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Leicaj (bizcochuelo de miel judio).

Preparación:

Separar la yema de la clara y batirla con todos los ingredientes hasta obtener una mezcla homogénea, menos la ralladura de limón y se coloca en el horno a 160 grados durante 40 minutos.

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Cada vez, en el comienzo del Año Nuevo judío, aunque no necesariamente para ese evento, es propicio para que probaremos un pedacito de “leicaj”.

Se trata de un bizcochuelo, con mucha miel y fruta, muy típico de las festividades judías que, según propios y ajenos, “invita a compartir las alegrías de la vida, y también las tristezas, a través de un bocado dulce con el que se enlazan sentimientos comunes a todos”… Normalmente se lo sirve al nal de la comida festiva.

Ingredientes:

- De 6 a 12 huevos (dependiendo la cantidad de personas).

- Aceite de oliva 1 cucharada sopera

- 1 limón

- Azúcar 300g

- Harina 1 taza

- Ralladura de limón

- Esencia de vainilla

- Polvo para hornear 1/2 cuchara

- Miel

Aparte se bate la clara con miel, una vez que esté el bizcochuelo se coloca la clara por encima, se deja en el horno unos minutos más y ya tienes tu preparado.

Esta tradicional receta judía, del leicaj, se trata de una torta de miel y manzana típica de la cocina judía. Gracias a esta combinación (manzana y miel), obtenemos un poderoso combo para obtener unas pequeñas porciones extremadamente húmedas y, de un agradable aroma en donde el único gran secreto es el “ingrediente secreto”, que sería el tercero oculto: un chorrito de café. En general se trata de la base de cualquier budín, el resto son especias y nada más… ¡Ojo! También se lo puede preparar con harina integral.

Este plato generalmente se prepara para celebrar la llegada del “Rosh Hashaná”, más conocido como año nuevo.

En donde "Rosh", se traduciría como "cabeza", y "shaná" como "año". Para estas fechas, además del leicaj se realizan otros exquisitos platos, como ser el ge lte sh (que básicamente es pescado molido con cebolla, zanahoria, perejil), y el knishes (que son los clásico rollitos de papa). En de nitiva, son tres recetas tradicionales que se aplican, y no necesariamente, para recibir el Año Nuevo judío, acompañadas desde luego con rezos y diversos rituales.

Rosh Hashaná; "Shaná Tová", (que tengas un buen año).

Gracias a estas recetas, para antes, durante y después de las festividades, es posible combinar el buen sabor con los recuerdos.

Tengamos presente que todo lo que lleva miel, resulta ser un bálsamo para el frío enérgico de aquellas regiones.

Y así, con el correr de los años, esta torta de miel desembarcó en otros lugares, disímiles entre sí, pero siempre manteniendo la herencia judía.

Argentina no fue ajena al mestizaje y en estas tierras, manteniendo el cariño de las tradiciones, se sigue haciendo; más allá de las temperaturas. Desde luego que, una vez aprendido, cada uno le introduce sus propios toques má- gicos, modi cando la letra rígida de las cantidades, y retoques respecto de la manzana, como de otras frutas.

Esta torta de miel puede o no ser oscura; que sea o no, o bien no tanto, dependerá de la cantidad como también con qué tipo de café se la hace. La tradicional se hace con café preparado y no con café molido que ya viene tostado (evitemos el café instantáneo).

La torta de miel también se la utiliza en otra festividad: “el Pésaj”, que sería la Pascua judía.

Esta receta (bizcochuelo de miel judío), es en recuerdo de mi querida amiga judía Martha, la cual ya partió de este mundo. Ella, con mucho amor, me la enseño el año pasado… Agradezco al Creador del universo por haberme dado el honor de conocerla.

¡Más dulce que la miel es Tu palabra Oh Eterno! ¡Gracias!

Artículo por: Mauricio Tamayo “El Sibarita”, ( de Colombia)

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