. “El año pasado hacía eso, entrenaba toda la semana acá en Buenos Aires doble turno y el fin de semana viajaba para Salta, veía a mi familia y el domingo por la noche me volvía para el lunes arrancar los entrenamientos. Lo hice por la euforia, y porque era todo nuevo. Pero luego se empezó a hacer pesado y mucho cansancio. Ya tener a mi hermana Camila acá influyó mucho en tomar la decisión de quedarme”.
Pese a estar lejos de sus seres queridos valora el apoyo que recibe a la distancia. “Soy una afortunada con el apoyo de mi familia, me bancan, están siempre presentes con su apoyo incondicional. Lo va- loro muchísimo porque me cuesta Buenos Aires. Si no tuviera su apoyo sería difícil estar acá”, además, agrega que extraña mucho porque es muy amiguera y que le gusta estar mucho con su familia.

En cuanto al salto del seleccionado Junior a Las Leonas asegura que lo vivió con mucha tranquilidad pese al poco tiempo que estuvo en el seleccionado juvenil. Recordemos que Valentina pasó de jugar el mundial sub 21 en Sudáfrica, donde lograron el 4º puesto a integrar definitivamente el seleccionado mayor y disputar unos Juegos Olímpicos donde se dio el lujo de marcar un gol importantísimo.
“Soy una privilegiada por todo lo que me pasó, sobretodo porque fue muy rápido. Arranqué con giras con Las Leonas y terminé jugando los JJOO. Las concentraciones me sirvieron para darme cuenta donde estaba parada y ver el nivel que yo podía dar. El proceso Júnior de todas formas lo disfruté muchísimo.”
Su primer Juego Olímpico y su primer gol en la cita olímpica: “Lo viví muy lindo, disfruté cada segundo, cada momento y cada lugar allá en Japón. La verdad no tenía dimensión de donde estaba, no tenía noción. Caí una vez en Salta viendo las fotos de ese momento.” En Tokio, Valentina se convirtió en la primera medallista de su provincia y su recibimiento en su ciudad fue histórico, con caravanas eternas y hasta un camión de bomberos fue a recibirla.
Su gol ante España se dio en un partido que parecía bravo para las dirigidas, en aquel momento, por Carlos Retegui. Comenzaba el último cuarto del segundo partido del grupo, el encuentro iba 0-0 y en el décimo córner corto para Las Leonas aparecería Valentina quien con un gran tiro a la base del arco pudo vencer la defensa española y abrir el marcador y destapar lo que luego sería victoria 3-0 del conjunto argentino.
“Ese partido fue raro. Casi no entré, entraba para darle aire a Poy (Sofía Toccalino) que estaba lesionada. Yo jugaba dos minutos y volvía a salir y ese fue mi rol. Me tocó un córner cuando estaba adentro y miro al banco y el Chapa me dice que tire y así fue, tiré y metí el gol. Fue una mezcla de emoción con querer gritar el gol, y ganas de llorar, una mezcla rara. Es hermoso la verdad, capaz uno de los momentos más lindos que me tocó hasta ahora en mi carrera deportiva” comenta Raposo.
Además de llevarse la medalla plateada en aquellos Juegos de Tokio, Valentina se dio el gusto de compartir habitación con Belén Succi, una de las jugadoras con más historia en el seleccionado argentino. “Yo le decía a Belén que me diga qué hacer o que me aconseje porque a veces estaba medio perdida. Ella entiende todo y aprendí un montón de ella, dentro y fuera de la cancha.”
Al momento, Valentina con tan solo 19 años, ya lleva disputado un mundial junior (4º puesto), un Juego Olímpico (medalla plateada que la tiene guardada en Salta) y un mundial (2º puesto). Sin embargo, lo más valioso que tiene la jugadora salteña es la mentalidad y la madurez. “Cambié por completo mi chip, me puse el objetivo y cambié mi alimentación y mis cuidados porque quería estar acá donde estoy. Si no haces ese cambio siendo del interior es muy difícil seguir”, explica.
“Me gustaría irme, pero más adelante porque recién estoy arrancando. Quiero disfrutar la selección” sentencia sobre la posibilidad de irse al exterior. “El hockey para mi es todo”, finaliza Valentina, definiendo al deporte como su gran pasión y cable a tierra.
Agradecemos a Fantoche Alfajores, Roby y Blue Demon por acompañarnos en esta primera edición de SoloHockeyPodcast. ¡Que siga creciendo el hockey argentino!
