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Y, en un instante, la gloria… España ha obtenido en los JJOO de París 2024 el primer oro de su historia en la categoría femenina de waterpolo. Tras dos platas en Londres 2012 y Tokyo 2021 faltaba el broche de oro, la culminación de una generación dirigida durante tres ciclos seguidos por el estratega en la sombra, que no es otro que Miki Oca. Esta España ya es eterna.
Segundos antes de la finalización, Laura Ester lloraba a lágrima viva en el banquillo. El sueño que empezó hace doce años, en Londres 2012, se ha cumplido este 10 de agosto de 2024 con el ORO olímpico tras ganar 9-11 a Australia en un partido sin historia. Al final, las nuestras alzaron los brazos al cielo, se abrazaron y todo el banquillo -staff incluido- acabó en el agua para celebrarlo. El primero femenino de la historia y el segundo tras el oro masculino de Atlanta 96 ¡EQUIPO,
Arrancó la final con un penalty favorable a Australia y gol de Williams. Menos mal de Paula Leitón ponía rápidamente el empate con un espectacular revés. En los primeros compases y España de adelantaba (Elena Ruiz) con un penalty provocado por una Paula que estaba sacando petróleo en la boya. Williams probaba, por dos veces, a Martina Terré, y la española respondió con dos buenas paradas. Pero, a la tercera, Alice Williams en superioridad empatada partido muriendo el primer cuarto (2-2).
Australia nos estaba sacando muchas superioridades, menos mal que el porcentaje de acierto era más del 70% en lanzamientos bloqueados. En ataque, el problema es que no encontrábamos el pase a la boya y las ‘aussies’ sacaban muy lejos a nuestras lanzadoras, con mala opción de tiro (0 de 4 en superioridades). Maica arregló el apartado de mujer de más (al final 1 de 6) algo muy necesario y más en una final olímpica.
Tras el 3-2 al descanso largo, cualquier brecha a favor podía ser casi decisiva. Como el golazo de Bea Ortiz por la escuadra que ponía dos arriba. Intentó imitarla Andrews, pero Martina se sacaba su undécima parada y estaba siendo la jugadora del partido. Otro arriba de Bea de penalty y España abriendo una falla a las australianas. Y encima Bea colocaba el hat-trick para poner un 3-6 mortal de necesidad.
España empezó a trabajar bien los bloqueos en defensa ante los lanzamientos ‘aussies’, ya que las de Miki Oca habían cerrado el pase interior de las rivales. A todo esto, Paula Camus provoca un penalty que marca Anni Espar (4-7). Enorme intensidad española, superior a la oceánica.
Con dos arriba (5-7) arrancaba el último cuarto, que se acercaba a su gran meta. Pero nada decidido aún. A solo 5 minutos largos del final del partido, Hearn (20) apretaba el partido. España tenía que marcar y tuvo que ser en superioridad y tuvo que ser Bea, su cuarto tanto. Increíble. Un 6-8 (como en Barcelona 2013).
Y tuvo que ser Maica, que está en todas partes, la que pusiese el 6-9 a cuatro minutos del título. Williams se resistía a ponérnoslo tan fácil, pero corrían los segundos y además Anni Espar ponía el 7-10. Esto estaba hecho, Maica certificaba el título y Martina se iba a casa con ¡15 paradas! ¿Perdona? El oro estaba al otro lado del río y España había sacado ya los dos pies del mismo antes de acabar...
Después de las trece mujeres campeonas olímpicas de waterpolo, un hombre era el más buscado de todo París tras la final: Miki Oca Gaia. Si decimos que es el auténtico ‘arquitecto’ en los últimos 15 años del waterpolo femenino español junto a su fiel staff, no decimos ninguna tontería. Oro olímpico en 1996 como jugador y oro olímpico en 2024 como seleccionador femenino...
Parece tocado por una varita mágica, por eso le preguntaron si se sentía un hombre con suerte: “Tengo mucha suerte, lo estoy diciendo en serio, de verdad, lo digo completamente en serio. Tuve mucha suerte como jugador de estar en un grupo de jugadores con muchísimo talento y de tener un gran entrenador, y ahora tengo muchísima suerte de estar en un grupo que tiene unas jugadoras excelentes, comprometidas, con ganas y muy buenas competidoras”.
Por si fuera poco, dejó claro que no tiene “ningún don ni nada. Soy un entrenador normal, trabajamos y las chicas tienen mucha calidad y mucho talento, y sobre todo mucho trabajo y mucho compromiso”. Entonces, ¿cuál ha sido el cambio en estos JJOO? “Esto es alta competición, a veces te falta muy ‘poquito’ y ese ‘poquito’ sale en otra competición”, añadió.
“Yo creo que este grupo lleva en un nivel muy alto mucho tiempo, entonces no sé si ha cambiado algo, pero lo que sí que ha cambiado es que somos oro olímpico y nunca lo habíamos sido. Creo que hemos estado en muy buen nivel todo el torneo y hemos ganado a
Estados Unidos en el partido de grupo, a Holanda en semifinales, pero en la alta competición los resultados a veces van gol arriba, gol abajo”, remarcó.
Sobre la guardameta Martina Terré, clave en la final, indicó que “es joven”, pero que ya llevaba “varios torneos que lo viene haciendo muy bien. Tenemos mucha suerte porque tenemos una portería muy bien protegida tanto por Martina como por Laura (Ester). Martina es la que está teniendo más minutos últimamente, pero las dos nos dan mucha seguridad atrás”
Pilar Peña: “Somos un equipo humilde y con corazón; eso ha sido muy importante para ganar”
Una zona mixta dorada... Pilar Peña, Maica García, Anni Espar, Paula Leitón... estaban todas muy emocionadas. Claro, es tan especial un oro olímpico que algunas miraban la medalla y aun no podían creérselo. Como decía Maica, “esto es tocar el cielo”. Pues ahí están, en el cielo olímpico, levitando. Esto es lo que dijeron.
PILAR PEÑA
“Ahora mismo siento alegría, emoción, ganas de celebrarlo con mi equipo, con la familia que ha venido a vernos y ahora solo quiero tiempo para estar con ellos. Toda esta carrera he conocido a muchísimas jugadoras y día de día hemos recogido los frutos. Estos 20 años para mí han sido una carrera personal de querer adaptarme y superarme, el waterpolo me ha hecho una mujer. Ha sido un camino muy grande, muy bonito, lo he disfrutado. Somos un equipo humilde y con corazón, y eso ha sido muy importante para la victoria”.
MAICA GARCIA
“Es que no me lo creo, es increíble. Esto es trabajo de todas, nos lo hemos ganado y toca disfrutarlo, No paro de mirar la medalla y está aquí. En el último gol me he vuelto loca porque nos poníamos a cuatro a falta de dos minutos. Que pase el tiempo pensaba, porque me va a dar un ataque al corazón. Este oro significa que he rea-
lizado un camino precioso desde 2007, que ha valido la pena, que he aprendido, he crecido, he evolucionado y soy una privilegiada por haber vivido todo esto. Siento el orgullo de poder decir que ya lo he ganado todo”.
ANNI ESPAR
“Este oro es un sueño hecho realidad, es una locura todo esto. Sabíamos que no iba a ser fácil porque Australia ha hecho un gran torneo. La defensa, la portería...necesitábamos esto para ganar. El gol de Maica ha sido, ‘ya lo tenemos’, pero hasta el final hemos pensado que a muerte. Este año hemos puesto mucho esfuerzo, mucha comunicación, el plus de Sierra Nevada, el staff, todo se ha notado en busca de este oro. No concebía perderlo, una plata hubiese sido para mí una decepción”.
“Ahora mismo tengo el corazón lleno de emoción y felicidad. Este era mi tercer intento -el cuarto para otras compañeras- y puedo decir que lo hemos conseguido y que nos lo llevamos a casa. Todos confiaban en nosotras, es un empuje esto, no presión para nada. Esta medalla para el waterpolo español es futuro para las que estamos, para las que acaban de llegar y de todas las niñas que vean que los sueños se pueden llegar a cumplir”.
Parafraseando el deporte del boxeo, la selección masculina de waterpolo sufrió un golpe directo al mentón cayendo a la lona por KO en los cuartos de final de la competición. Tras una primera fase totalmente inmaculada como primeros del Grupo B, los de David Martín se enfrentaron a los cuartos del A. Por avatares del destino, fue Croacia -campeona del mundo y subcampeona de Europa- el temible rival y la ansiedad hizo el resto. Al final, un decepcionante sexto puesto que, sin duda, no cubre las expectativas del equipo.
España llegaba a los JJOO de París 2024 con la vitola de selección aspirante al oro, o al menos a las medallas. Debut un tanto espeso frente a la selección de Australia (5-9), un equipo muy físico y con mucho nado, pero con un waterpolo menor al nuestro.
Tras es primer impulso, gran victoria ante Hungría, la campeona mundial, por 10-7. Si bien no había nada que celebrar, España hacía los deberes en busca de la primera plaza del grupo dejando a los magiares con muy pocos goles. Después llegó la campeona olímpica, Serbia, a la que se ganó con contundencia (11-15). Lo más increíble es que luego los españoles caerían en cuartos y los serbios se llevarían el título olímpico.
Después vino Japón y 23-8, el tanteo más abultado en favor de España en la historia de unos Juegos Olímpicos. No hubo color frente a un equipo peligroso a priori. Y se cerró la inmaculada fase de grupos ante Francia. Los anfitriones, muy motivados por su público, estaban eliminados, pero querían ganar a España. Aunque lo pusieron difícil, se acabó imponiendo por 8-10 para cerrar una primera fase de ensueño.
Y llegó el gran día, los cuartos de final ante una Croacia que venía de ser atropellada con EEUU para acabar cuarta en el Grupo A. La bolita era España. No les tembló el pulso como al final de su Europeo y el 0-2 de Maro Jokovic hacía presagiar a ‘tormenta’ que finalmente se produjo. Finalmente 8-10 y cruel desenlace para una generación a la que vino a visitar la siniestras maldición de los cuartos. Del 5º al 8º, victoria ante Italia y derrota ante Grecia. Un suplcio de partidos para olvidar.
Felipe Perrone: “He vivido cosas increíbles con este equipo, queda una historia muy bonita”
Estaba “muy triste, pero no me olvido de dónde he venido y acepto que esto puede pasar. Viniendo de dónde venía, he ganado un Mundial y un Europeo”, agradeció Felipe Perrone, tratando de relativizar el duro golpe de haber quedado fuera de las semifinales de París 2024.
No pudo Felipe reprimir unas lágrimas que pausaron su comparecencia unos minutos, aunque quiso culminarla: “Es importante decir que la medalla no ha podido ser, pero he vivido cosas increíbles, hemos conquistado cosas increíbles, y la vida sigue, esto es deporte, no se acaba el mundo. Se queda toda una historia muy bonita. Que esto no lo estropee”.
Hablo también el seleccionador David Martín, que comentó así del encuentro: “Nos penalizó mucho ir todo el rato por detrás. Entramos en ansiedad y no lo supimos gestionar, cometimos errores. Y es cierto que ellos hicieron un partidazo, con una defensa muy buena en bloqueos y por el portero”, analizó.
“No hay consuelo, vamos a llorar todos juntos, van a ser horas muy difíciles”, asumió Martín: “Con esto que ha pasado hay que darle mucho valor al hecho de entrar siempre en semifinales, que parece fácil porque lo han hecho muchos años, cuando lo normal es caer alguna vez en cuartos. Debemos reflexionar, levantarnos y acabar de pie”.
¡ESPAÑAAAAAA! ¡BRONCEEEEEEE! ¡SIIIIIII! Primera medalla JJOO de París 2024 y también primera desde las dos últimas por Txell Mas y Paula Ramírez se merecía un éxito colosal ternacionales parecían lejos de nuestras aspiraciones. Pero Olimpo tres ciclos después.
medalla olímpica de la delegación RFEN Aquatics en los últimas obtenidas en Londres 2012. La generación liderada colosal tras unos años difíciles donde las grandes medallas inPero la sincro española siempre ha estado ahí y vuelve al
El bronce de la natación artística en París 2024 es la quinta medalla olímpica en la historia de nuestra sincro desde los Juegos de Pekín 2008 y Londres 2012. Todo un hito para toda la familia que formamos la RFEN Aquatics.
Las protagonistas del éxito han sido Txell Mas, Paula Ramírez, Blanca Toledano, Iris Tió, Alisa Ozhogina, Marina García Polo, Lilou Lluis y Txell Ferré, con Sara Saldaña como reserva y Berta Ferreras y Cris Arámbula también, porque este equipo de todo un cliclo no lo forman 8+1, lo forman 11, como en el fútbol, y mérito es recordarlo.
Y, como staff técnico, además de la directora técnica Ana Montero, la seleccionadora Mayuko Fujiki, y las entrenadoras Judith Requena y Cecilia Jiménez.
En una final más española que nunca -ausente la Rusia dominadora e imperial durante 5 ciclos olímpicosOna Carbonell abría la sesión con los tres golpes de bastón teatralizados y empezaron a salir equipos.
Cada uno en su ‘liga’, la Australia de Paula Kalmburg y Alba Cabello le ganaba a Egipto, México a Italia, y
Fancia, la gran ‘tapada’ como apuntamos, superó con su enorme Molin Rouge, a Canadá y a la mismísima Japón, las caimanes, que se peleaban con España por mordernos el bronce.
España se fue al agua a por todas en un acrobático complejo, con fusión de músicas y, aunque no es nuestro fuerte (quintos en el ranking mundial porque hemos competido muy poco en highlight) superamos en las tres notas a nuestros rivales y, con lágrimas en los ojos, las deportistas se sentaron a esperar a la Estados Unidos de Andrea Fuentes y Víctor Cano, arropadas por el staff español Mayuko Fujiki y Cecilia Jiménez. Una fiesta española en toda regla...
El caso es que luego salió la sobrada China de Anna Tarrés y se completó el festival con un podio impensable hasta Tokyo: China ORO, EEUU PLATA y España BRONCE ¡Olé!
“La esencia de nuestro Equipo es la unión, el respeto mutuo, todas somos como hermanas”
“Nuestra esencia es la unión, el respeto mutuo, todas somos como hermanas” . Mediodía de lágrimas de tristeza y tarde de lágrimas de alegría. Cómo es el deporte, como el sol y la luna, como el día y la noche, como el agua y el fuego, Nuestro waterpolo masculino se hundía en un mar de lágrimas y nuestra sincro cumple el sueño de su vida, todo en unas horas. La zona mixta fue una locura, un caos de felicidad.
Txell Mas, capitana del Equipo, manifestó que “son muchas emociones ahora mismo. Creo que ha merecido la pena todo el esfuerzo. Llevamos años luchando por estar en lo más alto y nos merecíamos poder vivir este momento olímpico. La artística es nuestro fuerte y nos encanta nadar esta rutina porque es potente y además hemos sentido al público debajo del agua, lo que nos ha dado la energía necesaria. La esencia de nuestro equipo es la unión, el respeto mútuo, todas somos como hermanas y estoy muy orgullosa de formar parte de este equipo. Este es el broche de mi carrera deportiva. Tuve años complicados en los que pensé en no seguir, pero el sueño era más fuerte por todos los que me han apoyado. Esto es parte de ellos también”. Por su parte, Blanca Toledano estaba también muy emocionada: “Han sido unos días muy intensos la verdad porque en el técnico lo dimos todo, en el
libre también lo dimos todo y en el ‘acro’ lo último ya ha sido brutal, cada vez que salía una acrobacia bien me ponía a gritar debajo del agua...ha sido muy fuerte, la verdad. Teníamos que mejorar las acrobacias después del último Mundial y se ha visto muy reflejado esto. La clave es que somos un equipo muy unido, muchísimo, hemos ido a por todas y ya lo habéis visto, nos salía fuego por los ojos”.
España cerraba su útima opción (escasa) de medalla con la final de dúo libre de la natación artística. Y así fue, en una finalísima apretada y llena de altermativas, Alisa Ozhogina-Iris Tió presentaban una rutina nueva basada en el icónico monumento de la ‘Sagrada Familia’ del universo Gaudí. Una pieza muy compleja que nos dio para alcanzar el Top 8 (diploma olímpico con la 7ª plaza) porque la competencia fue feroz.
Final también con lágrimas para China, que se llevó el primer oro de su historia en dúo tras el dominio histórico de la ausente Rusia, también para el bronce de los Países Bajos de la española Esther Jaumà, y sobre todo la ‘llorera’ de plata de las británicas -entrenadoras incluidas- que han hecho historia como el resto del podio. Lloró, pero del disgusto, Japón, un país que venía con vitola pero que ha fallado mucho en París.
España muestra datos positivos como la mejora de la 10ª a la 7ª plaza de Tokio a París, los 8 puntos de incremento de dificultad, una nueva rutina que se puede pulir, y superar a países importantes como Japón, Canadá, USA o Israel. De todo hablaron, desde la narración de RTVE Julia Luna, con la ex internacional española Clara Camacho en los acertados comentarios técnicos.
La lección que se puede sacar de los JJOO, no siendo las nuestras gemelas o mellizas, es que o vienen
con un dúo y equipos distintos, o lo pagas si no eres China, que desde mitad de Doha le ha cogido el pulso al nuevo reglamento y no se ‘baja del palmito’. Es la nueva Rusia, salvando las distancias y el contexto.
Iris y Alisa: “Lo hemos luchado y estamos muy contentas de cómo hemos nadado en París”
Nuestro dúo olímpico formado por Iris Tió y Alisa Ozhogina pasó por zona mixta tras una final explosiva donde España tuvo sus opciones. Las deportistas españolas quisieron destacar que “lo hemos luchado y estamos muy contentas de cómo hemos nadado en París”.
También reafirmó Iris Tió que “estamos muy satisfechas y orgullosas de haber podido mostrar todo lo que hemos estado trabajando y al final un diplo -
ma olímpico está super bien, no solo es la medalla, aunque queríamos estar lo más alto posible en la clasificación, obviamente”
Por su parte, Alisa Ozhogina comentó que “lo hemos disfrutado mucho, era la primera vez que hacíamos este ejercicio (‘Sagrada Familia’) que es físicamente muy duro y, tras cinco días de competición, el cansancio se nota ¿La gente en París? A nivel de público ha sido impresionante”
La natación española tuvo en Hugo González de Oliveira a su diplomado, y por partida doble, en los Juegos Olímpicos de París 2024. Repitió sexto puesto en sus dos finales individuales, los 100 y 200 espalda. Renunció a las series de 200 estilos para preparar bien su segunda final y, en el relevo 4x100 estilos, vivió con sus compañeros la decepción de la descalificación por una salida anticipada cuando habían marcado la novena marca. Sin duda, por programa y estatus, fue el más activo de los nadadores españoles.
En los 100 espalda repitió la sexta plaza de la final olímpica de los JJOO de Tokio. El discípulo de Dave Durden (USA) y José I. González ‘Taja’ (España) salió por la calle 8 y tenía muy difícil la medalla, todo hay que decirlo.
Era su primera prueba en París y llegó la orilla demostrando que solo los más grandes nadan a diario por la mañana y por la tarde. Sus 52.73 se quedaron a 3 centésimas de su mejor marca personal, pero el bronce estuvo en 52.39 (su compañero universitario Ryan Murphy-USA).
El podio fue brutal con el plusmarquista mundial, el italiano Thomas Ceccon, como nuevo campeón olímpico con 52.00, seguido del chino Jiayu Xu (52.32) y del citado Murphy (52.39). Hugo no estuvo lejos del griego Christou y del sudafricano Coetze, conformándose con imponerse al anfitrión francés Ndoye-Brouard y al británico Morgan en una final explosiva.
Ya en sus 200 espalda, Hugo nos hizo soñar tras un volteo en el 150 que tocó en bronce. Quedaban 50 metros y parecía que podía, aunque por las calles centrales todo se estiraba bajo la batuta del magiar Hubert Kos, a la postre campeón olímpico. El español, por la calle 8 y sin referencias, metía todo el gas que tenía, pero el griego Christou pescaba en río revuelto y el suizo Mityukov, plata en Doha, se echaba al cuello el bronce. Hugo sexto (1:55.47), igual que en el 100 espalda, orgullo por esas dos finales olímpicas pese al desconsuelo inicial.
Hugo: “Decepcionado con la marca del 200 espalda, éste no es nuestro potencial”
Rabia, decepción, análisis...y nosotros añadimos orgullo. El orgullo de volver a tener un doble finalista olímpico que tiene mucho más dentro que lo demostrado en La Defense Arena de París. Una nube de periodistas españoles le preguntó en zona mixta de la piscina tras el 200 espalda.
“Buena salida, en general buena carrera, pero nos ha faltado el empuje del último 50, que es el que no nos ha permitido hacer el tiempo que queríamos. Así que sexto en los JJOO, pero este no es
nuestro potencial. Hemos nadado dos veces más rápido en Mallorca y en Doha, por lo que no estamos satisfechos”.
También comentó que “no he terminado de encontrar mi estilo y mi ritmo. No es lo que hemos entrenado este año, estoy decepcionado con la marca. Hay muchas combinaciones, pero no hay excusa, me he quedado como sexto mejor especialista. La 8 era buena calle para nadar rápido y simplemente no ha salido”.
Jessica Vall, que inició los JJOO con una tranquila puesta en escena en los 100 braza, tenía marcados en rojo en la agenda sus 200 braza, distancia que le ha aportado los grandes éxitos nacionales e internacionales de su carrera. Nadó muy bien las eliminatorias, tanto que accedió a las semifinales con la novena marca (2:24.52). Como dijo la nadadora de Jordi Jou en el CN Sant Andreu, “si tienes una calle en semifinales, tienes una oportunidad, y yo la tengo”. Luego no pudo progresar, pero acabó, a sus 35 años, en un dignísimo Top16. Con sabor a final de etapa olímpica, aunque con ella todo es posible siempre.
También quedaron cortados en semifinales otros compañeros, caso de África Zamorano, 14ª en 200 espalda, donde tenía puestas muchas de sus esperanzas, lo mismo que Emma Carrasco en los 200 estilos donde, tras un espectacular 150, no pudo pasar de la 15ª plaza, parecido a lo ocurrido en el 400 (12ª). Quizás Arbidel González y Laura Cabanes tenían las expectativas un poco más bajas, aunque firmaron dos ilusionantes -por su juventudTop 16 en los 200 mariposa.
Sergio de Celis se quedó a tres puestos de semifinales de un poblado hectómetro libre, mientras que Mario Mollá no tuvo opciones en el 100 mariposa. Y Carlos Garach, que apuntó cosas en el 800 libre, no encontró sensaciones en ningún momento en un duro 1.500 previo a sus 10 kms de aguas abiertas.
Muy rápido nadó Carmen Weiler los 100 metros espalda en su debut olímpico. Tanto que cerró la preliminar con la octava marca (puesto de final) y además con un registro e 59.57, nuevo récord de España. El anterior era suyo de junio en Palma. Ya en semifinales, acabó novena a un puesto de las finalistas. La nadadora española discípula de Sergi López en Virginia Tech, dijo en zona mixta que había sido una “experiencia especial” y que ya piensa en Los Ángeles 2028.
Mientras, en 200 espalda, Weiler fue séptima en la primera semifinal con un tiempo de 2:09.99 minutos y se quedó a 1.20 segundos de la atleta neutral Anastasiya Shkurdai, que logró el último billete para la final con un crono de 2:08.79. Carmen firmó la 13ª plaza en el doble hectómetro ‘dorso’, como dicen los italianos.
El 4x100 libre dio la gran nota de los relevos españoles: 9º y plusmarca nacional (3:13.19)
Nada menos que cuatro fueron los relevos españoles que presentó la delegación RFEN Aquatics en París. Y lo cierto es que corrieron suerte dispar. Sin duda, la actuación estelar vino con el primer cuarteto del 4x100 libre (Sergio de Celis, Luis Domínguez, César Castro y Mario Mollá), noveno a solo 4 centésimas de la final olímpica y con récord de España incluido (3:13.19).
Por su parte, el 4x200 libre masculino (César Castro, Luis Domínguez, Carlos Garach y Ferrán Julià) firmó el 13º crono, mientras que el 4x100Ei (Hugo González, Carles Coll, Mario Mollá y Sergio de Celis) tocó 9º por delante de Italia, pero fue descalificado por salida anticipada. Finalmente, el 4x200 libre femenino (15º) estuvo formado por María Daza, Alba Herrero, Paula Juste y Ainhoa Campabadal.
En más de un siglo de historia olímpica de los saltos, han tenido que irse a vivir a un piso en Madrid un canario y un balear para obtener la mejor clasificación histórica de este deporte en España con un sexto puesto en la final de 3 metros sincronizados en los JJOO de París. Sí, con menos de 90 licencias deportivas en España -no más de una veintena absolutas-, Nico García Boissier y Adrián Abadía superan todos nuestros registros históricos olímpicos.
Diploma olímpico para nuestros saltadores, que predecían que la medalla era muy complicada pero que podrían luchar por ese top 5 olímpico. Se quedaron a un puesto (361,62 puntos) pero, con el coeficiente de dificultad más bajo de todos sus rivales, demasiado hicieron para estar luchando por el quinto puesto con la anfitriona Francia hasta el último salto de su serie.
Con 29 años Nico y 22 Adrián, dieron una lección al mundo olímpico de pundonor, coraje y saber hacer. Estar luchando con países como China, Gran Bretaña, México, Italia, Estados Unidos, Francia, Ucrania ... era una quimera hace unos pocos años. Pero la dupla Domenico Rinaldi-Arturo Miranda, apoyados por el anterior DT y pieza clave en la evolución de Abadía, Donald Miranda, han tenido mucho que ver. Han profesionalizado esta disciplina y fruto de ello fueron el increíble bronce de la pareja olímpica en Doha 2024 y los billetes olímpicos de Ana Carvajal y Valeria Antolino.
El último servicio olímpico del gran capitán de los saltos españoles ha sido el de Nico García Boissier: “Han sido mis últimos Juegos y, aunque el año que viene seguiré compitiendo, mi ciclo olímpico ha acabado y estoy muy agradecido a Adri” ¡GRACIAS, MAESTRO!
Sobre la final, dijo que “estamos un poco frustrados por el último salto, tal cual se estaba dando la competición la lucha por las medallas estaba muy complicada porque los grandes no fallaban y en cuanto a dificultad no podíamos competir. Al principio era un quinto puesto, después ha sido un sexto por un pequeño fallo al final, analizar por qué, quizás exceso de adrenalina, pero aún así hemos superado la mejor marca de nuestro país y más que orgullosos de este diploma”.
Adrián Abadía, por su parte, analizaba su actuación olímpica: “Estoy bastante contento, muy satisfecho ya
de estar aquí, es el resultado más grande de España y con eso me voy contento, con solo estar aquí el trabajo ya estaba hecho. Con este resultado espero que los saltos se vean más en España porque apenas hay 88 licencias y hemos venido 4 saltadores. No es nada fácil, espero que después de esto se vayan reconociendo más los saltos en España”.
Valeria Antolino Pacheco no tenía billete para los JJOO de París en el mes de mayo. Dos meses después ha estado disputando la final olímpica con las 12 mejores saltadoras del planeta. Es increíble porque estuvo tres años del ciclo olímpico buscando la clasificación en plataforma de 10 metros y ha acabado con diploma (8ª) en el trampolín de 3 metros en lo que es el mejor resultado olímpico de una saltadora española en toda la historia. Ver para creer.
La elegante saltadora española, no obstante, era una especialista en trampolín de 3 metros antes de enfocar la plataforma en el último ciclo olímpico. Lo cierto es que Fukuoka y Doha le cerraron el camino en 10 metros y se recicló en los ‘trials’ de la Copa de España en la plaza que nos correspondía en 3. Allí se impuso a la semifinalista mundial María Papworth y a Rocío Velázquez. Estaba en los Juegos.
Una vez en París, Valeria, alcanzó las semifinales con autoridad. Salía con la 12ª marca tras una eliminatoria el miércoles con muchas saltadoras y donde no tuvo problemas de clasificación desde el segundo salto. Sumó 284.25 puntos tras un concurso de cinco saltos donde si bien tuvo más problemas tras el segundo (15ª), finalizó muy segura con dos últimos saltos (el penúltimo de dificultad 3.0 le dio 63 puntos) que metieron de lleno a la española en la final.
“Si me enfoco bastante en plataforma y algunos días trampolín, creo que puedo llevar las dos cosas”
Hay una palabra que define muy bien el estado de ánimo y que la propia Valeria Antolino expresó en la zona mixta: “Supersatisfecha”. No era para menos, reconociendo además que “en estos dos últimos años me he enfocado a la plataforma, que es lo mío”.
Su presente es espectacular, pero ella ya piensa incluso en su futuro más inmediato cuando vuelva de vacaciones y regrese a sus habituales entrenamientos en Madrid, a su vida: “Yo creo que, si me enfoco bastante en plataforma y algunos días hago trampolín, yo creo que las dos cosas las voy a seguir llevando adelante”. Dos por el precio de uno.
Ana Carvajal no pudo estar en la final olímpica de plataforma individual femenina de los Juegos Olímpicos de París 2024. Pero si decimos que tiene 17 años, que fue su debut olímpico y que se quedó a solo dos puestos del top 12 en la semifinal, el resultado es excepcional (276.90 puntos / 14º) porque, con su progresión, podría tener al menos 2 ó 3 ciclos olímpicos por delante.
El concurso vespertino de Ana Carvajal, a diferencia de la mañana, fue un tanto irregular. Si bien empezó novena (58.80) mejorando en más de un punto el salto de la mañana, en el segundo falló la entrada y se fue la la posición 13ª -a un puesto de la final-, por lo que el tercer salto se antojaba clave. Si bien no tuvo un fallo grave, las notas estuvieron por debajo del 6 (52.80) y empezaba a poner en riesgo la posibilidad de clasificación. Aun así, sus 163.80 en sus tres primeros saltos le hacían mejorar una plaza (12º) y estar en puesto de final.
En el penúltimo salto, Carvajal repitió la misma nota (54.60) de la mañana y se fue hasta los 218,40 puntos, bajando a la décimoquinta plaza. Ya no había opción porque a este nivel ya no falla prácticamente nadie. Acaba su participación olímpica entre las 14 mejores del mundo y, a buen seguro, enorme experiencia vital para el futuro.
“No me esperaba pasar a la final porque el trayecto de este año ha sido difícil”
Estaba contenta y hasta sorprendida una Ana Carvajal que ya tras la preliminar había cumplido su objetivo más que de sobra: “No me esperaba pasar a la final, la verdad, porque ha sido difícil todo este trayecto este año. Entonces, yo estoy contenta y además ha sido una experiencia superbuena”.
Tenía muy controlada la ‘presión’ que supone para cualquier deportista competir en unos Juegos: “Estaba supertranquila porque no tenía nada que demostrar, por así decirlo, porque no me estaba jugando ninguna plaza ni nada”.
Ángela Martínez (10ª) y María de Valdés (17ª) cumplieron su sueño de competir en unos JJOO, aunque la proeza de las medallas en un traicionero y ¿descontaminado? río Sena quedó reservada a la astuta neerlandesa Sharon van Rouwendaal (oro), a la australiana Moesha Johnson (plata) -que hizo todo el desgaste y fue la mejor-, y a la italiana Ginevra Taddeucci (bronce).
Con la duda hasta el último momento respecto a si se nadaban en el río Sena las finales de aguas abiertas, se dio la salida a las 07:30 horas a la carrera femenina con María de Valdés y Ángela Martínez en la pugna de las 24 contendientes.
Empezaron dominando en la primera vuelta (1,6 k) de las seis las australianas Johnson y Gobecka, relevadas después por las italianas Taddeucci y Gabrielescchi, líderes tras el primer pase, aunque fue Moesha la que pasó primera el arco inicial. De Valdés (15ª) y Martínez (19ª) estaban en la parte media-baja de carrera.
Afectaron tanto las corrientes, sobre todo en el medio del río, que se daba la circunstancia de que las nadadoras iban en fila india por la pared, la parte más rápida, y el público en las gradas no veía absolutamente nada del espectáculo, solo barquitos. Sin duda, al Sena no le ha sentado muy bien que los organizadores de los JJOO hayan querido ponerlo en el foco permanentemente...
Una decena de nadadoras, lideradas por la neerlandesa Sharon van Rouwendaal, cortaron la carrera ya desde la segunda vuelta. Por atrás tiraban las españolas con otras unidades, que habían subido puestos con la idea de no desconectar o se acababa cualquier opción. El avituallamiento también tuvo su importancia porque fue utilizado desde el primer pase y en la última podría ser decisivo no hacerlo para aprovechar la corriente de salida y los metros decisivos de carrera.
En el ecuador de la prueba, dominio de la australiana Moesha Johnson y la neerlandesa Sharon van Rouwendaal, dos nadadoras muy rápidas que querían marcharse del grupo, o al menos soltar unidades. María (13ª) y Ángela (16ª), a poco más de 20 segundos de la cabeza, no le perdían la cara a la carrera siguiendo la estela de la alemana Leonie Beck.
La parte final de la carrera tuvo como protagonistas a Moesha, Sharon y Ginevra. En el grupo perseguidor, la última campeona olímpica, la fornida brasileña Ana Marcela Cunha. Nunca llegaría a enlazar con el tridente cabecero que, obviamente, no pasó el último avituallamiento y se fue directo a la bocana. Allí, Sharon (2h.03:34.2) metió su habitual adelantamiento sin intermitente (¿para qué avisar?) y Moesha se conformó con la plata a unos pocos segundos, seguida de Ginevra (siempre ‘pesca’ Italia). Cuarta, más atrás, Cunha, que plantó un beso a Sharon en el pantalán, ésta arrodillada y llorando. Imagen icónica y de fair play de las dos últimas campeonas olímpicas.
Las españolas, en el grupo medio, no lograron superar el mejor registro histórico (7ª en Londres 2012) de nuestra compañera RFEN Erika Villaécija -hoy comentarista técnica de RTVE en esta carrera- y Ángela entró a 2.41 de Sharon en una espectacular décima plaza, un Top 10 olímpico más que meritorio por su juventud (aunque se le volvió a escapar Moesha, como nos dijo en Sevilla), mientras que la subcampeona mundial María de Valdés -que fue la ‘Moesha de Doha’- tuvo que conformarse con la 17ª plaza a 3.28, aunque ella vale infinitamente más. Pero nadar en este río ha sido, más que una proeza, un disparate por todos los sucesos previos acaecidos.
Decepcionada y autocrítica, la malagueña de 25 años afirmaba a los medios en zona mixta que “la experiencia de nadar en río me ha costado bastante, me ha faltado fuerza y no es ninguna excusa, pero espero que esto me sirva para reforzarme de cara al futuro. He dado mi 100% en el agua, he intentado hacer todo lo posible para llegar delante, pero han sido superiores a mí y, bueno, esto pasa en el deporte. Esperemos salir reforzados de ello”.
Y reconoció que, para mí, “ha sido la más dura de toda mi carrera deportiva porque, aparte de las corrientes, tienes que saber posicionarte en los giros de boya. Creo que lo he intentado hacer lo mejor posible porque lo habíamos estudiado fuera del agua, aunque tampoco habíamos podido probarlo antes pero bueno, es muy diferente la teoría a la práctica”.
Por su parte, Ángela Martínez manifestó que “es verdad que para ser mis primeros Juegos no está mal. Satisfecha pero no al cien por cien, aunque creo que mi actitud ha sido la correcta y en ningún momento me he rendido. Es verdad que quería más, pero a la próxima será”.
También comentó sobre las aguas del río Sena que “la verdad es que estábamos un poco preocupados por si nos íbamos a poner malos. Ya el año pasado cancelaron la Copa del Mundo aquí. He estado con los de triatlón que nadaron antes y me dijeron que el agua estaba bien, así que ya me preocupé más en gestionar la carrera y en conseguir un buen resultado”.
Pese a que los nadadores masculinos tenían una privilegiada información respecto a la carrera femenina del dia anterior, el día fue durísimo para los 29 olímpicos que finalmente tomaron la salida (dos bajas), sobre todo para los de atrás, donde estuvo siempre nuestro olímpico, el español Carlos Garach. El granadino vivió una mañana infernal en un ‘diabólico’ río Sena y en la cuarta vuelta, a más de cinco minutos de la cabeza, se vio obligado a retirarse, al igual que otros cuatro nadadores.
Una carrera que ganó el húngaro Kristof Rasovzsky, el ‘Tiburón de Balaton’, siempre bien colocado en cabeza de carrera desde la segunda vuelta, que pudo en meta con el alemán Oliver Klemet y con el también magiar David Bethelem, dejado atrás a poderosas estrellas como el campeón olímpico en Tokio Florian Wellbrock, los siempre competitivos italianos Gregorio Paltrinieri y Domenico Acerenza (4º) o el francés Marc-Antoine Olivier. Todos ellos tuvieron que sortear las durísimas corrientes, el serpenteo de la línea de carrera por la situación del avituallamiento, el requiebro de la bocana de meta y el paso por boyas y por debajo de los puentes ¡Parecía un 10.000 obstáculos!
El campeón granadino, discípulo de Xavi Casademont en el Centro Nacional de Entrenamiento de Málaga, siempre estuvo entre las últimas unidades del grupo, pasando en la primera vuelta a 39 segundos (26º) y en la segunda a más de dos minutos, aunque conservando la posición.
Algún retirado, mucha dificultad de subir posiciones y un ritmo muy fuerte en cabeza con alemanes, italianos, húngaros y franceses jugándose las medallas en un grupo que rompió el estirado grupo con once unidades a mitad de carrera.
Pese a que Carlos fue décimo en marzo en Soma Bay (Egipto) en el 10 de la Copa del Mundo y Top 12 en 5 k
en los Campeonatos del Mundo de Fukuoka 2023 -en Doha 2024 no compitió porque ya tenía la plaza-, no pudo colocarse bien desde el inicio en una carrera de un gasto energético muy exigente y finalmente debió optar por la retirada. Sin duda, duro aprendizaje nada menos que en el 10 k olímpico de un Sena que estamos dispuestos a olvidar desde este instante.