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Discépolo; de la Guardia Vieja a otras Bossas

Armando, su hermano, se casó y pudo establecer un hogar, nalmente lo llevó a vivir con él.

Desde una edad temprana, Enrique sintió el llamado de las artes e intentó la actuación y la escritura teatral, cosa que logrará con moderado éxito. Finalmente descubriría al Tango. Y es así que cuando tomó la decisión de escribir música popular, esta no estaba del todo separada de sus intercambios anteriores con la actuación y el teatro; al punto que su hermano Armando se resistió a este movimiento, con lo que, para Enrique, al principio las cosas no fueron fáciles, porque Armando se había hecho cargo de su educación.

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Enrique Santos Discépolo nació un 27 de marzo de 1901 en Buenos Aires, Argentina. Para muchos “El gran profeta argentino”; otros cambiaron su saludo por un esputo en el piso al verlo pasar.

Su padre, Santo Discépolo, italiano y músico de profesión, casado con Luisa Belucchi, falleció cuando Enrique Santos Discépolo contaba con cinco años. Su hermano mayor, Armando, con el deceso de su madre tres años después de la muerte de su padre, se hizo cargo de su cuidado y se convirtió en el hombre de la casa; él era director teatral y un importante dramaturgo, que lo introdujo al mundo artístico.

Enrique Santos fue a vivir con unos tíos, de buen pasar, quienes demostraron ser excéntricos en extremo, y obligaban al niño a vestirse con disfraces de payasos, con el sol n de ellos divertirse. Más tarde, Discépolo se recordaría a sí mismo como un niño solitario y triste, que nunca hizo amigos entre otros adolescentes de su edad. Cuando

Sus tangos versan sobre los aspectos sociales de la época que, con cierta frustración lo llevó a expresarse sobre las realidades políticas y económicas que viera a principios del siglo XX; tiempos en que la cruda realidad marcaban a quienes, en la búsqueda de una vida mejor, vinieron a estas tierras y, en muchos casos, no la hallaron, o bien lo lograrían después de un largo tiempo.

En Cambalache, su tango más famoso, compuesto en 1934 para una película, contemplando las características de la sociedad, critica la corrupción del argentino, que se reconoce en todas las clases sociales y ámbitos de la vida...

¡Hoy resulta que es lo mismo ser derecho que traidor!...

¡Ignorante, sabio o chorro, generoso o estafador!

Y, con cierto dejo de resignación, se enoja y ocasionalmente se vale del lunfardo y su respeto sobre esta jerga… https://youtu.be/vH6_jzFlkFg

¡Todo es igual!

¡Nada es mejor!

¡Lo mismo un burro que un gran profesor! No hay aplazaos ni escalafón, los inmorales nos han igualao.

Si uno vive en la impostura y otro roba en su ambición, ¡da lo mismo que sea cura, colchonero, rey de bastos, caradura o polizón!...

Con sus letras, Discépolo re ejaba las di cultades económicas y sociales de la época y, por esta y otras denuncias poéticas, consiguió la antipatía de gobiernos militares en los años treinta y cuarenta que se ensañaron con el artista, prohibiendo su música por considerarla vulgar e inmoral.

Por sus opiniones políticas, Discépolo era despreciado por los intelectuales, quienes le dieron la espalda por no tolerar su entrega a lo popular; hoy especialmente es recordado por componer varios de los llamados «tangos fundamentales» y que aún son vigentes como «Sueño de juventud», «Malevaje», «Soy un arlequín», «Alma de bandoneón», «Uno», «Chorra», «Cafetín de Buenos Aires»; y le diera letra a aquel tango de Villoldo, «El Choclo». «Yira Yira» es, además de la letra de un tango, verdaderamente una obra de arte. En él, el poeta expresa, con el preciso y sobrio uso algunos vocablos lunfardos, su dolor ante la indiferencia ante la injusticia… https://youtu.be/DlA2P26CHK0

Cuando la suerte qu´es grela Fayando y fayando Te largue parao, Cuando estés bien en la vía Sin rumbo, desesperao, Cuando no tengas ni fe, Ni yerba de ayer https://youtu.be/s8iOiamTK_g https://youtu.be/inTDXiIlv8w

Secándose al sol, Cuando rajes los tamangos Buscando ese mango Que te haga morfar, La indiferencia del mundo Que es sordo y es mudo Recién sentirás...

Otra canción popular, que re eja el arte composicional de Discépolo es «Qué vachaché», que muestra a un poeta enfrentado a las corrientes sociales de la época… Lo que hace falta es empacar mucha moneda, vender el alma, rifar el corazón, tirar la poca decencia que te queda... Plata, plata, plata y plata otra vez...

Así es posible que morfés todos los días, tengas amigos, casa, nombre...y lo que quieras vos.

El verdadero amor se ahogó en la sopa: la panza es reina y el dinero Dios.

El gran poeta, Homero Manzi, probablemente fue su principal admirador. Este, antes de morir, dio a conocer un poema que le había escrito a su amigo, al que tituló, "Discepolín".

Sobre el mármol helado, migas de medialuna y una mujer absurda que come en un rincón ... Tu musa está sangrando y ella se desayuna ... el alba no perdona ni tiene corazón.

Al n, ¿quién es culpable de la vida grotesca y del alma manchada con sangre de carmín?.

Mejor es que salgamos antes de que amanezca, antes de que lloremos, ¡viejo Discepolín!...

Enrique Santos Discépolo murió el 23 de diciembre de 1951 en la ciudad de Buenos Aires, fue un hombre sensible y apasionado, un militante de lo popular y fue también un autor genial; pero, por sobre todas las cosas, fue un buen tipo…

Reportaje por: Claudio Valerio

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