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EL CUARTO REY MAGO
sas. Unos dicen que eran árabes y que llegaron por la Ruta del Incienso, de donde se especula que era la Reina de Saba, una mujer descrita como de gran belleza y magni cencia, del reino sabeo y que su nombre era Balkis o Bilquis, que habría visitado al Rey Salomón, llevándole regalos de especias, oro (4,5 toneladas), y piedras preciosas y con el cual tuvo un hijo, Menelik I, quien sería futuro rey de Etiopía y de quien la tradición dice que se trajo el Arca de la Alianza desde Israel, llevándosela a su reino.
Otros dicen que llegaron de Persia hasta Babilonia, con la cual mantenían relaciones comerciales, en la ciudad de Nínive, la capital de la antigua Asiria; en tierras de Asur, junto al río Tigris; ciudad asiria del rey Senaquerib y ciudad dedicada a la diosa Ishtar), enlazado luego con Cananea, con destino nal en Belén. Esta ruta, es un trecho, con una distancia de casi 2.000 Kilómetros.
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En el este, allende de Jerusalén, más allá de Damasco; cruzando las Estepas Sirias, al noreste, en la región de la Mesopotamia; entre los ríos Tigris y Éufrates; en las tierras de Asur; y, también al sur, entre las riveras de los mismos ríos; en la región de Babilonia en Acad, Babilonia y Elam; en las tierras de Nenrod; y, más al este, hasta llegar a Persia; y, al sureste, en la península de Arabia: es la parte de la Tierra; lo que en el pasado remoto se conocía como Oriente Anti-
Los Reyes Magos para ir a adorar al Niño Dios, debieron viajar miles de kilómetros por cadenas montañosas, depresiones, mesetas y desiertos; entre dunas de arenas doradas, de arenas como polvo de oro; donde los oasis y los wadis, daban agua y facilitaban el paso de las caravanas.
No se sabe a ciencia cierta de donde eran los Reyes Magos, si llegaron de Mesopotamia, de Babilonia o de Arabia, pero sin importar su origen, las rutas de cualquiera de esas regiones eran complicadas, inhóspitas y peligro-
Los Reyes Magos ¿Eran persas o árabes?, los antiguos habitantes de la Medialuna que pueden agruparse según sus lenguas en Asiánicas, Afroasiáticas e Indoeuropeas, no eran solo pueblos de origen árabe o persa; en Mesopotamia y Babilonia, habían gentes de diversas etnias, como: sumerios, elamitas, hurritas, acadios, arameos, hebreos, bereberes, arios, medos, indios, entre otros.
Aceptando como válida la teoría del origen persa, faltaría de nir la ruta que eligieron los magos para ir a adorar al niño Jesús. Los historiadores se debaten en tres posibles rutas, y hay una cuarta, producto de una expedición realizada en el año 2000 de n.e.
En una primera teoría se cree que los Reyes Magos utilizaron la Ruta del Incienso, inspirando mitos y leyendas: una vía comercial que unía a Egipto y la India por la península Arábiga, las caravanas compuestas con frecuencia por dos o tres mil camellos, recorrían la famosa ruta y llegaban a Petra y a Gaza en poco más de dos meses.
Siguiendo esta ruta, se establece que procedía del norte del actual Yemen; de la ciudad de Hadramut, de donde se especula que era la Reina de Saba.

En esta ruta, en la cual, a lo largo del camino se constituyeron estaciones de posta, controladas militarmente y equipadas para dar alimento y reposo a hombres y animales, nacieron ciudades como Shabwa, Marib, Barrakesh, Mecca y Yathrib (la actual Medina), que llegaron a ser también centros de elaboración y manufacturado de materias primas; consistía en atravesar la península Arábiga hasta Egipto, y de este país, penetraban en Judea, hasta Belén. El conocimiento de la ruta, su uso común y su paso seguro hacían plausible que los Reyes Magos utilizaran esta vía.
Una segunda teoría de la ruta que utilizaron los Reyes Magos, es la que más aceptación tiene actualmente, siendo la que parte de Persépolis, capital del Imperio Persa durante la época aqueménida; (Tajt-e Yamshid, es el nombre de la ciudad en el actual Irán). Esta ruta parte hasta Babilonia, con la cual mantenía relaciones comerciales, concretamente en la ciudad de (Mosul = Nínive), la capital de la antigua Asiria; en tierras de Asur, junto al río Tigris; ciudad asiria del rey Senaquerib y ciudad dedicada a la diosa Ishtar), en Irak; atraviesa Siria (nombre que deriva directamente de Asiria); enlaza con el Líbano y llega a Palestina, con destino nal en Belén. Esta ruta, es un trecho, con una distancia de casi 2.000 Kilómetros.
Una tercera teoría, arrancaría de la antigua Babilonia, en la actual Falluja. Este camino seguiría el río Éufrates, enlazando las ciudades de Tadmur, Damasco, Amán y Jerusalén, hasta dirigirse al Sur, hasta Belén.
La cuarta teoría, fue la que practicaron un grupo de expedicionarios (60 personas de diferentes religiones), los cuales intentaron simular una ruta a camello que recorría unos 1.600 Kilómetros entre Irak, Siria, Jordania y Cisjordania. Una ruta para la que se necesitaron 83 días, después de sortear un sinnúmero de di cultades, que el ambiente desértico les hizo recordar, lo que debieron de enfrentar los Reyes Magos.

El cuarto Rey Mago, Artabán, es el personaje principal del cuento navideño The Other Wise Man (El otro rey mago), escrito en 1896 por Henry van Dyke (1852-1933), escritor, clérigo presbiteriano y docente estadounidense.
El zigurat en Borsippa, por sus siete niveles y pintado de diferentes colores y coronado con un templo, era el punto de encuentro de los cuatro reyes, el cual fue escogido, seguramente, por ser una estructura de proporciones megalíticas y de reconocida ubicación en la región, para de ahí, dar inicio al viaje en forma grupal.
ZIGURAT:
Un zigurat o (zi – gu – rat en el original acadio), es un templo de la antigua Mesopotamia que tiene forma de pirámide. Los zigurats fueron un tipo de templo común para los sumerios, babilonios y asirios. El diseño de la bíblica Torre de Babel puede estar basado en los zigurats de babilonia.
BORSIPPA:
Borsippa, fue una importante ciudad de la antigua Mesopotamia, que se levantó en las orillas de un lago, a unos 18 kilómetros al sureste de Babilonia, en la ribera occidental del Éufrates.

Hasta aquí, es con la nalidad de destacar que la ruta que los Reyes Magos siguen, es la que parte de Babilonia, pues van Dyke, inicia la historia en el zigurat de Borsippa.
Hacia allí acudía Artabán, con tres gemas como ofrenda al Niño Dios: un diamante protector de la isla de Méroe, en las riberas del río Nilo (símbolo de fortaleza, perfección y triunfo), un pedazo de jaspe de Chipre, isla del Mediterráneo oriental (para energizar el cuerpo y aportarle fuerza y vitalidad), y, un reluciente rubí de las playas de las Sirtes, peligrosas arenas movedizas a lo largo de la costa norte de África (de poder esotérico y protector de fuerzas paranormales y malévolas), cuando se encontró en su camino a un anciano moribundo, asaltado por unos bandoleros: entonces, detuvo el rey su marcha, curó sus heridas y le ofreció el diamante para que pudiera subsistir y para su recuperación, y que pudiera seguir su camino.
PARÁBOLA DE JESÚS DEL BUEN SAMARITANO:
(Esta acción de Artabán, ilustra que la caridad y la misericordia son las virtudes que guiarán a los seres humanos a la piedad y la santidad. Enseña también que cumplir el espíritu de la ley (el amor), es, en mucho, más importante que cumplir la letra de la ley. En esta parábola, Jesús, amplía la de nición de prójimo. La elección de la gura de un samaritano considerado un herético para los sectores más ortodoxos de la religión hebrea, sirve para rede nir el concepto de prójimo que se manejaba entonces.

En esta parábola muestra que la fe debe manifestarse a través de las obras, revolucionando el concepto de fe en la vida religiosa judía, entre las cuales resaltaban grupos, como el de los fariseos, a quienes Jesús llama hipócritas en varias ocasiones, por un excesivo apego a la letra de la ley y su olvido por cumplir el espíritu de la ley.
El contraste establecido entre los prominentes líderes religiosos inmisericordes, y el samaritano misericordioso, es un recordatorio a los maestros de la ley, de que estaban olvidando el principio de la verdadera religión. Jesús emplea un personaje despreciado por ellos para mostrarles su error).
Cuando llegó a Borsippa, los otros reyes magos ya se habían marchado del lugar, continuando entonces Artabán su camino en solitario, tras la estela que dejaban las huellas de la caravana de sus compañeros de viaje. Al llegar a Belén, no encontró ni a los magos ni al niño, sino a los soldados de Herodes degollando a los menores de dos años: a uno de ellos, que sostenía en sus manos a un recién nacido, le ofreció el rubí a cambio de la vida del infante.
Siendo sorprendido en esa actitud, es apresado y encerrado en las mazmorras en el palacio de Jerusalén.
Treinta y tres años duró el encarcelamiento, y hasta la prisión le fueron llegando noticias de los prodigios del mesías, que no era sino el Rey de Reyes, al que había ido a adorar. Después de tantos años de cautiverio fue puesto en libertad y deambulando por las calles de Jerusalén, se enteró de la cruci xión del Redentor; entonces, encamina sus pasos al Calvario para ofrecer la veneración tras largos años de postergación. En el trayecto, se percató que, en el mercado, a una joven la iban a vender como esclava para pagar las deudas de su padre recién fallecido. Artabán se compadece de ella, y compra su libertad con el jaspe que era la última ofrenda que le quedaba. Al expirar Jesucristo en la cruz: se sucede un temblor de tierra, se abren los sepulcros, los muertos resucitan, se rasga el velo del templo y se derrumban los muros. En ese momento Artabán estaba recostado a la pared de un muro; una piedra pesada golpea a Artabán en la cabeza, y ya moribundo se le presenta Jesucristo y le dice: “Tuve hambre y me diste de comer, tuve sed y me diste de beber, estuve enfermo y me curaste, me hicieron prisionero y me liberaste”. En su agonía le pregunta: “¿Señor, ¿cuándo hice yo esas cosas?”, y al momento de fallecer le responde: “Lo que hiciste por tus hermanos, lo hiciste por mí”. Por eso, hoy estarás conmigo en el Paraíso y se elevó con él; alcanzando Artabán, lo que en su juventud le había guiado, en busca de su destino; el cual nalmente alcanzó. Mt 25: (35-45); Is 58: 7; Jb 22: 6s.; Si 7: 32s.
Reportaje por: Raúl Ignacio José Arana Irías
