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LA GRAN OPORTUNIDAD PARA MÉXICO: NEARSHORING, EL FUTURO DEL ABASTECIMIENTO DE PRENDAS EN EL MUNDO.

Por Patricia Medina y Graham Anderton.

Hace casi 30 años, en 1994, se firmó el acuerdo de Libre Comercio con USA y Canadá. El principio del acuerdo fue que las industrias de Mexico, USA y Canadá nos íbamos a unir para ser más competitivas, complementarnos y vender más en todo el mundo. Esto se hizo realidad.

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Durante muchos años, el acuerdo nos ayudó a crecer como proveedor de prendas y tela a Estados Unidos a niveles nunca imaginados. Las plantas de ropa se multiplicaron en el país y las inversiones de todas las partes del mundo en fabricación de prendas y textiles se multiplicaron. Las cadenas productivas en México crecieron a niveles nunca vistos, exportando millones de prendas a la semana.

En 2005 la situación política cambió, se desmanteló el acuerdo de Multifibra y con ello las cuotas, aunado a la entrada de China a la OMC. Las exportaciones a USA se cayeron, en menos de seis meses se perdieron más de medio millón de empleos en el sector, lo que nos llevó a una situación de crisis a todos los exportadores.

En 2023 vamos de regreso a los origenes del NAFTA. El mundo da muchas vueltas y ahora, después 17 años, el principio del acuerdo ORIGINAL que decía que las industrias de México, USA y Canadá nos íbamos a unir para ser más competitivos, para complementarnos y para vender más en todo el mundo es más relevante que nunca.

México tiene de nuevo una gran oportunidad en surtir a Norte America y, por si lo dudaban, la reunión de los Presidentes de México, Estados Unidos y Canadá, lo confirmó.

El mundo ha cambiado mucho desde la última renegociación del acuerdo cuando los intereses políticos de USA eran diferentes; cuando apenas se veía lo que estaba pasando en China y cuando el mundo no había pasado una pandemia prolongada como se ha tenido. No se había vivido una situación como la guerra de Ucrania que ha puesto la energía no renovable en una dinámica que obliga al cambio. No habían tenido escases que creó disrupciones en cadenas productivas, no habían enfrentado inflación por disminución de productos, energía y servicios de transporte. o sea servicio.

El mundo de ahora ha cambiado, los consumidores también lo han hecho; hay más conciencia y más jóvenes. Nunca en la historia de la humanidad se habían tenido tantos jóvenes.

Muchos de ellos tienen más conciencia. Saben que si no hacen algo con respecto al cambio climático, su futuro está en riesgo. Tienen más acceso a la información, saben lo que está pasando en China y entienden que la sustentabilidad no es una alternativa, es su futuro.

Es por ello que esta negociación de Norte América está enfocada en la consolidación de Norte América como bloque, para depender cada vez menos de otros países, para consolidar cadenas productivas o crear nuevas de manera conjunta. Y, sobre todo, para buscar soluciones a las nuevas demandas de esta nueva juventud que busca que los productos tengan menos huellas de carbono y sean más sustentables.

¿Qué implica ésto para nuestra querida Industria de la Confección? Demanda, pero una diferente, con productos para estos nuevos consumidores.

La Industria de la Confección ha pasado a ser una de productos a una de servicio. ¿Y quién mejor para dar servicio a Norte América que quien produce ahí?

Para dar servicio tenemos que unirnos y trabajar como cadena, pero una mucho más completa. Con solo tela y la producción de prendas no se puede dar servicio. Esta cadena debe incluir a las empresas de avíos y accesorios, a los distribuidores de químicos para el acabado de prendas, a las empresas de maquinaria y de tecnología enfocadas a nuestro sector, a las de material de empaque y a las de transporte.

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