Vaquita del desierto

Las vaquitas del desierto son tal vez el habitante más reconocido del desierto florido. Coincidente con la floración, completan su ciclo miles de vaquitas del desierto, que vagan durante el día buscando alimento y apareándose.

El género endémico Gyriosomus está compuesto por más de 40 especies, la mayor parte de ellas concentradas en las regiones de Atacama y Coquimbo.

El nombre de “vaquitas” proviene de las características manchas blancas sobre el negro de los élitros, que caracteriza a muchas de las especies, y a que los niños del norte juegan con ellas como si fueran ganado, encerrándolas en pequeños corrales de piedras y ramas.

las amenazas actuales sobre las poblaciones de vaquitas, pertenecientes a la región de Antofagasta de nuestro país y a la familia Tenebrionidae, están relacionadas con la disminución de la cobertura vegetal y la diversidad florística, considerando que esta especie es fitófaga, a lo que suma el pastoreo indiscriminado y la falta de manejo del ganado, los microbasurales no autorizados, la recolección no autorizada de semillas, la extracción de vegetación nativa, y el posible efecto de una termoeléctrica del sector.