124 HISTORIAS de nuestra HISTORIA
D. JAIME PLA y PLA, un literano corresponsal de guerra en Marruecos Jaime Pla y Pla nació en 1.899 en Calella, provincia de Barcelona, y con solo 17 años y gracias a sus estudios de agricultura, fue contratado por el Banco de Tarrasa para hacerse cargo de la explotación de una finca embargada en San Esteban de Litera que era conocida con el nombre de Coto Redondo. Pla estaba ya casado con una santistebense, Vicenta Benosa, cuando le llegó la edad de realizar el servicio militar. Esa fue la razón por la que pagó dos mil pesetas para convertirse en militar de cuota, lo que solamente le obligaba a realizar un periodo de instrucción de cinco meses en la Península, repartidos en dos años. Sin embargo, el llamado Desastre de Annual, en julio de 1921, hizo que su vida diera un giro. La necesidad de enviar más tropas hacia Marruecos hizo que el Ejército recurriera también a estos soldados y como consecuencia del sorteo que se llevó a cabo, a Pla, que estaba ya a punto de ser padre, le tocó ir a la guerra. Durante el periodo de instrucción que había realizado en Lérida, había entablado amistad con el sacerdote que se ocupaba de la redacción del Diario de Lérida. Esa relación fue la causante de que se le ofreciera la posibilidad de ejercer como corresponsal del diario, algo que Pla aceptó encantado, no en vano era un gran aficionado a la fotografía y el periodismo, y ya había editado en San Esteban el periódico La Voz del Agrario, en el que también ejercía como redactor. Su regimiento — Infantería Navarra nº 25— partió en agosto de 1.921 y en Tarragona embarcó en el buque «J. J. Sister», que llegó a Melilla el día 29. Pla comenzó a enviar dos crónicas semanales al diario que pronto generaron una gran expectación, ya que muchas relataban las acciones militares en las que se vio obligado a participar. Durante la campaña de Tizzi Assa, en
pleno corazón de las montañas del Rif, su batallón fue encargado de tomar la posición de Loma Blanca, y después de doce horas de combate y habiendo logrado su objetivo, solo quedaron cuatro soldados, un cabo y él, que en la confusión de aquellos momentos fue dado por muerto. El Diario de Lérida llegó a publicar su esquela, lo que obligó a su cuñado a ocultarlo para evitar que su hermana lo viera. Gracias a esta acción bélica le fue concedida la Cruz al Mérito Militar con distintivo rojo, que recibió de manos del general Sanjurjo. Aunque la guerra todavía continuó, tras tres largos y duros años, a Jaime Pla le llegó el momento de licenciarse. A su regreso a San Esteban llevó consigo sus cámaras Kodak, muchas fotografías y sus correspondientes negativos. Con los años y los avatares propios de la vida se perdió la pista de este material, pero felizmente y gracias a la perseverancia y el interés mostrado por el Cellit y la colaboración inestimable de su nieta Ana, se han localizado más de 500 negativos y fotografías del periodo 1.921-23. Se han hallado también sus dos cámaras fotográficas y muchos escritos sobre
sus vivencias, aunque lamentablemente, hasta la fecha no hemos podido leer ninguna crónica, ya que no se ha localizado ningún ejemplar del Diario de Lérida correspondiente a ese periodo. Los negativos fueron donados para garantizar su conservación, a la Fototeca de la Diputación Provincial de Huesca, las fotografías y las cámaras, así como su medalla, son conservadas por la familia, y el Cellit cuenta en su archivo con el llamado «Fondo Pla», que contiene todos los negativos y fotografías digitalizadas, así como una gran cantidad de documentación sobre su vida. Algunos lectores recordarán que ya hablamos de Pla en el artículo sobre las colonias escolares en la Segunda República, y su nombre todavía aparecerá en otras «Historias de nuestra Historia». En esta hemos querido reflejar una de las muchas facetas que llenaron su larga vida, ya que falleció en 1.991 y descansa junto a su esposa en el cementerio de su querido San Esteban. Una muestra de su trabajo fotográfico lo podremos ver próximamente dentro de las actividades programadas por la asociación Litera Full Frame en Binéfar y en San Esteban de Litera.