NOTA DE TAPA
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SEMINARIO INTERNACIONAL
Modernización con el sello uruguayo T
ras un breve repaso de los cambios abruptos y disruptivos generados por la revolución tecnológica y su impacto sobre la sociedad y la economía, Enrique Canon habló de las diferentes corrientes que atraviesan el comercio internacional y de su experiencia al frente de Aduanas del Uruguay. El flamante presidente del Consejo de la Organización Mundial de Aduanas (OMA) afirmó que el multilateralismo había resurgido con el Acuerdo de Bali, pero más allá de algunas excepciones, experimentó un fracaso relativo. “Ante esa situación, resurgieron expresiones del bilateralismo, como el acuerdo de la Unión Europea y Japón, y una nueva corriente de proteccionismo encarnada por Estados Unidos y Gran Bretaña”, dijo Canon, quien entiende que, frente a este nuevo escenario, las aduanas deben modernizarse. En Uruguay, ese proceso se inició en 2006. “El esquema estaba centrado en las mercaderías y la recaudación, no en la facilitación. Había un planteo ligado con paradigmas de aranceles altos y mucha protección, que no nos llevó a ningún lado, pero dejó huellas en la organización y en las cabezas”, afirmó. Lo primero que hicieron fue mapear 20 procesos, para emprender después en camino de gestión por resultados, totalmente en línea y automatizado. Hoy, 93,9% de las cargas son
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despachadas en menos de 8 horas y 99,9% de los trámites ya están digitalizados, lo que se tradujo en un ahorro anual de 10 millones de dólares, apuntó Canon. En tanto, la ventanilla única congrega a 15 organismos, 60 procesos y casi 5.000 usuarios, y ya hay 42 operadores económicos debidamente certificados. Por otro lado, Uruguay ya tiene acuerdos de reconocimiento mutuo con Brasil y los negocia con Corea, Estados Unidos, Bolivia, Perú, Argentina y Panamá. “Creo que hay que avanzar hacia acuerdos región-región, como Mercosur – Alianza del Pacífico, y al interior de las regiones. No será de hoy para mañana. Es un proceso largo y hay que hacer muchas más cosas, pero es el camino, junto con los Acuerdos de Bali”, señaló Canon. La Aduana uruguaya también modificó la gestión de riesgos y con ese objetivo generó un modelo de selectividad para cada una de las etapas, con reglas decisivas y aditivas para cada una. “Nuestro producto estrella son tres modelos econométricos que se conjugan con todo esto, extraen automáticamente la historia de cada una de las variables y realizan la predicción a través de un algoritmo de regresión logística. Como resultado, plantea un scoring de nivel de riesgo: alto, medio o bajo, que además se parametriza”, comentó orgulloso.
RICardo maciel
Enrique Canon, titular de la Aduana en el vecino país, explicó el proceso de aggiornamiento de ese organismo, en el que se conjugaron inversiones, tecnología, cambios normativos y compromiso de gestión.
Enrique Canon
Además, se introdujo el precinto electrónico, que es monitoreado por GPS en todo el territorio y garantiza que no haya adulteraciones en la carga. Paralelamente, fue modificada la normativa institucional. El nuevo Código Aduanero mejora la definición de las zonas francas, introduce la figura del Operador Económico Calificado y recoge la práctica del depósito logístico, entre otros cambios. En materia de recursos humanos, continuó Canon, se adoptó una política de gestión del cambio con compromiso de gestión durante 15 meses para los altos cargos, con calificación e incentivos por desempeño. “La idea es trata de llegar a un nuevo paradigma en conjunto con los funcionarios. Aquí es importante plas-
mar una coalición potente tanto en el nivel externo —con agentes de comercio exterior, gobierno, ministerios, opinión pública— e interno —con gerentes, funcionarios, director, comité gerencial. Si la coalición es poderosa, y se mantiene en el tiempo, se puede vencer las resistencias que legítimamente van a aparecer”, explicó. A eso se sumaron las inversiones en infraestructura, por 12,5 millones de dólares, y en tecnología, por 5,5 millones. Entre otras cosas, la automatización de controles de ingreso y egreso a puerto de contenedores permitió un ahorro de 60% de tiempo. Finalmente, y ante una consulta, habló del papel de los despachantes en ese sistema. “En principio, el Código los hace preceptivos, como auxiliares de aduana, salvo en unas pocas operaciones. Y desarrollamos el concepto de coalición: trabajamos en conjunto y tenemos relaciones respetuosas. Por lo demás, se define que los nuevos despachantes tienen que reciclarse cada 10 años. Los que ya tienen el título no tienen esa obligación y el aggiornamiento corre por su cuenta. Pero el que no se recicle se va a quedar por el camino. En este sentido, en Uruguay cuentan con una Escuela Internacional de Aduana y Comercio, con certificación PICARD. Hicimos un acuerdo con esta institución y hoy damos cursos para toda Latinoamérica”, concluyó.
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