gico y psicológico más apropiado en cada individuo en particular y de esta manera optimizar las tasas de abstinencia. Es recomendable evaluar las dependencias física, psíquica, social y gestual. Dependencia física Una sustancia provoca dependencia física cuando su carencia es capaz de generar un síndrome de abstinencia. Este es un aspecto fundamental en la historia clínica del tabaquismo, el tabaquismo es una dependencia, y la nicotina es la droga causante de la adicción física que generan los cigarrillos. Para conocer el grado de adicción física que el fumador tiene por el cigarrillo, se cumplimentará el test de Fagerström. También puede medirse la dependencia por la nicotina utilizándose concentraciones séricas de cotinina, considerándose alta cuando sean mayores de 250 µg/ml y baja-moderada cuando sean menores o iguales a dicha cifra, aunque esto se suele usar con más frecuencia en los estudios de investigación. El test de Fagerström consta de 6 preguntas que el paciente debe contestar, se considera que la dependencia es leve, si obtiene de 0-3 puntos, moderada de 4-6 puntos y severa si la puntuación obtenida es mayor o igual a 7 puntos. Conocer el grado de dependencia física es importante porque permitirá orientar la terapia más apropiada y la dosis más ajustada según las características de cada fumador. Al cumplimentar el test de Fagerström, la puntuación total arroja 8 puntos (dependencia severa), confiesa que enciende el primer cigarrillo de la mañana en menos de 5 minutos, y el que más desea y más difícil le es suprimir es este primer cigarrillo. Dependencia psicológica Además de la dependencia farmacológica causada por la nicotina en el mantenimiento del hábito tabáquico, también están implicadas otras variables psicológicas, sociales y gestuales. El fumador es un individuo que está acostumbrado a enfrentarse a múltiples situaciones en su vida diaria que son estresantes para él y, generalmente, las solventa con la ayuda de un cigarrillo entre sus dedos; además, está habituado a vivir diferentes situaciones sociales (café, aperitivo, tertulia, etc.) que asocia con encender un cigarrillo, incluso experimenta una ligazón entre las sensaciones que advierte y los sabores y olores que percibe al fumar un cigarrillo. Todos estos factores le producen una dependencia psíquica y social que debemos tratar de modo oportuno y apropiado.
De igual modo, los fumadores desarrollan una dependencia gestual que tenemos que considerar también al indicar el tratamiento. Un fumador ha repetido el gesto de sacar el cigarrillo, el mechero, dar una calada, miles de veces a lo largo de su vida de fumador, sin duda esto le va a condicionar la dependencia gestual. Este tipo de dependencia puede ser evaluada mediante el test de Glover-Nilsson; consta de 11 preguntas, cada una de las cuales se puntuará de 0-4 puntos, permite clasificar la dependencia según la puntuación obtenida: leve (0-11 puntos); moderada (12-22); importante (23-33) y muy importante (34-44 puntos). En nuestro caso, el fumador obtuvo una puntuación de 23 puntos (dependencia psicológica importante). MOTIVACIÓN
Hay que realizar un análisis de cuáles son las razones, conscientes o inconscientes, que el paciente plantea para el abandono, y determinar el grado de motivación. La motivación es básica en todo intento de deshabituación, actúa como factor de inicio en la decisión de dejar de fumar y sigue influyendo a lo largo de todo el proceso de abandono. Son varias las razones de los fumadores para dejar de fumar: razones de salud, tanto para el interesado, como para las personas de su entorno, motivos económicos, también por considerar que constituyen un mal ejemplo para los demás (hijos, alumnos, pacientes, etc.), por presión social o familiar, por prohibición (legislación actual), por mejorar la higiene, por autocontrol, etc. En general, las razones de salud suelen ser las más poderosas; es importante, antes de plantear el tratamiento del tabaquismo, preguntar sobre cada una de estas razones y puede ser de gran utilidad que cada paciente confeccione una lista de motivos para dejar de fumar y que pueda recurrir a ella como refuerzo psicológico durante el proceso de abandono. En nuestro caso, el motivo principal estaba relacionado con su propia salud y la enfermedad crónica de la que estaba diagnosticado. Una forma muy sencilla y recomendable de evaluar la motivación es utilizar la escala analógica-visual, en la que el sujeto puede señalar un número entre 0-10, donde 0 es nula motivación y 10 es la máxima, el interesado se autocalificó con una puntuación de 7 (moderada motivación).
Prevención del
Tabaquismo
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