La violencia psicológica golpea el espiritu Éstas no son confusiones, son los efectos de la violencia psicológica los que te hacen culparte y disculpar la violencia. Las personas que somos violentadas psicológicamente:
• Creemos que somos tontas, poca cosa, desaparece nuestra autoestima.
• Asumimos
la responsabilidad de lo que pasa como culpa nuestra.
• Nos volvemos invisibles ante nuestros ojos.
• Estamos aisladas, no tenemos a nadie en quién confiar.
• Empezamos a dudar de lo que pensamos y sentimos.
• Descuidamos
la apariencia física y
emocional.
Si algunos de estos ejemplos te resultan familiares y han estado pasando de forma constante, te encuentras ante una relación con violencia psicológica.
No te confundas, es violencia psicológica. Al no ser evidente, confundimos y justificamos la violencia psicológica al sentir que es ocasionada por:
• Nuestra constante torpeza, que no permite que hagamos bien las cosas.
• Nuestra poca comprensión de las presiones ante las que se encuentra el otro.
• El poco empeño y esfuerzo que manifestamos en la relación.
• La falta de arreglo personal, que provoca la desesperación de la pareja.
•
Nuestra falta de carácter, que no nos permite adivinar cuáles son los deseos de la pareja.
• Nos sentimos deprimidas. • Contemplamos la idea del suicidio. La violencia psicológica se va instalando, y pueden pasar años sin que escale a una violencia física. Pero los años pasan rápido, y si no buscas ayuda, no sólo te enfrentarás con la violencia psicológica y sus efectos, sino con la violencia física. La violencia no es exclusiva de una clase social, se manifiesta en todos los entornos sociales y económicos.
¡ATIÉNDETE! Existen centros de atención de violencia a la mujer. Las Delegaciones y Locatel brindan orientación.