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LA NIÑA PARACAÍDAS

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DOS PASAJEROS

DOS PASAJEROS

¿Notas diferencias con respecto a lo que ya tenías de antes?

Se ha acogido muy bien este "Cómo fue".

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Este sencillo es el primero que hemos sacado con la distribuidora Discover. Ha sido un poco diferente la salida, porque llevo desde hace un año haciendo esto de manera muy independiente, autodistribuyéndome. Con ellos trabajo de otra forma: te hacen un seguimiento, te ayudan, y este saltito, junto a las chicas de Dame Bombo en comunicación, y el equipo en general, dan al single un salto de calidad hacia lo que va a ser la salida del disco. Ha sido muy buena la acogida, además es un tema muy especial para mí y a la gente le está molando. Así que muy guay.

Habrá sido un proceso junto a Monfá. Yo trabajo principalmente con dos productores ahora mismo, que son Vicent Monfá y Arnau Moreno. Vicent ha sido el productor de Como fue, y el proceso ha sido el habitual: yo componiendo en mi casa, con la guitarra, con la idea de cómo quería que fuera la canción, y luego llegó el momento de llevarla al estudio con él, de poner ideas en común, de ver hacia dónde queríamos tirar tanto a nivel sonoro como a nivel artístico.

Aunque habrá algún tema en el disco de los que están ya fuera (de mis inicios), porque me apetece que estén también, este es el adelanto real, el que marca la diferencia en la estética, tanto en RRSS como en la canción en sí. La imagen, los colores, la canción que sigue con esa sonoridad más pop punk de los 2000 pero con detalles rock. Al final creo que transmite muy bien la esencia de lo que el oyente se va a encontrar en el disco que saldrá en septiembre. Donde no hay diferencias es en la calidad, ya que por suerte me encontré con estas personas increíbles en mi equipo desde un principio, y los temas que saqué previamente tenían ya ese punto de profesionalidad, pero realmente este tema a nivel estético, el imaginario que tiene, ya nos guía un poco hacia lo que va a ser el disco en general.

¿Cómo de inspirador es lo cotidiano? No parece sencillo hablar de lo que nos sucede en el día a día. Cuando me siento a escribir, las letras me salen conectando diferentes momentos que puedo experimentar yo, o que me ha contado una amiga, o las músicas de la banda, o que he vivido en la calle. Se dan situaciones que me hacen conectar en algún momento, y sí que es verdad que uso mucho ese lenguaje cotidiano y las cosas que me pasan en mi día a día para transmitir, porque creo que es la forma que me nace, pero tambien quien me escucha me da las gracias porque son historias, es decir, mis letras son espejos de cosas que hemos vivido todas en nuestra vida, es como un diálogo de algo que te puede pasar en la puerta de una discoteca, o en un bar, encontrándote con una persona importante de tu pasado, y poner las cosas encima de la mesa, de cómo estás. Y tener pensamientos, frases como que “el karma no sirvió de nada”, pues al final aunque el encuentro sea bonito, también tienes algo dentro… al final es un imaginario de cosas que te pueden ir pasando a lo largo de la vida, y el lenguaje cotidiano es mi vía principal de escritura y de transmitirlo todo.

¿Cómo es posible traer ese sonido a nuestros días y que suene actual?

Cuando empecé todo esto, es de las cosas más claras que tuve. Todo empezó en la pandemia, yo nunca he dejado de escuchar este tipo de música, tengo influencias de bandas internacionales como Blink 192, Sum 41, y ahora más actuales como Yungblud, Machine Gun Kelly, y al final tanto lo nuevo como lo menos nuevo me inspira. En mi instituto, en la adolescencia, viví mucho esa música, y en cuanto tuve un proyecto más maduro, más profesional, quise hacerlo así.

Quería hacer que esa época, en la que viví más la música, que es cuando lo empiezas a descubrir todo, la pudieran experimentar las generaciones actuales como lo viví yo en aquel momento. Y poder volver a traer este género, porque lo más importante es lo guay que se vive en los conciertos. Es lo más importante de este proyecto, que la gente grite los temas, poder conocerles, y este tipo de música me lo daba. Quería por eso volver a llevar, como están haciendo otros artistas a nivel nacional, este género a la actualidad, añadiendo al mismo tiempo sonoridades más electrónicas, sintetizadores, efectos en la voz… poner ese toque moderno, porque no debemos olvidar que estamos en un constante cambio y al final tenemos que estar adaptándonos todo el tiempo. Chicas como Samurai, Marina Moon, Ginebras o Shego como referentes femeninos, además de Johnny Garso, Biela o Venturi, me inspiran, me encantan y me puedo reflejar en ellas para comprobar que este género está volviendo y que hay espacio, en especial para nosotras. Bebo de todo esto, soy algo así como una esponjita.

Y de repente el Rising Stars. Para flipar. Mi primera canción la saqué en febrero de 2022, hace relativamente poco, y para mí es una gran valoración para el proyecto, y para mí como artista, que un festival como el FIB haya confiado en este proyecto, algo que va más allá de los números. Una oportunidad así te abre los ojos y te hace ver que aún hay esperanza en el mundo de la música. No todo son los seguidores y los números de oyentes en plataformas, sino que hay gente que aún confía en las bandas, en la música bien hecha, orgánica, en estudios, con las músicas. No me esperaba poder llegar a donde hemos llegado porque tenía este sesgo de qué pasará si importan los números más allá de la música, y me han demostrado que no, que lo importante son las canciones. Estoy feliz de poder enseñar este proyecto en el festival, y de que den tanta visibilidad a las bandas emergentes. Creo que cualquier persona que venga a un directo nuestro puede notar la energía, la actitud que lleva de la mano este género, y eso es lo que la gente quiere cuando va a una sala o a un festival. Fue un mix de cosas, el poder estar en ese escenario con mis músicas, el apoyo de la gente que nos votó en un principio, y cómo lo vivió el público al final. Confiamos mucho en el proyecto, y cuando vivimos lo de Valencia, teníamos algo dentro que nos decía que iríamos al festival, por cómo lo vivimos, y eso es muy bonito.

Vaya cartelazo, por cierto.

Es increíble, The Offspring, que es una de mis influencias principales, es una referencia a nivel mundial, y poder estar solo con ellos en ese cartel ya es un paso grandísimo para nosotras en este camino de la industria musical. Es un regalazo poder vivir eso.

Encima están Ginebras, están Vetusta Morla que nos flipan también, están Bastille, Crystal Fighters... es que te nombraría a muchísjmos artistas que sigo desde siempre y que puedo decir ahora que estaré con ellos gracias a la oportunidad que nos han dado. Lo aprovecharemos al máximo e intentaremos petarlo mucho.

¿Y puedes notar ya ese efecto FIB? ¿Hay más gente en el barco?

Sí, totalmente, ha sido una locura ya desde las finales presenciales en Valencia, porque ahí ya mucha gente se sumó. Gran parte del público, que no nos conocía, nos dijo que les había gustado mucho el proyecto, nos empezaron a seguir y a escuchar, y el haber sacado el single justo ahora ha sido algo muy guay. No sabíamos si estaríamos en las finales y la salida del single ya estaba programada previamente, pero ha quedado todo como muy cerradito. La canción se acogió muy bien por los que ya estaban y por los nuevos, y cada día se suma más gente, que nos dice además cosas bonitas por redes sociales. Me encanta hablar con la gente, que te dice cosas como "me flipa esta parte del tema, porque me ha pasado esto...", es por lo que hago y empecé a hacer música. Y gracias al FIB sí que notamos ese aumento de amor que se le da al proyecto.

La escena catalana no parece sencilla. No lo es la escena en general. El mundo de salas, de rock, de bandas... va más allá de que una canción lo pete y sea un hit. La música tiene que perdurar, tiene que merecer el pagar una entrada, y tiene que defenderse con mimo, con cuidado en directo. Yo no haría una cosa que no vaya en la línea de lo que quiero defender en vivo, por eso en nuestro caso lo que se escucha en plataformas y lo que se ve en el show va muy unido irremediablemente.

Y después del FIB, ¿dónde te veremos?

Pues tras el FIB estaremos una semana después en el Paupaterres, con bandas como Mabel Flores o The Tyes, y ya en septiembre estaremos en la sala La Mirona de Girona y en el Mercat de la Música Viva de VIC. Habrá gira de salas para presentar disco.

Estábamos como locos por vivir una nueva edición del Festival Tomavistas, y más desde el mismo momento en el que supimos que volvía al siempre especial recinto del Parque Tierno Galván, y lo cierto es que la experiencia no ha podido ser más positiva a todos los niveles. Al fin este evento que tanto farda, no solo de Madrid, sino de lo que se siente al vivir en este lugar que a tantos acoge - véase nosotros mismos -, dio un golpe en la mesa para seguir siendo el festival preferido de la ciudad, más allá del postureo de los colosos que celebran eventos especialmente masivos a las afueras. Cuando entramos en el recinto, bajando la clásica cuesta que da a los puestecillos de cosas ricas, uno ya no puede ocultar su felicidad, pero eso sí, primero hay que darse una vuelta por todo el espacio para reconocerlo bien, para saber dónde está todo, ver dónde han puesto sus stands los patrocinadores, dónde están los puntos de carga, las barras y demás. Lo primero que agradecimos no es ya solo el hecho de que pudiésemos entrar con botellas de agua, sino que además nos pudimos llevar nuestros propios bocadillos. Un acierto por parte de la organización, porque está muy bien tener un puesto de Taco Bell, otro de hamburguesas y demás parafernalia, pero poder comerte un bocata como Dios manda después de darlo todo viendo a La Femme, pues es que no hay color. Los escenarios de toda la vida ahí seguían: el grande, mandando sobre el anfiteatro, y el de atrás,

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