Chef&Hotel | panadería artesanal
Gerardo Barría, John Concha, Hernán Lynch, Pablo Johnson y Arnaldo Restrepo
EN VIÑA DEL MAR
agosto-septiembre 2019
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LUEGO DE LEVANTAR Y POSICIONAR UNA PEQUEÑA Y EXITOSA PANADERÍA DE AUTOR EN LA CIUDAD JARDÍN, HERNÁN LYNCH SE AVENTURÓ A ABRIR UNA CAFETERÍA, QUE ADEMÁS DE OFRECER PANES CON MASA MADRE, PASTELERÍA PROPIA, HOY ATIENDE A PÚBLICO EN UNA CASONA CON CAPACIDAD PARA 60 CLIENTES Texto: Maureen Berger H. / Fotografías: Gonzalo Carrasco A.
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El crecimiento de Bakery Lynch
LOS MISMOS CLIENTES ME HICIERON VER QUE NO PODÍA SEGUIR EN UN LOCAL PEQUEÑO. Se hacían filas para comprar nuestro pan y pasteles, y ya era hora de pensar en crecer”, explicó Hernán Lynch Cárdenas, experimentado empresario que comenzó su formación en una pequeña panadería en Osorno, luego en supermercados y después en Puratos, una de las empresas líderes en el rubro panadero, pastelero y chocolatero. En Osorno, su ciudad natal, por primera vez Hernán tuvo contacto con la harina. Tenía 17 años. “Ahí aprendí los aspectos más básicos de este oficio, que no tienen relación con recetas ni nada parecido. Son valores principalmente, como el respeto y la humildad”. Tras trabajar dos años en supermercados, en labores similares, se le presentó la oportunidad de formar parte de
Puratos en Temuco. Luego fue trasladado a la Región de Valparaíso, donde estuvo cuatro años. La empresa le dio la posibilidad de realizar viajes al extranjero, para mostrar recetas de nuestro país y aprender técnicas. Trece años estuvo en Puratos, donde se desempeñó como técnico, capacitando, formando e instruyendo a clientes sobre la forma de obtener el mejor resultado con los productos. Junto a su mujer, Jessica Cortés Yáñez, tomaron la decisión de independizarse. El primer Bakery Lynch era pequeño, abrió a fines de febrero de 2016 y estaba ubicado en 7 Norte, Viña del Mar. “Si bien hay profesionales que entregan recetas de alto nivel, siempre tuve la idea que sería interesante rescatar la identidad de la panadería y pastelería con la cual me crié, preparaciones que van de generación en generación en el sur de Chile”. Allá vendían