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María Fernanda Heredia

María Fernanda Heredia Cupido es un murciélago

Por: Paula Báez Berni

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María Fernanda Heredia, destacada escritora, ensayista y diseñadora gráfica ecuatoriana, conocida por sus cuentos y novelas dirigidas al público infantil y juvenil, ha recibido premios como el Darío Guevara Mayorga en el año 2003, también fue galardonada con el Premio Latinoamericano de Literatura Infantil y Juvenil NormaFundalectura por Amigo se escribe con H.

En esta ocasión María Fernanda Heredia nos dará a conocer algo más sobre su obra Cupido es un murciélago, una divertida historia de amor llena de humor, que narra sobre las primeras sensaciones, la picardía y el valor de la amistad.

De todos tus exitosos libros, ¿por qué elegiste a Cupido es un murciélago para esta entrevista?

Es la primera novela que publiqué en Ecuador y desde 2004 ha ocupado un lugar de preferencia en los niños y jóvenes lectores. Desde su

publicación hasta esta fecha casi 50.000 ejemplares se han vendido en el país. Esa preferencia me llena de alegría y gratitud, además, hoy se ha convertido en uno de los libros que me han permitido salir por Latinoamérica y descubrir nuevos espacios donde esta historia va ganando espacio y afirmándose.

En resumen, ¿cómo describirías la trama de tu libro Cupido es un murciélago? ¿A quien va dirigido y cómo lo ha receptado el público lector?

Es una historia que aborda el tema del primer amor, ese amor que surge cuando comenzamos a abandonar la niñez y que está lleno de tropiezos, equivocaciones y sueños platónicos. Propone una mirada irónica del amor romántico, de ese que nos contaron en los cuentos de hadas y que parecería válido solo para las princesas y para las telenovelas rosa. Cuenta en clave de humor los alcances de un flechazo equivocado, de un primer beso sin puntería y de la primera historia de amor... que en realidad parece de terror. En esta novela Cupido no es un tierno angelito, sino un horrible ratón con alas.

¿Qué te inspiró a escribir este libro?

Siempre hay algo de autobiográfico en mis novelas y cuentos. Algunas de mis historias de amor han estado marcadas por un flechazo erróneo, un flechazo que debí eludir o que llegó a mí gracias a una travesura de un murciélago. Pero, sobre todo, creo que lo que me llevó a escribir Cupido es un murciélago fue mis ganas de reír, de quitar ese velo de gravedad o de cursilería que suele cubrir las historias de amor. En esta novela se proponen cosas como que Cenicienta denuncie a sus hermanastras por malos tratos y que en lugar de subir al caballo blanco del príncipe azul para casarse, ser felices y comer perdices, ambos se compren una súper moto y antes de pasar por el Registro Civil vayan juntos a recorrer el mundo.

Si bien los personajes del libro presentan el motivo de cambiar a cupido de ángel a murciélago, ¿puedes explicarnos qué más te llevo a transmitir esta conclusión?

Lo he dicho en la respuesta anterior: es otra manera de mirar el primer amor, sin la aburrida tonalidad rosa y sin el arcoíris y las nubes de algodón. Cupido es un murciélago se parece más al primer amor de verdad, ese en el que nos preguntamos sorprendidos y quizá desencantados: ¡¿Así que esto se supone que es un inolvidable primer beso?!

La historia que relatas en el libro es algo que muchos niños tienen que vivir. Al momento de escribirlo, ¿te basaste en una historia real o la complementaste con alguna?

Pretende ser una historia parecida a cualquiera que vive una persona normal y real. Y por eso está muy lejos de ser un cuento de hadas. ¿Cuál es el mensaje que deseas transmitir con este libro?

¡Ninguno! Siempre se pretende que quienes escribimos para niños dejemos mensajes. Y yo estoy totalmente en contra de ese criterio. Creo que mi misión como autora es escribir buena literatura. Y yo entiendo por buena literatura a aquella escrita en la búsqueda de la belleza a través de la palabra y que además acompaña al lector, lo sacude y lo invita a sumergirse en otra realidad.

Si hay algo que el lector recibe como mensaje o como conclusión luego de la lectura, ese es un terreno íntimo que solo le pertenece a él. La lectura es un acto individual. Los hallazgos de la lectura son personales y eso yo lo respeto muchísimo.

Me encanta cuando los lectores me comentan que lo que les gustó de un libro fue un personaje o una emoción o un episodio o un diálogo. Es maravilloso lo que cada lector puede descubrir en la lectura.

Finalmente, un mensaje personal para todos nuestros lectores.

Por lo que he dicho antes, la invitación a brindar mensajes no es mi favorita. Cuando me dirijo a un público solo puedo decir lo siguiente, que no es un mensaje sino un deseo: no se pierdan la oportunidad de leer, de descubrir en la lectura la posibilidad de vivir intensamente todas las vidas posibles. Hay un libro que está esperándote hoy.

Illustraciones: Roger Icáza

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