UN DIAGNÓSTICO DE GLIOBLASTOMA IMPACTANTE EL GLIOBLASTOMA ES EL TUMOR MÁS COMÚN Y MÁS MALIGNO ENTRE LAS NEOPLASIAS DE LA GLÍA, EN EL CEREBRO.. Cuando Josefa Gil le diagnosticaron un tumor cerebral en 2018, lo tomó como una señal para convertirse exactamente en la persona que siempre había querido ser. Cuando Josefa Gil se fue a la cama el 2 de mayo de 2018, fue una noche como cualquier otra. La entonces costurera de 31 años de edad apagó las luces y se quedó dormida, recordándose que tenía una cita con el dentista al día siguiente. Pero cuando se despertó, no estaba en su cama, ni siquiera en su apartamento: estaba dentro de una máquina de resonancia magnética en el hospital. “Más tarde supe por mi entonces prometido, ahora esposo, que había tenido una convulsión en la cama”, informa. “Luego tuve dos ataques más, uno en el apartamento, otro en la ambulancia. El hospital realizó una tomografía computarizada, que encontró una masa en mi cerebro, y luego me pusieron en la máquina de RMN, que mostraba un tumor del tamaño de una pelota de tenis”. Los médicos realizaron una craneotomía de emergencia y extrajeron un trozo de hueso del cráneo para extirpar el tumor. Una muestra de
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tejido fue al laboratorio para una biopsia. “Estaba tan seguro de que no iba a ser cáncer”, dice Josefa. “Seguí diciéndole a la gente que superé la parte difícil, ahora solo necesito que alguien me diga que no es cáncer”. Aproximadamente una semana después del alta del hospital, recibió la noticia: el tumor era un glioblastoma, el tipo de cáncer cerebral más agresivo y el más difícil de tratar, con una esperanza de vida promedio de 13 meses. Josefa recibió una buena noticia. Las pruebas de laboratorio revelaron que su tumor era IDHmutante, lo que significa que tenía una mutación específica (una alteración genética) que lo hacía más sensible al tratamiento de radiación. La mutación IDH ocurre en aproximadamente el 10 por ciento de todos los casos de glioblastoma, principalmente en personas jóvenes. Para esos pacientes, la esperanza de vida promedio es de 31 meses. Cuando Josefa escuchó su pronóstico, no comenzó a planear su funeral, siguió planeando su boda. Y ella pensó mucho en las otras cosas en su vida que realmente le importaban. Esto definitivamente incluyó la actuación, aunque