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LA SUSTENTABILIDAD EN MI EMPRESA: ¿Y ESO CON QUÉ SE COME?

Por el Ing Santiago Macias H*

Los problemas de sustentabilidad y daño ecológico en México son sumamente graves. Se estima que se requieren 1.2 BILLONES DE PESOS, para reparar el daño ambiental que ocurra en este año 2023, lo que significa más del 17% del presupuesto total nacional aprobado.

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Dentro de los causantes (o responsables) de esta situación se estima que la Industria de la Moda y su cadena de proveeduría generan el 10% de las emisiones globales de CO2; 20% de la contaminación de las aguas; 24% del uso de los insecticidas y 11% de los pesticidas.

Debe destacarse que en lo que va de este siglo, en promedio la compra de ropa por los consumidores ha crecido en casi un 60%. Cada vez las prendas son usadas menos veces por sus dueños y, en algunos países desarrollados, hasta el 40% de la ropa comprada nunca es estrenada.

Si bien es cierto que esto ha significado un auge en la Industria de la Confección, tambien lo es que no siempre ha crecido tomando en cuenta sus impactos ecológicos y en el medio ambiente. Y el problema va en aumento, según Global Fashion Agenda para 2030; el consumo de agua de la industria crecerá en un 50%, su huella de carbono ascenderá a 2,791 millones de toneladas y la cantidad de desechos alcanzará los 148 millones de toneladas.

Desde luego que existen muchas acciones que la industria puede adoptar para disminuir este efecto sobre la sostenibilidad del planeta (y los consumidores cada vez están exigiendo más información y transparencia sobre el tema). Entre las tareas que la industria puede adoptar están:

• Aumentar la adopción de fibra sostenible para reducir la huella hídrica.

• Utilizar procesos de bajo impacto en la producción de ropa.

• Enfocarse en prendas específicas que ofrecerán las mayores reducciones en huellas de carbono, agua y residuos.

• Informar y permitir a los clientes mejorar el cuidado, la reparación y la reutilización de la ropa.

• Uso de materiales reciclados en la producción.

Debe señalarse que en muchos casos estas y otras medidas no son adoptadas por los empresarios, ya que señalan que el consumidor no está dispuesto a pagar más por productos sostenibles. Esto es parcialmente cierto, pero también lo es que aquellas empresas que no inicien ya con acciones en esta materia, pronto se verán afectadas por las limitaciones del comercio internacional, de las propias empresas comercializadores y de las preferencias del consumidor.

Entre los temas que claramente apuntan en esta dirección destacan que, en 2020, la Unión Europea (UE) estableció el Plan de Acción de Economía Circular, cuyo objetivo es apoyar el compromiso de reducir a cero las emisiones de carbono de la UE para 2050; hacer que los productos sostenibles sean la norma en su mercado e impulsar el crecimiento sostenible.

Los Sectores Textil y de la Confección son uno de los cinco señalados como los de mayor impacto ambiental y menos sostenible.

En la práctica, esto significa que la UE elaborará e impondrá normas en materia de sostenibilidad, que indudablemente afectarán a la forma en que esta industria diseña, produce, comercializa y elimina sus productos.

Algunas de estas normativas ya están en proceso y seguramente se aprobarán en poco tiempo, causando un fuerte impacto sobre los exportadores e importadores de productos de esa zona del mundo. La experiencia señala que a la UE le seguirán pronto el resto de las economías desarrolladas.

Algunas de la normas o reglamentos que se están analizando, y en algunos casos discutiendo ya a nivel de parlamentos, están relacionadas con el diseño, incluyendo temas como los mínimos de calidad o el contenido de materias primas recicladas.

Otra transformación clave para la ropa y el calzado que está sobre la mesa, es la digitalización, que se refiere a la creación de una copia digital para todas las prendas que se vendan en el mercado, algo así como un Pasaporte Digital de Producto, que incluye el historial desde la materia prima hasta el producto final y su comercialización, y el registro de su impacto ambiental, entre otras cosas.

Igualmente están en proceso (o ya implementadas) iniciativas que obligan a los exportadores a la UE a establecer programas de mitigación y prevención del impacto ambiental, consumo de agua, trabajo digno y desecho de las prendas (que pasa cuando terminan su vida útil), entre otras.

En México, el tema de la normalización y su certificación está en un rápido proceso de desarrollo, es muy probable que pronto tengamos tambien Estándares en la materia que servirán de base para el comercio interno y externo del sector.

Señor empresario, se que hoy tenemos muchos problemas en la empresa y en el país, pero es claro que en muy poco tiempo aquellos que no hayan iniciado con estas tareas para hacer sustentables sus productos, ser capaces de demostrarlo y de convencer a los consumidores de la efectividad de sus acciones, se verán en desventaja en el mercado.

Recuerde, lo que usted no haga por su empresa nadie lo hará. Hoy estamos a tiempo (aunque un poco retrasados) pero mañana podría ser demasiado tarde para su empresa, sus productos y sus marcas. Verá que con pocos recursos y mucho ingenio se pueden lograr grandes avances.

*Santiago Macias Herrera, Director Ejecutivo SIAAC Sociedad Internacional de Acreditación, a.c. santiago.macias@sia-ac.org

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