Año 3 - Nº4 - Marzo 2006
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cia e p s e ición
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n estos días se vuelve a hablar de guerra. Estados Unidos manifiesta que Irán anhela enriquecer uranio para fabricar su propia bomba atómica; Irán responde que utilizará la energía nuclear con fines pacíficos; Europa oficia de coro entonando los argumentos de Washington; China toma distancia y advierte que en caso de un ataque a Irán se incrementará el precio del petróleo; Rusia no logra ocultar su desagrado por una posible y acrecida presencia militar estadounidense en un área de vital importancia estratégica. De todos estos contendientes ninguno habla de las víctimas de la guerra, quizás alguien y a título de curiosidad recuerde que en Irak se reclaman cientos de sillas de ruedas para ser utilizadas por niños, quizás se mencione que en Irak ya han muerto 30 mil seres humanos. No se han enfriado estos cuerpos y ya se cargan nuevamente los cañones. El diario Los Angeles Times publicó que el 57 % de los ciudadanos estadounidenses están dispuestos a apoyar una acción militar contra Irán, otros sondeos dicen lo contrario; ojalá fuesen verdaderos los que se expresan negativamente, que el hombre deje de recapacitar sólo ante los cadáveres, asumamos que cuando se habla de guerra, cuando se habla de bombardeos, se habla de asesinar a nuestros hijos.