Cultura Cannábica
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Jamaica, no problem! Jamaica ha sido tradicionalmente conocido como uno de los paraísos del cannabis, debido en parte a su historia ligada a la planta y por supuesto, al profundo arraigo del movimiento rastafari y su estrecho vínculo con la misma. elcannasseur.com
El pirata Henry Morgan, gobernador de Jamaica en la segunda mitad Del siglo XVII.
Coolies indios trabajando en un campo jamaicano, DeGolyer Library, SMU.
Antecedentes históricos:
La isla de Jamaica fue reclamada por Colón para la corona española en 1494, tras haber conquistado a los taínos, que, junto a los arahuacos, eran los indígenas que originalmente habitaban toda la región de las islas caribeñas (Antillas Mayores, Antillas Menores y actuales Bahamas). Los británicos no colonizaron las islas hasta que consiguieron tomarlas tras numerosos enfrentamientos que comenzaron en 1596 y se alargaron hasta 1655, cuando el almirante William Penn se cobró la isla para la corona inglesa. En aquellos tiempos, los indígenas taínos ya habían desaparecido prácticamente en su totalidad debido a las hambrunas, trabajos forzados o enfermedades. Por esta razón, los británicos comenzaron a importar esclavos africanos para trabajar la tierra y explotar las codiciadas plantaciones de azúcar, como recordábamos en el pasado artículo sobre Colombia, al repasar los hechos históricos acerca de la esclavitud en las colonias del Nuevo Mundo. Gracias a esta intensiva explotación de la tierra en manos de los esclavos, durante los dos siglos de dominio británico de la isla, Jamaica se convirtió en el primer exportador mundial de azúcar. Tras el acta de Abolición de la Esclavitud de Gran Bretaña en 1833 y la posterior liberación de los esclavos africanos, esto dio lugar a una transición histórica en la isla. Dado que, por entonces, la población africana era hasta veinte veces superior a
jamaicano, el patois. Podemos encontrar también la calle Coolie Street en Kingston, Jamaica. Es evidente que, desde su introducción y primeros usos, el cannabis ha permanecido en las islas para quedarse, llegando a formar parte del día a día de sus habitantes. Era común su uso entre las clases trabajadoras y más desfavorecidas del tejido social de la isla, sin embargo, a pesar de su uso, el gobierno jamaicano prohibió y reguló su uso mediante la ley de 1913, liderado por los señores de las tierras, interesados en introducir el ron entre los locales. Sus esfuerzos fueron fútiles, sin embargo, pues la planta estaba ya muy arraigada en el estilo de vida jamaicano.
Tiempos oscuros para la ganja en Jamaica:
la inglesa, comenzaron a suceder numerosas tensiones, rebeliones y revueltas en las islas. Esto daría lugar a la posterior rebelión de Haití, que causaría numerosas reformas constitucionales y terminaría por provocar la independencia de Jamaica en el siglo XX.
Introducción de la planta en el Caribe
Tras esas primeras rebeliones y la liberación de los esclavos, los británicos encontraron en la India un nuevo suministro para la mano de obra que seguían demandando para sus colonias del Caribe
y África Oriental. Eran los culís, decenas de miles de trabajadores indios que fueron llevados a la isla para relevar a los esclavos africanos en las plantaciones de azúcar tras su liberación. Eran reclutados mediante precarios contratos de no menos de 8 años de duración, a cambio de un sueldo y transporte. A partir de esa fecha, podrían regresar a su hogar o buscar otro trabajo. Las condiciones de vida y hambrunas no diferían demasiado de la esclavitud ocurrida en siglos anteriores. Es evidente que estos trabajadores precarios usaban el cannabis de forma tradicional para poder lidiar con esas tediosas condiciones de vida. Junto con sus costumbres y cultura, también introdujeron semillas de la planta y sus conocimientos de la misma, como técnicas de cultivo (eliminación de plantas masculinas para obtener flores no polinizadas de mayor calidad). Igualmente, dieron a conocer numerosos usos medicinales de la misma, que todavía persisten entre la población jamaicana actual. La influencia de los indios en la cultura del cannabis en Jamaica es tal que se puede observar incluso en su herencia lingüística y en la terminología actual. Ganja, el término hindi de origen sánscrito para la planta, fue posteriormente adoptado por los jamaicanos y rastafaris, y sigue siendo ampliamente utilizado incluso en su música (el reggae). También encontramos referencias a la “hierba de los culís” en las constantes menciones de la collie weed, hasta llegar al punto en que la palabra se ha convertido en sinónimo común de ganja. Posiblemente, collie sea una simple deformación del término original inglés para los culís (coolies) en el dialecto criollo
Tras esta la reforma de ley, comenzó también la persecución de la planta y los intentos por erradicarla de los campos y la economía local. Presionados por el gobierno estadounidense y sus restrictivas políticas anti-droga, las primeras operaciones de erradicación de cultivos tuvieron lugar en la isla. Por aquel entonces, los extensivos programas de fumigación impulsados por la administración de Nixon del herbicida Paraquat en México estaban en boga. Los casos de envenenamientos por el herbicida saltaron a primera plana y amenazaban a miles de americanos con daños pulmonares. Algunas investigaciones se mostraron contrarias a las afirmaciones del Departamento de Estado de EEUU, que afirmaba que la dispersión de herbicida en los países productores de cannabis no pondría en peligro a aquellos que la fumasen. Sin embargo, investigadores en el Centro de Control de Enfermedades estimaron que, entre 1975 y 1979, más de nueve mil americanos fueron expuestos anualmente a concentraciones tóxicas de Paraquat tras haber fumado marihuana mexicana fumigada. Esto favoreció a que el Congreso suspendiese finalmente el programa en 1979. No obstante, el Departamento de Estado quería terminar el trabajo y extenderlo a otras naciones como Colombia y Jamaica. En 1981 la CIA de la administración del nuevo presidente Reagan solicitó al presidente de Colombia Julio Cesar Turbay Ayala y al Primer Ministro de Jamaica Edward Seaga, que fumigaran el Paraquat sobre los cientos de miles de hectáreas de marihuana que crecían en sus países. Así, en 1983, se usaron avionetas agrícolas para fumigar el defoliante y eliminar las cosechas de la planta. Las consecuencias fueron desastrosas en la isla, no solamente terminaron con las plantaciones de cannabis, sino que también hubo