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TRADICIONES. LOS COMPADRAZGOS.
Desde los orígenes hemos buscado la compañía de nuestros congéneres; en los primeros tiempos tal vez por seguridad y a través de los siglos porque esa compañía nos ha dado satisfacciones de convivencia que nos hemos acostumbrado a disfrutar.
Además de la presencia de nuestros familiares directos por lazos de sangre, en México es usual estrechar lazos con amigos a través de “compadrazgos”, establecidos por el acompañamiento que dan los compadres cuando se administran principalmente en la familia los sacramentos derivados de los ritos religiosos como el bautismo, la con rmación, la primera comunión, el matrimonio y aún la muerte de un ser querido donde se buscan “padrinos de cruz”, que van a colocar esta señal de fe sobre el sepulcro del fallecido 9 días después del entierro, rito que repiten tres años consecutivos en esta región del centro del país.
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Lo que en sus inicios era una invitación a estrechar este lazo que se hacía por parte de los padres, generalmente a una pareja, con los años se ha venido diversi cando principalmente cuando se trata de una boda donde se buscan muchos padrinos: de velación, los que acompañan a la iglesia, de anillos, de lazo, de arras, de cojines donde se arrodillan los novios y de adorno oral del templo. Después se buscan padrinos para colaborar en los gastos del convivio donde asisten verdaderas romerías de cientos de personas a participar en la celebración por lo que hay padrinos de música, de brindis, de pastel, etc.
No debe pensarse que solo padres y novios piden, en la esta que se hace después, los compadres pueden llevar a todos los invitados que deseen, en la seguridad de que serán bien atendidos y al concluir el convivio a cada padrino le entregan una dotación para su familia de la comida que se sirvió junto con una botella de licor, con refrescos y cerveza para acompañarla. Desde luego ambas partes quedan comprometidas a colaborar en el futuro para reforzar el compadrazgo en futu- ras celebraciones en las que no estará bien visto negarse a contribuir con los gastos.
Sin duda en muchos aspectos de la vida diaria estamos esclavizados por las costumbres y tradiciones, pero ¿No será momento de evolucionar y hacer cambios que nos liberen de esos dispendios que desde muchas generaciones atrás quedaron establecidos?, si todo en el mundo cambia ¿Por qué esto no?, es casi seguro que prevalezca hasta que por una difusión inteligente se dé a conocer que los excesos en todos aspectos perjudican. Como durante la esta comer, beber y derrochar recursos por un rato de gusto, cuando ¿No sería más útil que ese dinero se ocupara para comprar una casa adecuada para que la nueva pareja iniciara su vida con un mínimo de comodidades y seguridad y la cantidad que gasta cada compadre se los diera en efectivo o en especie para amueblar su vivienda?, tal vez restaría alegría al momento y fuera un cambio muy radical, pero a veces cuando comienza realmente la nueva vida de la pareja sobre todo en las áreas rurales, carecen hasta de los muebles más indispensables para ese de por sí, difícil comienzo.
Tal vez sea una utopía, pero ojalá en el futuro se piense que los muchos o pocos recursos, que cada vez son menos, se utilicen una forma más inteligente para proporcionarse comodidades y bene cios más duraderos que una esta.
Reportaje por: Yovan Ponte