La pandemia de la COVID-19 ha conllevado una serie de cambios en la organización de los servicios de neumología y de cirugía torácica y en la asistencia que estos ofrecen. Entre ellos, la necesidad de disminuir la presencia y la aglomeración de pacientes en las consultas externas. En dicho contexto se iniciaron las teleconsultas (TLC) de pacientes respiratorios crónicos, preferentemente mediante “visitas” telefónicas. Con gran voluntarismo, profesionales y servicios organizaron dicha actividad de forma intuitiva, no sistematizada y con recursos limitados. Ideadas inicialmente para un periodo temporal transitorio durante la pandemia, la realidad es que las TLC se incorporaron como una herramienta más en el seguimiento de nuestros pacientes. Como sucedió en otros ámbitos, los cambios suscitados por la COVID-19 llegaron para quedarse.