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EL BARCELONA EN EL OJO DEL HURACAN

El FC Barcelona es uno de los clubes deportivos más repu- tados del mundo, por su historia, trayectoria y valor de marca. Pero, ¿qué entendemos por reputación?

Es la percepción que tienen los distintos públicos de una marca, y tiene un importante valor económico, ya que es un activo que genera ventajas competitivas como factor de confianza, distinción, atracción y fidelización.

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El conocimiento de los pagos a Enríquez Negreira ha derivado en una crisis con coste reputacional para el club debido a su trascendencia pública, a la posible afectación a los valores de la entidad, y al grado de impacto sobre los distintos públicos que rodean al club.

La trascendencia pública del caso es obvia, tras casi dos meses de intenso tratamiento mediático. La posible afectación a un elemento tan identitario como los valores del club, su

Fuente: La Vanguardia apuesta por la honestidad y por el juego limpio, también aporta magnitud a esta crisis, especialmente en el caso del Barça, que tiene como uno de los pilares de su identidad la proyección de valores a través de la competitividad deportiva. Finalmente, hay que considerar el impacto en sus públicos, como socios, aficionados, jugadores, técnicos, directivos o empleados, pero también en otros como inversores, patrocinadores, árbitros, organizadores de las competiciones, rivales o los propios medios de comunicación.

Desde la difusión del caso, todos los públicos han movido ficha y tres posicionamientos han sido determinantes hasta ahora: el de los medios de comunicación, que han liderado el relato del caso, en base a su evidente interés informativo, pero que lo han llevado, en muchos casos, al terreno de las descalificaciones y difamaciones; el del gran rival deportivo, el Real Madrid, que ha pedido personarse en la causa como acusación en calidad de perjudicado; y el de los organizadores de las competiciones, especialmente la UEFA, que abrió una investigación que podría suponer la exclusión temporal del Barça de las competiciones europeas.

Mientras, los socios y aficionados barcelonistas están viviendo el caso con inquietud, incertidumbre y sintiéndose a la vez agredidos e indefensos ante el juicio mediático, especialmente el que llega desde Madrid. La crisis se traslada así al terreno de las emociones, uno de los pilares del fútbol como fenómeno social, que determina su particular percepción de las crisis, muy distinta a la de cualquier otra industria.

¿QUE ES EL CASO NEGREIRA?

Según se supo el 14 de febrero, la Fiscalía de Barcelona investiga, por un presunto delito de corrupción entre particulares, a DASNIL 95 SL, una empresa de José María Enríquez Negreira, exárbitro y número dos del Comité Técnico de Árbitros (CTA) entre 1994 y 2018, por unos pagos de 1,4 millones de euros realizados por el FC Barcelona entre 2016 y 2018. Lo desveló el programa “Que t’hi jugues”, de SER Catalunya, que informaba, además, de que la investigación se había iniciado a raíz de una inspección fiscal a DASNIL 95 SL por la tributación de los citados 1,4 millones de euros.

Según esa misma información, el FC Barcelona pagó a la citada empresa 532 728,02 euros en el año 2016, 541 752 euros en 2017 y 318 200 euros en el año 2018, que es cuando se produjo el último pago. Es una fecha que coincide, según el programa radiofónico, con la constitución de un nuevo CTA y la salida de Enríquez Negreira del Comité.

A cambio del dinero pagado, el FC Barcelona habría obtenido informes que le asesoraban sobre los árbitros que debían encargarse de los partidos del primer equipo del conjunto catalán.

A cambio del dinero pagado, el FC Barcelona habría obtenido informes que le asesoraban sobre los árbitros que debían encargarse de los partidos del primer equipo del conjunto catalán.

¿QUE EXPLICACIONES HAN DADO LOS PROTAGINISTAS?

Citado por el mismo programa de SER Catalunya, el expresidente del FC Barcelona Josep Maria Bartomeu (estuvo en el cargo entre 2014 y 2020) había asegurado que se puso fin a los pagos por “una política de recorte de gastos”, y había indicado que los informes ya existían “por lo menos en 2003”, cuando él llegó al club, y que se pagaron “de manera continuada” hasta 2018.

Esa misma versión era sostenida, según “Que t’hi jugues”, por la Directiva de Sandro Rosell, presidente del FC Barcelona entre 2010 y 2014, mientras que Joan Gaspart, presidente del club catalán entre 2000 y 2003, aseguraba que “no le constan” estos pagos.

En unas declaraciones a Cadena SER, el exárbitro y ex número dos del CTA Enríquez Negreira aseguraba que no existe documentación en torno a este asunto, porque su trabajo consistía en asesorar verbalmente al club azulgrana; entre otras cuestiones, explicó el exárbitro, asesoraba al FC Barcelona sobre cómo se debían comportarse los jugadores frente a cada colegiado. Nunca favoreció al Barça en ninguna decisión ni designación arbitral, precisó.

Por su parte, el 21 de febrero, el actual presidente del FC Barcelona, Joan Laporta, ha asegurado que “en breve” dará “todas las explicaciones necesarias”, respecto al caso Negreira. El club que preside está llevando a cabo, desde hace unos días, una investigación externa, y Laporta, según ha afirmado, explicará próximamente lo que el FC Barcelona tiene al respecto “en todos estos años”.

El presidente de la entidad barcelonesa aclaró que, en su primer mandato, entre 2003 y 2010, “estos servicios” de la empresa de Enríquez Negreira se realizaron “con la factura y el soporte documental y de vídeo correspondiente”, y que las facturas se pagaban “por servicios prestados”.

Desde LaLiga, Javier Tebas se ha encargado de manejar una campaña de preocupación por el ‘caso Negreira’ en el que se ha visto involucrado el FC Barcelona. Sin embargo, la imagen del presidente de la patronal del fútbol español no está tan limpio con el mismo quería asegurar, ya que el conflicto de intereses que tanto aludía entre el Barça y el ex árbitro Negreira, también existe entre el abogado español y el Mallorca.

Laporta Rompe El Silencio

La esperada rueda de prensa de Joan Laporta para dar explicaciones sobre el Caso Negreira no arrojó demasiada luz sobre la situación. Sirvió para que el presidente del Barça mostrase las líneas maestras que tendrá la defensa del club en el proceso judicial que vendrá y, sobre todo, para que el mandatario lanzara una batería de dardos contra los que, a su juicio, han estado atacando a la entidad desde que estalló este asunto. Apoyado en el informe del departamento de compliance, el presidente azulgrana insistió en que el Barça no ha hecho nada irregular en todo esto del Caso Negreira. Reconoció los pagos al número dos de los árbitros, pero insistió en que eran por informes técnicos.

leksander Ceferin ha intensificado el acoso al Barce- lona por el ‘Caso Negreira’ en una entrevista al diario esloveno ‘Ekipa’, a dos días del Comité Ejecutivo de la UEFA, en la que lo calificó como “una de las situaciones más graves que he visto”.

El organismo futbolístico europeo anunció que iba a abrir una investigación al Barcelona y, según ha podido saber Mundo Deportivo, la semana pasada ya hubo visita de los investigadores a las oficinas del FC Barcelona en busca de información.

La UEFA está facultada, según el reglamento propio de la Champions (en su artículo 4.02) y su Regalento Disciplinario (artículo 31.4), para sancionar al Barcelona por el hecho de que haya indicios de actos destinados a influir en resultados de partidos, tanto si han sido partidos de competición internacional como nacional. Y para hacerlo no tendría por qué esperar el dictamen de un tribunal si lo considerase oportuno, según esos reglamentos.

Sin embargo, si lo hace se expone a la pérdida de una elevada suma de dinero, puesto que el Barcelona demandaría al organismo si hubiese exclusión de la Champions. Los reglamentos de la UEFA se contradicen, ya que por una parte dice que la UEFA ‘invita’ a los clubs a participar, pero en otros artículos estipulan que hay requisitos deportivos para competir en sus torneos. Es decir, la UEFA establece qué debe conseguir en sus torneos nacionales un club para competir.

El Barcelona, por lo tanto, tendría un ‘derecho adquirido’ ganado en el terreno de juego para jugar la Champions. No sería una invitación, sino un derecho adquirido. Si la UEFA atacase ese derecho del

Barcelona, el club azulgrana acudiría a los tribunales de justicia. Y en el estado de derecho prevalecen las leyes generales por encima de las leyes deportivas.

Si se vulnera un derecho del Barcelona, como será el caso si hay sanción sin una sentencia condenatoria penal previa, la justicia dará la razón al Barcelona en su demanda de una indemnización que no bajaría de los 100 millones de euros: los premios por participar en Champions (calculando a la baja) más lo que dejaría de ingresar el club por patrocinios, ticketing o ‘merchandising’: cualquier jornada de Champions deja en la Barça Store millones de euros.

Los investigadores de la UEFA ya han visitado las oficinas. Ahora deben evaluar la situación y valorar si se exponen a una pérdida millonaria por vulnerar los derechos del club barcelonista. Ya hay precedentes que advierten al organismo del riesgo que corren.

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