musicanueva:Maquetaci—n 1
05/12/2015
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Luego ya lo miramos un poco más, qué podíamos meter, entonces Álvaro, que toca teclas, acordeón y piano. Estando con las canciones y viendo que sonaban muy bien, pensamos en meter alguien de voces, gente como Loren, que es capaz de hacer muchos registros y adaptarse y vimos que empastaban muy bien su voz con la mía”. De no haber estado satisfecho con el resultado téngase por seguro que este disco no hubiese visto la luz, sin embargo cumplió las expectativas del autor. Robe: “Necesito sorprenderme. Primero me tengo que sorprender yo para poder sorprender a la gente. Me tengo que ilusionar. No es que no tuviera ganas de hacerlo con Extremoduro, pero creo que las ganas es lo más importante que hay en la vida. Es una cosa que hay que cuidarla mucho. Sorprenderte y hacer cosas nuevas es hacer que te entren ganas de cosas”. Ganas que no pasan por mostrar este trabajo en directo. “Con este disco no va a haber gira. No tiene sentido” afirma tajante el extremeño, “eso es lo que pensamos de momento. Me gusta preparar las cosas bien, me cuesta mucho trabajo preparar los conciertos. Me cuesta el mismo trabajo preparar un concierto que cuarenta. Me lo tomo con la misma seriedad”. Entrando ya en harina, en “Lo Que Aletea En Nuestras Cabezas” llaman la atención las continuas referencias al sueño, al dormir, hay incluso una nana. Robe: “Yo a eso no sé contestar Kike. Sabes que compongo, me salen las palabras, luego las interpreto. Hago la canción y cuando voy por la mitad empiezo a comprender de qué habla, pero no siempre pasa así. Muchas veces acaba y solo intuyo de lo que habla. Hay canciones que sé lo que he querido decir cuando pasa mucho el tiempo. Y hay algunas incluso que quiero decir una cosa o creía y pasa el tiempo y veo que estoy diciendo otra. A veces tienes cosas metidas en la cabeza sin saber por qué y te van saliendo cuando estás componiendo. Ya sabes que no puedo decir voy a hacer una canción que hable sobre tal. Nunca lo he hecho. Una del racismo no. Voy haciendo cosas y luego digo, coño yo creo que aquí estoy hablando de esto. Es una cosa menos voluntaria de lo que parece”. Efectivamente, analizando el disco se aprecia que no hay ninguna canción que hable de nada en concreto pero sí hay muchos trozos que hablan por ejemplo sobre la ausencia femenina, la falta de compañía. Cabe preguntarse cuánta carne y hueso hay detrás de los personajes del disco, si son historias personales, que se han oído, o que se han visto en la tele. Robe: “Lo más importante para poder componer es la imaginación, pero la imaginación si no hay carne y hueso detrás no funciona. Yo compongo con el corazón, no compongo con la cabeza. Y para componer con el corazón tiene que existir esa carne y hueso real o ser real en ella. La tienes que sentir. No soy capaz de escribir de cosas que no siento o no me creo, pero las canciones no tienen por qué estar acordándome de alguien. Muchas veces cuentas historias imaginándote cosas que podrían pasar, que a veces han sido cosas que han pasado después y yo lo escribí imaginándolo. A veces he acertado con los sentimientos que pensaba que iba a tener y a veces no”. A un músico que produce tal cantidad de emociones y sentimientos en el oyente se le podría presuponer voraz devorador de música y poesía, sin embargo Robe desmiente y reconoce que a ese nivel no le interesa investigar: “Leo poesía pero no variedad. Suelo leer los mismos y en ciertos momentos. Me voy a poesía que conozco. Me pasa con la música cada vez más, tengo unas pocas canciones que pongo de vez en cuando y no me preocupo en oír mucha música nueva. También con el cine, no me importa ver una película aunque la haya visto unas cuantas veces. Ver una película varias veces está bien, ves cosas nuevas, la ves de otra manera, sabes cuándo te vas a emocionar, te vas preparando. Me pasa con todas las artes”.
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