plazo la buspirona no presenta mejores resultados significativos de abstinencia frente a placebo y que los fumadores que más se beneficiaban eran aquellos que presentaban un mayor grado de ansiedad. Los efectos secundarios más frecuentes son vértigo (12%), náuseas (8%), cefalea (6%), nerviosismo (5%) y mareos (3%)49. Entre las contraindicaciones se incluye el uso de IMAO. Hasta la fecha no disponemos de la evidencia suficiente para recomendar la buspirona como un fármaco de primera línea para el tratamiento para dejar de fumar, sin embargo, puede ser de utilidad en aquellos fumadores con un alto nivel de ansiedad. Fármacos antagonistas de la nicotina A pesar de la demostrada capacidad de la Terapia sustitutiva con nicotina para mejorar las tasas de abstinencia para dejar de fumar frente a placebo, es evidente que todavía con TSN una gran mayoría no alcanza el éxito. Estos modestos resultados han incitado a los investigadores a la búsqueda de otras tácticas con el fin de mejorar la ayuda al fumador. Rose et al50, entre otros, han sugerido que la combinación entre un antagonista de los receptores de la nicotina con el parche de nicotina ofrece la ventaja de minimizar el síndrome de abstinencia y a la vez incrementar las tasas de abstinencia. Mecamilamina Este fármaco ha sido comercializado como un antihipertensivo en la HTA severa hasta su supresión en 1996. Su acción es bloquear los receptores nicotínicos tanto en el Sistema Nervioso Periférico como en el SN Central51 y altera los efectos de la nicotina sin precipitar el síndrome de abstinencia52. Cuando se administra sola, en un principio, los fumadores tienden a aumentar el consumo de cigarrillos en un intento de contrarrestar la reducción de la satisfacción que provoca el bloqueo53,54. Estudios iniciales no han demostrado una significativa eficacia cuando se ha utilizado mecamilamina sola y muchos sujetos presentaron efectos secundarios con altas dosis (27 mg/día) que les obligaron a abandonar el estudio55. El uso simultáneo de mecamilamina a dosis mas bajas (2,5-10 mg/día) y el parche de nicotina50, redujo los efectos adversos, el síndrome de abstinencia y facilitó la abstinencia, a los 12 meses 37 % frente a 4% del grupo placebo. Los efectos secundarios incluyen hipotension ortostática, visión borrosa, sequedad de boca, estreñimiento, malestar abdominal y retención urinaria. Las contraindicaciones
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son hipertensión lábil, insuficiencia coronaria, infarto de miocardio reciente, uremia y glaucoma. La mecamilamina no ha demostrado clara eficacia cuando se usa sola y los efectos adversos son potencialmente considerables, los resultados mejoran cuando se utiliza en combinación con el parche de nicotina. Antagonistas de los opiáceos La noción de que los opiáceos endógenos estaban implicados en los “efectos positivos” de recompensa provocados por la nicotina llevó a los investigadores a comprobar la eficacia de los antagonistas de los opiáceos (naltrexona y naloxona) en el tratamiento del tabaquismo. La naltrexona ha sido aprobada por la FDA para el control de la dependencia etílica. Dos recientes estudios56,57 han presentado sus hallazgos, llevados a cabo en ensayos controlados con placebo con naltrexona y breve apoyo psicológico. Ningún estudio aportó resultados significativos con la naltrexona, se requieren mayor numero de trabajos para comprobar la eficacia de la naltrexona antes de incluirla como otra alternativa para la ayuda en el tratamiento a fumadores. Estimulantes sensoriales Durante el acto de fumar, los fumadores consiguen no solamente niveles sistémicos de nicotina, sino también estimulación de los receptores de la orofaringe y vía aérea superior, incluyendo una sensación ardiente en la cavidad oral y en la faringe, así como la percepción de un suave escozor y hormigueo. El hormigueo puede ser debido en parte a la nicotina. La percepción reiterada de este tipo de estimulación sensorial por el humo del tabaco y la nicotina, intensifica y fortalece la conducta de fumar58. Se ha probado que estimulando estos receptores de la orofaringe y vía aérea superior con sustancias irritantes similares al humo del cigarrillo, se consiga provocar una respuesta condicionada, de tal modo que el deseo dominante de fumar y el síndrome de abstinencia sean mitigados. Ácido cítrico En un estudio llevado a cabo, los fumadores fueron instruidos en el uso del inhalador de ácido cítrico en lugar de los cigarrillos, siempre que tuviesen ganas de fumar59. Durante los primeros 12 días de abandono, el ácido cítrico redujo los niveles de CO en el aire espirado y aumentó la abstinencia en fumadores severos pero no en los leves. El inhalador de ácido cítrico ha sido también comprobado en combinación con el parche de nicotina frente a un inhalador de lactosa y parche de nicotina60, los porcentajes de abstinencia al final del periodo de tratamiento (10
Estrategias para frenar la EPOC: Estado actual del tratamiento farmacológico del tabaquismo. S. Solano Reina et al.