sea más fácil que nunca?

Cómo internet ¿ ha hecho que leer sea más fácil que nunca? Raquel Pico / raquelcampospico@gmail.com

Cada vez que se produce un cambio tecnológico que afecta a las industrias culturales, siempre hay cierto temor al impacto que tendrá en la cultura en sí misma.

La aparición de internet hizo que empezasen a existir voces críticas que lamentaban el impacto que la red tenía en la calidad de los contenidos o en su distribución, y se quedaron siempre con el impacto de la piratería y no con las nuevas oportunidades que generaba. Los cambios tecnológicos empujaron a muchos a hablar de una suerte del mundo del libro dividido, como si hubiese que ser de ebook o de papel y no se pudiese ser de los dos. Sin embargo, los cambios tecnológicos han tenido un impacto mucho más complejo en la cultura, en especial en el mundo del libro, creando nuevas oportunidades y mejorando, en muchos sentidos, el acceso a la palabra escrita.

El internet ha hecho que leer sea más fácil que nunca y encontrar cómo hacerlo (o con qué hacerlo) de manera muy sencilla. Para empezar, la red ha eliminado las barreras geográficas y ha hecho que todos podamos acceder tanto a una suerte de librería como de biblioteca global. Los contenidos están a disposición de quien quiera leerlos, como ocurre con muchas plataformas, como Internet Archive o Google Books, que han subido en formato electrónico libros de colecciones de todo el mundo. Por lo que respecta a comprarlos, uno puede hacerlo desde cualquier lugar sin que importe dónde se encuentra. Hace diez o veinte años comprar un libro editado en, pongamos por caso, Australia podría resultar imposible. Ahora, solo hay que acceder a una librería online para lograrlo.

La red también ha ayudado a recuperar a autores, géneros literarios y hasta formatos de publicación.

El folletín, la publicación por entregas, ha tenido un revival gracias a internet. Al tiempo que han vuelto formatos que las editoriales habían olvidado en los últimos años como la novela corta o el relato. Los escritores que habían quedado ya en dominio público están volviendo a encontrarse con los lectores (y a ser muchas veces redescubiertos) gracias a iniciativas como Project Gutenberg, que recupera en formato ebook a escritores del pasado.

Pero internet no solo ha tenido un impacto creando más ventanas para acceder de forma tangible a los libros, sino que está sirviendo también para hacer que el acto de leer se haga mucho más social y, por así decirlo, interactivo. La red ha puesto en contacto a los lectores de todo el mundo, que usan redes sociales (incluidas redes sociales específicas para ellos como GoodReads) o blogs para hablar de lo que leen y para descubrir nuevos libros. A todo esto, hay que sumar que la red ha servido de plataforma para el lanzamiento de diversas iniciativas para incentivar la lectura y para reivindicar a géneros o a autores. Ocurre con la novela romántica, que está siendo reivindicada en la red y hace que los lectores pierdan prejuicios. O con iniciativas como #Readwomen, que ha ayudado a dar más visibilidad a las escritoras.