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Nos queremos vivas!
En la intersección de tus pechos amamantando el alma del nuevo retoño que sorbe tu leche tibia y endulzada se encuentra tu esencia que todo lo sabe.
Tiemblan tus entrañas de amor desmedido resoplan los vientos sagrados del aura que irradia tu cuerpo.
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Eres tan pequeña como tus caderas como tú cintura como tú esperanza.
Él agazapado espera encontrarte ahogar tu grito tu voz congelada quiere desollarte callar tu gemido destrozar tu vida ignorando que todas nosotras las otras mujeres las que te seguimos haremos un nido de brazos tendidos.
Miles de colores de pieles de voces tendrán su sonido. Ya no tengas miedo el sórdido ruego llegará a tus senos y a un niño dormido.
Eres tan etérea eres tan pequeña sin embargo tan aguerrida.
Te tomó el amor… muy desprevenida mujer tan entera mirada de niña allí descubriste que tu genero te de nía que Adán no existía que solo tenías tus propias costillas que aquellas mujeres del ocho de marzo por algo morían por jornales dignos por pan… por trabajo por horas con vida.
Mujeres coraje mujeres valientes tan decididas.
Las admiraste quisiste seguirlas ya no estás más sola ni desprotegida.
La sombra de ellas Y la de nosotras las que estamos vivas e levando la voz hacia el universo en un solo grito diremos unidas, ¡somos mujeres!
¡Nos queremos vivas!
L a m u j e r y e l V e r d a d e r o a m o r
Las horas eternas in nitas, 8 de marzo, Día Internacional de la mujer… Pero no solo trabajemos en marzo para la eliminación de la Violencia contra ellas y ayudemos a fortalecer la posición de las mujeres en la América toda y enriquecer la forma de pensar y actuar de las niñas, empoderándolas por la igualdad.
El amor verdadero es un amor real y posible; es una emoción que se basa en la aceptación de la otra persona, tal como es, y con la que se puede compartir nuestras intimidades y con la que no se siente uno juzgado. Aparece cuando se está con alguien que nos ayuda, apoya y cuida; con quien no se tiene que disimular ni ngir.

Moses Mendelssohn, quien fuera abuelo del conocido compositor alemán, distaba de ser guapo. Además de no haber sido bene ciado con la altura, su estatura era algo baja, tenía una extravagante joroba.
Cierto día visitó a un mercader de Hamburgo, el que tenía una hermosa hija llamada Frumtje. Moses se enamoró perdidamente de ella, pero a ella le repelía su apariencia deforme. Terminada la visita, cuando llegó el momento de la despedida, Moses se llenó de valor y subió las escaleras hasta el cuarto donde estaba aquella hermosa joven y, así, tener la última oportunidad de hablar con ella. Si bien ella era muy hermosa, a Moses le entristecía profundamente su negativa a mirarlo.
Después de varios intentos de conversar con ella, le pregunto tímidamente: "¿Crees que los matrimonios se crean en el cielo?".
"Sí." Respondió ella, todavía mirando al suelo. "¿Y tú?", "Si, lo creo." Contestó… "Verás, en el cielo, cada vez que un niño nace, el Señor anuncia con qué niña se va a casar.
Cuando yo nací, me fue señalada mi futura esposa. Entonces el Señor añadió: “Pero tu esposa será jorobada”.
Justo en ese momento exclamé: “Oh, Señor, una mujer jorobada sería una tragedia; te pido me des a mí la joroba y permite que ella sea hermosa”
Entonces Frumtje levantó la mirada para contemplar los ojos de Moses y un hondo recuerdo la conmovió. Alargó su mano y se la dió a Moses. Un tiempo más adelante, ella se convirtió en su esposa… Sobre esto, es necesario que re exionemos un poco.
Por los prejuicios que tenemos al estar o convivir con personas distintas a nosotros, muchas veces estamos impedidos de entender y vivir el amor... Hoy, podremos ver; hoy hagamos la diferencia.
