27 ¿En qué sentido Octahedron es un disco acústico? Lo que me interesó fue comenzar las canciones de forma acústica, lo cual no significa que terminaran de esa forma. Quería hacer un disco más leve y calmado. Salir del The Bedlam in Goliat fue una pesadilla porque se trató de un disco muy difícil de hacer, es muy fuerte, yo creo que es el disco más agresivo que he hecho hasta hoy… es muy violento, es así como de fuego y oscuridad. Ahora quise hacer un disco de agua, de espacio grande y tranquilidad, por ese camino empecé a trabajar en Octahedron. ¿Cuáles fueron tus parámetros como productor del disco? En términos de producción lo primero que tuve claro fue limitarme (ríe), normalmente pongo como 90 tracks en una canción. Un punto importante fue ponerme un alto y usar sólo unos 30 tracks. También me dije que sólo iba a tener una sección instrumental en todo el disco, y decidí usar efectos en la voz únicamente en 3 canciones. Tampoco quise escribir secciones para los metales, ni quise tener intros y outros muy largos. Vamos, no quise tener un jazz freak out setion. Escuché “With Twilight as My Guide” y me parece que tiene un outro súper extenso. “With Twilight as My Guide” es un buen ejemplo porque ese outro que oyes era sólo parte de la canción. Ahora la canción cambia a otra parte y tiene tres secciones en total, lo cual tuvo que ver con las limitaciones de las que te hablaba. Fue hasta que empecé a mezclar ésta canción que comencé a decidir lo que iba a ser. En esa parte que dices decidí hacer un fade out larguísimo, con muchas guitarras que crean una atmósfera tranquila para entrar a la única canción agresiva del disco que es “Cotopaxi”. Cada nuevo título de un disco de The Mars Volta encierra un significado. ¿Cuál es el de Octahedron? Lo interesantes es que como dices siempre hay un significado, pero que siempre encontramos después, cuando el disco ya está terminado. Cuando buscamos el nombre del disco tratamos de encontrar una palabra que te suene, que diga: “yo soy el nombre del disco”. Uno sabe cuando es el nombre adecuado, igual que cuando entras a una tienda a comprar una chamarra y dices, “esa es mi chamarra porque se siente como yo”. Es así de sencillo. Cuando estamos haciendo un disco tenemos un papel donde vamos anotando muchos nombres hasta que en algún momento del proceso un nombre dice: “soy yo”. Ahora fue Octahedron, una palabra súper especial que visualmente se ve muy fuerte. Después sabemos que nos van a preguntar qué significa y nos ponemos a investigar (ríe). Octahedron es un objeto de tres dimensiones y tiene ocho lados, así que dijimos, “mira, qué cabrón” porque sucede que hemos sido un grupo durante ocho años, en ese momento éramos ocho integrantes, hay ocho canciones… son cosas que surgen al azar y con las que uno comienza a hacer conexiones… Entonces el proceso del nombre no es algo intelectualizado, el significado siempre viene después porque todo nace con la emoción de que te guste cómo suena y lo que significa. John Frusciante (guitarrista de los Red Hot Chili Peppers) ha sido un colaborador muy cercano en los últimos discos. ¿Cómo se dio esa relación? Yo conocí a John porque un día vino a escuchar a una banda que teníamos llamada De Facto, se puso a platicar bien chévere conmigo pero yo no tenía idea de quién era (ríe). Después me lo volví a encontrar en otro concierto y nos pusimos a platicar sobre las películas de Luis Buñuel, entonces me invitó a su casa porque me dijo que tenía todos sus cintas. Yo le pregunté si tenía Ese Oscuro Objeto del Deseo y me dijo que sí. Así que fui a su casa y nos pusimos a verla.